Entrevista
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Sin duda que hemos ido mejorando, eso es innegable. Sin embargo, aún no se le ha tomado el peso a la relevancia que implica la salud dental. M.R.: Por otro lado, hay que tener presente que es un problema cultural. La mala dentadura y los problemas dentales no vienen porque sí, salvo en casos excepcionales; en general, éstos nacen de malos cuidados. Estoy seguro que si se hace una encuesta, más de la mitad de la gente no se lava los dientes después de cada comida.
–Ante las distintas propuestas emanadas desde el Colegio en pos de una mejora sustancial del servicio de salud bucal de la población chilena, y a su juicio como miembro de la comisión de salud del Parlamento, ¿existe una deuda con la salud dental en Chile? ¿A qué se debe? ¿A quiénes y por qué caben responsabilidades? M.R.: De todas maneras que existe una deuda histórica con la salud dental de los chilenos y los responsables somos todos los involucrados: Gobierno, Parlamento y también los mismos dentistas. K.R.: Existe una deuda, absolutamente. Uno de los temas pendientes a nivel de salud pública son la salud dental y mental; las brechas que existen en ambas materias son enormes. La diferencia entre quien tiene o no los recursos para acceder a tratamientos es abismante. Probablemente, esto se da porque no hemos tenido la capacidad de llevar a cabo políticas que impulsen la salud bucal, por ejemplo, a través de campañas preventivas y educativas más constantes y efectivas. Además, esta falencia se da porque implica una inyección importante de recursos, lo cual no ha sido la tónica de nuestros Gobiernos. Lo que necesitamos durante los próximos años es que las leyes de presupuesto consideren un aumento de la inversión pública a la salud bucal.
K.R.: En relación a las responsabilidades pendientes, y considerando que lo que más hace falta son recursos, lo cierto es que dicha deuda con la población recae en un 100% en el Ejecutivo. Sinceramente, yo creo que este no ha sido un tema prioritario en las políticas de salud pública a través de los distintos Gobiernos. Incluso, yendo aún más al fondo del asunto, es la dirección de presupuesto del Ministerio de Hacienda la que nunca ha estado interesada por inyectar los recursos necesarios para la salud dental. No tengo dudas de que en general los ministros de Salud tienen una sensibilidad real respecto a las problemáticas que existen a nivel de salud bucal, pero terminan entrampados al momento de discutir el presupuesto con Hacienda, quien los pone en la disyuntiva entre invertir en nuevos hospitales o inyectar recursos a la salud dental, por ejemplo. Frente a ese dilema, que a mi juicio debiese responder a criterios completamente distintos e independientes, obviamente se terminan priorizando otros temas. –Otra de las propuestas impulsadas por el Colegio de Dentistas tiene que ver con la creación de una “Dirección Odontológica Nacional”, con el objetivo de lograr una organización que sea capaz de conducir los esfuerzos por un mejoramiento de la salud dental en todos los niveles del sistema público. ¿Cómo valora esta propuesta? ¿Es beneficiosa para la ciudadanía?
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