La Panera, numero 28

Page 21

“El Ballet Argentino fue una etapa de mi vida que ya terminó. A diferencia de esos tiempos, ahora estoy al cien por ciento como director y, más aún, de un grupo de 68 intérpretes que depende del Estado. Eso hace una gran diferencia. Ahora me siento muy feliz al frente de un conjunto que está creciendo”.

no nos apoye. Además, contamos con sponsors públicos y privados. Fundamental ha sido la respuesta del público, que llena siempre nuestros espectáculos, dándonos un tremendo estímulo. Y, por último, pero no menor, tener un gerente que acompaña la visión a futuro que uno tiene. Creo que ha sido muy importante para los bailarines darse cuenta de lo que pueden lograr montando las obras con sus creadores. Por otro lado, han tomado conciencia de que esta es una carrera que tiene que salir del corazón y que si quieren estar en el ballet deben dejar su vida acá, para luego disfrutar de ella”. –¿Dónde has puesto mayor énfasis? “En lo artístico, en la técnica, en la dirección. En el respeto que deben tener los bailarines entre sí y en el respeto al público, por ejemplo, comenzando las funciones a la hora señalada. Me interesa enfatizar que todos somos importantes, que cada uno tenga su oportunidad, y que entiendan que depende de ellos que se las vuelva a dar”. –Montaron «La Bayadera», uno de los ballets más difíciles del repertorio clásico, que fue un éxito. ¿No te pareció un paso muy arriesgado para una compañía en formación? Sí, fue muy audaz, pero al mismo tiempo veo

Destacado por la versatilidad de sus integrantes, el Ballet Nacional de Uruguay tiene sede en el Sodre. Desde 1929, este fue uno de los centros culturales más venerados de Sudamérica hasta 1971, cuando un incendio lo destruyó. Su reconstrucción partió en 1986 y se reinauguró recién en 2009.

que otras compañías de la región lo hacen y me pregunto ¿por qué no nosotros, que estamos tan bien? Fue un gran desafío que nos hizo crecer, desde los técnicos –por lo complejo del montaje– hasta los bailarines, por la técnica y, sobre todo, por la exigencia artística. Y ni hablar del ‘acto blanco’, que es el más difícil del ballet clásico para el cuerpo de baile femenino. Enfrentar esta obra significó subir un escalón más en nuestro viaje, sobre todo teniendo a Natalia Makarova trabajando un mes con nosotros: fue una experiencia increíble”. –Bailaste bajo la dirección de muchos maestros, ¿alguno de ellos ha influido en tu manera de llevar adelante al BNS? “El único que ha influido en eso ha sido Willy Burmann, sobre todo en la disciplina. Y sí, sé que repito mucho este concepto, pero es la única manera de llegar lejos”. –¿Se puede ya hablar de una escuela latinoamericana de ballet? “Lamentablemente, no lo creo. Sí hay grandes maestros y grandes bailarines, pero no tenemos una estructura donde al niño se le dé las posibilidades. Esperemos que alguna vez los gobiernos entiendan que la educación va de la mano con la cultura, que es necesario que los chicos tengan acceso a una infraestructura que les permita ir a la primaria y luego, en la tarde, puedan seguir danza, canto, teatro, música. Y que en la secundaria tengan la posibilidad de elegir lo que desean estudiar, y que los maestros les puedan decir ‘tú sirves mejor para esto o aquello’ ”. –Toda compañía tiene un sello que la identifica, ¿cuál es el del BNS?

“La versatilidad. Nunca en nuestros países tendremos un cuerpo de baile como el de la Opera de París o el del Kirov, pues nuestra estructura física es muy variada, pero, por otro lado, los bailarines latinos tienen una personalidad y una calidez que enriquecen increiblemente su interpretación”. –¿Qué falta en Latinoamérica para que la gente aprecie el ballet? “Mostrarlo, llevárselo a todos. El ballet es un arte que se disfruta mucho: tiene bella música, es visualmente atractivo, con historias que comprendes sin necesidad de hablar el idioma. Simplemente, debieran hacer lo que hacen con el fútbol en los noticieros: así como te llenan con los goles y éxitos de los jugadores en el extranjero, que también te muestren lo que hace cada artista del país en el mundo”. –En Chile presentarán obras de Marius Petipa, Nacho Duato, Óscar Araiz, Ana María Stekelman, Vicente Nebrada, ¿qué criterio guió la elección de este programa? “Ninguno, simplemente me gustan las obras. Trato de que las coreografías se mezclen con la calidad musical, lo nuevo con lo viejo y, sobre todo, busco la variedad de estilos para que los bailarines tengan más compromisos, pasen de un dúo clásico a una obra contemporánea”. –¿Cuánto incide la elección del repertorio en la superación de una compañía? “Es fundamental que el bailarín esté preparado para hacer de todo. Esta es una compañía clásica, pero con el patrón de la Ópera de París, del Royal Ballet o del ABT, donde un día están con ‘Bayadera’ y otro con ‘Duato’ ”.

“Los del gallinero pueden aplaudir, los de los palcos basta con que hagan sonar sus joyas”, John Lennon (1940-1980).

La Panera I 21


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.