as Romero sacaba tarjetas a diestro y siniestro. En definitiva, un empate justo, comportamientos que no ayudan para ganar y dos puntos menos que el Madrid se lleva a casa. La liga sigue viva. Barça | La vigésimo octava jornada de Liga enfrentó al Barça contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, donde los azulgranas tumbaron a los sevillistas y consiguieron dos goles que les situaban a siete puntos de Madrid, aunque con un partido más. Desde el inicio del encuentro, los barcelonistas salieron a por todas e hicieron
lo que mejor saben: toque de balón y ritmo de juego. El dominio fue claro y en el minuto 17 un gol de falta de Xavi enfrió a todo el estadio. Sólo siete minutos más tarde, el crack argentino se sacó de la manga uno de esos tantos que dejan helados a más de uno: vaselina a Palov y gol por la escuadra.
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in que hubiera terminado la primera mitad del encuentro ya se podía intuir cuál sería el resultado final. El Sevilla apenas tocaba el balón y los de Guardiola manejaban a su antojo el trascurso del partido. En la segunda parte la dinámica fue muy similar y el partido terminó sin más goles. Tres puntitos más para los azulgranas que dor
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mirían esa noche a siete puntos del líder. Tres días más tarde, el martes, el Barça se enfrentaba al Granada, pero la emoción aumentaba al saber que en la jornada anterior habían recortado dos puntos a un Real Madrid que empató con el Málaga. El cuadro blaugrana estaba motivado en un día en el que Leo Messi conseguiría un triplete y hacer otra vez historia en el Barça: 234 goles. El primer tanto llegaría del pie de Xavi tan sólo cuatro minutos después de que el árbitro pitara el inicio del partido. Messi le siguió con el segundo (17`). El Granada consiguió remontar
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