Guadalupe 839

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Revista del Real Monasterio de Guadalupe fundada en 1916. Nº 839, Año 2014

Santa María de Guadalupe y los navegantes /10 Dilapidación del Joyel de la Virgen /16 El trono de plata de Sucre /25


«Visitando Yuste el año pasado, visitando después Guadalupe, sentí primero toda la épica melancolía del ocaso del imperio de Carlos I, y sentí después toda la íntima fuerza de aquel anhelo que lanzó a la recién descubierta América a tantos aventureros extremeños que iban, antes de entregarse al mar, a Guadalupe a despedir a la patria encarnada en aquella Virgen negra».

Miguel de Unamuno (1864-1936) [Foto: Enrique Cordero, 2010]


Nigra Sum*

Mayo-Junio

Núm. 839. 2014 --

Director:

Antonio Arévalo Sánchez, OFM Administrador:

Hipólito Ámez Prieto, OFM Secretaría y Suscripciones:

Antonio Ramiro Chico --

Redacción y Administración: Real Monasterio de Santa María 10140 GUADALUPE (Cáceres) Teléf.: 927 36 70 00 Fax: 927 36 71 77 Web: http/www.monasterioguadalupe.com Correos electrónicos: guadalupe.mcs1916@gmail.com biblioteca@monasterioguadalupe.com Edita: Ediciones Guadalupe Imprime: Gráficas San Antonio, S. Coop. Almansa, 7 41001 Sevilla Depósito legal: BA-12-1988. --

Tarifa suscripción 2014 Cinco números y almanaque de pared Anual ordinaria ........................... 15 E Anual extraordinaria ................... 20 E Anual bienhechor........................ 60 E Anual extranjero.......................... 25 E * «Nigra sum» [Soy morena…] es una expresión tomada del Cantar de los Cantares (1,5) que la Liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes Negras.

Índice

Mercedes de Jerez

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a devoción de Jerez de la Frontera (Cádiz) por esta Virgen negra se remonta al siglo XIII, cuando los frailes de la Merced, conducidos por san Pedro Pascual, fundaron en la ciudad y plantaron en ella el fervor a este Título, glorioso en la tradición española y universal. A mediados del siglo XVII, Jerez empezó a tenerla por advocación principal, aunque su patronazgo no se procuraría más que en 1888, 1925 y 1944, lográndose, finalmente, de Pío XII en 1949, merced al tenaz cardenal Segura, arzobispo de Sevilla, a cuya jurisdicción perteneció Jerez. Reza una leyenda que, asediada y reconquistada Algeciras por los benimerines, en el reinado de Enrique II —hijo de la sevillana Leonor de Guzmán y el rey Alfonso XI, vencedor del Salado y patrono de Guadalupe—, un soldado huido de la villa llevó consigo la imagen de Santa María de la Palma, que el rey Justiciero dejó en la mezquita mayor al ganar Algeciras, el 23 de marzo de 1340. Seguro de que libraba la imagen de la profanación, el caballero llegó a Jerez con su carga y rogó al prior del cenobio que diese asilo al bendito simulacro hasta que él pudiese reponerla en el trono que le dio el rey Alfonso. Atendieron muy honrados los frailes la demanda y pusieron la Virgen en las cajoneras de la sacristía. Advertido por el vecindario de que el lugar refulgía de noche como si ardiese, el Capítulo entendió que el cielo indicaba cómo la imagen debía estar en el retablo mayor y no donde estaba. Otra leyenda, empero, dice que la Virgen fue hallada el año 1268, en una oquedad del ruinoso tejar (de ahí su negritud), donde pidieron al Concejo levantar convento los frailes de la Merced. A golpe de rogativas creció el fervor de Jerez por aquella misteriosa Virgen, enraizada cual vid fecunda en tierras de viñedo. Las secas de 1599 y 1600 fueron rotundas para aumentar la piedad, los exvotos y las alhajas. Finalizada la última el 30 de abril, el Concejo hizo voto de festejar anualmente en honor de la Señora ese día, luego trasladado al 15 de agosto. Los Mercedarios edificaron el santuario en el XVI y XVII, fue dedicado el 24 de septiembre de 1816, y lo tuvieron pacíficamente hasta el siglo XIX, cuando la francesada, el trienio liberal y la desamortización de Mendizábal. Retornaron el año 1940. La talla original, quizás de finales del XIII, debió ser tardo románica, aunque el estilo agitanado de tirabuzón y zarcillo, que hoy la hace irreconocible, empezó en el siglo XVII. Coronada canónicamente por el cardenal Bueno Monreal en la Alameda Vieja, el 28 de mayo de 1961, su iglesia tiene título de basílica desde el 5 de junio de 1949.

I. Nigra sum: Mercedes de Jerez .......................................................... 1 II. Aires morenos [Noticias de la Virgen]............................................. 2 III. Aula capitular [Opinión] - Bitácora del Director................................................................. 5 - A las claras: María J. Flores, OSC................................................. 6 - De lo mundano a lo humano: Emmanuel Ramiro Fernández. 7 - Barrera del sol: Francisco de A. Oterino Villasante, OFM......... 8 - Pura y limpia: Celestina Muthusi, oic........................................ 9 IV. Scriptorium guadalupense [Investigación y divulgación] - La Virgen de Guadalupe y los hombres de la mar Antonio Ramiro Chico .................................................................... 10

- Guadalupe y la desarmotización Inocencio Cardiñano Bardeci ........................................................ 16 - La Inquisición en el monasterio de Guadalupe (III) Manuel Herrera Vázquez ................................................................ 20 - El Trono de la Virgen de Guadalupe de Sucre Blanca N. Torres Martínez .............................................................. 25 V. Plaza Mayor [Noticias del Monasterio y la Puebla] - Miscelánea de Guadalupe........................................................ 29 - Música y tradiciones de Guadalupe: Enrique Cordero........ 33 - Crónicas de la puebla: Antonio Ramiro Chico......................... 36 - Normas para la presentación de originales.................................... 40 Portada: Templete del claustro mudéjar (Archivo. AAS) Contraportada: Enrique Cordero Cordero, Guadalupe (Cáceres).

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airesmorenos

América ante la Guadalupana El cardenal Ouellet pide que los santuarios marianos de América tengan a la Virgen de Guadalupe

MÉJICO. Misa en la basílica de Santa María de Guadalupe, Patrona de América

Nunca antes se habían congregado en el santuario del Tepeyac (Méjico DF) tantos y tan destacados cardenales, arzobispos y obispos del continente americano y Filipinas, iglesias de las que la Virgen de Guadalupe es patrona principal. Ocurrió en la Peregrinación y Encuentro continental que tuvo lugar en el santuario mejicano, entre el 16 y el 19 del pasado mes de noviembre, bajo el lema «Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la nueva evangelización en el continente americano». Congreso misional en casa de la Virgen misionera Teniendo como objetivo profundizar en la Misión continental —promovida por la asamblea de Aparecida (Brasil 2007)—, y clausurar el Año de la fe, el congreso de

Guadalupe estaba organizado por la Pontificia Comisión para América Latina y el Consejo Pontificio para la nueva Evangelización, la Basílica de Guadalupe, los Caballeros de Colón y el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos. Presidido por el cardenal Marc Ouellet, perfecto de la Congregación de Obispos, presidente de la Pontificia Comisión y arzobispo emérito de Quebec (Canadá) (2002-2010), a él han asistido 9 cardenales (entre ellos el fraile capuchino Sean P. O’Malley, arzobispo de Boston, y Óscar R. Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, miembros del Consejo de 8 cardenales nombrados por el Papa para asesorarle en el gobierno de la Iglesia), unos 80 obispos, cientos de presbíteros, religiosos y laicos.

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Junto a las conferencias, paneles y los talleres de reflexión, se habían programado actos muy emotivos, como el Rosario continental —cuyo rezo dirigía el cardenal salesiano hondureño Madariaga el día 17, en la basílica antigua—, o la solemne Vigilia mariana presidida por el cardenal Norberto Rivera Carrera, primado de Méjico el lunes día 18. Las principales celebraciones eucarísticas se celebraron en la insigne y nacional basílica de Guadalupe, y fueron presididas por el citado Primado de Méjico; el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York; el cardenal Nicolás de J. López Rodríguez, arzobispo de santo Domingo, y el cardenal Ouellet, que tuvo la clausura.


airesmorenos En el trascurso de la última conferencia del Congreso, el cardenal Marc Ouellet, solicitó que imagen de la Virgen de Guadalupe esté presente, como Patrona y Emperatriz de América, en todos los santuarios del continente, para animar una red espiritual en las Américas. El purpurado comentó que es valioso fomentar en cada diócesis MÉJICO. Santa María de Guadalupe la promoción de peregrinaciones a los santuarios marianos nacionales, y que éstos estuviesen conectados con el santuario de la Virgen de Guadalupe, patrona del continente americano y Filipinas. El papa Francisco envió otra Rosa de Oro al Tepeyac El Papa Francisco, primer americano que llega a la silla de Pedro, envió un video-mensaje a los participantes, asegurando que el tesoro de la fe no es para uso personal, sino para darlo, para transmitirlo y así ver cómo crece. «Si se realiza este trabajo misionero, dijo el Santo Padre, entonces no se extrañen que en pleno invierno florezcan rosas de Castilla. Porque tanto Jesús como nosotros tenemos la misma Madre». Al mencionar las rosas de Castilla en invierno, como es sabido, el Santo Padre recordaba aquellas que recogió el indio Juan Diego precisamente en el mes de diciembre, tras la petición que le hizo la Virgen María. Las rosas fueron presentadas por Juan Diego ante el obispo franciscano fray Juan de Zumárraga como signo de la aparición de la Virgen. Un ramillete de rosas de oro, insigne condecoración pontificia de la que hemos hablado en otras ocasiones, fue enviado por el papa argentino a la Morenita del Tepeyac, Santa María de Guadalupe, la preclara hija de este santuario donde nació el título, trasplantado al Nuevo Mundo por Cristóbal Colón, los conquistadores, exploradores y misioneros enviados por Castilla y Portugal a las Indias Occidentales. Antes de esta ofrenda del papa Francisco, que fue entregada en la vigilia mariana, enviaron la Rosa de Oro a la Guadalupana los papas Pablo VI y Juan Pablo II.

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Guadalupe en Montoro (Córdoba) La fotografía que publicamos pertenece al Archivo de la familia Aguilar Pérez, y aparece, junto a otras veintidós imágenes, en el Álbum Fotográfico de la Antigua Imaginería de Montoro, recientemente editado en esa población cordobesa. Los testimonios documentales acerca de esta imagen de la Virgen de Guadalupe española son muy escasos, uno de ellos es la Revista Mariana, publicación mensual dedicada a fomentar la devoción a la Santísima Virgen. En el número 156, correspondiente al mes de agosto de 1936, aparece un fotograbado de esta Virgen de Guadalupe en la contraportada, dejando en el interior la siguiente nota: «La Virgen de Guadalupe de Montoro. En un altar lateral de la ermita de Nuestra Señora de Gracia se venera la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. La particularidad de esta imagen es que tanto la Virgen como el niño son negros. Dicen que la trajeron de América, pero no hay datos ciertos». Lo cierto es que la devoción a nuestra Morena en Montoro es antigua, como pone de manifiesto el óleo sobre lienzo de finales del siglo XVII conservado en el interior de la sacristía de la parroquia de san Bartolomé. En él se sigue el esquema de representación tradicional de esta iconografía mariana.

[Pedro J. Delgado en htpp://pasionpormontoro.blogspot.com.es/2012/12/lafoto-del-dia-la-antigua-virgen-de.html].

MONTORO (Córdoba). Imagen desaparecida de la Virgen de Guadalupe

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airesmorenos

Menina bonita do Paço La Virgen de Guadalupe de Aguas Santas, Maia (Portugal)

MAIA (Portugal). Virgen de Guadalupe, talla del s. XVII, venerada en el santuario de Aguas Santas

[A.R] Es cierto que Portugal siente la devoción de Santa María de Guadalupe como algo propio. Pero, si hay un sitio donde la cuidan y miman como la Menina bonita que es, ese lugar es do Paço, en la feligresía de Aguas Santas, del concejo de Maia, cerca de Oporto. Según cuenta el presidente de la Comisión de Fiestas, don Manuel Melo, «a nuestra Menina Bonita se le decía antiguamente Agua de Lupe, aunque su verdadero nombre es Guadalupe, ya que su origen se remonta a los años finales del siglo XVI, cuando un vecino de Paço fue acusado de homicidio, por un crimen realizado en nuestra localidad. Perseguido por la justicia, huyó a España, peregrinando hasta el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Extremadura, a la que pidió protección, prometiéndole que si al regresar a su tierra no era condenado culpable, le levantaría un templo donde recibiría culto.

De vuelta a su pueblo, en 1580, la Madre de Dios le habló y le dijo: «Vete con los tuyos y no temas, que yo estaré contigo». Efectivamente, librado del crimen que no había cometido, cumplió su promesa y construyó una pequeña ermita, donde colocó a la Virgen de

Guadalupe, quedándose él de ermitaño hasta el fin de sus días. Sus constantes milagros y la generosidad de sus devotos hicieron posible la construcción de un nuevo templo en 1633. Conocido hoy día como Santuario de Aguas Santas, sin lugar a dudas, es el más hermoso que tiene Nuestra Señora de Guadalupe en Portugal, con pinturas al fresco y retablo barroco. La Menina bonita, copia de la Virgen titular de Guadalupe, es una obra del siglo XVIII, tallada en madera, lujosamente estofada y policromada, con rostro claro y risueño, que más parece hecha por ángeles. Abogada de todas las enfermedades y de la lluvia, pues, según rezan las crónicas, fue llevada hasta Matosinhos (Oporto) contra una sequía, y nada más pasar de San Mamede, la lluvia era tanta que tuvieron que abrigar a la imagen en sitio seguro. Sus fiestas se celebran con toda pompa y belleza dos veces al año: el II domingo de Pascua o domingo in albis, con procesión por las calles decoradas con alfombras de flores, y el primer domingo de septiembre, con novenario, procesión solemne, misa mayor, actuaciones musicales y fuegos artificiales.

MAIA (Portugal). Santuario de Aguas Santas (1633)

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Bitácora del Director

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añana, tarde y noche se devanan los sesos ante el micrófono para zaherir al baranda que ellos, con brillante obcecación, han creado y aupado hasta arrebañar cinco escaños al Parlamento de Estrasburgo en las recientes elecciones europeas. (Y conste, éste de Podemos es el más florido y jaleado, pero no el único: los diputados de Ciutadans, los que aún no marchita UPyD y los que quiso y no pudo VOX, todos se han llevado El gato al agua, cuando no El Cascabel del gato). Hablo de la casta de paniaguados, subalternos y acólitos que a diario acuden —hoy a la terminal pública, mañana a la rancia del toro (travesía a la pía Babia), pasado a la 3, la cuatro, la 5 y la sexta o secta— a regurgitar lo que el amo les tiene dicho, con adobo de pedantería y acidez propia. Y aquí el amo no es otro que el partido, el sindicato, el grupo editorial y sus escaramuzas. Por eso, este cabildo de pluma y micrófono aúlla, grita, vocifera o depone el mismo libelo; eso sí, en tertulianés, denominación que le da el maestro Antonio Burgos, con su socarronería gatuna, a la sarta de latiguillos, modismos, neologismos y otras lindezas que largan ellos ante la audiencia. Baste decir, por no castigar demasiado al morlaco, cuánto alivia mis orejas que, quien maneja el mando a distancia del convento, cambie a intervalos cortos de canal por ver si el Madrí sigue jugando en Lisboa. ara mí, amable lector, lo de menos es que el demagogo Pablo Iglesias Turrión —oportunista desde que le impusieron el nombre del fundador del PSOE (disculpen si acaso ya no fueren esas sus siglas)— se amamantase de las ubres de Intereconomía TV, emita soflamas por la cadena catarí Al Yazira, difusora urbi et orbi de las amenazas de Al Qaeda; colabore o esté pagado por la dictadura de Venezuela, o que sus alumnos lo tilden de machista, ególatra, absentista, farsante y burgués de Vallecas. Son datos a tener en cuenta; pero nada comparable a que la rutilante estrella política de rostro aniñado, labia prodigiosa y sedosa melena recogida sea un profesor de la Universidad Española. Lo es él y su mentor, Juan Carlos Monedero Fernández-Gala. Y lo es el exabrupto galleguista de Xosé Manuel Beiras Torrado y el obseso catalanista monserratino Oriol Junqueras i Vies. No cabe en mi cabeza. Igual perplejidad me produce la militancia sobada del periodista, que el leninismo del profesor universitario o el nacionalismo xenófobo de un católico. Contradictio in terminis! Comprenderás ahora porque encabezo esta Jiguera con las primeras palabras del himno latino de la Universidad: Gaudeamos igitur / iuvenes dum sumus. / Vivat nostra societas! / Vivant studiosi! / Crescat una veritas, / floreat fraternitas, / patriae prosperitas. [¡Alegrémonos, pues, / mientras somos jóvenes! / ¡Viva nuestra sociedad! / ¡Vivan los que estudian! / Que crezca la única verdad, / que florezca la fraternidad / y la prosperidad de la patria]. El himno lo seguirá cantando (el coro), pero ni la letra ni los proyectos de este residuo leninista, satrapía del totalitarismo liberticida y bastión de la miseria, deberían tener cabida en la Universidad. A un demócrata, su millón largo de votantes cuarentones —como los millares del batasuno Josu Juaristi, igualmente electo—, sólo puede producirle desazón; a un católico avisado, perplejidad, y a los padres de familia, interrogantes: ¿A qué mentes hemos confiado el futuro de nuestra prole? onfirman mis temores los informes más prestigiosos: las universidades españolas están muy lejos de ocupar los primeros puestos de los escalafones internacionales. La Conferencia de rectores voceará, con afán más que partidista, que la Universidad no funciona por los ajustes del Gobierno, cuando lo cierto es que ni becas ni erasmus ni patrocinadores enfilan hacia la excelencia al universitario español. Junto a su politización, hay quienes apuntan como lastres endémicos el exceso de títulos, personal y centros, la endogamia e inmovilidad del profesorado y la casi inexistente actividad investigadora. No es extraño que el campus de la Universidad Complutense de Madrid, a cuyo claustro pertenecen Iglesias y Monedero, tenga un currículo de incidentes y aspavientos tan jugoso. Por si aún no lo sabe y fue capaz de llegar aquí, al frente del rectorado de eso está José Carrillo Menéndez, hijo del casi eterno padre.

