El vacío en mi corazón desapareció con la intervención de Dios para mi vida
S
oy el hermano mayor de 5 hermanos: 4 varones y una hembra. Mi hermana es la única que ya descansa en paz. Los 3 hermanos restantes están vivos e intentamos formar una excelente familia. Mi nombre es Mauricio Edgardo Carrillo García. Tengo 59 años. Estoy casado y soy un padre feliz de cuatro excelentes hijos varones, quienes me han dado el privilegio de convertirme en un abuelo realizado de 5 nietos que son mi orgullo. Poseo el título de Ingeniero Industrial y de profesión me desempeño como Gerente de Proyectos para la mejor empresa del mundo, con certificación del Project Management Institute, PMI. Mi padre fue artesano de la zapatería. Yo lo veía como un artista, y es que en verdad en su oficio lo era. Y mi madre una abnegada ama de casa desde que se casó con mi papá. Crecí con pocos sueños y muchas necesidades, pero nunca me sentí cómodo cuando me tildaban de pobre, incluso aún si esto mismo lo decían mis padres; dicho sea de paso, mi padre ya también descansa en paz. DIOS me rodeo siempre de buenas personas que destacaban mis fortalezas y no mis debilidades. En realidad, debería decir que DIOS siempre estuvo conmigo, y creo que Yo no estaba con él. Para muchos que me conocen creo que me veían como hombre de éxito. Estudie becado la carrera de Telecomunicaciones y después Ingeniería Industrial; trabajan-
[ 22 ] FIHNEC - El Salvador
Mauricio Edgardo Carrillo García do y estudiando fuera de mi país durante muchos años para prestigiosas empresas de tecnología, y aunque parezca raro, aun así me sentía insatisfecho con mi vida y con lo que daba a mi familia.
evento y durante el desarrollo del mismo le pedí que fuera mi esposa. Habíamos convivido más de 35 años y no sabía que casarme con ella me daría una felicidad que todavía no logro explicar.
Busque la felicidad bebiendo de todo en todas partes, la busque comiendo hasta lo que nunca imagine. Viví en hoteles y apartamentos en zonas exclusivas cerca y lejos de mi país, fui fiel a mi esposa desde muchos antes de conocer la Fraternidad, pero eso no llenaba un vacío que existía en mi corazón.
Posteriormente vinieron más bendiciones, pues llegaron a Fraternidad mi esposa, mi primer Hijo y su novia que ya estando en esta Organización se convirtió en su esposa. Y como bendito resultado de esta decisión, ya me regalaron una princesa de casi tres años. Mi primer nieto también asiste, todos han logrado éxitos en sus vidas.
No puedo imaginar qué pensaban mis hijos y la que es ahora mi esposa, pero nunca me reclamaron.
Cierta vez, un Ingeniero visitaba mi empresa en busca de un amigo y no lo encontró, entonces le dijeron que la persona que buscaba no se encontraba; pero que en su defecto estaba Mauricio Carrillo. Ese día y sin mucho protocolo me invitó a un desayuno al Capítulo Yo asistí y después del evento hice una oración a la que me invito un ex combatiente de El Salvador, ese momento cambio mi vida sin darme cuenta y fue de inmediato.
En resumen, en los últimos 7 años han venido muchas bendiciones a mis hijos, a mis nietos, a mi esposa y a mi mismo. Recientemente recibí la certificación mundial del Project Management Institute (PMI) como Profesional en Gerencia de Proyectos. Sumado a ello recibí reconocimiento en mi empresa con un premio a la excelencia y la lista es muy larga para escribirla. Son realmente satisfacciones con aroma de bendiciones divinas. Por eso, le pido a DIOS que me dé larga vida para que pueda agradecerle a través del amor que les prodigo especialmente a mi esposa, hijos, mamá, hermanos y Fraternos; y que me permita extender mis buenas intenciones a aquellos que me rodean en mi diario vivir.
Así pasaron las semanas, no deje de asistir a los desayunos en un bonito lugar que me gustaba cada día más. Luego de varios meses asistí a un SAEL y allí tome una decisión que solamente yo sabía, así que invite a la mamá de mis hijos a un
El vacío en mi corazón desapareció con la intervención de Dios en mi vida, ahora le encuentro significado, valor y propósito a mi existencia. Suficiente motivo para sentirme de los hombres más felices de la tierra.
Un día leí que no se pueden conseguir resultados distintos haciendo lo mismo, fue así que pedí regresar a El Salvador para trabajar cerca de mi casa y de mi familia.