U.N. Periódico No. 198

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Periódico ­– N.º 198 – Universidad Nacional de Colombia

abril 2016 | 4

política & sociedad

Brexit provocaría desempleo en el Reino Unido Si en el referéndum del 23 de junio se opta por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el país podría perder 950.000 puestos de trabajo, es decir, el desempleo para el año 2020 crecería entre un 2 y 3 %. Así lo señala una investigación de la Confederación de la Industria Británica, en la cual se prevé que el brexit traería pérdidas equivalentes al 5 % del pib en los próximos cuatros años.

Sin Reino Unido, la Unión Europea perdería competitividad Política & Sociedad

Carmen Parra Rodríguez, profesora de Derecho Internacional, directora de la Cátedra de Economía Solidaria Universidad Abat Oliba ceu, Grupo Educativo ceu (España)

Los británicos decidirán su salida o permanencia del espacio comunitario el próximo 23 de junio. El brexit (British exit) supondría un impacto económico importante, pues sentaría un precedente político indeseable, ya que llevaría al resto de los socios a negociar su permanencia con condiciones dentro de esta institución.

Para comprender las relaciones de amor y odio entre el Reino Unido y la Unión Europea hay que remitirse al pasado. Merece la pena recordar que en 1963 los británicos llamaron a la puerta de la entonces Comunidad Económica Europea, pero recibieron un portazo del general Charles de Gaulle, quien pensaba que la visión de ese país era más atlántica y norteamericana que europea y, por tanto, no ayudaría a la reconciliación continental, que países como Francia y Alemania estaban buscando tras la Segunda Guerra Mundial. Diez años después de ese episodio, los británicos entraron en esta organización y, en 1975, apoyados por un sentimiento nacional que les impedía aceptar que las leyes se discutieran en Bruselas o Estrasburgo, sometieron a referéndum su permanencia en la misma. Sin embargo, desde un primer momento los políticos de ese país empezaron a realizar peticiones y recibir beneficios que los diferenciaban del resto de los Estados de la Unión Europea (ue). Por ejemplo, en 1984, Margaret Thatcher negoció el denominado “cheque británico”, mecanismo de compensación que restituye dinero a las arcas británicas y se calcula con base en un descuento del 2/3 del déficit fiscal del Reino Unido. Junto a ese privilegio, el país practica el opt–out (quedarse fuera) del espacio Schengen, esto lo excluye de la libre circulación de personas y mantiene los controles migratorios; asimismo, la no pertenencia a los países de la eurozona (los que adoptaron el euro como moneda oficial), le permite controlar la libra esterlina; y además, actúa con limitaciones en las políticas de justicia y asuntos de interior, lo que le da un status especial en la gestión de los refugiados. En la actualidad, el contexto sobre el cual se plantea una eventual salida británica de la ue se caracteriza, en el ámbito económico, por la recuperación de la crisis financiera de 2007; en lo geopolítico, pues el conflicto ruso–ucraniano está afectando las relaciones con Rusia; y, por último, en la esfera internacional, la gestión de la política de los refugiados y los problemas de seguridad están golpeando los pilares comunitarios.

Permanencia con condiciones La situación más preocupante sobre el referéndum es que los votantes rara vez convergen en lo que verdaderamente está en juego. En este caso, ¿qué consecuencias tendría el brexit en el futuro de las islas británicas? Por el momento, debido a esta decisión, los países comunitarios han aceptado una serie de condiciones impuestas por el Reino Unido, a partir de las cuales sea posible mantener su permanencia en esta institución.

La aceptación de esta negociación demuestra, por una lado, que la ue no quiere la salida de este estado y, por el otro, los británicos están dispuestos a quedarse si se atienden sus peticiones. Una de las condiciones británicas es la aceptación de una cláusula de salvaguardia, que permita reducir las prestaciones de los inmigrantes europeos con una serie de condiciones. Igualmente, en el plano económico, los países que están fuera del euro no se vean perjudicados en lo que respecta al mercado único. Entre las estipulaciones más discutidas se encuentra una que exime al Reino Unido de cumplir con el Artículo 1 del Tratado de la Unión Europea, el cual exige “una unión cada vez más estrecha entre los socios comunitarios”. Asimismo, está solicitando mayor protagonismo a los parlamentos nacionales, frente al

ligra su posición en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la libra esterlina se ha devaluado, la inmigración ha aumentado y los atentados terroristas se podrían haber evitado, si se hubiesen coordinado con la información de la Unión Europea y la Interpol. Desde el punto de vista comercial, no ha podido cerrar acuerdos económicos con China, Japón, Corea del Sur, Australia, Canadá, entre otros. Por ejemplo, la relación especial con Estados Unidos cambió, pues a pesar de ser su principal importador y socio comercial, se resiste a firmar un acuerdo comercial en términos similares al que ha suscrito con la Unión Europea. Asimismo, el brexit supondría para el Reino Unido perder los subsidios de la ue destinados a los productos agrícolas británicos, así

ciar sus relaciones con la región, y el resto del mundo. Una opción es unirse al Área Económica Europea (aee) junto a Noruega, Islandia y Liechtenstein, pues minimizaría los costes comerciales de la ruptura; si bien esto le supondría pagar su cuota de socio y aceptar la libre circulación de trabajadores, que ahora discute con sus socios comunitarios. Otra elección es negociar, tal como lo hace Suiza, una serie de acuerdos bilaterales con la Unión Europea, aunque su posición no le permitiría intervenir en el proceso legislativo comunitario. La última solución consiste en activar su papel como miembro de la Organización Mundial del Comercio (omc), ya que le daría un mayor grado de sobe-

foto: archivo particular

En una carta abierta publicada en The Times, los científicos de la Royal Society manifestaron que el brexit restringiría el acceso al talento europeo.

Parlamento Europeo. En definitiva, los británicos quieren menos Europa y más protagonismo para los Estados. Pero, ¿qué se pierde? o ¿qué se gana? En el caso de la salida de la ue aumentaría la anarquía, pues se creará un efecto de contagio, es decir, el resto de los socios negociarían su permanencia dentro de esta institución, según ciertas condiciones. Por otro lado, la Unión Europea perdería competitividad, ya que es la quinta potencia económica mundial. En cuanto al Reino Unido, actualmente no pasa por su mejor momento en el ámbito internacional, pues pe-

como un aumento de las tarifas comerciales de sus productos, la pérdida del acceso a la seguridad social de los británicos que residen en países comunitarios o la retirada de los bancos extranjeros de la city londinense para establecer sus oficinas en Frankfurt (sede del Banco Central Europeo).

El brexit no es positivo

ranía y permitiría aumentar sus relaciones comerciales. Sin embargo, para el Reino Unido y la Unión Europea el brexit no es positivo, por ello es importante que la institución explore mecanismos que permitan mantener la cohesión frente a la amenaza de otras potencias que ven en esta debilidad una oportunidad.

Si la decisión de los británicos es, en definitiva, retirarse de la Unión Europea, el Reino Unido tiene tres opciones para renego-

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