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La jiguera

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Gaudeamus igitur ?

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Antonio Arévalo Sánchez


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A las claras

Tocado, pero no hundido María de Jesús Flores, osc

Monasterio de Santa Clara. Llerena

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o, la cosa no va de barquitos. Ni mucho menos de juego. Así es como acabó Jacob después de una noche entera peleando con Dios: tocado, pero no aniquilado. Para ser más exactos, a Jacob, el hombre escurridizo donde los haya, aquel combate, cuerpo a cuerpo con Yahvé en mitad de una noche cerrada, le acarreó, además de una más que evidente cojera que lo acompañaría toda la vida, una bendición igual de perdurable que nadie le arrebataría ya nunca. Por el relato bíblico descubrimos que Dios, eligiendo la oscuridad y el silencio de la noche para combatir con el caprichoso hijo de Rebeca, da muestra de ser un perfecto estratega. Y es que, como dice Dolores Aleixandre: «Jacob se pasaba la vida escapando y sólo cuando era de noche y se echaba a dormir podía Dios alcanzarlo». Efectivamente. Dios tiene que sorprender a Jacob en la oscuridad de la noche por esa habilidad tan suya para irse de rositas después de haberla liado en tantas ocasiones; actitud que se advierte en él antes incluso de nacer. No en vano Jacob significa el suplantador, que bien podría ser un eufemismo para evitar calificarlo, sencilla y llanamente de tramposo, engañoso. En aquel combate nocturno uno lucha por someter al otro. Al final, como suele suceder, el más fuerte vence al débil. Y el más fuerte es siempre Yahvé. Dios vence para que Jacob pueda re-

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conocerlo de una vez en aquello que es: el Fuerte. A Jacob no se le olvidará nunca el agarrón con su Dios, del que había estado huyendo toda la vida. Aunque hubiera pretendido ignorarlo, la cojera le recordaba, día sí, día también el paso de Dios por su vida errante y, en parte, desdichada. La bendición de Dios, con el consiguiente reconocimiento de quién es quién, y de esa forma tan extraña que Yahvé tiene de revelarse ocultando su rostro en la oscuridad y silenciando su Nombre, da a Jacob la posibilidad de cambiar de rumbo y de ritmo, evidentemente. Cargando muletas es harto complicado escapar. El enfrentamiento entre ambos le dejó la certeza de que es ilusorio pretender someter a un contrincante así de Poderoso. Igual que a Jacob, a muchas y muchos de nosotros, que nos pasamos más de la mitad de la vida intentando librarnos de Dios (aunque no queramos reconocerlo) y evitando el cara a cara, el Dios luchador tiene que sorprendernos en nuestras noches cuando, debilitados y con escasas posibilidades de correr (entre otras cosas porque escasean ya aquellas fuerzas que se aliaron con nosotros en los años jóvenes posibilitando nuestras desbandadas), no nos quede otra salida que la rendición pacífica, el consentimiento de salir heridos por su cercanía. Entonces, todavía, será tiempo de asirnos con fuerza, como lo haría un niño paralizado por el miedo, al brazo de Dios y ahí, enredados, envueltos en él, y al fin rendidos, o casi, suplicarle que haga en nosotros lo que siempre había pretendido: ben-decirnos y que, a su marcha nos deje, como a Jacob, tocados, pero nunca, nunca hundidos.


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De lo mundano a lo humano

Macondo llora Emmanuel Ramiro Fernández Periodista

La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda para contarla. Gabo

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chenta y siete años después, un jueves santo, todos los colombianos y amantes de la literatura del único Nobel que ha dado esa tierra, habríamos de recordar aquella tarde remota en que Dios se llevó a Gabo a conocer el cielo. Macondo no tiene quien le escriba. Ha perdido a su pluma y a su ilustrador, a su guía turístico y a su vecino más ilustre. Como esos paisajes fantasmagóricos y mágicos que poblaron sus novelas, una luz gris marengo se ha adueñado de la escena, y campos de rosas amarillas han quedado desamparados sin el abrigo de su amo. Esas rosas se marchitan hoy sobre el pupitre del maestro. Buen momento para homenajearle buscándole en sus libros. Ahí donde le encontraremos siempre. Porque en cada obra de Gabriel García Márquez, alias Gabo, se lee la primera línea y ya se está en el interior de un nuevo mundo, en el desafío de un misterio, atrapado por la corriente de un río alborotado. En esos inicios arrebatadores cada frase es una expectativa de lo que está por acontecer. Acontecimientos que el maestro nos contó como nadie, muchos de los cuales siguen viviendo entre el realismo mágico y la más cruda realidad que los inspiró. Porque, como repetía con asiduidad el escritor colombiano, no había en sus novelas una línea que no estuviera basada en la realidad. Con esa premisa nos embarcamos en un viaje en el que sus mejores obras sirvan de ejemplo, de título y de llamada ante los hechos que se suceden. Cien años de soledad. A ellos se enfrenta Venezuela y un gobierno que, primero con Hugo Chávez y ahora con Nicolás Maduro, se va quedando solo en la escena internacional. Carcomidos por las ansias de poder y por las restricciones a un pueblo que se asfixia, bien podría asemejarse al relato del origen, evolución y ruina que el genial escritor colombiano nos contó en su obra más célebre. Esa estirpe de los Buendía sería hoy la clase política de uno de los países más ricos de Sudamérica donde los episodios dramáticos, violentos y populistas se repiten dentro de una cotidianidad alarmante. Crónica de una muerte anunciada. Quizá por su impacto social, quizá por lo que tuvo de lucha, quizá por ser un personaje público, esa crónica sería hoy la del recordado técnico del FC Barcelona, Tito Vilanova. Al que la

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enfermedad, le impidió disfrutar de su momento de gloria. Llegó al lugar soñado y apenas pudo saborearlo, algo que confesó a sus amigos más íntimos. Porque su círculo más próximo siempre supo que ese cáncer en la glándula parótida tenía una mala, una muy mala resolución. Y nosotros hemos sido testigos de los avances y retrocesos, a base de crónicas periodísticas hasta el fatal desenlace. El general en su laberinto. Situado hoy en Crimea, una península en la que aún supuran las viejas heridas de la desintegración de la URSS. Con una población dividida y abandonada por sus propios paisanos y sus nuevos inquilinos, hasta que el general vio ahí la veta de la popularidad. El general no es otro que Vladimir Putin, quien no ha dudado en alzar la bandera de Rusia para instalarla más o menos por la fuerza ante los brazos cruzados de la comunidad internacional. El otoño del patriarca. Gabo encontraría hoy en la historia, en la obra y en el decaimiento final de su gran amigo Fidel Castro, un relato inspirador para continuar con esta magnífica obra. Ese otoño que vive hoy Fidel apartado de los cargos de relevancia, fuera de los focos, disfrutando de la abundancia que negó a su pueblo (la abundancia general en que nadan todos los jefes de Estado), sería el epílogo que García Márquez convertiría en historia desgarradora con la soledad, siempre la soledad, como paisaje abrasivo. Vivir para contarla. Es lo que él nos enseñó en sus memorias. El imaginario que conformó la paleta de colores de un escritor excepcional. De un periodista al que las hojas de los periódicos se le quedaron pequeñas. Alguien que dijo que todo escritor debe ser revolucionario, porque ese deber solo implica escribir bien. Algo que Gabo hizo como nadie desde Macondo, que no era tanto un lugar como un estado de ánimo; hoy alicaído y triste.


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Barrera del sol

FRAY JUAN, UN NIÑO GRANDE QUE ESCAPÓ AL CIELO Francisco de Asís Oterino Villasante, OFM

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o podré recordarlo de otra manera. Un grandullón de catorce años, que conocí por primera vez en Fuente del Maestre en 1946. Vestía aún pantalón corto, según gustos de la época, y añoraba entre lágrimas el calor familiar y la sombra de las Claras de su Llerena natal. Fue la imagen que le envolvió durante sus colmados ochenta y dos de recorrido. Volvimos a cruzarnos en las puertas del noviciado en Loreto: él salía, yo entraba. Para entonces ya había dejado traslucir sus dotes. El buen olfato de los superiores descubrió en él la pieza que se resistía para dirigir la Hospedería de Guadalupe. No era el padre Jurado hombre que se arrugara ante su buena intuición. Se necesitaba cualificación técnica. A pocos metros de san Buenaventura funcionaba entonces uno de los escasos centros de formación en hostelería, el hotel Madrid. Técnica de la Institución y cualidades del alumno pondría a caminar al que iba a transformar la modesta hospedería monacal y llevarla a días de gloria. Conservó siempre intuición y voluntad alerta para aprender. En tiempos aún cercanos a la cartilla de racionamiento y en un rincón apartado y peor comunicado a la sazón, en medio de la serranía, se precisaba, además de voluntad, mucha imaginación para salir al frente de cada día. De eso estaba bien dotado por la naturaleza. Urgía formar cuadros mínimamente profesionales y él encontró la cantera en los adolescentes que iban saliendo del plantel de monaguillos. No era hombre de discursos y, cuando lo intentaba, tropezaba divertidamente en su lengua de trapo. Era esencialmente un intuitivo y acompañado de buen instinto. No solía equivocarse mucho cuando ponía ojos en un posible colaborador. Sabía ser incluso audaz para formar aquellos adolescentes en un Guadalupe donde solo existían dos escuelitas, dirigidas respectivamente por maestro y maestra. La adecuación material de las instalaciones: una obra de hormiguitas, con la comprensión activa de los diversos superiores. Tuve la suerte de comprobar la valoración alcanzada a los ojos exigentes del protocolo oficial con motivo de las Jornadas de Ex presidentes Iberoamericanos, que fue el pistoletazo de salida a la hoy consolidada Unión de Jefes de Estado. En el Guadalupe de entonces no había para cubrir este evento más que dos opciones: Parador y Hospedería. En uno se alojarían los mandatarios y en el otro, la Prensa. Tras minucioso examen, protocolo vio clara la elección: en la Hospedería irían los Presidentes y la Prensa, en el Parador. Como quiera que la cualificación técnica de ambas era muy desigual: dos y cuatro estrellas, los embajadores de los respectivos países demandaron una explicación, incluso una delegación se personó para comprobación. Hecha la cual, ratificaron con aplauso la elección efectuada. Lo mejor de Fray Juan, con mucho, era su gran corazón. Tras su partida de entre nosotros, el aroma que dejará tras de sí, será su alma de niño grande y su bondad. Fue siempre la luz que le guió. También la puerta abierta a una bajada de guardia. Por ese flanco llegarían golpes que empañaron su final de trayecto. No quiso, pero, además, no sabía transitar por el desnudo filo de lo estricta-

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mente legal. Para él, su comunidad de trabajo era una familia extensa, que desbordaba lo puramente profesional y laboral. Las familias de sus trabajadores eran para él algo propio. Disfrutaba viéndoles prosperar y medirse con los mejores del pueblo. Con sus hermanos frailes sabía ser acogedor y espléndido, sin cuestionarse si por esa banda pudieran llagarle al mentón golpes de puristas. Era claro, sin muchas excepciones, que la primera visita del que llegaba no era, ni para la Morenita ni para el Guardián, sino para él. La despedida, por descontado. Nadie marchaba con las manos vacías. Hoy, caliente su partida, me gozo en la certeza de que, su mochila de viaje, no lleva ningún agravio, porque ni los almacenó nunca ni jamás hubo en su corazón lugar para los mismos.

Me he puesto al teclado nada más recibida la triste noticia. Pero acudiré mañana a su último adiós, porque siento la necesidad de decirle mi agradecimiento por su impagable colaboración e iniciativas, mientras me tocó pilotar el navío. De sus travesuras, ni me acuerdo, y las doy por amortizadas. De todo lo que guardo con mayor estima: su aliento, casi reto, para afrontar la restauración de la Sagrada Imagen. Ella le habrá acogido en el cielo con el laurel, reservado a los triunfadores. ¡Hasta siempre, grandullón!


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Pura y Limpia

EL CANTO DE MARÍA Y EL MAGNIFICAT DE MI VIDA Sor Celestina Muthusi, OIC

Monasterio de santa Ana (Montilla)

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aría, al visitar a su prima Isabel, se llenó de gozo y, espontáneamente, cantó al Señor el Magníficat. ¡Qué bello canto de alabanza a su Creador que le había visitado y colmado de gracias! Y yo, consciente también de las maravillas que el Señor obra en mí, me atrevo a cantarle el Magníficat de mi vida. Quiero unirme a María con mi canto de alabanza y acción de gracias y al mismo tiempo, compartirlo con todo los lectores. «Mi alma glorifica al Señor mi Dios por el don de la vida. Glorifico al Señor, mi Dios, con mi vida concepcionista, con mi vida de entrega desde el silencio del claustro, donde en el día a día, elevo mi oración en nombre de la Iglesia y de la humanidad. Me alegro en Dios mi Creador, el Dios que me amó desde siempre, se fijó en mi fragilidad, en mi pequeñez, en mi nada. Él ha hecho en mí y a través de mí cosas grandes. Me sostiene con su amor misericordioso y maternal. Me siento llena de vida porque sé que soy alguien para él.

Su nombre es Santo, Dios Padre, Dios Madre porque tiene entrañas de misericordia; me acoge y me perdona siempre. ¡Qué feliz y qué afortunada soy! Canto con gozo a mi Dios que se hace presente en la Eucaristía, en la Palabra, en cada hermana, en cada hombre y mujer, en el pobre, en los acontecimientos del día a día… en las situaciones más insospechadas. Por eso te canto Dios mío porque eres grande. Ayúdame a derribar mis tronos y llévame por el camino de la humildad y la sencillez. Sana mi alma herida por el pecado y dame un corazón puro. Transforma la historia de mi vida en una historia de amor. Sacia mi sed de amor, llena el vacío que hay en mí. Ayúdame a comprender que eres el único que puedes dar sentido a mi vida y cólmame de ti y déjame permanecer siempre a tu lado.»

Visitación de la predela de la Anunciación de Cortona, fra Angélico (1433-1434)

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scriptoriumguadalupense

SANTA MARÍA DE GUADALUPE Y LOS HOMBRES DE LA MAR Antonio Ramiro Chico

Licenciado en Filosofía y Letras. Historia

«Es la Casa más afamada de toda Europa y de los confines del mundo la vienen a visitar» (Bartolomé de Villalba y Estaña, 1577)

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uando eso escribía este bohemio viajero del siglo XVI, la Virgen de Guadalupe y su santuario eran el primer centro de peregrinación de toda Europa: sus prodigios y milagros atraían a reyes, nobles, santos, enfermos y navegantes; sus posesiones fueron explotadas como

auténticas empresas agropecuarias, artesanales, de servicios benéficosasistenciales; sus hospitales y escuela de medicina, en los que trabajaban muy prestigiosos médicos de la época, eran reclamados a diario por peregrinos de toda condición humana; sus talleres de bordaduría y escribanía desarrollaron las artes en honor de Nuestra Señora, cuyo nombre ya era universal, tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo. A mediados del siglo XVI, los demandaderos del santuario recaudaban, en promedio anual, más de 3 millones de maravedíes; hacia 1625, en las dehesas de los Jerónimos de Guadalupe podían pacer más de 5.700 vacas

MADRID (Museo Naval). Primer homenaje a Colón, óleo de José Garnelo y Alda (1866-1944)

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scriptoriumguadalupense / 11 y cerca de 50.000 ovejas; la cabaña ovina sumó más de 30.000 cabezas en numerosos años del siglo XVIII; en sus granjas se cosechaban habitualmente más de 10.000 fanegas de granos en el segundo cuarto del setecientos y, hacia 1750, el monasterio empleaban más de 650 trabajadores fijos y un elevado número de trabajadores eventuales1. I. GUADALUPE, ADVOCACIÓN MARINERA La protección de la Madre de Dios a los hombres de la mar ha estado siempre unida a la advocación de Santa María de Guadalupe, a la que los marineros han tenido como Patrona y Estrella, por sus continuos favores y socorros, a quien obedece el mar y respetan los vientos. Ante los peligros de

mar, la furia y bravura de las olas, siempre hubo una voz quebrada de algún marinero implorando su bendito nombre. Los primeros testimonios los hallamos en su propia leyenda, cuando la Imagen es trasladada desde Roma a Sevilla, como obsequio del papa san Gregorio a su amigo san Leandro, arzobispo de Sevilla: «…Se levantó súbitamente una tempestad temerosa, embravécese el mar con fuerça estraña, tiemblan los marineros del caso repentino, y los pobres clérigos que en la nave yvan temiendo ya la vida sin esperança de poseerla acuden al remedio, postranse todos delante de la soberana Señora, y como a estrella, paz, y quietadora del mar le piden socorro, y acompañando su oración con muchas lágrimas, le suplican no les desampare en tan manifiesto peligro de la muerte. Salenles muy seguras sus esperanzas, con la defensa cierta de su vida, veen rodeado el navío de una peregrina y soberana luz, serénasse el mar, sossiéganse las olas, aplácasse el cielo, quiétansse los vientos y desaparece la tempestad»2.

