como suprimir las preocupaciones

Page 253

Dale Carnegie

Cómo Suprimir las Preocupaciones y Disfrutar de la Vida

http://www.liderazgoymercadeo.com/

Si no Hubiese Dejado de Preocuparme Estaría hace Tiempo Bajo Tierra por Connie Mack el gran hombre del béisbol He actuado en el béisbol profesional durante más de sesenta y tres años. Cuando comencé no percibía remuneración alguna. Jugábamos en baldíos, tropezando con latas y colleras desechadas. Cuando terminaba el partido, pasábamos el sombrero. Lo que recogíamos era muy poca cosa para mí, especialmente porque era el principal sostén de mi madre viuda y de mis hermanos menores. A veces el equipo tenía que improvisarse la comida para ir tirando. Tenía muchos motivos para preocuparme. Soy el único preparador de béisbol que haya terminado en último lugar durante siete años consecutivos. Soy el único preparador que haya perdido ochocientos partidos en ocho años. Después de una serie de derrotas solía preocuparme hasta el punto de no poder comer ni dormir apenas. Pero dejé de preocuparme hace veinticinco años y creo honradamente que, si no hubiese dejado de preocuparme entonces, estaría bajo tierra hace mucho tiempo. Cuando vuelvo la vista hacia mi larga vida - nací cuando Lincoln era Presidente - deduzco que me libré de la preocupación haciendo estas cosas: 1. 2. 3. 4.

5.

Vi lo inútil que era preocuparse. Vi que esto no me llevaba a parte alguna y amenazaba con destruir mi carrera. Vi que iba a perder mi salud. Me dediqué con tanto afán a proyectar y preparar el triunfo en los partidos futuros que no tenía tiempo para preocuparme por los partidos que ya se habían perdido. Finalmente adopté la norma de no llamar nunca la atención a un jugador por sus faltas hasta transcurridas veinticuatro horas de la terminación del partido. Como no tenía la seguridad de dominarme y de dominar mi lengua inmediatamente después de una derrota, nunca me veía con los jugadores sin dejar pasar el tiempo necesario para serenarme. No discutía con los jugadores hasta el día siguiente del desgraciado encuentro. Para entonces me había serenado, los errores no parecían tan grandes y podía hablar con calma, lo que impedía que mis muchachos se enfadaran y trataran de defenderse. Traté de alentar a los jugadores con alabanzas en lugar de desanimarlos con reprimendas. Procuré siempre tener una palabra amable para todos.

253


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.