Geek~ Ed. 44
un peso de 54 kg, logrado con una dieta de café, manzana y una lata de atún al día, es un cambio abrupto, se preguntarán cómo subió tanto en tan solo 6 meses. Pues para conseguir su objetivo incluyó una rutina de múltiples disciplinas como artes marciales, escalada, natación, levantamiento de pesas y trabajo cardiovascular, además de la meditación y preparación mental para mejorar la concentración.
Desde el otro bando llega uno de los superhéroes más representativos de Marvel, Spiderman, la versión de Andrew Garfield, quien para lograr encarnar al arácnido tuvo que crecer muscularmente. Según cuentan fuentes confiables, y no me refiero a la tía May ni a Harry Osborn sino a su entrenador personal en The Amazing Spider-man y The Amazing Spider-man: Rise of Electro, Armando Alarcón, la primer vez que Garfield se puso el traje no lo llenaba, así que lo enviaron directamente al gimnasio a subir esos kilitos. Resulta que el hombre detrás de Peter Parker no era muy amante de las pesas; sin embargo, como buen actor se dispuso a fortalecer su cuerpo hasta hacerlo digno de un superhéroe, y es que, ¿acaso recuerdan algún justiciero de Marvel en mal estado físico? En todo caso, Alarcón buscaba que la araña humana exhibiera el cuerpo fortachón de un adolescente en su primera entrega, lo cual no requirió tanto esfuerzo, pero para la secuela necesitaba que el cuerpo de Garfield luciera mucho más adulto, entonces emprendieron jornadas de gimnasio con el fin de lograr que los músculos del actor maduraran.
Como Garfield tenía baja grasa corporal debido a que su cuerpo quemaba demasiadas calorías, la única forma de contrarrestar aquello era dándole de 4.000 a 5.000 calorías al día, pero de alimentos específicos, por lo que debían ser fuentes de energía como verduras y carnes magras, de vez en cuando comía pasta y esporádicamente una porción de pastel.
¿Y ustedes qué tan dispuestos estarían a sacrificarse por ese cuerpo o esa dieta saludable? Yo seguiré intentando alejarme de los productos que no hagan bien a mi organismo pero, sinceramente, no les prometo nada.
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