Entre los navegantes y marineros que han peregrinado a Guadalupe, sobresale el almirante Cristóbal Colón, quien encomendó a la Virgen Morena de las Villuercas su proyecto descubridor y, al igual que otros muchos, se tuvo por romero de su santa Casa. León XIII, en su carta apostólica de 1892, unió la gesta del descubrimiento a María, recordando que la Madre de Señor asistió al Almirante en las dos fases del descubrimiento: preparación y travesía: «Ruega —dice el papa—, a la Reina del cielo le asista y dirija la travesía»3�. Efectivamente, el Almirante, tras los recelos de los marineros de Palos y Moguer y temiendo un nuevo fracaso de su empresa descubridora, recurrió a los Reyes Católicos, que a la sazón se encontraban descansando en Guadalupe. Aquí, el 20 de junio de 1492, se firmaron las dos Sobrecartas urgiendo la entrega inmediata de dos carabelas con tripulación a Cristóbal Colón4. Ciertamente que, la travesía tuvo una Estrella que lució especialmente el 14 de febrero de 1493 cuando, al regreso de su primer viaje, una fuerte tormenta les sorprendió junto a las Azores: «Esta noche creció el viento y las olas eran espantables, contraria una de otra que cruzavan y embarançaban el navío que no podía passar adelante ni salir de entre medias de ellas y quebravan en él […]. Crecía mucho la mar y el viento; y viendo el peligro grande, començó a correr a popa donde el viento le llevase, porque no había otro remedio. Entonces comenzó a correr también la carabela Pinta, en que iba Martín Alonso, y desapareció, aunque toda la noche hizo faroles, el Almirante y el otro le respondía, hasta que parezze que no pudo más por la fuerça de la tormenta y porque se hallaba muy fuera del camino del Almirante […]. Salido el sol, fue mayor el viento y la mar cruzando más terrible; se llevaba el papahigo solo y baxo para que el navío saliese de entre las ondas que cruzavan, porque no le hundiesen […]; andaría seis horas así, y en ellas 7 leguas y media. Él ordenó que se echase un romero que fuese a Santa María de Guadalupe y llevase un cirio de cinco libras de cera y que hiziesen voto todos que al que cayese la suerte cumpliese la romería, para lo cual mandó traer tantos garvanços cuantas personas en el naviío tenían y señalan uno con un cuchillo, haziendo una cruz, y metellos en un bonete bien rebuel1.- Llopis Angelán, Enrique, “Introducción”, en Guadalupe y la Orden Jerónima. Una empresa innovadora. Actas del Congreso. Badajoz, 2008, pp.13-15. 2.- Talavera, Gabriel de, OHS., Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, consagrada a la Soberana majestad de la Reyna de los Ángeles, milagrosa patrona de este santuario. Toledo, 1597, ff.4-5. 3.- León xiii, Carta Apostólica Cuarto abeunte saeculo, 16 de julio de 1892, en Acta Ordinis Minorum, agosto de 1892, 130. 4.- García, Sebastián, OFM., Guadalupe de Extremadura en América. Sevilla 1990, pp.57-62

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tos. El primero que metió la mano fue el Almirante y sacó el garbanço de la cruz; y así cayó sobre él la suerte y desde luego se tuvo por romero y deudor de ir a cumplir el voto»5.

tizados en España en presencia de Colón que todavía se conserva: «Viernes, XXIX de dicho mes, se baptizaron Xristóual e Pedro, criados del señor almirante don Xristóual Colón, fueron sus padrinos: de Xristóual, Antonio de Torres e Andrés Blázques; de Pedro fueron padrinos el señor coronel e señor comendador Varela, e baptizolos Lorenço Fernándes, capellán»8.

Calmadas las aguas, el Almirante expresó su confianza en Santa María de Guadalupe como protectora en los peligros de mar, y se tuvo por romeCuatro años después, en ro cumpliendo el voto, 6 1500, siete marinos, comque satisfizo el año 1493 , pañeros del Almirante, touniendo de esta forma su maban tierra firme para tenombre al de Nuestra Senerse por romeros de Sanñora en la gesta del desta María de Guadalupe y cubrimiento de América. cumplir sus votos por haLo selló más tarde con la berles salvado de una terriimposición del nombre ble tormenta y, en su declaGuadalupe a la isla TuruEE.UU. (Biblioteca del Congreso). Cristóbal Colón, ración jurada, manifestaqueira, Antillas Menores copia del s. XIX de un grabado de A. Caprioli (1575-1599) ron que entre las imágenes del Caribe, dejando testimás invocadas por capitanes y soldados, dicen que para ellos «no hay otra inmonio escrito en la carta dirigida en 9 vocación en sus necesidades, si no Santa María de Guadalupe» . Por ello, desenero de 1494 a los Reyes Católicos en enero de 1494: «Luego que yo lle- de el siglo XIV, la devoción a la Virgen de Guadalupe se fue extendiendo por el gué a esta isla, la llamé de Santa Ma- litoral de la península Ibérica, Flandes, islas y costas del África atlántica, Canaría de Guadalupe, que annsí me lo rias, Azores, Filipinas y por todo el Nuevo Mundo. avía encomendado el padre Prior y II. PESCADORES Y NAVEGANTES EN LOS CÓDICES DE LOS MILAGROS los frailes quando de allá partí»7. Numerosa es la nómina que guardan, como fiel testimonio de protecAunque el Almirante todavía re- ción y devoción de los marineros, nueve códices de Milagros de Nuestra servaba a su protectora el hecho Señora de Guadalupe, que se conservan en el Archivo del Real Monastemás sublime del descubrimiento rio. Es la grandeza de su intercesión, acumulada siglo tras siglo, desde el y evangelización del Nuevo Mun- sencillo vaquero Gil Cordero, a quien manifestó la Virgen, hasta otros bedo: que el Santuario de Guadalu- neficiados: cautivos, enfermos, frailes, prelados, navegantes, pobres y nope fuera la pila bautismal de Amé- bles que han peregrinado y se han postrado ante su Icono sagrado. rica, y así lo cumplió el 29 de juEn 1984 comencé la publicación del listado de los milagros, viendo ya la lio de 1496 cuando, acompañán- luz los seis primeros códices10, según la clasificación: cautiverio o esclavidolos él mismo, dos indios criados tud, peligros de mar, sanaciones de enfermedades, socorro en calamidades suyos: Cristóbal y Pedro recibieron públicas o sociales y liberación de otros males o peligros. A continuación, las aguas bautismales bajo la mira- quiero dejar constancia de aquellos que han sufrido los peligros de la mar, da de la Reina de la Hispanidad. He- como testimonio de homenaje y agradecimiento a tanto hombre curtido por cho insólito por ser la única acta o la brisa de la mar, que depositaron en ella toda su confianza, como recoge partida sacramental de indios bau- una de las muchas plegarias de estos intrépidos navegantes: 5.- Colón, Cristóbal. Diario de Abordo. Edición de Luís Arranz. Historia 16. Madrid, 1985, pp.201-202; García, Sebastián, OFM., Ob. cit., pp. 63-64. 6.- Bayle, Constantino, SJ, Nuestra Señora de Guadalupe de Extremadura en Indias. Madrid 1927, pp. 11 y ss. Manzano Manzano, Juan, “Los Pinzones y el Descubrimiento de América”, en 500 Centenario. ICI, Madrid 1988, pp. 141-142. Manzano afirma en p. 172: “Cumplió el voto en 1493”, en viaje desde Palos a Guadalupe pasando por Sevilla. 7.- Romeu de Armas, Antonio, Libro copiador de Cristóbal Colón. Tom. II. Madrid 1990, p.447. 8.- AMG. C-15, Libro primero de bautismos. 1496. f. 1 vto. 9.- Villacampa, Carlos G., OFM, La Virgen de la Hispanidad, Sevilla 1942, ff.. XXI-XXII.

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scriptoriumguadalupense / 13 «Oh Estrella de la mar e carrera de los errados, mi Señora Santa María, pues que te plugo dar comienço de salvaçión a mí tu siervo, aunque indigno, ten por bien delo acabar; que si esto, Señora, fases yo te prometo que, antes que a mi logar vaya e visite a mis parientes, de endereçar mi camino a visitar la tu santa Casa de Guadalupe, e servir en la tu obra ocho días e la de velar dos noches en la tu iglesia, en la una noche dellas estar de rodillas con un cirio en la mano ante tu imagen»11�.

III. PATRONA DE PUEBLOS MARINEROS: LA GOMERA Y RIANXO La Señora de las Villuercas extremeñas, de recio linaje castellano, quiso que, desde el origen más humilde, su título de Guadalupe sobrepasara los límites de Castilla para que, desde la morada donde los extremeños la aclamamos como Patrona, la feliciten todas las generaciones de cualquier pueblo de la tierra. ISLA DE LA GOMERA En su ser de Madre ha sentido la Virgen una predilección especial por esos hombres de la mar que en sus travesías solían acompañarse de una imagen suya, como bien describe el azoreano Gaspar de Fructuoso en su obra Saudades de Terra, momento en que la imagen de la Virgen de Guadalupe es entronizada en La Gomera:

tierra, creyendo que buscaban el puerto del poblado y llegado a aquella punta, que es de alta roca, aunque llana en la cima, los gentiles se juntaron en mayor número y quietos se pusieron a mirar las naves que a vela iban corriendo las costa con sus banderas y estandartes al viento, tocando sus tambores y trompetas a son de los cuales se juntó tanta gente que, viéndolos, dijo don Diego de Ayala; “Válgame Virgen de Guadalupe y toda la Corte Celestial. Ruegos, Señora, roguéis a Dios que esta nación numerosa se venga a nosotros en paz y nos reciban sin daño, para que sean buenos cristianos, que yo os prometo hacer vuestra iglesia en este lugar donde ahora los veo sobre aquella punta”. Y llegados con sus tres naves, los isleños gentiles que por allí pastaban sus ganados, alterados al ver lo que nunca habían visto, empezaron a juntarse llamándose unos a otros y corriendo todos al mar, aumentando cada vez más; delante de todos iba un viejo de cabello blanco largo ya adornado con sus tamarcos de pieles. Venida la mañana, vieron venir todavía más isleños, sin palos ni piedras, como los del El Hierro, pero con los brazos unos sobre otro y cogidos entre sí. Y así fue Dios servido de cumplir sus deseos, y él cumplió la promesa, pues, hizo la iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe en el mismo lugar de la Isla«12.

Aunque, igualmente, la candorosa imagen de la Gomerita de Puntallana tiene su propia leyenda, que cada gomero guarda para sí: «Cuando una nave española pasaba frente a la costa de Puntallana en su ruta a América, un centinela observó cómo unos resplandores provenían de este lugar. Avisada la tripulación, el capitán ordenó la detención de la embarcación y el traslado a tierra de algunos marineros que le acompañasen. Al llegar al punto indicado, comprobaron que la misteriosa luz salía del interior de una cueva, próxima a la orilla, donde se encontraba la imagen de la Virgen con el Niño en brazos. Impresionados cayeron de rodillas y la veneraron. Con el propósito de trasladar la citada imagen al barco y conducirla a la Península, trajeron del navío un cofrecito para depositarla con todo respeto y reverencia en la bodega. Seguidamente, el capitán dio la orden de retroceder al territorio peninsular para dejar la imagen, y para tal fin levaron anclas e hincharon las velas, pero la nave no se movió. Sorprendidos, los marineros

«Estuvieron los isleños mucho tiempo mirando las naves y habiendo comenzado a andar por lo alto de la roca por la banda de E. hacia el SE. don Diego de Ayala y Juan Machín mandaron levar anclas y con tiempo favorable fueron bojeando la isla, que se mostró redonda por todos los lados, excepto en aquella pequeña punta de san José y en otra que iban a buscar, seguidos por los isleños por

Carabela, grabado del siglo XVI

10.- Ramiro Chico, Antonio, “Nueve códices de Milagros de Nuestra Señora de Guadalupe”, en Guadalupe 668 (1984) 58-71; 670 (1984) 136-143; 672 (1984) 245-252; 676(1985) 98-107; 680 (1986) 18-21; 696 (1988) 278-289. 11.- AMG C-2: Milagros de Nuestra Señora de Guadalupe desde el año 1412 hasta 1460. M-67. f. 62 vto. 12.- Fructuoso, Gaspar, Las Islas Canarias (de “Saudades da Terra”), en edición y traducción Elías Serra, Juan R. y Sebastiao Pestano, La Laguna 1964.

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scriptoriumguadalupense México, Hondarribia, Murcia y otras tantas, a la que los gomeros sienten y cantan como Patrona de toda la Isla.

RIANXO No sería hasta finales del siglo XVI y principio del XVII cuando los monjes jerónimos, viendo cierto declive económico y devocional del santuario extremeño, permiten y potencian la fundación de otros santuarios con la iconografía de la imagen titular. Para ello, mandan a fray Diego de Ocaña, excelente pintor, calígrafo y cronista, a las Indias para recoger limosnas, cobrar LA GOMERA. Traslado de la Virgen de Guadalupe desde Puntallana mandas, difundir allí la imagen de vieron como en tierra, junto a la cueva Nuestra Señora de Guadalupe, como la de Panamá, Potosí, Chuquisaca donde había aparecido la Virgen, múl- (Sucre) y Cuzco15. tiples palomas revoleteaban alrededor Casi un siglo después, en 1773, un jerónimo gallego, fray José de Santiae iban y venían al barco, hasta que colocada la imagen en la cubierta éstas go, al poco tiempo de tomar el hábito en el Monasterio de Guadalupe, escula cubrieron con sus alas, queriéndola chando el mensaje que le imploraba Nuestra Señora, labró a golpe de camtransportar a tierra con sus picos. Ante pana y matraca, de silencio, ayuno, mortificación y coro perpetuo, una imalo sucedido, el capitán determinó de- gen de bulto, fiel copia del original, en masa de cartón, que dejó absortos a volver la imagen a su primitiva cueva, los frailes que la contemplaron por ser copia tan perfecta. como así lo hizo, y poner la proa hacia la Villa de san Sebastián, donde comunicó la noticia, que se propagó por todo el vecindario. Éste de inmediato se dirigió a Puntallana y veneró la imagen colocándola en un rústico y sencillo albergue que improvisaron»13.

Tanto un testimonio como otro, sitúan la aparición de la Virgen de Puntallana unida a los navegantes, bien portugueses, bien castellanos, quizás relacionados con la ruta colombina que el Almirante inició entre la Península y La Gomera, entre 1482148414. Esta talla gótica de la Gomerita de Puntallana, iconográficamente obedece a las primeras copias de Nuestra Señora de Guadalupe, principio del siglo XVI, relacionadas no con la talla original sino con Nuestra Señora de la Concepción del Coro guadalupense, como la Guadalupana de

«—“¿Por qué, hijo mío, por qué no sacas un retrato de esta Imagen y me llevas a tu pueblo? Tú que tanto me amas, ¿por qué no extiendes mi devoción? Ea, anímate, saca una copia de esta Imagen que veneras con tanta ternura y llévame a tu país, para que los Rianjeros me vean, me conozcan, me sirvan y me amen

RIANXO. Procesión marítima de la Virgen de Guadalupe, O Moreniña

13.- Trujillo Cabrera, J. Guía de la diócesis de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife, 1965, pp.329-330. 14.- Armas Herrera, Manuel J., “Cristóbal Colón, Guadalupe y La Gomera, en el V Centenario de su muerte”, en Caballeros de Guadalupe, XVIII (2007) 4-16. 15.- Ocaña, Diego de, OSH, Viaje de fray Diego de Ocaña en el Virreinato del Perú. Ms. Vols. I y II. Biblioteca Universidad de Oviedo, núm.275; Álvarez, Arturo, Un viaje fascinante por la América Hispana del Siglo XVI. Madrid, 1969, p. 348; AMG Leg. 60: Escritura de fundación de la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe en la ciudad de los Reyes, en el año 1660, ff. 1-4.

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scriptoriumguadalupense / 15 con sincera devoción”. Sorprendido el joven creyó ser víctima de una ilusión. —“No, hijo mío –le dijo la Virgen–, no te equivocas, no es una ilusión, soy yo quien te habla, tu Madre amantísima, y que desea ser venerada entre tus paisanos: saca, pues, una copia de esa Imagen y llévame a Rianjo”. —“Pero, Madre mía, yo no sé; con cuánto gusto la haría; pero ni entiendo de esculturas, ni sería capaz de llevar a cabo la empresa”. —“No importa, hazlo, que yo te enseñaré”»16.

Terminada la obra, fray José de Santiago cayó de rodillas, absorto y extático, ante la contemplación de su imagen, igual que toda la comunidad jerónima, de la que obtuvo el beneplácito, al igual que del arzobispo de Santiago, Francisco Bocanegra y Gibaja, gran devoto también de Nuestra Señora, para llevarla hasta su pueblo. De esta forma, el día 27 de junio de 1773, fiesta de los Apóstoles san Pedro y san Pablo, hacía su entrada en la Villa de Rianxo, fray José de Santiago vestido con el sayal pardo y blanco de los jerónimos, según narra el señor obispo de Temno, José María Severo Araújo Silva, auxiliar de Santiago de Galicia: «No es posible expresar el júbilo y alegría espiritual con que fue recibida la sagrada Imagen por este devotísimo pueblo, que dio siempre las mayores muestras de piedad y que aún hoy, no obstante las corrientes de impiedad y descreimiento, conserva muy arraigada la fe de sus mayores y los más profundos sentimientos de religiosa devoción».17

La Morenita de Rianxo fue depositada en la capilla de san José de la Floresta, donde pronto comenzó a mostrar sus prodigios, hasta tal

punto que el arzobispo Bocanegra y Gibaja, que había sido anteriormente canónico penitenciario en la Catedral de Coria (Cáceres), viajó a Rianxo al año siguiente, en 1774, para comprobarlos y solicitar una gracia singular a la Santísima Virgen, ante la que celebró la Santa Misa. Terminada ésta — dicen las crónicas—, el prelado se postró ante la Imagen bendita de Guadalupe, tributándole su gratitud por el favor otorgado, no pudiendo contener las lágrimas.

Las tres carabelas de Colón, litografía del siglo XIX

Este hecho incrementó el culto y devoción de la sagrada Imagen rianxeira, especialmente entre las marineros, organizando peregrinaciones y romerías hasta su Santuario, sito en uno de los lugares más próximos a la villa de Rianxo, y que por ser algo elevado, domina una concha de mar que baña sus plantas, desde donde la Moreniña lucía como faro y vigía de aquellos hombres y mujeres de la mar. Se instituyó su fiesta principal el domingo después de la Natividad de María (8 de septiembre). Desde entonces los rianxeiros han tenido en este icono de María su más preciado tesoro, honra de esta noble villa y su mejor timbre de nobleza, consuelo de sus penas y socorro en todas sus necesidades. Desde 1854, la imagen Moreniña tiene su capilla propia, llamada desde entonces de Guadalupe, en el mismo centro de la villa, gracias a las limosnas de aquellas gentes que desde esta misma fecha quisieron que sus fiestas mayores fueran en honor de su Virgen, cuyo vínculo filial ha traspasado al pueblo gallego, gracias a esa cántiga galega A Rianxeira, creada en Argentina, año 1947, por dos emigrantes rianxeiros: Ángel Romero Lojo (música) y Jesús Frieiro Dourado O Pinciñas (letra)18, universalmente conocido, que es el mejor canto de amor y gratitud que los hombres y mujeres de la mar dedicaron a la Madre de Dios.

