LIBRO: EL VATICANO CONTRA DIOS

Page 18

Los Milenarios

El Vaticano contra Dios

frenados por ti, aprendan a no infundirnos temor. Amén.» Tercera plegaria inútil: «¡Señor, te doy gracias por haberme arrebatado esta vez la facultad de hacérmelo encima!», decía muy emocionado y agradecido el nuevo cardenal tras haber recibido las vestiduras de su dignidad. Cuarta plegaria inútil: «Oh, Dios, que quisiste agregar a san Matías al colegio de los apóstoles; a mí, que he sido favorecido por la suerte con la provechosa amistad de mi cardenal protector, concédeme por su intercesión ser contado entre los elegidos de la Curia. Amén.»

A los obispos dimisionarios de todo el mundo, cuyo número casi alcanza el de los que todavía ocupan el cargo, a la vista de la cada vez mayor esperanza de vida de los ancianos, les conviene rezar: «Quédate conmigo, Señor, el día ya declina y mi jornada ha terminado. El crepúsculo cubre de sombras mi polvo. Aquí estoy solo; allí está la luz. ¡Espero a alguien que se ofrezca para llevarme!»

Soliloquio del jubilado en el final de trayecto: «El mío es el camino de Emaús, el día ya declina. A mi espalda se advierte la sombra del oblicuo sol, alargada como la mía. ¡Señor, ya es tarde! Obrero de la hora undécima, tu viña ya no me sirve. Todo es oscuridad a mi alrededor y también dentro de mí. ¡Hasta pronto, Señor, en la otra orilla!» La monja que le lleva la casa a un poderoso purpurado, enardecida por su profunda devoción mañana, suele rezar de la siguiente manera: «Virgencita mía, te lo he dicho muchas veces: no elijas a los pequeños y a los ignorantes cuando tengas que aparecerte a los hombres para transmitirles tus mensajes. Como sigas así, siempre te combatirán como en Fátima y en Medjugorie. Prueba alguna vez a manifestarte a algún gran prelado de la Iglesia, ¡por ejemplo, a mi cardenal! Él, a través de Telepace, daría a conocer al mundo entero todos los mensajes que tú le quisieras confiar. Lo que Jesús le dijera al oído, él lo iría a proclamar enseguida en voz alta, transmitido por las mejores antenas de la televisión. Nadie se atrevería a dudar del carácter sobrenatural de tan infalible aparición. ¡Amén y así sea!»

En el Vaticano todos los compañeros del despacho se burlaban de la oración de alguien que era más listo que el hambre: «¡Señor, no me envíes la humillación de tener que echar de menos el tiempo en que estábamos peor!» En efecto, suele ocurrir que se eche de menos al antiguo superior, sobre todo cuando el sucesor, en su desenfrenada ambición de déspota sin escrúpulos y con su desmesurado poder, comete auténticos delitos de prevaricación. Su

18


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.