William Shakespeare

Page 224

Otelo

William Shakespeare http://www.liderazgoymercadeo.com/

DESDÉMONA – ¡Cuánto me alegra! OTELO – ¿De veras? DESDÉMONA – ¿Señor? OTELO – Me alegra verte loca. DESDÉMONA – ¡Querido Otelo! OTELO – ¡Demonio! (La abofetea) DESDÉMONA – No merezco esto. LUDOVICO – Señor, esto no lo creerían en Venecia aunque jurase que lo vi. Es inaudito. Desagraviadla: está llorando. OTELO – ¡Demonio, demonio! Si la tierra concibiese con llanto de mujer, de cada lágrima saldría un cocodrilo. ¡Fuera de mi vista! DESDÉMONA – Me voy por no ofenderte. LUDOVICO – Una esposa muy obediente. Señor, os lo suplico, pedidle que vuelva. OTELO – ¡Mujer! DESDÉMONA – ¿Señor? OTELO – ¿Para qué la queréis, señor? LUDOVICO – ¿Quién? ¿Yo, señor? OTELO – Sí. Queríais que la hiciese volver. Pues sabe volver, y volverse, y seguir, y darse la vuelta. Y sabe llorar, sí, llorar. Y es obediente, como decís; obediente muy obediente - Tú sigue llorando – Respecto a esto, señor.. - ¡Qué bien finge la, Vena! me ordenan que regrese – ¡Fuera de aquí! Ya te mandaré llamar - Señor, obedezco la orden y regreso a Venecia – ¡Vete, fuera! (Sale Desdémona) Casio me reemplazará. Y os suplico, señor, que cenéis esta noche conmigo. Sed bienvenido a Chipre – ¡Monos y cabras! (Sale) LUDOVICO – ¿Es éste el noble moro a quien todo el Senado creía tan entero? ¿Es éste el ánimo al que no conmovía la emoción, la firmeza que no roza ni traspasa la flecha o el disparo del azar?

224


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.