16.- Dourado Deira, Manuel, “Santuario de Guadalupe: Historia, tradicións, lendas, proxidios…”, en Guadalupe 1854-2004. Rianxo 2004, pp. xx-xxv. 17.- Temno, El obispo de, Auxiliar de Santiago, [José María Severo Araújo Silva], “La imagen de Santa María de Guadalupe en Rianjo, (Galicia)”, en revista Guadalupe, 45 (1908), pp-596-602; Comoxo, José, “Dous Anacos e una Biografía”, en Guadalupe 2004. Rianxo 2004, pp. XVI-XXIX. 18.- Anónimo, “A Rianxeira”, en Festas da Guadalupe de Rianxo (1854-2004), Rianxo 2004, pp. 23-28.

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Guadalupe y la desamortización:

DILAPIDACIÓN DE ALGUNOS BIENES ARTÍSTICOS

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Inocencio Cadiñanos Bardeci

abandonado desde estas xclaustración y fechas (1835) hasta prinDesamortización cipios del siglo XX (1908) no son lo mismo, en que los franciscanos se pero ambos hehacen cargo del santuario. chos van tan enlazados que Con su llegada comenzó la uno siguió al otro. La relirestauración del enorme giosidad del pueblo devoto y deteriorado edifico, que proporcionó a Guadalupe hoy ha vuelto a recuperar inmensas posesiones y bieen gran parte la belleza y nes, que fueron incremenesplendor del pasado. Por tándose de forma continuareal orden del 1 de marzo da con las rentas que estas de 1879 y 19 de enero de mismas producían y por es1929, Guadalupe fue detar la Comunidad jerónima clarado monumento hisexenta de pagar impuestos. tórico-artístico, con lo que Entre las piadosas donaciotodo el conjunto de obras nes se encontraron las jode arte que aún guarda han yas y ricas ropas con que se quedado aseguradas frente adornaba la imagen de Maa cualquier otra dilapidaría, así como otros objetos ción1. artísticos que tenían como Precedentes finalidad un más brillante desamortizadores culto. Juan Álvarez Méndez Mendizábal (1790-1853), grabado de José Gómez Como precedente de la Desamortización Desamortización hay que recordar que, en 1808, NaUno de los acontecimientos más trascendentales en la poleón redujo los conventos a su tercera parte y, al historia de Guadalupe fue su Desamortización. El monas- año siguiente, su hermano José suprimió todas las órterio era de patronato real y, por consiguiente, no podía denes religiosas ocupando sus bienes, lo que también ser desamortizado. Al hacerlo se cometió una cierta ile- le tocó a Guadalupe. La invasión francesa robó gran galidad y la venta de sus bienes en una dilapidación. Este parte del joyel de la Virgen, junto con otras obras de calificativo se aplicó a la incautación, inventario, adminis- arte y ricos libros de la biblioteca2. En 1809 el Nuntración, enajenación y robo de diversos bienes. Tras ella, cio ordenaba que fueran entregadas todas las alhajas algunos objetos artísticos serían recuperados, pero otros, «que hubiesen quedado los franceses», lo que fue por desgracia, se perdieron para siempre. Aquí sólo nos obedecido por los monjes. En 1814 eran recuperareferimos a una muy pequeña parte artística correspon- dos ternos, vestidos de la imagen, frontales, coronas diente a su templo y algunos objetos cultuales, especial- de plata…que habían sido llevados a Sevilla y Cádiz mente los mantos de la Virgen, que es de lo que nos ha- con la ocupación extranjera. Durante los períodos abbla la documentación consultada. El monasterio quedó solutistas de Fernando VII (1813-1833) todas las le-

1.- Rubio, G., Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, Barcelona 1926; Álvarez, A., Guadalupe. Arte, historia y devoción mariana, Madrid 1964. 2.- Dicho inventario puede verse en Escobar Prieto, E., «El joyel de Guadalupe» en Guadalupe. Revista quincenal religiosa y social de Extremadura, 145 (1913) 803-1031.

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scriptoriumguadalupense / 17 yes desamortizadoras quedaron invalidadas. Pero con el Trienio Liberal (1820-1823) la Comunidad jerónima de Guadalupe sufre una grave crisis interna y externa. Unos monjes fueron partidarios del nuevo gobierno y otros acataron más o menos forzosamente sus mandatos. Se acusó a los monjes guadalupenses de desobediencia y vivir en la anarquía. Los varios decretos de 1820 no fueron aplicados a Guadalupe al disponer de una Comunidad superior a los 24 frailes. Por ello, fue uno de los ocho monasterios exceptuados en el decreto de supresión. Pero el 17 de junio de 1822 las Cortes decretaban que también fuera suprimido y que entregara sus pertenencias. Un tiempo después los monjes pedían la restauración del monasterio. Volvió la Comunidad en 1823, aunque mermada y con buena parte de sus bienes perdidos. A los secularizados se les admitió con toda normalidad dando ejemplo de comprensión y fraternidad. Guadalupe siguió poseyendo inmensas fincas y dehesas. A pesar de ello, los monjes pasaron apuros y se vieron obligados a vender ciertas propiedades para allegar recursos. Hasta los años 30 continuaron las dificultades, entre otras cosas porque no podían cobrar las rentas. La desamortización de 1835 El ambiente interno del monasterio siguió siendo de división. Fue hallado un pasquín subversivo en la puerta de una celda y se propuso trasladar a parte de los monjes a otro lugar argumentando que «la inmoralidad ha envegecido en el monasterio y que apenas habrá un sólo individuo que conserve resto de religiosidad». El 17 de junio de 1834 se prohibió a los frailes la enajenación de los bienes inmuebles, alhajas y muebles preciosos. El real decreto de 25 de julio de 1835 ordenaba suprimir los conventos que tuvieran menos de doce religiosos profesos. El 18 de septiembre también le llegó la orden a Guadalupe. Pero, en realidad, poco o nada le afectó puesto que desde la citada orden de julio ya estaba clausurado. La Desamortización constituye la medida más revolucionaria adoptada por los políticos libera-

les del reinado de Isabel II (18331868) y se convirtió en un objetivo prioritario. Le tocó a los bienes vinculados de la nobleza, municipios y clero. Esta última fue llevada a cabo por la ley de Mendizábal del 29 de julio de 1837. Hoy se piensa que la Desamortización era necesaria, pero que se hizo mal. Cierto inventario hecho por los monjes al abandonar el convento detallaba los bienes que aquí nos interesan:

ADPC. El Monasterio de Guadalupe, litografía a la piedra (1863)

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«El monasterio, en un estado muy decente; en la mayor parte con unas noventa celdas, bastante bien tratadas. Hay en una torre ocho campanas. La iglesia, de una construcción magnífica, con rejas de hierro y bronce, piso de mármol de varias clases y comprende diez y seis altares incluso en el coro, todos con sus cruces y sacras correspondientes. Contiene cuatro órganos, dos grandes y dos pequeños y un coro con su sillería de nogal completa y facistol con chapa de bronce, todo de la mayor suntuosidad. La imagen de la Virgen titulada de Guadalupe se halla en el mayor, en su trono de buena construcción vestida de manto blanco, con corona de pedrería basta y fina, siendo de esta última clase la


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que guarnece la del Niño, y ambas y cetro y mundo de plata. Dos bancos de madera, más de 20 lámparas de hoja de lata y candelabros de lo mismo y bronce. La sacristía de esta iglesia principal, que es de la construcción más hermosa que puede imaginarse con buen altar y suelo de mármol. Otra iglesia, llamada Nueva, que sirve para ayuda de parroquia que es la principal, de mediana construcción, comprende diez altares, incluso el mayor de la advocación de la Santísima Trinidad. Un copón y unas ampollas de óleos de bautismo y extremaunción, todo de plata. Un incensario de bronce».

A continuación sigue el Inventario de objetos de capillas, sanNuestra Señora luciendo uno de sus mantos ricos, tuario y sacristía. La principal de incautado y posteriormente devuelto éstas, «con diez cuadros grandes, una lámpara grande de la batalla de Lepanto». Desconocían, pues, los monjes el autor y extraordinario valor de los cuadros de Zurbarán3. Del camarín se decía: «Esta pieza, cuya subida es de escaleras de mármol y verjas y barandas de bronce, es de la mayor suntuosidad y buen gusto que puede imaginarse. Tres vestidos para la Virgen tejidos de aljófar y otras piedras, faltando en el uno veinte y tres diamantes con sus basas que se deduce han sido extraídas según también consta el libro que contiene estas propiedades». Sobre las pinturas que adornaban las respectivas celdas se añade «advirtiéndose que separados de allí no podrá dárseles destino por estar embejecidos (sic, por “embebidos”) en las paredes y rotos algunos». En los claustros

AMG. Cód. 83, Libro de las Joyas de la Virgen, dibujos de fray Cosme de Barcelona, h. 1778

había noventa y cuatro cuadros en lienzos de diversos tamaños, santos y milagros todos «muy viejísimos que sucedería lo mismo que los anteriores». dilapidación de las alhajas Habían sido llevados a Trujillo tres mantos de la Virgen con su delantal, guarnecido todo de aljófar y piedras que en el uno eran chispas de diamantes. Un cetro de plata, una cruz de lo mismo, cinco cálices, ocho albas, una crucecita de plata, un relicario de oro y alhajas de plata que no se necesitaban para el culto. En los mantos de la Virgen y alhajas se echaron de menos muchas piedras preciosas. La entrega de vestidos y alhajas hecha por la tesorería de Badajoz a la de Cáceres tuvo lugar el 21 de marzo de 18394 . Dichas joyas salieron camino de Trujillo, Cáceres, Badajoz o Madrid. Los tres citados ricos mantos de la Virgen serían enviados, posteriormente, por Espartero al Pilar, Atocha y Desamparados de Valencia que, unos años más tarde, los devolverían a Guadalupe. El decreto de Desamortización fue ejecutado con rapidez y violencia ante la posible ocultación de las riquezas. Los encargados obligaron a los monjes a abandonar inmediatamente el monasterio. José García de Atocha, subdelegado de Trujillo, se incautó del monasterio y sus bienes, procediéndose inmediatamente a hacer un inventario. El edificio pasó a manos particulares y fue utilizado como carpintería, almacenes y cuarteles. Varios de sus objetos litúrgicos fueron repartidos por parroquias del contorno. Pero los encargados pronto fueron criticados por la ocupación y por el fraude de los inventarios, «y todos hablaban de las dilapidaciones escandalosas». Y es que desde los comienzos hubo irregularidades: «Las inmensas

3.- Tormo, E., El Monasterio de Guadalupe y los cuadros de Zurbarán, Madrid 1905. 4.- Gaspar Gil, S., «Inventario de los vestidos y alhajas del monasterio de Guadalupe entregados por la tesorería de Badajoz a la de Cáceres» en Guadalupe. Revista quincenal religiosa y social de Extremadura 158 (1913) 1187-1316.

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scriptoriumguadalupense / 19 riquezas que se suponía existentes en el monasterio, se habían reducido a un producto mezquino e insignificante. Apenas se hablaba de otra cosa en aquella época que de la exclaustración y de la distracción de las alhajas y efectos de Guadalupe». Algunos atribuían a los monjes la ocultación de lo más precioso. Una orden terminante del Ministerio obligó a dar cuenta de las dilapidaciones y ocultaciones de ganados, alhajas y otros efectos desaparecidos del monasterio y sus cortijos desde la exclaustración de los monjes. Para desviar las acusaciones, comenzó el citado Atocha por acusar a “los poderosos monjes” de esconder y apropiarse de los muebles preciosos con que adornaban sus celdas los priores de la Comunidad, del monasterio y casas de los huéspedes y en los caseríos que poseían. «Las ocultaciones afectaban a ganados, a los cubiertos de plata y también se ha justificado en esta causa graves dilapidaciones de alhajas de plata, oro, diamantes, perlas, rubíes…. cuya defraudación asciende a lo menos a 300.000 reales». En 1837 volvía a ordenarse que se averiguase el paradero de varias alhajas y efectos extraviados al tiempo de la exclaustración. Según el libro Estado general de la sacristía, el valor de las alhajas de oro, plata, perlas y rubíes sustraído de los vestidos de la Virgen ascendía a 30.000 reales. Se acusó a dicho Atocha de «improcedencias y arbitrariedades», especialmente de los robos en los cortijos del Rincón y san Isidro. Los funcionarios ministeriales opinaban que «debieron ser muchas las personas complicadas en la desaparición de aquellas preciosidades, diversos los lugares y distintas las ocasiones en que la sus-

tracción haya podido cometerse por la informalidad con que procedieron todas las personas que intervinieron en el recibo y entrega de aquellas así en Guadalupe como en Trujillo y Badajoz»5. En 1841 seguía la causa sobre el conocimiento de las dilapidaciones ocurridas al tiempo de la extinción del monasterio. En 1845 se proponía archivar el expediente «respeto de lo seguido (averiguación de las perlas), en este extremo se encuentra desde luego una falta muy esencial con no existir en esta intendencia ningún documento que acredite las diferentes condiciones y envíos de las alajas del manto o mantos de la Virgen porque en ninguna de aquellas entregas, que por repetidas veces se hicieron, aparece la formalidad oportuna entre las personas que daban y las que escribían, ni resultan las seguridades que debieron tomarse para que cada uno respondiera de sus actos. Estos vacíos vienen a poner el asunto en tal estado de confusión y obscuridad que en sentir del asesor de esta intendencia a nadie puede exigirse responsabilidad directa ni indirecta. Imposibilidad e inutilidad de la formación de este otro expediente [uno nuevo] y la necesidad en que se está de reconocer como echos que pertenecen a la historia cuantas circunstancias han mediado en el asunto…, echos que cubiertos como se hallan de un denso velo, ningún esfuerzo humano puede descifrar y presentar con la claridad que eran precisas para en su caso y día hacer responsable a alguno de haberlas cometido»6.

Durante un tiempo (años 1858 y 1859), se siguió con el intento de averiguar el paradero de las alhajas y objetos de culto robados, puesto que la Hacienda Nacional salía perjudicada de la dilapidación. Pero todo fue inútil. El robo se había cometido con todo cuidado para que no fueran descubiertos sus autores y los intereses por esconder uno de los objetos artísticos más valiosos del monasterio, eran muy altos7. También el pueblo de Guadalupe se resintió de la Desamortización. Otro desamortizador, Pascual Madoz, nos dice en 1847 que el monasterio había decaído grandemente con la marcha de los frailes y «sin uso en la actualidad camina a su ruina». Como se ha dicho, por suerte, ha vuelto a renacer. AMG. Cód. 83, Broche de Calatrava

5.- García de Atocha, J., Memoria sobre la causa de dilapidaciones de Guadalupe. Cáceres-1838. 6.- AHN. F.C. Ministerio de Hacienda, Leg. 2.519: Expediente remitido sobre dilapidación de alhajas de dicho monasterio y resolución sobre el mejor derecho a una servidumbre de paso de ganado (Año 1845), antecedentes desde 1836). 7-. AHN. Clero, legajos 1.429 y 1.431 y libros 1.567 y 1.578.

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La Inquisición en el monasterio de Guadalupe (III)

La carta de comisión de Torquemada, julio de 1485 Manuel Herrera Vázquez Doctor en Filología Hispánica

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n esta tercera entrega de documentos inéditos, publicamos la carta de comisión, toda ella en latín, que el inquisidor general, fray Tomás de Torquemada, otorgó a fray Gonzalo de Toro, prior de Montamarta, y a fray Nuño de Arévalo, prior de Guadalupe, para que pudieran hacer inquisición en cualquiera de los monasterios de la Orden de san Jerónimo. La carta fue otorgada en Córdoba el 5 de julio de 1485 ante notario público y dos testigos. Como se ve por la fecha, el proceso inquisitorial había comenzado hacía cinco días y los jueces habían tomado ya algunas decisiones importantes. Así, el lunes 4 de julio, los padres visitadores acuerdan cesar al vicario, fray Pedro Alemán, como asesor porque algunos religiosos querían declarar contra él (AMG 266, fot. 10).1 Ese mismo día, fue hallada a fray Pedro de Salamanca una “qüestión”, según la cual quien ocultaba alguna herejía, no tenía obligación de comunicarla a los inquisidores, bastándole tan sólo confesarse de ello. Por eso y por haberlo manifestado a otros, fue enviado preso a Roma (AMG 266, fot. 11).2 También ese mismo día, los padres visitadores inquisidores mandaron prender a fray Francisco de Salamanca, profeso en el monasterio de san Leonardo en Alba de Tormes, porque había pedido a fray Pedro de Salamanca que fundase en Derecho la cuestión por él planteada. Además, le encontraron algunos objetos robados: tres camisones, unas cerraduras y dinero; por lo cual fue encarcelado y torturado (AMG 266, fot. 11).3 Todo esto nos muestra que los visitadores daban por hecho su nombramiento como inquisidores, y que podían iniciar su trabajo sin problemas, pues era cuestión de poco tiempo que llegara la designación. Pero, como veremos, surgió un problema. Esta carta de comisión es la principal base legal sobre la que se asienta el proceso inquisitorial contra los frailes de Guadalupe, pues, según expusimos en la entrega se-

Fray Tomás de Torquemada (1420-1498), primer Inquisidor General, grabado de Romero para Jean Plaidy (1959)

gunda, la Orden jerónima no tenía facultad para nombrar inquisidores contra la herética pravedad y debía solicitar la subdelegación de los mismos al Inquisidor general.4 Su origen se halla en la información que el Capítulo privado de la Orden de san Jerónimo y su general, fray Rodrigo de Orenes, debieron de enviar a Torquemada acerca de que algunos frailes del monasterio de Guadalupe profesaban con falsedad y seguían los ritos y costumbres judíos; por ello, le solicitaban la facultad de hacer inquisición nombrando a ciertos monjes como inquisidores. Torquemada accedió a la petición y subdelegó su poder en fray Gonzalo de Toro y fray Nuño de Arévalo para investigar, castigar y corregir los crímenes de herejía o apostasía que hallaran.5 El problema antes mencionado es que Torquemada comisionó solo a los priores citados, pero no al vicario fray

1.- AMG 266 = Archivo del Monasterio de Guadalupe, códice C-266. 2.- Véase AMG 266, fot. P4, en donde aparece el interrogatorio completo. 3.- Ibídem. 4.- «La inquisición en el monasterio de Guadalupe (II). La carta de edicto de los visitadores inquisidores», en Guadalupe 838 (2014) 22. 5.- Ibídem, pp. 22-23. 6.- No creemos que se trate de una omisión involuntaria del Inquisidor general, que se supliría con otra carta de comisión posterior que desconocemos.

