Embrujo, Carlos Serrano de Osma, 1947. Alucinación alcohólica de Manolo
Jo Labanyi
sombrío que relata la caída de Manolo en el alcoholismo mientras Lola, que lo ha rechazado, triunfa en el extranjero. La realidad y las alucinaciones se confunden cuando vemos las actuaciones de ella pasadas por el tamiz de la mente cada vez más trastornada de él. Cuando Lola regresa a España y durante su número Manolo cae muerto, ella también se derrumba; el talento para el baile la ha abandonado ahora que él ya no la sueña, un mensaje misógino que, sin embargo, pone en cuestión la relación entre lo real y lo imaginado, en especial con el último baile de Lola (en este caso es ella quien sufre la alucinación), que coincide con el entierro de Manolo. En los decorados se confunden el film noir y el surrealismo, en una exploración del inconsciente. Serrano de Osma, que había sido crítico de cine durante la República, teorizó el film noir (el término aún no se utilizaba) en su análisis de las películas de Robert Siodmak y Orson Welles en la revista Cine Experimental, que era única entre las publicaciones cinematográficas de la época por estar dirigida a los entendidos y de la cual fue director en 1945-1946. Su primer filme, de 1946, es una extraordinaria adaptación de Abel Sánchez, de Unamuno, que emplea técnicas noir para retratar la psicología trastornada del protagonista, quien se cree culpable de un asesinato. La sirena 126