De la Bendición a la Maldición Por: Mowgli420 La historia universal ni siquiera es universal, lo mismo pasa con la historia nacional y local. La asignatura de historia con la que nos bombardean en la escuela es la historia de pocas personas con gran poder que influyen en la estructura social de alguna nación o comunidad. La historia “oficial” nos dice qué pasó anteriormente en la élite de la sociedad, en primera porque tienen ellos el poder de los aparatos o instituciones; y en segunda porque es más fácil contar la historia de pocas personas, a discutir los puntos de vista de muchos en un solo hecho histórico (o histérico, como al lector le guste más). Quizás sea paranoia, (no cayendo en el grado de pensar en el grupo llamado Illuminati o el New World Order), pero el rumbo de la historia muchas veces se decide en pocas manos. Como la batalla de Troya, un conflicto épico de proporciones gigantescas se produjo por... el rapto de Helena de Esparta, un piturriento rapto, de esos que su-
ceden a diario. Cuestionémoslo desde otro punto de vista ¿Si a un campesino le hubieran raptado a su hija hubiera sucedido lo mismo? La respuesta es obvia, nadie lo recordaría, nadie le tomaría atención, el viento borraría ese suceso. Así que nos queda claro, la gente poderosa tiene los medios para poder cambiar el mundo, para ser parte de la historia, para ser recordado e incluso admirado, no borrando su sucio pasado, sino maquillándolo para ser el Héroe que la patria necesitaba. Y ahora se preguntarán ¿a qué se debe tanto choro? Pues la situación actual de la marihuana; como planta prohibida, como símbolo de violencia y causa de casi todo mal en la sociedad, se debe al poder de una persona, que por puro capricho (y por intereses económicos) hizo que la planta Cannabis fuera prohibida por todo el mundo. Esa persona es William Randolph Hearst (sí, el personaje en el cual está basada la película Citizen Kane de Orson Wells), el creador de la prensa amari-