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scriptoriumguadalupense / 21 Juan de san Esteban, y ello a pesar de que, según la carta de edicto de los padres visitadores, publicada en la entrega anterior, los dos monjes especialmente diputados para realizar la inquisición habían sido fray Gonzalo y fray Juan (AMG 266, fot. 1), detalle que Torquemada conocería de seguro.6 Dicha falta de comisión suponía que, después de cinco días de haber empezado la causa y tomado decisiones importantes, fray Juan no era juez inquisidor, aunque continuaba ejerciendo como visitador de la Orden. Sin embargo, esto no conllevó, que sepamos, cambio procesal alguno, pues el Vicario de La Mejorada siguió figurando como juez en el tribunal, junto a los padres Gonzalo y Nuño, como se comprueba en casi todas las sentencias dictadas, en BURDEOS. El Papa y el inquisidor (1888), lienzo de Jean Paul Laurens (1838-1921) que se dice “los padres”, “los padres visitadores”, “los padres inquisidores visitadores” o “los padres visitadores inquisido- y no al vicario. En tercero, una cuestión de competencias, res”. Es más, los tres jueces aparecen expresamente nom- pues, aunque el Capítulo privado de la Orden y su Genebrados y calificados como inquisidores por las autorida- ral solicitaran la comisión para fray Gonzalo y fray Juan, des apostólica y ordinaria en tres procesos: en la sentencia que ya eran visitadores de la Orden en Castilla, el Inquisiy la acusación contra fray Juan de Segovia (AHN 1423, exp. dor general la concedería, al final, a de Toro por ser prior 73, f. 1v),7 en la sentencia contra fray Fernando de Úbeda y a Nuño por serlo de Guadalupe, monasterio donde iba (AHN. 1423, exp. 78, f. 6r; y AHN 1423, exp. 79, f. 6v) y en a realizarse la inquisición en primer lugar. Y, por último, la acusación contra fray Diego de Segovia (AHN 1423, exp. una consideración de cantidad, ya que dos era el número 86, f. 2r). Para mí tengo que la carta de comisión de Tor- usual de jueces en los tribunales inquisitoriales de aquequemada fue conocida en Guadalupe solo por los monjes lla época. Al final, con el nombramiento de los inquisidoGonzalo de Toro, Nuño de Arévalo y Juan de San Esteban; res para el tribunal del monasterio de Guadalupe tanto la por los inquisidores Francisco Sánchez de la Fuente y Pe- Orden jerónima como Torquemada quedaron satisfechos, dro Sánchez de la Calancha; y por los notarios fray Diego pues ambos consiguieron poner a un prior como juez. En de Écija y fray Diego de Guadalupe; sin que trascendiera a todo este asunto se ven claros los dos niveles de jurisdicla comunidad jerónima del convento,8 y que no modificó ción en la Inquisición llevada a cabo entre los religiosos: los nombramientos hechos por los capítulos general y pri- por un lado, el de los visitadores, elegidos en este caso por vado de la Orden y por su General. los capítulos general y privado de la Orden (P. Gonzalo de En la ausencia de comisión para el P. Juan de San Este- Toro y P. Juan de San Esteban); y por otro, el de los inquiban se adivinan, a nuestro juicio, cuatro consideraciones. sidores, designados por Torquemada (P. Gonzalo de Toro En primer lugar, un problema de susceptibilidad, según el y P. Nuño de Arévalo). cual Torquemada no vería con buenos ojos que la Orden de san Jerónimo le presentara la designación de los candi- Estudio de la carta La carta de comisión de Torquemada se nos ha condatos como cosa hecha, sin haber consultado previamente con él. En segundo lugar, un asunto de preeminencias, servado en una copia inserta entre los cinco folios iniciapor el que Torquemada designaría solo a los dos priores les, sin numerar, de AMG 266. Para estudiar su contenido, 7.- AHN 1423 = Archivo Histórico Nacional, Sección Clero Regular y Secular, legajo 1423. 8.- Recordemos que el Dr. Sánchez de la Fuente y el Lcdo. Sánchez de la Calancha eran inquisidores en los procesos que estaban llevándose a cabo en Guadalupe contra los legos. 9.- «La inquisición en el monasterio de Guadalupe (ii)…», 23a.

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la dividiremos en tres partes: introducción, carta de comisión y certificación de la copia. 1. Introducción.— Es un párrafo ajeno a la carta y realizado ex profeso para la copia en la misma fecha que la certificación final. En él se resume brevemente el contenido del documento que a continuación se transcribe. A buen seguro, fue compuesto por fray Diego de Écija. Recordemos que Écija fue constituido en escribano de la Inquisición en el monasterio de Guadalupe el jueves 30 de junio de 1485.9 2. Carta de comisión.— Comprende cinco subapartados: 2.a. Salutación del Inquisidor general.— Tras enumerar sus cargos (prior del monasterio segoviano de Santa Cruz, confesor de los Reyes Católicos e inquisidor general en los reinos de Castilla y León), Tomás de Torquemada saluda a los priores Gonzalo de Toro y Nuño de Arévalo y les exige obediencia. 2.b. Presentación de la bula Apostolice Sedis prouidencia, de Sixto iv.— Con ella Torquemada acredita su oficio de Inquisidor general.10 Comprende dos subapartados. 2.b.1. Garantías de autenticidad.— Torquemada justifica la legitimidad de dicha bula aduciendo que, según la costumbre de la Curia romana, cuelga de una verdadera bola de plomo con el cordón de cáñamo, y que se halla en buen estado, completa, sin falsificar, sin tachaduras y sin sospechas en ninguna de sus partes. 2.b.2. Texto de la bula.11— Tras la salutación y bendición apostólica, el Papa manifiesta que, para dar respuesta a las numerosas quejas y lamentaciones recibidas por la actuación irreflexiva de los inquisidores fray Miguel de Morillo y fray Juan de San Martín en Sevilla, los cuales no habían guardado ningún orden procesal y habían declarado herejes a muchos injustamente, había decretado una bula el 31 de enero de 1482 dando las instrucciones pertinentes.12 A continuación, alega que, dada la amplitud de los reinos de Castilla y León, los inquisidores nombrados hasta ese momento no alcanzaban para hacer frente a la maldad herética. Por ello, previa información favorable del vicario del Maestro General de la Orden de Santo Domingo, fray Alfonso de San Cebrián, constituye y designa inquisidores en dichos reinos a fray Pedro de Ocaña, fray Pedro Martín, fray Juan de Santo Domingo, fray Juan del Espíri-

tu Santo, fray Rodrigo de Segarra, fray Alfonso de San Cebrián, fray Bernardo de Santa María y fray Tomás de Torquemada, todos pertenecientes a la Orden de Frailes Predicadores.13 Les ordena que, guardando el tenor de las últimas letras apostólicas, cumplan y desempeñen dicho oficio como requiere tan importante tarea, y les concede plena potestad para proceder contra los reos de herejía y sus fautores. La bula está datada en Roma el lunes 11 de febrero de 1482.14 2.c. Subdelegación de la facultad.— Torquemada, después de aceptar y admitir la facultad conferida por el Sumo Pontífice en la anterior bula, alega que ha sido informado de que algunos monjes profesos de los monasterios de la Orden de san Jerónimo en los reinos de Castilla y León, bajo falso nombre de religión y habiendo recibido nombres de cristianos, siguen los dogmas supersticiosos del judaísmo; y, regenerados en Cristo por las aguas del bautismo sin haber sido coaccionados, no temen tornarse a los ritos y costumbres judíos, ni guardar su secta, ni separarse tanto de la fe verdadera como de sus artículos, con ofensa de la divina majestad, menosprecio de la santa fe católica, peligro de las almas y escándalo general. Por ello, Torquemada manifiesta su confianza plena a fray Gonzalo de Toro y a fray Nuño de Arévalo por su conciencia, diligencia, suficiencia y legalidad, y subdelega, concede y transfiere su poder en ambos para investigar, castigar y corregir cualquier crimen herético o de apostasía en todos y cada uno de los religiosos profesos de la Orden jerónima en los dichos reinos. En cualquier caso, se reserva la potestad omnímoda de revocar su comisión. 2.d. Data.— La carta fue otorgada en Córdoba el martes 5 de julio de 1485, estando presentes como testigos Fernando Yáñez de Lobón, licenciado en Derecho, y Juan de Zárate, escribano del Rey. Al ser la carta copia del original, faltan el sello y la firma de Torquemada. 2.e. Certificación de la carta.— El clérigo cordobés Antonio Sánchez de Córdoba, notario público por las autoridades apostólica e imperial, de acuerdo con las maneras acostumbradas, publica el presente instrumento y lo corrobora en fe y testimonio de todo lo antedicho. Al ser la carta copia del original, faltan el signo y la firma del notario. 3. Certificación de la copia.— Es autógrafa del escribano Diego de Écija y fue realizada el lunes 27 de febrero de 1486, el mismo día en que se terminó de copiar el manus-

10.- Publicada por Bernardino Llorca, Bulario pontificio de la Inquisición española en su período constitucional (1478-1525), Roma 1949, pp. 63-66; y Gonzalo Martínez, Bulario de la Inquisición española (Hasta la muerte de Fernando el Católico), Madrid 1998, pp. 92-95. 11.- Para no alargar la exposición, no la subdividimos en apartados. 12.- Estas letras apostólicas no se han conservado, pero, en resumen, disponían que, en adelante, los inquisidores debían proceder junto con los prelados del lugar, de forma que la Inquisición quedaba sujeta a los Ordinarios. 13.- En esto se deja ver la intención del Papa de no innovar y mantenerse en los límites de la Inquisición medieval. 14.- B. Llorca, Bulario…, pp. 63 y 66, n. 48, equivoca la fecha de la bula, pues dice que es de 2 de febrero de 1482. Pero el cálculo del 3.º idus de febrero es 13+1-3=11.

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scriptoriumguadalupense / 23 crito que reproduce AMG 266. Écija corrobora con su firma, también autógrafa, en fe y testimonio de todo lo antedicho, que el presente traslado de la carta de comisión ha sido escrito y corregido fielmente del original por mandado del prior Nuño de Arévalo. Apéndice documental Fuente: AMG 266, fotografías P5P8. (Fot. P5) Ihesu

Sequitur ad laudem Dei et exaltacionem sancte fidei quodam transumptum eductum ex quadam comisione, gratia cuius reuerendus in Christo pater dominus frater Thomas prior Sancte Crucis et generalis inquisitor heretice prauitatis subdelegauit vices suas ad inquirendam hereticam prauitatem in OrEl Inquisidor general y los Reyes Católicos, ilustración de Stefano Bianchetti dine suo videlicet reuerendis in Christo sibi dilectis patribus dominis fratri Gundisaluo de Thoro, priori monasterii de Montamartha, necnon fratri Nunio de Areualo, priori SancNuper siquidem cupientes querelis et multiplicibus lamentationite Marie de Guadalupe, et cuilibet illorum in solidis ut patebit infra dicenbus que tunc contra nonnullos heretice prauitatis inquisitores, quos dis, et cetera. dudum karissimus in Christo filius Ferdinandus rex et karissima in Thomas de Turrecremata, Ordinis Predicatorum, prior monasterii Christo filia Elisabet regina Castelle et Legionis illustres, pretextu quaSancte Crucis Segobiensis, illustrissimorum ac serenissimorum dominorumdam litterarum nostrarum.22 Nobis ipsarum tenore confuse exporum nostrorum Regis et Regine confessor ac in eorumdem regnis et dosito, contra sanctorum (fot. P6) Patrum et predeccesorum nostrorum miniis heretice prauitate Generalis Inquisitor a santissimo domino nosdecreta ac communem observanciam expedictarum23 in ciuitate Ispatro Papa, vna cum aliis nostris in hac parte colegis cum illa clausula vos et lensi nominarunt facte fuere pro eo quod, ut aserebatur, eosdem noquemlibet vestrum etiam specialiter deputatus, reuerendis in Christo paminatos inquisitores in negotio Inquisitionis huiusmodi inconsulte et tribus dominis fratri Gundisaluo de Thoro, priori monasterii de Montanullo iuris ordine seruato processisse, ac multos iniuste hereticos demartha, Zamorensis diocesis, necnon fratri Nunio de Areualo, priori moclarasse, obuiare per alias nostras24 sub data pridie kalendas februanasterii Sancte Marie de Guadalupe, Toletanae diocesis, Ordinis Sancti rii, pontificatus nostri anno vndecimo,25 decreuimus in officio ipso InHieronimi, et vestrum cuilibet in solidis, salutem in Domino sempiternam quisitionis iuxta iuris dispositione[m]26 per dictos inquisitores et loet nostris huiusmodi ymo uerius apostolicis firmiter obedire mandatis. corum Ordinarios insimul esse procedendum; fuimusque hortati prefactos Regem et Reginam, ut, decreto huiusmodi nostro acquiescentes, Litteras felicis recordationis Sixti pape quarti, pergameno script[a] inquisitoribus et ordinariis prefactis, in eorum executione, que ad eos s,15 verbis latinis ditat[a]s,16 eius vera bulla plumbea cum cordula canapertinerent, auxilium prestarent simul et fauorem, prout in ipsis litpis more Romane Curie impendentes, sanas siquidem et integras, non viteris plenius continetur. ciatas, non cancellatas, neque in aliqua sui parte suspectas, sed omni quidem prorsus vicio et suspictione carentes, nobis coram notario publico Cum autem, sicut postmodum accepimus, propter amplitudinem apostolico et testibus presentat[a]s,17 [nos],18 cum ea qua decuit reuerenCastelle et Legionis regnorum, deputati iam in iisdem regnis heretice cia, reccepisse noueritis, huiusmodi sub thenore: prauitatis inquisitores soli huic «secte»27 pestifere comode occurrere non valent, Nos, more vigilis pastoris, affectantes ad huiusmodi negoSixtus episcopus, seruus seruorum Dei, dilectis filiis Petro de Ocania et cium fidei efficaciter promouendum tales deputare personas, quarum Petro Mar[t]ino19 «ac Alfonso de Sancto Cipriano»20 et Johani de Sancto Dohoneste conuersation[e]s28 exempla tribuant puritatis, ac tandem ad minico ac Johani de Sancto Spiritu, magistris, necnon Roderico de Searra, personas vestras, quas religionis et fide[i] caritate,29 maturitate morum licentiato, et Thome de Turrecremata bachalaurio ac Bernardo de Sancta et litterarum sciencia multarumque aliarum virtutum donis earum larMaria, presentato in Theologia, Ordinis Fratrum Predicatorum professorigitor Dominus insigniuit, quasque delicti filii Alfonsi de Sancto Cipriabus, et in regnis Castelle et Legionis heretice prauitatis inquisitoribus, sano,30 Ordinis Fratrum Predicatorum et Theologie professoris, ac fratrum lutem et apostolicam benedictionem. dicti Ordinis in prefactis regnis Generalis Magistri eiusdem Ordinis viApostolice Sedis prouidencia circunspecta contra heretice prauitatis carii31 ipsorumque Regis et Regine ad Nos et Sedem Apostolicam oratolabe respersos, quorum nequicia serpit ut cancer, ne in aliorum innocen21 ris destinati Nobis facta relactione fideli, ad huiusmodi officium suffitium [perniciem] sua venena difundant, remedium libenter adhibet opcientes et ydoneos reputamus, dirigentes intuitum nostre mentis pariportunum. ter et sperantes, quod ea que uobis commictenda duxerimus solicite et 15.- En el ms., scriptis; pero este participio de pretérito concuerda con litteras, no con verbis. 16.- En el ms., ditatis; pero este participio de pretérito concuerda con litteras, no con verbis. 17.- En el ms., presentatis; pero este participio de pretérito concuerda con litteras, no con testibus. 18.- Falta en el manuscrito. 19.- En el ms., marino. 20.- ac Alfonso de Sancto Cipriano falta en este lugar. En su sitio se encuentra una cruz que remite a otra cruz en el margen derecho, sin que junto a ella se añada ninguna palabra. El añadido que corrige el olvido del nombre de este inquisidor se halla al final de la carta, a continuación de rogatis, en donde se incluyen las cinco palabras que faltaban arriba, colocando, para indicar el añadido, una especie de E al comienzo y una cruz al final. 21.- En el ms., parentum, que carece de sentido. B. Llorca, Bulario…, p. 64, propone perniciem, corrección que sigue G. Martínez, Bulario, p. 92.

