Gráfico 6.1 América Latina y el Caribe (18 países). Tendencia del gasto público social (GPS) y del gasto público total (GPT) como porcentaje del producto interno bruto (PIB). 1990-2008 0,9
35
0,8
0,7 25 0,6 R2 = 0,83674
20
Razón GPS⁄GPT
GPS y GPT (% del PIB)
30
0,5 15
0,4
10
GPS % del PIB promedio ponderado
GPT % del pib promedio ponderado
Razón GPS⁄GPT
Tendencia (Razón GPS⁄GPT)
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
0,3
Nota: Los valores que presenta el gráfico son promedios ponderados. Fuente: CEPAL (2009), con información de la base de datos sobre gasto social de la CEPAL.
cuencia, tal como puede observarse en el Gráfico 6.1, el peso del gasto público social en el gasto público total se incrementó durante ese período, siendo esta una tendencia generalizada en las economías de los 18 países considerados. Asimismo en la región se registró un importante aumento del gasto social por habitante, el cual se incrementó, en promedio, casi un 50% entre los años 1990-1991 y 2000-2001, y aumentó un 30% adicional entre los años 2000-2001 y 2006-2007 (CEPAL, 2009). La mayor parte del incremento del gasto se concentró en las áreas de la seguridad y la asistencia social como consecuencia del aumento del número de jubilados y pensionados que resultaron de la dinámica demográfica, así como de la aplicación de nuevos programas sociales. En lo que respecta a la distribución, las políticas orientadas al combate a la pobreza y a la protección de la población vulnerable promovieron, en la práctica, una incidencia más progresiva del gasto social, que a su vez resultó en una mejor distribución del ingreso. El Gráfico 6.2 presenta el efecto de las TMC en la distribución del ingreso per cápita. Si las transferencias no hubiesen tenido ningún efecto en la distribución, los puntos se concentrarían en la línea diagonal que divide el cuadrante. En cambio, se observa que en general las transferencias contribuyeron a
disminuir la desigualdad. Sin embargo, algunos análisis más desagregados muestran una gran diversidad en lo que respecta a los impactos del gasto social sobre la distribución del ingreso. El gasto en asistencia social y en educación primaria, por ejemplo, tuvo claros efectos redistributivos progresivos, si se considera que entre 50% y 60% de este tipo de gasto se concentró en los dos quintiles más pobres de la población.3 En síntesis, es posible afirmar que los países de ALC realizaron un importante esfuerzo para mejorar la incidencia del gasto social, fundamentalmente mediante la implementación de programas focalizados de combate a la pobreza y la eliminación de los subsidios generalizados vía los precios de los bienes y servicios. Asimismo, estas medidas se desarrollaron en el contexto de un reducido espacio fiscal, tal como se analiza en el Capítulo 5 de este Informe.
3 Los análisis que estudian la incidencia del gasto social en el corto plazo tienden a subestimar el efecto progresivo de ciertos rubros del gasto cuyo efecto es de mediano y largo plazo. Por ejemplo, el gasto en educación terciaria, considerado típicamente regresivo por los análisis de incidencia, tuvo un efecto importante en la reducción de la desigualdad en Chile en la primera década del siglo XXI (Eberhard y Engel, 2009; ver asimismo la discusión que se plantea en Grynspan y López-Calva, 2010).
Actuar sobre el futuro: romper la transmisión intergeneracional de la desigualdad 111