Por Alejandro González Castillo
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@soypopesponja
Varios First Impulse: The Creed Taylor collection. 50th Anniversary Verve/ Universal, 2011 Creed Taylor fundó el sello Impulse! para así marcar un antes y un después en la historia discográfica del jazz gracias a que creó un espacio donde todo parecía estar cuidado meticulosamente, sin escatimar esfuerzos; desde la fina producción de los álbumes en el estudio de grabación hasta la excelsa presentación gráfica de los platos. Apenas un año Creed estuvo al mando del barco, después se mudaría a las oficinas de otra discográfica célebre, Verve; sin embargo, durante su estancia en Impulse! lanzó media docena de discos (todos publicados en 1961), justamente los que integran esta caja y que se encuentran firmados por Ray Charles, J. J. Johnson, The Gil Evans Orchestra, Oliver Nelson, Kai Winding y The John Coltrane Quartet. Además, como regalo para los siempre hambrientos, se advierte un disco con compases extra de parte de Coltrane y un libro de tapa maciza con información de caramelo.
Broadcast & The Focus Group Investigate witch cults of the radio Warp Records, 2009 Si usted jamás ha escuchado hablar del combo inglés Broadcast (cuya cantante, Trish Keenan, tristemente falleció hace un par de años) ni de Focus Group, lo mejor es que no mueva un dedo con tal de indagar quiénes son dichos artistas; simplemente ponga este disco compacto a girar y colóquese los audífonos para escucharlo con atención, sin interrupciones. Créalo, no olvidará la experiencia. Porque esta obra contiene una especie de collage sonoro multidimensional y colorido que su sofisticado sistema de audio agradecerá reproducir, ya que con él explorará cada una de las texturas que es capaz de proyectar sin la necesidad de hacer nada más que dejar que el lector láser ande sobre la superficie del plato. Si luego de hacer la travesía sónica usted decide investigar quienes son los autores de esta hazaña; adelante, hágalo, de algo puede estar seguro: no hará más que seguir sorprendiéndose con la discografía de cada uno de ellos.
Varios Music from the original motion picture soundtrack. Django unchained Universal, 2012 Quentin Tarantino es un rockstar, pero no es músico, vamos, no lo es propiamente; sin embargo, cuenta ya con un sello distintivo que se afianza con cada disco que lanza paralelamente al filme que esté proyectando en las salas de cine. ¿De qué clase de personalidad hablamos? Del scratch que provoca la aguja de la tornamesa cada que vez que el brazo cae sobre el vinil, de los diálogos extraídos de la película en turno intercalados entre temas, de ese ambiente polvoriento y peligroso, grasoso y mala entraña que se huele entre surcos. Para su más reciente obra, Tarantino echa mano de todo lo que se ha mencionado, una vez más, y de nueva cuenta el asunto transcurre afortunadamente. Vale decir que Ennio Morricone se erige como el rey de este soundtrack, y seguramente esto se traducirá en un repunte de popularidad para el italiano, una situación que, la verdad sea dicha, no se puede más que aplaudir. Así que gracias rockstar, o, mejor dicho, director de cine.
Cilla Black Completelly Cilla 1963- 1973 EMI, 2012 Esta chica tuvo la fortuna de estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Solía trabajar en La Caverna, el tugurio donde se formaron The Beatles, así que, tras escucharla cantar, ellos mismos se encargaron de presentársela a su representante (Brian Epstein) y a su vez llevarla con su productor (George Martin). Sin embargo, nada de esto fue gratuito, porque Black poseía una voz descomunal, capaz de derrumbar los muros que escoltaban a los corazones más duros de la época. Las 139 canciones que esta caja contiene dan cuenta de ello, todas remasterizadas y concentradas en cinco CD´s a los cuales se adjunta un DVD con presentaciones para la BBC. Así que ya lo verán los de pecho de acero que descubran a Cilla con estos discos; en dos minutos estarán más más desprotegidos que un solitario cachorro callejero por la madrugada.
Julieta Venegas Los momentos Sony Music, 2013 Conforme ha pasado el tiempo, Venegas ha modificado su personalidad sonora y, paralelamente, engrosado su catálogo de herramientas para hacer canciones al igual que su número de escuchas. Algunos consideran que hace rato abandonó el rock para dedicarse al pop, sin embargo desde su debut discográfico la tijuanense mostró destreza para manufacturar melodías amables con la radio- fórmula, así que jamás traicionó nicho alguno. Ésta, su más reciente colección de canciones, la aleja más que nunca de sus orígenes rockeros, pero también marca distancia respecto a sus coqueteos con la canción popular (muy a la Juan Gabriel) que presumió en un disco como Sí. Serena, certera y con una predilección por las sonoridades sintéticas, Venegas entrega su mejor disco desde Bueninvento (2000). Tan sólo escúchese “Nada importante” para certificarlo.
The Jam Sound affects Polydor, 2010 Originalmente puesto a la venta en 1980, el quinto álbum de este trío inglés hoy día suena impecable, como si el paso de las décadas, lejos de ponerle una piel de polvo, se hubiera encargado de inyectarle lozanía a cada uno de los tracks. Pop inglés al cien por ciento, sin ánimo de caerle bien a los estadounidenses; el cruce correcto entre el desgarro punk de Wire, los mimos pop de los Beatles y el gusto por el buen vestir de los primeros The Who. Esta vez se recomienda hacerse de la re edición que celebra el treinta aniversario del lanzamiento, porque viene empaquetada lujosamente, con el listado original íntegro –sin el cual, por cierto, no se comprendería a un grupo como Blur-, pero con la sorpresa de que se adhiere un plato extra que incluye versiones a The Kinks y The Beatles.
AUDICIONES ADICTIVAS