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prudenter exequamini, vos et quemlibet vestrum inquisitores heretice prauitatis in dictis regnis, auctoritate apostolica vsque ad nostrum et Sedis predicte beneplacitum, facimus, constituimus et etiam deputamus. Et iniungimus uobis in vestrorum remissionem peccaminum, quatinus in caritate Dei, omni humano timore postposito, spiritum fortitudinis induentes predictum Inquisitionis officium in dictis regnis, prout tanti negotii vtilitas suadebit, sub spe merçedis eterne, ac seruata posteriorum litterarum nostrarum serie et tenore, sic efficaciter prosequi et exequi studeatis, ut per solicitudinis vestre prouidenciam radix prauitatis eiusdem penitus euellatur, et vinea Domini Sabaoth, exterminatis inde32 vulpeculis, fructus vberiores33 afferat. Concedentes vobis et cuilibet vestrum contra huiusmodi criminum reos eorumque fautores iu[x]ta34 dictarum posteriorum litterarum nostrarum tenorem, procedendi plenam per presentes apostolica auctoritate facultatem. Sic, igitur, uobis iniunctum onus Inquisicionis huiusmodi adimplere studeatis, quod ex laudabili studio vestro, fauente Altissimo, sperati fructus proueniant, vosque possitis exinde non inmerito comendari. Datum Rome, apud Santum Petrum, anno incarnationis mº cccc lxxxi, 3.º idus februarii, pontificatus nostri anno vndecimo.35 Quarum quidem litterarum apostolicarum tenore, (fot. P7) vigore et auctoritate, nos, prefactus Thomas, iudex apostolicus ac generalis inquisitor, volens mandatum apostolicum nobis in hac parte directum reuerenter exequi, ut tenemur, delegaçionem et potestatem officii Inquisitionis heretice prauitatis nobis per dictas litteras apostolicas tradictam seu commissam, omnibus melioribus modo, via et forma quibus de Iure potuimus et debuimus, acceptauimus, rescepimus et admisimus. Cum autem sicut accepimus per diligenter informationem nonnulli fratres professi monasteriorum prefacti Ordinis Sancti Hieronimi regnorum Castelle et Legionis sub nomine religionis exstantes falso, christianorum nomina accipientes, iudaice supersticionis dogmata sectantur, ac sacri baptismatis lauacro in Christo regenerati, non tum precisse coacti, etiam sub nomine christianorum se gerentes, ad ritus et mores Iudeorum transire uel reddire, ac ipsorum sectam et dogmata seruare, et a ueritate tam orthodoxe fidei et cultus illius, quam articulorum credulitate recedere in diuine magestatis offensam et sancte catholice fidei contemptum ac animarum pericolum et scandalum plurimorum non verentur.36 Circaque omnia et singula inquirenda, punienda, corrigenda quo ad presens vaccare seu intendere quo mode nequamus pluribus aliis arduis negociis fidem catholicam ac dicte Inquisitionis negocium in dictis regnis et dominiis concernentibus legitime occupati ac etiam prepedicti prout nequimus interesse. Idcirco vobis et vestrum cuilibet in solidis, de quo-

rum consciencia et industria, sufficiencia et legalitate plenam in Domino gerimus fiduciam, potestatem nostram huiusmodi nobis secretam inquirendi, pugniendi ac corrigendi quamque crimina heretica siue apostatica in omnibus et singulis religiosis hactenus professis monasteriorum prefacti Ordinis Santi Hieronimi dictorum regnorum transferentes; ac vos et quemlibet vestrum in solidis ad premissa subdelegamus, substituimus commictentes vices nostras donec eas ad nos duxerimus reuocandas. Et si super premissis nos in aliquo procedere contingat, de quo nobis potestatem omnimodam reseruamus, non intendimus propterea comissionem nostram huiusmodi in aliquo reuocare, nisi de reuocatione ipsa specialem et spressam fecerimus mentionem. In quorum omnium et singulorum fidem et testimonium premissorum presentes litteras nomine nostro roboratas et per notarium publicum infra scriptum signatas et subscriptas sigillique nostri impressione comunitas, vobis duximus concedendas, subdelegandas et comictendas. Datis et actis Cordube intra domum nostre habitacionis, anno a natiuitate Domini mº ccccº lxxxvº, inditione tercia, die uero quinta mensis iullii, pontificatus sanctissimi in Christo, patris et domini nostri, domini Innocentii diuina prouidentia pape octaui anno primo. Presentibus ibidem venerabilibus et discretis viris dominis Ferdinando Yanez de Lobon, in Legibus licentiato, et Iohane de Çarate, scriba Regis ac familiari nostro, testibus ad premissa vocatis specialiter et rogatis.37 Frater Thomas, prior et inquisitor generalis. (fot. P8) Et ego, Antonius Santii de Corduba, clericus Cordubensis, publicus apostolica et imperiali auctoritatibus notarius, quia premisis omnibus et singulis supradictis, dum sic, ut premititur per prefactum reuerendum dominum Priorem agerentur, dicerentur et fierent, vna cum prenominatis testibus interfui eaque omnia et singula sic fieri, vidi et extraxi et publicaui signoque et nomine maneris solitis et consuetis vna cum nominis dicti reuerendi domini Prioris subscriptione et eius sigilli impressione, subsignaui et corroboraui in fidem et testimonium omnium et singulorum premissorum, rogatus et requisitus. Ne derelinquas me, Domine. Antonius de Corduba, appostolicus notarius. Et ego, frater Didacus de Eçija, confessor deputatus in monasterio Sancte Marie de Guadalupe, Toletane diocesis, ac notarius sanctissime Inquisiçionis, de precepto reuerendi patris nostri prioris, fratris Nunii de Areualo, hunc presentem transumptum, fideliter scriptum et correctum, meo nomine roboraui in fidem et testimonium omnium et singulorum premissorum iiiº kalendas marcii anno a natiuitate Domini mº ccccº lxxxº viº. Frater Didacus de Eçija. (Firma autógrafa.)

22.- Se refiere aquí el Papa al decreto de los Reyes Católicos dado en Medina del Campo el 27 de septiembre de 1480. Véase B. Llorca, Bulario…, pp. 54-55; y G. Martínez, Bulario…, pp. 81-82. 23.- Referencia a la bula Exigit sincerae devotionis, de 1-xi-1478, de fundación de la Inquisición española. 24.- B. Llorca, Bulario…, p. 65; y G. Martínez, Bulario…, p. 92, añaden litteras, tal como se lee en la bula original. 25.- Como dijimos en la introducción, se refiere a una bula de 31 de enero de 1482 no conservada. 26.- En el ms., dispositione. 27.- El escriba olvidó poner secte, por lo que entre huic y pestifere hizo dos signos como ^, uno sobre otro, que remiten al margen izquierdo, donde se encuentra secte. 28.- En el ms., conuersationis. 29.- En el ms., et fide et caritate. B. Llorca, Bulario…, p. 65, y G. Martínez, Bulario…, p. 94, traen et fidei caritate, tal como se lee en la bula original. 30.- B. Llorca, Bulario…, p. 65, lo denomina “Ambrosi de Sancto Cipriano”; y en p. 66, n. 47, “Ambrosio de San Cebrián”. G. Martínez, Bulario…, p. 95, también lo llama “Ambrosio de San Cebrián”. 31.- Fray Alfonso de San Cebrián era desde 1475 vicario de la Congregación dominicana de la Observancia y fue reelegido en el mismo cargo en 1479. 32.- B. Llorca, Bulario…, p. 66, y G. Martínez, Bulario…, p. 94, traen exinde, tal como se lee en la bula original. 33.- Ibídem, traen uberes, tal como se lee en la bula original. 34.- En el ms., iusta. 35.- A veces, la Curia romana seguía el estilo de la Encarnación o Anunciación (anno incarnationis Domini) en su variante florentina del principio de año, según el cual este comenzaba el 25 de marzo. Por tanto, para nosotros esta fecha es el lunes 11 de febrero de 1482. 36.- Para la redacción de este párrafo, Torquemada se sirve de parte del texto de la citada bula de Sixto iv de 1 de noviembre de 1478, aprovechando el paralelismo de las situaciones: «Sane pro parte vestra Nobis nuper exhibita petitio continebat, quod in diversis civitatibus, terris et locis regnorum Hispaniarum ditionis vestrae sinati sunt quamplurimi, qui sacro baptismatum lavacro in Christo regenerati, non tamen ad id precise coacti, pro christianis aparentia se gerentes, ad ritus et mores Iudeorum transire vel reddire et iudaicae superstitionis ac perfidiae docmata et praecepta servare, et a veritate ortodoxae fidei, cultu illiusque articulorum credulitate recedere…» Véase B. Llorca, Bulario…, pp. 51-52; y G. Martínez, Bulario…, p. 74. 37.- Como dijimos antes, este es el lugar donde el copista enmendó el olvido del nombre de uno de los inquisidores.

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El trono de la Virgen de Guadalupe de la ciudad de Sucre Blanca N. Torres Martínez Investigadora, Sucre (Bolivia)

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oy a hablar sobre la obra más hermosa de platería que se conserva en nuestra ciudad, obra del tiempo de la colonia dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. Para explicar dicho trono tenemos que empezar reconociendo a nuestros artesanos precolombinos, que fueron artífices en la materia.

El arte precolombino de los metales en el Nuevo Mundo y su influencia europea Las creencias precolombinas eran que el oro representaba al dios Sol y la plata a la diosa Luna. Prueba de ello es el mensaje que utilizaban en sus templos y sus casas, como aquel inventario hecho para llevar piezas a España que dice: «Memoria de las cosas y piezas, tanto de oro como de plata, que se lleva al Viejo Mundo para obsequio a su Majestad el rey. Primeramente, veinticuatro vasijas hechas a modo de tinajas de España, que contenía cada una de ellas siete cubos y medio cada uno de agua, y todavía, más o menos, del esplen-

Cerro de Potosí, grabado de la Crónica del Perú, de Pedro Cieza de León, 1556

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dor de medio dedo y parece que hay gran cantidad de oro en su hechura; trece planchas y pletinas de oro tan grandes como pequeños del mismo espesor ya dicho, que usan para adornar sus puertas y algunos bancos, sus pequeños platos de oro, para servir en la mesa; dos grandes platos de oro, uno grande de oro, veinticuatro platos con orejas de fino oro, veinticinco camisas bordadas con oro y plata y con plumas a lo modo del país». Llevan, además, cuarenta y ocho vasijas de plata, que ellos llaman tinajas, conteniendo cada una siete cubos y medio de agua del espesor de medio dedo, de manera que un mulo estaría bien cargado llevando dos de estas vasijas; cincuenta platos pequeños de plata para servir a la mesa. (cf. Nouvelles certines de isles de Perú, Lyon 1534).»

Se cuenta que fue un llamero, en la fogata que encendió para calentarse, quien descubrió la plata fundida en el cerro de Potosí. Del cerro se extrajo la fabulosa cantidad de 3.700 millones de pesos. El uso que se hizo

de este metal durante siglos hizo que se conformaran numerosos gremios de maestros plateros que llegaron de España y del resto de Europa. Protegidos legalmente con privilegios que no gozaban otros gremios, los plateros constituyeron agrupaciones de elevada jerarquía; pues sostenían, por derecho reconocido y cuenta propia, cofradías y capillas particulares en templos, derecho de enterramiento en lugar sagrado y hasta cuerpo de milicias. Algunos de sus maestros mayores alcanzaron el alto honor de ser miembros de la Guardia de Alabarderos del Rey, plazas que solían estar reservadas a la nobleza. Tanto en Lima como en La Paz, ciudades coloniales, existían calles con nombres de los plateros, lo mismo que en La Plata, cuya calle de la Compañía de Jesús fue también conocida como la calle de los Plateros. Las técnicas utilizadas por los precolombinos fue asombro de los europeos. Se dice que Benvenutto Cellini, orfebre italiano, curioso de conocer estas técnicas decidió viajar al Nuevo Mundo, llegando a México, pero no logró adquirirlas porque, lamentablemente, eran un secreto de los nativos, y volvió desilusionado. Había aleaciones de oro y plata que sólo el indígena conocía. Es sabido que nuestros plateros precolombinos podían manejar la fundición de la plata y el oro con técnicas mucho más avanzadas que en España, las mismas que se perdieron al ser impuestas las traídas por ellos. Después del Barroco, la platería sufrió un cambio en el siglo XVIII; imponiéndose la moda sevillana y el gusto francés en la porciones elegantes, la decoración floral, los vegetales abullonados… Los italianos acentuaron el neoclasicismo a finales del XIX, luego el estilo imperio de la corte napoleónica. En cuanto a los elementos decorativos, insertaron su simbología rica y prolífera, creando un nuevo estilo mestizo, mezcla de lo nativo y lo traído por los conquistadores. Prueba de ello es la hermosa urna de la que nos ocuparemos posteriormente.

SUCRE (Bolivia). Fachada de la capilla de la Virgen de Guadalupe, junto a la catedral

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scriptoriumguadalupense / 27 –Grabado: Consiste Las técnicas en trazar, sobre la puliEl oro y la plata necesida superficie del objeto, tan aleación para ser más diseños y lineados de fuertes y poder ser trabadiverso grosor y projados. Las proporciones fundidad, pero nunca de estas aleaciones deteracentuándolos de modo minan la ley del metal, que que pudieran parecer es el quilate, en el caso del rechazados o rehundioro, y la décima, en el de la dos. En la actualidad se plata. Así, tratándose de la hace mediante ácidos última, las nueve décimas corrosivos rebajados indican que nueve partes con agua, pero antiguason de plata y una de cobre mente se hacía mediano zinc. La platería, como su te buril. Es una técnica nombre indica, es el trabajo difícil que requiere doque se realiza en este metal. minio y seguridad en la Se trabaja en caliente pues mano y manejo de las es más flexible, en cambio herramientas con difeal enfriarse se endurece y rentes clases de puntas. se torna quebradizo. Obtenidas las láminas de igual –Rechazado: Técgrosor a golpe de martillo, nica híbrida de las dos existen no pocas técnicas anteriores; se golpea de orfebrería: alambrado, de fuera hacia dentro bruñido, burilado, calaobteniéndose el nedo, cincelado, esmaltado, SUCRE (Bolivia). Procesión de la Virgen de Guadalupe en su trono y andas de plata gativo del repujado y filigrana, grabado, incrusse complementan los tado, peinado, rechazado, rehun- efectos poco profundos del cincelado. El efecto es de bajorrelieve. dido, repujado, trenzado y unido. –Repujado: mediante el cual se obtienen efectos de relieve, golpeando Las utilizadas en nuestro medio por el reverso de la superficie a fin de levantar protuberancias, cuyos person éstas: files se completan luego afinándolas a cincel en el lado exterior. –Calado: Es el contorneado de –Unido: Es el trabajo de unir mediante soldadura las partes o detalles las figuras en la lámina mediante el que se trabajan separadamente. perforado. Estas técnicas han sido utilizadas para realizar muchos objetos de arte –Cincelado: Es el trabajo exter- existentes en el Museo Catedralicio y en la capilla de la Virgen de Guadano que se realiza con cincel, ob- lupe, de nuestra ciudad de Sucre, capital de la República de Bolivia. teniéndose figuras de acabado que no pueden lograse en el repujado. El autor del trono de la Virgen Las muchas piezas que se conservan en el museo y catedral metropoli–Esmaltado: Consiste en colotana de Sucre, así como en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, se rear a fuego con esmaltes minerales que combinen con la ornamenta- pueden ver cada año en el mes de septiembre, cuando se la saca de su urna ción. Se utilizó en la Edad Media, en de seguridad para rendirle culto con sus salves y las coplas cantadas por el la platería hispano-morisca y en la pueblo. Dicho trono se podía ver en su integridad, provocando la admiración renacentista. Las que aparecen en de los artesanos del tiempo de la colonia. Nuestra ciudad de La Plata y la de el Perú son anteriores al siglo XVIII. Potosí han sido ciudades privilegiadas en este aspecto, pues en ellas no sólo –Filigrana. Consiste en estirar se dedicaban los artesanos a hacer trabajos de platería para la Iglesia y para el la plata en finísimos hilos, con lo menaje civil de las casas de la gente acomodada, sino también para los trajes que se logra un entrecruzamiento de fiesta extraordinarios del hombre del campo; recordemos al respecto las de efectos calados y se obtiene una famosas libreas que usaban los de la zona de Potolo, en el departamento de sensación visual más cercana al Chuquisaca. El primer documento que he usado en esta investigación se halla en el encaje que a la de una superficie Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, y me lo facilitó el entonces direcmetálica.

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scriptoriumguadalupense dijo que este testigo conoce muy bien al dicho Roque Gutiérrez y, hará el tiempo que refiere el pedimento, lo ha visto siempre trabajar como tal maestro, con tienda pública de platería, haciendo de él todos los de esta ciudad gran confianza por lo limpio que ha procedido en el dicho su oficio, despachando en él diferentes obras, así mayores como menores, según el dicho arte, con gran crédito y a satisfacción de sus dueños. Y en diferentes obras que este testigo le ha entregado, de arte mayor, como ha sido el trono de Nuestra Señora de Guadalupe y otras, por hallarse solo se ha valido siempre de dicho Roque Gutiérrez, como de buen oficial y maestro y de orden de la Real Justicia, para que en la tienda de este testigo maestrase como tal maestro, siempre a satisfacción y contento de sus dueños que le ha encargado y de la laya que se las han pedido, como hoy lo está haciendo en la tienda pública de maestro platero que tiene el dicho Roque Gutiérrez en la calle de la Compañía de Jesús de esta ciudad y frontero a ella, con el crédito y aplauso que lleva dicho, así de los señores y demás personas de esta ciudad, que como a buen oficial y maestro le han encargado diferentes obras, como es público y notorio en esta ciudad, como lleva dicho este testigo. Lo cual es la verdad, so cargo del juramento que hecho tiene, en que se afirma y ratifica. Y es de edad de sesenta y ocho años, poco más o menos, y de las generales de la ley dijo que no le tocas. Y lo firmó con el dicho alcalde etc.»

SUCRE (Bolivia), Virgen de Guadalupe

tor de este repositorio, Dr. Joseph Barnadas. Es de principios del siglo XVIII y dice a la letra: «Información del testigo don Juan Luí de Uscamaita. En la ciudad de La Plata, a diecisiete días del mes de diciembre de mil setecientos y cuatro años, Roque Gutiérrez, para información que ofrece presentó por testigo ante el sargento mayor don Pedro de Oña Palacio y Hazaña, alcalde ordinario de esta ciudad, a un indio que, por interpretación de Francisco Navarrete y Blas de Herrera, intérpretes, dijo llamarse don Juan Luí de Uscamaita, maestro platero, natural de esta ciudad, de la parroquia de san Sebastián, ladino en la lengua española, del cual se recibió juramento y lo dio por Dios nuestro Señor y una señal de la Cruz, según de derecho y, so cargo de él, prometió de decir la verdad y, siendo preguntado al tenor del pedimento,

El segundo documento sobre las andas o trono de la Virgen de Guadalupe forma parte de otra petición de título de maestro platero, y es la obligación del propio Roque Gutiérrez a favor del capitán don Luis Tufiño, que a la letra dice: «Sepan cuantos esta escritura vieren cómo yo, Roque Gutiérrez maestro platero de esta ciudad de La Plata, otorgo y conozco y prometo y me obligo de acabar las andas de Nuestra Señora de Guadalupe y el espaldar de dichas andas y los dos lados de la peana de la mesa de abajo, y para ello recibí la plata de piña necesaria que consta de su recibo a que se remite. Y los cuales marcos de piña le han de entregar, para la dicha obra referida, los capitanes don Luis Tufiño y don Joseph Giradles, mercaderes de esta ciudad; los cuales dichos marcos de piña constarán de recibo del otorgante. La cual obra del espaldar ha de ser, como lo demás del arco, de relieve, y, por cada marco de los que tuviere dicho espaldar y pie, le han de pagar los dichos don Juan Tufiño y José Giradles a veinte reales; y, de no entregar la dicha obra para su fiesta de este año en que estamos y a fin de agosto, es condición y pena que se pone al otorgante que se le ha de pagar el dicho marco de piña labrada a diez reales. Y al cumplimiento de lo referido obligo mi persona y bienes, habidos y por haber; para la ejecución doy poder cumplido a las Justicias y jueces de su majestad, de todas y cualquier parte y lugares […]; en testimonio de lo cual la otorgué en la ciudad de La Plata, en cinco días del mes de junio de mil setecientos y cinco años, etc.»

