Revista Mejores Prácticas No. 33

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PRAXIS

Discusión:

Asistencialismo emprendedor

S

i hay algo seguro que puede decirse sobre el emprendimiento en el mundo, es que está de moda. Centenares de emprendedores aparecen en los medios, y hoy se les cuenta entre las personas más influyentes del planeta. Todos hemos escuchado hablar de las inspiradoras historias de Steve Jobs, Elon Musk, Richard Branson, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos... Incluso, podría apostar que todos conocemos, en nuestro círculo social, al menos a alguien que se identifica como emprendedor (o quizá tú, que lees estas líneas, eres uno de ellos). Hay emprendedores sociales, emprendedores seriales, startups, intraemprendedores... se habla también de que emprender no tiene edad, o de que todos llevamos un emprendedor dentro. Y, sin embargo, solo un puñado de personas logran sacar adelante su idea de negocio y convertirse en empresarios. Existen varios ecosistemas de emprendimiento en el mundo; el más conocido de ellos, el Valle del Silicio de California. Estas demarcaciones son ambientes fértiles donde el gobierno, la sociedad, las instituciones académicas y otras organizaciones trabajan en sincronía para proveer oportunidades y recursos para nuevas ideas de negocio, muchas de ellas innovaciones disruptivas. Sin embargo, sabemos que esta no es la realidad de todas las ciudades ni de todos los países, y, si tomamos el pulso de la opinión del emprendedor mexicano, encontraremos que este señala que hay larga lista de carencias en su entorno que lo afectan. Por ejemplo: los apoyos económicos que brinda el gobierno son insuficientes, no hay confianza de parte de los inversionistas, la educación profesional no está diseñada para generar empresarios, la economía

no responde, la burocracia y la corrupción ahogan los nuevos proyectos, etc. En esencia, un emprendedor es alguien que resuelve problemas, que supera obstáculos. Después de todo, iniciar un negocio de la nada, mantenerlo y consolidarlo es en sí mismo un reto mayúsculo. Los emprendedores, entonces, requieren de gran tenacidad y resistencia a la frustración. Podría decirse que no puede haber un emprendedor sin problemas a los cuales enfrentarse. Quizá también sería una exageración procurar una generación de emprendedores cómodos, con todas las facilidades, pues, al primer momento en que se presentara un problema de verdad, renunciarían. En esta ocasión, queremos generar un debate, donde hablemos de los vicios de los emprendedores, esos que ocasionan que sea todavía más difícil emprender. He aquí algunas ideas:

Dejar de pedir

Apertura Con frecuencia escucho a emprendedores que no quieren compartir su idea porque tienen miedo de que alguien se la robe. Sin embargo, es una realidad que, tarde o temprano, el proyecto tendrá que salir a la luz, y con seguridad habrá competidores recios. Entonces, ¿por qué no apostar por ser abiertos con respecto al proyecto, para qué tanto secretismo? ¿Por qué no compartir, pedir opiniones, conectarte con las demás personas que se encuentran desarrollando ideas? ¿Realmente vale tanto la sola idea, si el emprendedor no sabe llevarla a cabo, si no puede mejorarla, por qué no la comparte?

Apoyar al emprendedor por ser emprendedor Nos gustaría conocer la opinión de ustedes, los lectores, acerca del fenómeno del emprendimiento en México. ¿Creen que existe un “asistencialismo emprendedor” en nuestro país? ¿Sobran los apoyos y falta voluntad, o es al revés? ¿Les hace falta algo a los emprendedores de este país para ser hombres de negocios de calidad mundial? ¿Por qué México no genera proyectos verdaderamente disruptivos, como sucede en Estados Unidos? Esperamos su participación en www. mejorespracticas. com.mx

Los problemas y las carencias pueden ser tomadas como excusas para rendirse, o motivaciones para usar la creatividad y buscar nuevas posibilidades. El ‘no’ es la primera respuesta que uno obtiene al emprender, y hay que aprender a convivir con ella. ¿Realmente hace sentido invertir en un proyecto emprendedor nuevo, desconocido? El emprendedor debe hacer méritos para recibir financiamiento, y no exigir un beneficio solo por tener una idea de negocio. Bien sabemos que el dinero ‘a fondo perdido’, sin garantías, pocas veces genera Jesús A. Ascencio Manríquez beneficios. jascencio@immpc.com.mx

Presidente del Centro de Investigación y Desarrollo del IMMPC

julio • agosto

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