cultura
Jueves 14.05.13.
SALMANTINO
ESPECIAL ÓSCAR 2013
Irán estudia demandar a los productores de ‘Argo’ por dañar su imagen Por Armando Hoyos salamanca. La República Islámica de Irán pretende querellarse contra los productores de la ganadora del Oscar a mejor película, ‘Argo’, entre ellos George Clooney y Ben Affleck, por brindar un “retrato no realista” del país, según algunos medios locales citados por Associated Press. La agencia dice que la denuncia del régimen de los Ayatolas se está estudiando a partir de que se llevara a cabo una proyección privada en la capital iraní para las autoridades culturales del país y críticos de cine. La agencia iraní Far News calificó de “anti-iraní” la cinta, y dijo que estaba respaldada por la “sionista” Warner Bros. Opinan que la imagen de los iraníes es “demasiado violenta”. De igual forma, se publicó en los medios iraníes que los éxitos obtenidos por ‘Argo’ provocaron el desarrollo de un proyecto cinematográfico iraní, apoyado economicamente por el régimen, que pretende dar su propia visión sobre la toma de rehenes en la Embajada de Estados Unidos tras el ascenso al poder del
Ben Affleck, de actor a reconocido director El actor estadounidense brilla y se consagra como director de cine
Ben Affleck y George Clooney, productores de ‘Argo’ ::AP
Ayatolah Jomeini, a finales de los años 70. Se titulará ‘El staff general’ y la ha escrito y dirigirá Ataollah Salmanian. Otras versiones en medios de comunicación apuntan a que Irán sospecha que el Óscar de ‘Argo’ se llevó en la pasada edición tuvo que ver con razones políticas e ideológicas.
Las otras misiones de Tony Méndez en la CIA Trabajó durante 25 años en la Agencia de Inteligencia falsificando documentos
Por Fernando Esbec
E
stancado en una prolífica pero nada destacable carrera como actor y muy lejos de aquel Óscar a mejor guión que ganó en el año 1997 junto a Matt Damon por El indomable Will Hunting, la trayectoria de Ben Affleck parecía abocada a protagonizar películas de segunda plana en papeles sin demasiado calado. No sé sabe bien a qué se debió, si a excelentes contactos y amigos en la industria del cine, a una vena artística por descubrir... pero el caso es que este cineasta estadounidense de tan sólo 40 años ha tocado la cima otra vez, ahora desde detrás de las cámaras. Su debut como director fue en el año 2007, con una película sobre el secuestro de una niña de cuatro años titulada Adiós pequeña, adiós. Protagonizada por su hermano, Casey, de mejor capacidad interpretativa, el film obtuvo buenas críticas, recibiendo algunas nominaciones – sobre todo al reparto- y el National Board of Review a mejor director novel. Ello supondría un importante paso hacia delante en su carrera como director. Apartado un poco de su labor como intérprete, repetiría como
director en otro thriller, esta vez de acción, llamado The town, con claras influencias del cine policíaco de los 70. Esta nueva cinta también gozó de buenas opiniones entre las críticas y volvió a ser nominada en varios premios, como los Óscar o los BAFTA, pero sin conseguir ninguno de ellos. No sería hasta su tercera película cuando le llegase el reconocimiento mundial definitivo. A sus manos llegó un gran guión de Chris Terrio y Affleck lo supo aprovechar. Se rodeó de un gran elenco de actores y ha creado un excelente thriller – sí, otra vezpolítico sobre la crisis de los rehenes en la embajada estadounidense de Teherán en el año 1979, reservándose para sí otra vez -la única pega- el papel protagonista. Ben Affleck ha conseguido situarse entre los mejores directores con solamente tres cintas en su haber, y su vitrina se encuentra repleta de los premios más importantes del séptimo arte. Con una carrera recién empezada, sólo nos queda esperar con qué nos volverá a sorprender este nuevo genio, eso sí, siempre que sea detrás de la cámara, por favor.
Por Rosa Miranda salamanca. Méndez ha reconocido con especial orgullo que,fueron “cientos de familias las que logramos sacar desde el otro lado de la Cortina de Hierro” en los años de la Guerra Fría. “En The Master of Disguise (El maestro del disfraz, su primera obra) sólo me refiero a algunos casos, pero hubo muchos otros que seguirán en el anonimato”, sostuvo a La Tercera hace algunos años. Y para esas operaciones, Méndez tenía que poner todo su oficio, falsificando documentos y pasaportes, y cambiando apariencias de agentes y protegidos. El ex agente cuenta en su primer libro que elaboraron una máscara especial, diseñada para ponerse y sacarse en pocos segundos, que le permitía a un importante funcionario de seguridad de otro país no identificado reunirse periódicamente con su contacto de la CIA sin ser reconocido. Además, relata cómo muchas técnicas tomadas de los estudios de maquillajes y pelucas usadas en cine, fueron fundamentales en el éxito de arriesgadas misiones. Un agente del KGB, al que Méndez menciona como “Néstor”, quería desertar. La CIA sabía que Néstor tenía buena información. Pero necesitaban sacarlo del punto de mira de sus antiguos compañeros. La historia de la “misteriosa desaparición de un funcionario de la embajada rusa” en los últimos años de la Guerra Fría.