Adviento 2013

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10 * El canto de villancicos: son la manifestación popular del acontecimiento, expresión sencilla de los sentimientos de esperanza y alegría; a veces van acompañados de otras celebraciones festivas tradicionales, que más adelante señalaremos. Pero al seguir este tiempo litúrgico del Adviento conviene tener en cuenta su ritmo, el hecho de que está dividido en dos partes: -1ª Desde el primer domingo hasta el 16 de diciembre: Si nos fijamos en los evangelios de los domingos de Adviento, veremos cómo este tiempo comienza haciéndonos poner los ojos precisamente en la última venida, la del final de los tiempos. Siempre, el evangelio del primer domingo de Adviento nos anuncia este final, esta llamada definitiva del Señor. Y, junto con el evangelio, otros textos de estos primeros días nos hacen prestar atención a ella. Después, nuestros ojos se dirigen, más bien, a la venida del Señor a nuestras vidas. Los evangelios del segundo y tercer domingo de Adviento (Gaudete), que tienen siempre como protagonista a Juan Bautista, resaltan la llamada a preparar el camino del Señor, y la exigencia de conversión que esta venida comporta; una exigencia que Juan concreta sobre todo en la justicia y en la capacidad de compartir lo que tenemos. El domingo cuarto, con la proximidad de la Navidad, las segundas lecturas son anuncios de la salvación que nos trae Jesucristo. Y el evangelio es una de las tres principales escenas de preparación del nacimiento: anunciación a José (A), anunciación a María (B), la visitación de María a Isabel (C). Recordemos que este año el ciclo litúrgico corresponde es el ciclo A, es decir, que en el año 2014, el evangelio que nos acompañará en la liturgia será el de san Mateo. Este itinerario que nos marcan los evangelios del Adviento queda completado por las demás lecturas. Las primeras lecturas tienen una relevancia especial, porque nos hacen vivir los sentimientos de los hombres y mujeres del Antiguo Testamento que esperaron la venida del Mesías. Son profecías que nos enseñan a esperar y anhelar la venida del Señor, y a desear (y, en consecuencia, a trabajar nosotros para realizar) el mundo nuevo que Dios promete. La mayoría de los textos son del libro profético más importante, Isaías, pero también hay de otros profetas. Después están las segundas lecturas, en los domingos, que nos invitan a vivir las actitudes propias del Adviento: la esperanza, la alegría, la paciencia, la conversión… En las misas de los días de la semana leemos los evangelios de los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas, que nos narran los hechos que precedieron el nacimiento de Jesús. -2ª Desde el 17 de diciembre hasta la Navidad: Al llegar el día 17, cambia el decorado del Adviento. Es la última semana, y todo se centra ya en la preparación de la Navidad. Sea cual fuere el día de la semana, el día 17 se abandonan las lecturas que se iban leyendo según el orden semanal, y se empieza el nuevo orden de lecturas que va según el día. Esta última semana ha sido llamada “la semana santa que prepara la Navidad”, como una semblanza con la Semana Santa que concluye la cuaresma y conduce a la Pascua. Son unos días en los que se nos invita a vivir con más alegría, como poniéndonos en la piel de todos aquellos hombres y mujeres que vivieron tan de cerca el acontecimiento transcendental del nacimiento del Hijo de Dios en Belén: de María y de José, de Isabel y de Zacarías...


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