Como conclusión decimos que Juan Luis de Uscamaita pudo haber sido el que firmó el contrato como primer platero del trono. Y que el segundo contrato para acabar el trono de la Virgen de Guadalupe se firmó con Roque Gutiérrez de Herrera. Falta investigar si existió o no otro contrato de Uscamaita con Roque para realizar el trono del que no ocupamos.

1.- [Nota del E.]. La documentación a que se hace referencia son los Autos seguidos ante el alcalde ordinario de la ciudad de La Plata, alférez real Pedro de Oña Palacio y Hazaña, y el Cabildo Justicia y Regimiento, por el escribano público y del cabildo, Diego de La Torre, el Viejo, a petición del platero Roque Gutiérrez de Herrera, el cual pide y suplica, el 16 de diciembre de 1704, se le dé título de Maestro Mayor de Platero. El Auto consta de estos elementos: [f. 1] Informe y petición de Roque Rodríguez; [f. 1vto] Diligencia del alcalde ordinario y citación del procurador general Agustín Gómez; [f. 1vto-2] Testimonio del indio platero Juan Luí de Uscamaita; [f. 2vto-3] Testimonio de Nicolás de Herrera, maestro platero; [f. 3-3vto] Testimonio de Lucas de Silva, vecino y mercader de La Plata; [f. 4] Traslado del Auto al procurador general; [f. 4vto] Dictamen favorable y decreto del procurador general, dado el 3 de enero de 1705. [f. 5-5vto] Envío del Auto al Cabildo y dictamen favorable de éste, dado el 12 de enero de 1705. Por razones de espacio e interés para el asunto de la autoría del trono, sólo se publica el testimonio del indio platero. 2.- Lo cual confirma el testigo Lucas de Silva, mercader de La Plata: «… Como también haber visto al dicho Roque Gutiérrez maestrar en otras tiendas, como lo hizo en la de don Juan Lui de Uscamaita, maestro en dicho arte, de crédito, por no haber otro de quien poderse valer el susodicho de unas obras que tuvo de arte mayor».

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GANDÍA (Valencia). Entrada al palacio ducal de los Borja (s. XIV-XVIII)

Nuestros museos, en Gandía La Comisión Episcopal para el Patrimonio cultural, que preside el obispo D. Jesús García Burillo, ha celebrado del 25 al 27 de marzo pasado, las VII Jornadas de Museólogos de la Iglesia en España. El lugar designado fue el Palacio ducal de Gandía (Valencia), solar de los Borja y residencia de la Compañía de Jesús. Bajo el título «Las órdenes religiosas en los museos de la Iglesia», las Jornadas fueron presentadas por Manuel Íñiguez Ruiz-Clavijo, director del secretariado de la citada comisión episcopal hasta la fecha, y principiaron con la lección «Sentido y finalidad del museo en las Órdenes religiosas», dictada por el P. Blas Sierra de la Calle, OSA, director del museo oriental de Valladolid. En los días sucesivos se leyeron las ponencias «Los Jesuitas en Gandía: el Palau ducal», del jesuita José Luis Ferrer, gerente de la Fundación Palau Ducal de Gandía; «Museos carmelitanos en España», a cargo del P. Juan Dobado Fernández, OCD, director del Museo san Juan de la Cruz (Úbeda); «De lugares, libros y monjes, un patrimonio singular. El monacato benedictino y cisterciense durante la Edad Moderna en Galicia», del profesor Juan M. Monterroso Montero, decano de la Facultad de Geografía e Historia de Galicia; «La Casa de los Pisa de san Juan de Dios en Granada»,

por el Hno. Francisco Benavides Vázquez, OH, director del Archivo-Museo de san Juan de Dios. El jueves, 27 de marzo correspondió el turno a nuestra Orden. A los Museos y patrimonio franciscanos dedicaron sus ponencias María Dolores Fraga Sampedro («San Francisco de Asís y sus frailes en la devoción a los Santos Lugares: el Museo de Tierra Santa en Santiago de Compostela»), profesora de Historia del Arte de Universidad de Santiago; fray Carlos Bermejo Cabezas («La Iglesia de san Juan de los Reyes de Toledo»), guardián de dicho convento, y fray Antonio Arévalo Sánchez, guardián del Real Monasterio, quien hizo una amplia exposición de la devoción e historia de esta Casa, su restauración a partir de 1908 y la riqueza que atesoran sus tres museos (telas bordadas, libros miniados y bellas artes), la sacristía, el relicario y camarín de Nuestra Señora. Antes de la intervención de nuestro hermano, D. Francisco Tejada Vizuete, presidente de la Asociación de Museólogos de la Iglesia en España y excelente amigo de la comunidad franciscana —recientemente fallecido—, tuvo unas palabras de encomio y reconocimiento hacia la obra de la Orden en Guadalupe.

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Guadalupe en la pintura de Isaías Díaz Gómez El Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz abrió, de septiembre a diciembre del año pasado, una exposición del pintor Isaías Díaz Gómez (18981989), natural de Romangordo (Cáceres) aunque trasladado a Madrid a los 15 años de edad. Se trata de la muestra más completa —la primera y única que se hace en Extremadura—de este autor, al reunir 149 obras de pincel (óleo sobre lienzo, tabla, monotipos y azulejo) y 116 dibujos a plumilla y lápiz. Gracias al tesón de sus herederos y a la generosidad de la Diputación provincial que preside don Valentín Cortés Cabanillas, se realiza la muestra y se adquirieron obras para el citado museo. Contemporáneo de Timoteo Pérez Rubio, Godofredo Ortega Muñoz, Bonifacio Lázaro y José Gordillo Sánchez, Isaías fue dos años discípulo de Daniel Vázquez Díaz (del que no aprendió gran cosa, según nota autobiográfica); frecuenta el retrato, los paisajes, el bodegón y la tauromaquia. Unas veces adscrito al cubismo otras al realismo, forma parte de esa pléyade de pintores independientes de segunda fila que se mantienen al calor de las vanguardias madrileñas republicanas. Entre sus obras destacamos Las asturianas (1934), Bodegón de la mandolina (Valencia 1928), Retrato de Félix (1933), El parado o desempleo (1977).

El pintor cacereño Isaías Díaz Gómez (1898-1989)

Traer aquí al autor no tiene otro motivo que haber visto en el catálogo de su obra varios lienzos dedicados a la puebla de Guadalupe. El primero es Cerámica y flo-

VALENCIA. La fuente de los tres caños [Fuente de los Tres Chorros], 1976

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La diócesis Cauriense celebrará un Sínodo

VALENCIA. Calle de Guadalupe [Arco del Chorro Gordo], 1976

res (óleo sobre lienzo 81 x 65cm., 1957) en el que creemos ver una imagen de la Virgen de Guadalupe; en Las Villuercas (óleo sobre lienzo 46 x 61cm. 1976) aparece una magnífica representación de la cilla monástica y las montañas, vistas desde una ventana del claustro gótico; en La España negra (óleo sobre lienzo 42 x 52., 1976) el pintor copia (sin mucho acierto) nuestro Goya y su Confesión en la cárcel. Al callejero dedicó Isaías Díaz: La fuente de los tres caños, (óleo sobre lienzo 46 x 61cm., 1976); Calle de Guadalupe (óleo sobre lienzo 46 x 55cm.,1976), La calle de los palos (óleo sobre lienzo 46 x 61cm., 1976) y Calle de los troncos (óleo sobre lienzo 46 x 61cm., 1976), que reproduce la calle de las Eras o de Ruperto Cordero, aún sin el florido adorno que ahora tiene.

MADRID. Cerámica y flores, 1957

D. Francisco Cerro Chaves, OFS, obispo de Coria-Cáceres

D. Francisco Cerro Chaves, obispo de Coria-Cáceres, ha convocado un Sínodo diocesano «que buscará analizar la situación de nuestro pueblo para percibir en ella las llamadas que Dios nos hace». El anuncio se realizó al concluir la celebración de la Misa Crismal, el miércoles 16 de abril, en la catedral de Coria. D. Diego Zambrano López, secretario canciller de la Diócesis, dio lectura al decreto de anuncio y convocatoria del Sínodo, dando comienzo a su andadura. Éste será el XIV Sínodo de la Diócesis de Coria-Cáceres. Tendrá como finalidad «renovar nuestra Iglesia Diocesana, fortalecer la fe y la vida cristiana de sus miembros y buscar las formas más adecuadas para el anuncio del Evangelio en las circunstancias actuales de nuestra diócesis», desde «una acción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en cauce adecuado para la evangelización del mundo actual, más que para la autopreservación». El prelado pide en el decreto la colaboración de todos los fieles: «Somos conscientes de que todo sínodo diocesano es un ejercicio especial de nuestro ministerio episcopal. Es el obispo diocesano a quien corresponde convocarlo y presidirlo, pero este nuestro ejercicio pastoral quedaría infecundo sin la ayuda de la corresponsabilidad jerárquica de nuestros diocesanos; entre todos nosotros: pastores, religiosos, religiosas y laicos, existe una conexión que llamamos comunión eclesial. El sínodo ha de ser la respuesta de todos los fieles diocesanos para que ayuden a su obispo en su acción pastoral, en este momento concreto de la historia».

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El obispo de Plasencia preside una peregrinación de jóvenes Inspirado en el lema «Se levantó y se puso en camino» (Lucas 1,39), el Secretariado de Pastoral Juvenil de la diócesis de Plasencia ha traído caminando a Guadalupe, los días 30 de abril, 1 y 2 de mayo, a un grupo de jóvenes de distintas parroquias de la diócesis. La peregrinación, con la se quiso empezar el mes de mayo dedicado a la Virgen en plena pascua de Resurrección, tuvo una parte de caminata y otra de encuentro, catequesis y celebración de la fe. La ruta se hizo dos etapas: de Logrosán a Cañamero y de Cañamero a Guadalupe. Los jóvenes llegaron al Santuario de la Patrona desde el barrio de Abajo, desembocadura de los caminos del Sur, entrando por sus calles con entusiasmo, al son de los cantos que despertaron el interés y la expectación de todos los turistas y vecinos de la villa. En el atrio de la Basílica fueron acogidos por su obispo, don Amadeo Rodríguez Magro, con quien entraron para celebrar la Eucaristía y hacer la consagración a la Nuestra Señora en el camarín de la Virgen negra. Don Amadeo se deshizo en atenciones con ellos, animándoles en el camino de la fe y en el testimonio de vida. El Secretariado les hizo, finalmente, una invitación insistente a participar en las actividades de verano dirigidas a ellos, un campamento en Asturias y la peregrinación de jóvenes y familias a Roma. La diócesis de Plasencia, tras el año de la fe, dedica el año 2014 a la misión, como concreción del plan pastoral 2011-2014 (“Id y anunciad el evangelio”) y en continuidad con el X Sínodo Diocesa-

no. «Todos discípulos, todos misioneros», es el clamor reiterado del obispo y de los agentes de pastoral. En la carta pastoral Del año de la fe al año de la misión. Cada parroquia una misión, cada cristiano un misionero, del 15 de octubre de 2013, ya quedó esbozada la tarea misionera: «En la misión que vamos a iniciar todo se ha de hacer con la intención de llegar al corazón de los hombres y mujeres a los que nos dirigimos para el anuncio del Evangelio. Lo que más nos va a garantizar que lleguemos al corazón de la gente es partir del único Corazón que abre las puertas más resistentes del alma humana. Pero también nosotros hemos de utilizar en la mediación que nos corresponde nuestras propias herramientas, sobre todo un lenguaje que sea inteligible y significativo. Se puede decir que en la evangelización es esencial caminar con fidelidad a Dios y fidelidad al hombre».

D. Amadeo, obispo de Plasencia, recibe en Guadalupe a los jóvenes peregrinos de su diócesis

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Música y tradiciones de Guadalupe

Ritos de Pascua Enrique Cordero Cordero Profesor y músico

«Oh, clavos, que traspasáis, aquellas plantas supremas, que al cielo y todas las cosas dieron ser y la conservan». (Copla popular)

Trascurrida la cuarentena de austeridad y penitencia, llega la Semana Santa. Comienza el domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. La fecha de celebración es variable (entre marzo y abril, dependiendo del calendario lunar). La Cuaresma finaliza el Jueves Santo. En estos días hay diferentes muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las procesiones y representaciones de la Pasión. Si nos trasladáramos medio siglo o más atrás, al Guadalupe en período cuaresmal, nos encontraríamos con estas pequeñas pinceladas que Teresa Leza, María García y Petra Cordero me han ayudado a configurar este retrato. «En Guadalupe, la Cuaresma, una vez que llegaba el miércoles de Ceniza, los bailes estaban prohibidos hasta el Domingo de Resurrección, y se respetaba mucho el no comer carne cada viernes durante todo este tiempo; hasta el viernes de la octava de Pascua. Algunas personas se saltaban esta norma pagando lo que llamaban una «bula» o permiso que te concedía la iglesia. Pero este permiso estaba reservado a muy pocas familias y el pueblo respetaba una tradición muy antigua enraizada con la tradición hebrea y como un precepto más de cualquier religión. Los viernes se comía potaje o guiso a

Schola cantorum y tiples de Guadalupe, en “El pequeño ruiseñor” (1956)

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base de acelgas, achicorias y garbanzos, tortilla de patatas y bacalao frito o con tomate. También se preparaban dulces para los días grandes de la Semana Santa. Estos dulces eran las roscas fritas y sobre todo los retorcíos con miel. La harina, el huevo, el azúcar (mucho menos asequible), el huevo y la miel. Algunas familias hacían los “bollos de a minuto “ que consistían en una especie de bollo con la forma del cubilete de las madalenas y la masa de éstas. De Ramos… Cada lunes y miércoles había Viacrucis alrededor del interior de la iglesia y los viernes se cantaba el Miserere por el grupo de los Coristas que había en el Monasterio. Estos cantos invitaban a la piedad y el recogimiento y forman desde antaño parte del repertorio de cantos del latín antiguo. El domingo anterior al domingo de Ramos, popularmente llamado el Domingo de Lázaro, aparecían los altares de san Pedro y Santiago y el retablo mayor de la iglesia cubiertos con unas cortinas moradas, que la noche anterior habían dispuesto los sacristanes como preparación de los días venideros. Estas cortinas son las que actualmente ponen detrás del Monumento. El viernes de Dolores, muy celebrado en La Calera, se hacía un Viacrucis pero por las naves de la basílica.


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Y al llegar el domingo de Ramos, los fieles se concentraban en la puerta del Ayuntamiento (el antiguo estaba en lo que hoy es la Oficina de Turismo) y después, tras el ensanche que supuso la avenida de don Blas Pérez (gran benefactor de Guadalupe), en el edificio que hasta hace unos años hemos tenido como Casa Consistorial. Desde aquí se procesionaba a la iglesia y se hacía una misa solemne, cantada por los Coristas y la escolanía del Monasterio, acompañados por el órgano monumental que esta iglesia tiene. El jueves Santo se celebraban los Santos Oficios por la mañana y era costumbre que, antes de dicha ceremonia, muchos hombres se confesasen. Al finalizar, se trasladaba el santísimo al Monumento, dispuesto en el Relicario o capilla de san José, realizándose guardias por las distintas Asociaciones Religiosas del pueblo (Terciarias, Hijas de María, Corazón de Jesús…) toda la tarde del jueves y parte de la noche al viernes, pues la iglesia permanecía abierta para esta adoración. La tarde del jueves Santo, sobre las cinco o cinco y media había una procesión con capiruchos que acompañaban a la antigua Dolorosa y al Nazareno. A las ocho y media más o menos, los frailes cantaban unos salmos propios de este día, y se hacían las Tinieblas. Consistían éstas en que, al apagar cada brazo del tenebrario del coro, cada fraile hacía ruido golpeando la silla donde estaba sentado en señal de estremecimiento ante la muerte del Señor, y los niños, desde los bancos de la iglesia, golpeaban también con unas piedras que traían de la calle.

El coro de Guadalupe en la película “El pequeño ruiseñor”

El Viernes Santo por la mañana se procesionaba de nuevo con la Dolorosa y el Nazareno, procesión trasladada hace uno años, y se decía el sermón de la bofetá; al mediodía había Santos Oficios de la Pasión y por la tarde Vía Crucis hasta la Cruz de las Eras. El sábado de Gloria por la mañana se corrían las cortinas y la gente aplaudía y lanzaba vivas a la Virgen por estos días de ocultación. Después se celebraba la Vigilia Pascual y al terminar era costumbre que cada vecino provisto de un cantarino de cobre, recogiera agua bendita de la pila bautismal habilitada para tal efecto. Este agua servía para bendecir los campos y las casas. También era tradición, que se sigue haciendo, de conservar palmas y ramos de olivos de la procesión de los Ramos. … A Pascua La pascua de Resurrección es, como el nombre indica un paso de la muerte a la vida. Es la ansiada primavera, llena de luz, de color y vida, en la que en muchos lugares de España se celebran romerías, encierros taurinos, representaciones de gozo que el pueblo ha ido asimilando y sentido desde su ser cristiano. El Domingo de Resurrección se hacía en Guadalupe misa solemne por la mañana, y los cines y los bailes volvían a abrirse al público, y este día era un día de estreno de alguna ropa nueva y en el cine de alguna película relevante o de moda. De la iglesia salía una procesión con la custodia alrededor de la plaza. Las mozas volvían a pasear hasta el Aljibe y parece que el miedo al qué dirán se desvanecía con las penitencias pasadas. Pero también se decía la siguiente copla sobre Cristo con la cual acabo este ciclo anual de tradiciones guadalupeñas: «El Domingo de Lázaro, matamos un pájaro/ el Domingo de Ramos, lo pelamos/ el Domingo de Pascua, lo echamos en las ascuas/ y el domingo de Quasimodo, nos lo comimos todos».

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Breviario

u Francisco Tejada Vizuete Con grave impresión tuvimos tardía noticia de la muerte de nuestro admirado amigo y colaborador D. Francisco Tejada Vizuete, que acaeció en Badajoz, el viernes 16 de mayo a los 73 años, víctima de un cáncer. Las exequias, presididas por D. Santiago García Aracil, arzobispo de Mérida-Badajoz, tuvieron lugar, a las 12 del mediodía del domingo 18, en la parroquial de Granja de Torrehermosa (Badajoz), lugar donde había nacido el 10 de junio de 1940.

De vasta formación humanística, Tejada Vizuete fue ordenado presbítero en Badajoz el 29 de junio de 1967; era licenciado en Teología, doctor en la especialidad de Historia del Arte; académico censor de la Real Academia de Extremadura, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando, censor de la Real Academia de Extremadura, director de la Asociación de Museólogos de la Iglesia en España y canónigo emérito. Entre los cargos y servicios que, con gran eficacia y sabiduría, prestó a su diócesis están los de profesor, secretario general y director del Centro Superior de Estudios Teológicos de Badajoz (teniendo a su cargo, hasta el año 2000, las asignaturas de Metafísica e Historia de la Filosofía Moderna, Historia de la Cultura, Patrimonio Cultural de la Iglesia y Arte Sacro) y pro-

fesor de Ética en la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Almendralejo hasta el año 2000; delegado episcopal de Patrimonio Cultural, delegado de Enseñanza y de Misiones y director del Secretariado de Patrimonio Histórico-artístico de la archidiócesis y de la Catedral Metropolitana de Badajoz, director del Museo Catedralicio y de la revista de teología y humanidades Pax et Emerita, que edita la archidiócesis. Escritor elegante e infatigable trabajador, tiene publicadas decenas de libros sobre historia y patrimonio en Extremadura. Su última gran aportación fue la edición, minuciosamente anotada, de la Historia eclesiástica de la ciudad y obispado de Badajoz, del documentalista Juan Solano de Figueroa (1610-1684), editada por la Diputación de Badajoz y presentada el año 2013 por estas fechas. Brillante y sólida edición que, gracias a una subvención de la Diputación pacense, le llevó años de investigación en el Archivo Secreto Vaticano y mucha satisfacción, como nos confesó recientemente viajando en tren de Gandía a Valencia. Pregonero de esta morada querida en 1992 y Comisario de la magna exposición Caminos de Guadalupe. Guadalupe en Madrid (2007), en la capilla del palacio real y en los monasterios madrileños de la Encarnación y las Descalzas Reales, Tejada Vizuete deja al Real Monasterio de Guadalupe interesantes artículos y dos obras de gran calado: El camarín de Guadalupe: historia y esplendor (Arganda del Rey, 1996), escrito al alimón con el P. Sebastián García, y Plata, bronce y otras muestras de artes aplicadas (Mérida 2007). Nuestra tristeza sea gozo para el amigo ausente, al contemplar cara a cara la fuente de la Hermosura, el hontanar de la Belleza que

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buscó apasionadamente mientras caminaba entre nosotros.

u Fray Manuel D. Buiza, ofm El pasado 5 de abril, en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres, abarrotado de público, nuestro hermano fray Manuel D. Buiza (Villafranca de los Barros, 1967) pronunció el pregón de la Semana Santa, invitado por la Unión de Cofradías de la ciudad. Buiza residió en Cáceres durante catorce años, fue guardián del convento Santa María de los Ángeles, en calle Margallo, profesor del colegio san Antonio, rector del seminario franciscano y responsable de la Pastoral Juvenil y Vocacional hasta su marcha a Sevilla en 2012, por lo que es muy conocido y querido en Cáceres. Presentado por Fernando García Montoto, director Médico del Hospital San Pedro de Alcántara, y antiguo alumno del San Antonio, fray Manuel pronunció un pregón «atípico» —según algunos comentaristas—, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos del público, cargado de simbolismos y referencias a la Orden franciscana, que había morado en aquel lugar del durante más de dos siglos. El acto congregó a representantes de hermandades y autoridades civiles y religiosas; entre ellas destacaban el obispo Francisco Cerro Chaves, la alcaldesa Elena Nevado del campo, el vicepresidente de la Diputación, Emilio Borrega, y el presidente de la Unión de Cofradías, José Manuel Martín Cisneros. Cerró el acto la actuación de la Coral Santa María de la Montaña.


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Crónica de la Puebla Antonio Ramiro Chico

El fuerte descenso de la natalidad (11 niños en el año 2013), unido a la constante marcha de nuestros jóvenes a las ciudades, hace que cada mes de mayo, llamado popularmente mes de María, haya cada vez menos niños que lleven flores a porfía; por lo que nuestro párroco, fray Jesús, ha invitado no sólo a las asociaciones, sino también a los barrios a que cada tarde acudan hasta las plantas de Nuestra Señora de Guadalupe para depositar ante ella la fragancia y el amor de cada familia. Pues, como pueblo escogido, tenemos la obligación y el deber de perfumar a nuestra excelsa Madre en este mes de las flores, de la Pascua florida y granada, en este mes de María. SEMANA SANTA Al menos, por esta vez, el refranero español no acertó: «Tal como es el día de san Blas, será Semana Santa y Navidad», cosa que este año no ocurrió para goce y alegría de los guadalupenses y los miles de visitantes de nuestra Semana Mayor, dedicada este año a la figura del Greco, Doménikos Theotokópoulos (1541-1614), como homenaje del Real Monasterio, en calidad de ESPACIO GRECO 2014, en el IV Centenario de su muerte, tal como recoge el hermoso programa editado por la Comunidad Franciscana del Real Monasterio. La Cuaresma comenzó en nuestra Parroquia con los ritos propios de este tiempo litúrgico: Imposición de la ceniza, vía crucis todos los viernes, sabatina a la Virgen, tri-

Viacrucis con el Santísimo Cristo del Silencio. [Foto: Gabriel Sánchez Olmeda]

duo a Nuestra Señora de la Soledad y acto penitencial. El día 13 de abril se inició la Pasión con la Misa solemne de bendición y procesión de Ramos, que por tercer año consecutivo, salió desde el Patio de los Peregrinos hasta la Basílica. Como novedad este año, el miércoles santo, día 16 de abril, a las once de la noche, N.P. Jesús amarrado a la columna o Flagelación del Señor, escultura renacentista que durante varios siglos presidió la antigua capilla de la Disciplina, volvió a procesionar después de más de 60 años, deteniéndose en siete estaciones, en las que el párroco dio lectura al Sermón de las Siete Palabras, al que se unieron Enrique Cordero y Joaqui Baltasar con sus peculiares voces, dando así mayor realce a esta conmovedora escena pasionaria. Durante el Santísimo Triduo Pascual, que se inició el día 17 de abril, las celebraciones litúrgicas gozaron de una cuidadosa preparación con solemnes cultos, así como una nutrida participación de fieles que también quisieron acompañar las procesiones de N.P. Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores; la Santa Cruz y Sudario, de la Cofradía del Cristo Joven, el Jueves Santo. Aunque, sin lugar a dudas, es la procesión del Santo Entierro y María en su Soledad, en la noche del Viernes Santo, la que mayor afluencia de personal congrega, con la compañía de la Banda de Música de Guadalupe, que este año desfiló por el barrio de Arriba. El programa cultural, ofreció además, dos recitales de música sacra: Concierto de órgano (13 de abril), a cargo de Tomás Sánchez, organista de la Basílica, y de polifonía, a cargo de la Coral Santa María de Guadalupe.

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plazamayor / 37 RUTA ALFONSO XI Por cuarto año consecutivo, la Asociación de Senderismo “Maragatos de las Villuercas” ha organizado, el pasado día 27 de abril, con la colaboración de varias instituciones públicas y privadas, la IV Ruta de Alfonso XI, en la que se han inscrito más de ciento cuarenta personas. Con ella, dicha asociación trata de poner en valor esta ruta que une a Navezuelas y Guadalupe, de 16’5 Kms, con dificultad media, por ser una de las zonas más impresionantes del Geoparque Villuercas-IboresJara, donde Alfonso XI en 1345, cazó cuatro osos de los diez que avistaron. A su llegada a la Puebla, S.M. el Onceno, caracterizado, se une a los caminantes hasta la plaza de Santa María de Guadalupe, donde les entrega su correspondiente diploma que les acredita su andanza. LA ROMERÍA DE MIRABEL Poder subir cada 3 de mayo a Mirabel supone para los guadalupenses, además de un día de romería, reencontrarte con nuestra propia historia, como si nada hubiera cambiado desde 1492, cuando los Reyes Católicos descansaron después de la Conquista de Granada. Poder contemplar ese magnífico retablo gótico, único en Extremadura (descubierto en 1992), recogerte en silencio, junto a María Magdalena, para contemplar la unción del rostro lacerado del Santísimo Cristo de Mirabel, disfrutar de ese sorbo de agua fresca que corre por sus caños, sentarte en sus arcadas mudéjares para contemplar el cristal riente de su estanque, pasear por sus patios y oler la fragancia de sus jardines, asistir a la Misa y Procesión de estas dos imágenes sagradas para bendecir los campos, cuya naturaleza salvaje y exuberante es toda una delicia para el disfrute de nuestros sentidos y de nuestra alma. Desde 1863, los guadalupenses venimos celebrando esta romería,

Romería de la Cruz en Mirabel. [Foto: Gabriel Sánchez Olmeda]

siendo párroco el monje exclaustrado fray Benito Díaz Calero (1857-1884), de acuerdo con el Ayuntamiento y el marqués de la Romana, con el que años más tarde (1884), entabló un pleito con el fin de recuperar la titularidad de dichas capillas, aunque desde el siglo XV ya se celebraba la fiesta de Santa María Magdalena, dando de comer a todos los que iban a ella, menos a las mujeres que no se las permitía ir. Ese día, los monjes hacían vigilia y al siguiente se cantaba misa de réquiem por el alma de Martín Fernández Cerón (primer propietario), su mujer e hijos a la que acudía todo el convento. Hoy día, este recuerdo debiera ser para Joaquín Vázquez Alonso, quien rescató de la eminente ruina en 1992 este patrimonio histórico-artístico y que los guadalupenses jamás le podremos agradecer suficientemente. INVENTARIO ARCHIVO MUNICIPAL El Ayuntamiento de la Puebla y Villa de Guadalupe, siguiendo el convenio establecido entre la Junta de Extremadura y la Diputación Provincial de Cáceres en materia archivística sobre los archivos municipales y al amparo de la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura de 2005, se ha sumado al programa de organización de los fondos de los archivo mu-

Nuevo archivo municipal [Foto: Remitida]

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nicipales menores de 10.000 habitantes, cuyo objeto ha sido llevar a cabo el Inventario de los Fondos Documentales del Archivo Municipal de Guadalupe hasta el año 2010, consiguiendo la correspondiente mejora y modernización de los mismos, facilitando el acceso público de ellos en la siguiente dirección: http://www.archivosmunicipalescaceres.es:81/jopac. Según dicho catálogo o inventario el fondo contiene 1581 registros en 80 páginas, aunque los que se refieren a Guadalupe son en realidad 1530, con la signatura siguiente: 10876/ AMUGUA. Dicho fondo se ha inventariado y archivado en 1360 cajas, en las que aparecen su signatura y número correspondiente con el título general de la información que contiene, así como los años a que corresponde, digitalizándose además las Actas de las Sesiones, tanto de los plenos como de la comisión de gobierno, así como la documentación anterior a 1800. Posterior a su constitución como Ayuntamiento en 1812, el Archivo Municipal de Guadalupe debió recibir un fondo antiguo correspondiente al Monasterio, reservado actualmente en las caja 36 y 37, que comprende los años 1408-1812, bajo el título de Disposiciones recibidas, en las que se relaciona una serie de disposiciones de la época jerónima, así como la siguiente anotación: “Dicha caja (36) incluye una carpeta en pergamino en la que se relacionan una serie de documentos de los que únicamente se han encontrado dos de ellos. El resto falta, no hay constancia de ellos”. Sería bueno, que una vez hecho dicho inventario, hubiera una persona encargada del archivo, con el fin de preservar la documentación catalogada y garantizar en todo momento la seguridad de dicho patrimonio documental. TEATRO El grupo local de teatro Tomillo y Jara representó en el Centro Cultural de Guadalupe, durante los días 10 y 11 de mayo, la obra: Amor en blanco

Grupo de Teatro Tomillo y jara. [Foto: Remitida]

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y negro, del escritor y dramaturgo malagueño Julio Mathias Lacarra, divertida comedia de enredos en dos actos que sólo pretende hacer pasar un rato agradable, olvidándose de todas las moralejas y enseñanzas. La escena trascurre en una casa de citas regentada por un señor que en ocasiones mezcla el negocio con su vida personal, lo que provoca situaciones inverosímiles y sorprendentes de muy señor mío. Animamos y agradecemos a estos actores amateur que conforman este grupo de teatro guadalupense para que sigan trabajando por la cultura de nuestra Puebla, en su más pura esencia. GEOPARQUE La Red Europea de Geoparques organiza cada año a finales de mayo su Semana Europea de Geoparques, entre los que figura nuestro Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, con un extenso programa que desarrollará durante los días 23 de mayo al 1 de junio, en varias localidades que lo componen. En esta V Semana Europea del Geoparque se pretende enseñar, descubrir, disfrutar y degustar, los recursos que ofrece el Geoparque y las huellas que el paso del tiempo han ido marcando en esta peculiar y privilegiada corteza de la Tierra. El acto institucional se abrirá el día 23 de mayo en la Casa de Cultura de Guadalupe, en el que participarán las distintas autoridades invitadas, al que seguirán otras series de conferencias, rutas, talleres, visitas guiadas a los lugares más representativos del Geoparque, convivencias de los grupos educativos, rally fotográfico, seminarios para guías de geoturismo, exposiciones, rutas nocturnas, además de una amplia oferta de las empresas turísticas de la zona. Toda esta información puede consultarse en www.geoparquevilluercas.es.


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Mirando atrás El Corpus de hace 60 años «El día 12 de junio, festividad del C. Christi se celebraron solemnes actos religiosos. Comenzaron estos con la Misa de Perosi, organizándose seguidamente la procesión eucarística por las calles del pueblo. Asistían a la misma la Comunidad franciscana, autoridades locales, asociaciones religiosas y el pueblo en masa, que se sumó al acto dando una prueba patente de su acendrada religiosidad. Las calles del recorrido fueron adornadas con singular delicadeza. Colchas antiguas, flores naturales y el tapizado de romero en flor contrastando vivamente con el tipismo daban un fondo especial de luz y colorido al acto majestuoso que se celebraba. La Schola Cantorum del monasterio, bajo la dirección del padre Bonilla, interpretó varios motetes. La banda local realzó el acto ejecutando algunas piezas religiosas de su repertorio. De regreso al templo terminó el acto con la bendición eucarística». Altamira 4 (1952) 3. «Como todos los años ha dado nuestro pueblo una nota característica de verdadera religiosidad en la celebración del Corpus Christi. Por la mañana hubo misa solemne oficiada por el Rvdo. P. Martín Aranguren, con asistencia de las autoridades locales, celebrándose a continuación la procesión que este año ha correspondido al barrio de arriba. Abrían marcha tras de la Cruz todas las cofradías con sus banderas y estandartes siguiendo la Comunidad revestida con los mejores or-

GUADALUPE. Procesión del Corpus del año 1973, gentileza de Felisa Álvarez

namentos; la Custodia era portada en andas que llevaban a hombros los PP. Jerónimo Bonilla, Enrique Escribano, Alejandro Lecuona y Pedro de Alcántara. Detrás y bajo palio, las presidencia religiosa y civil. La Schola Cantorum del Monasterio, dirigida por el P. Barrado, interpretó varios motetes y la banda local de Música, bajo la experta batuta del maestro Moreno, interpretó durante todo el recorrido escogidas marchas religiosas de su repertorio. El paso triunfal de Jesús Sacramentado por nuestra calles y plazas, alfombradas de romero y adornadas con los más ricos tapices, constituyó el más sentido y brillante acto de adoración a la Eucaristía». Altamira 26 (15 junio 1953) 5.

GUADALUPE. Procesión del Corpus del año 1960, gentileza de María Vizcaíno

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Normas para la presentación de originales a esta Revista 1.- Los artículos que se envíen a esta Revista deben ser 5.- Las referencias o citas bibliográficas de Libros se ajusoriginales e inéditos. La revista Guadalupe admitirá tarán a este criterio: Nombre del autor (entero o iniciales) la publicación de cualquier tipo de trabajo, siempre que seguido de los apellidos, que irán en letras Versales, Título alcance el nivel de calidad suficiente y trate sobre temas y del Libro (en cursiva), Ciudad, año, páginas (p. o pp.). [Ejemplo: Germán Rubio, ofm, Historia de Ntra. Sra. de ámbitos propios. Guadalupe, Barcelona 1926, pp.13-22. Si la siguiente cita 2.- Los textos serán enviados en formato Word, tipo de va inmediata, basta poner Ibídem, y la página. Si la cita no letra Times New Roman, cuerpo 12. El original se remitirá, va seguida: G. Rubio, Historia…, p. o pp.] para su valoración, a: Redacción Revista Guadalupe, Real 6.- Las referencias o citas bibliográficas de Revistas o Monasterio, 10140 GUADALUPE (Cáceres), aunque no será Actas de Congresos se ajustarán a este criterio: Nombre del necesariamente objeto de correspondencia ni devolución. autor (entero o iniciales) seguido de los apellidos, que irán 3.- Los artículos de carácter científico no excederán en letras Versales, “Título del Artículo” (entre “comillas”), de cinco páginas, se presentarán en soporte informático en Título o cabecera de la Revista o Actas (en cursiva), (preferentemente por correo electrónico) y procesador número, (Año), (entre paréntesis), y número de página de textos Microsoft Word o, si no es posible, impresos (sólo números, sin p. o pp.). en papel a una cara, y precedidos de los datos del Autor [Ejemplo: Arcángel Barrado, ofm, “Las capellanías de En(nombre y apellidos, dirección, teléfono y correo elec- rique IV”, en Guadalupe 586 (1970) 88-90. Si la siguiente trónico si lo tuviere), con un breve currículum vitae cita va inmediata, basta poner Ibídem, y la página. Si la cita del autor o autores nuevos. Asimismo se podrán adjuntar no va seguida: A. Barrado, “Las capellanías…”, 90.] ilustraciones, cuadros y similares, originales de calidad 7.- Cada trabajo puede ir precedido de llamadas o frases suficiente, en blanco y negro o color. De no ser posible destacadas del contenido. los originales, también se admiten las fotografías digitaLa Dirección podrá requerir, si es imprescindible, la lizadas en formato jpg o Microsoft Excel si son gráficos. introducción de modificaciones en el texto original de un 4.- Las notas bibliográficas, siempre a pie de página artículo. (letra del cuerpo 10), se numerarán de forma correlativa La no aceptación de cualquiera de estas normas conlleva en caracteres árabes e irán voladas sobre el texto. que un trabajo no sea admitido. La Redacción

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El alcรกzar vigilante,

Enrique Cordero Cordero [Guadalupe, Cรกceres, 1968]


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