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Crónica de un día mágico
Magic Meeting, el gran evento temático de Harry Potter en la Argentina P or: E rika Wr ede y Luci an o Sem er an o
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rimero de Septiembre, quizás el día más importante del año para todos los magos y brujas del mundo. En la estación King Cross, de la plataforma 9 ¾, parte el tren con destino a la Escuela de Magia y Hechicería más grande del mundo: Hogwarts. Del otro lado del océano, más precisamente en Buenos Aires, Argentina, los magos y brujas locales se dirigen en distintos medios de transporte muggle hacia Malabia 460, lugar donde se realiza la Magic Meeting. Cerca de las 10 am, ya se puede ver a una gran cantidad de gente esperando su turno para entrar, a
pesar de que el horario de apertura es casi dos horas más tarde. La fila se prolonga por casi una cuadra y en ella se pueden ver fans de todas las edades: niños, adolescentes y adultos; acompañados tanto por sus familias como por amigos. Se siente en el aire la ansiedad y el entusiasmo presente en todos los fans que aguardan en la fila. Mientras tanto, los muggles que pasan por allí, yendo a sus trabajos, a pasear o, quizás, a comprar su desayuno, miran sorprendidos la vestimenta de toda esa gente que invade su barrio con túnicas, varitas en mano, anteojos y rayos en la frente. Ni hablar de los predominantes colores de las casas de Hogwarts: rojo para Gryffindor, azul para Ravenclaw, amarillo para Hufflepuff y verde para Slytherin. Entre las 12 y la 1 pm, se abren
las puertas y la gente comienza a entrar. Con lo primero que se encuentran es con el sombrero seleccionador, quien les indica a qué casa pertenecerán durante el evento –obviamente, él siempre tendrá en cuenta las preferencias del alumno–. Una vez seleccionados, entran directamente al Gran Salón o pasan antes por el set de fotos. Los que eligen entrar se encuentran con una gran cantidad de stands comerciales y de exhibición con el mejor merchandising de Harry Potter. Allí pueden comprar desde adornos de las casas, varitas y giratiempos, hasta todo el tipo de réplica imaginable. O, simplemente, pueden admirar las réplicas originales de las escobas en tamaño real (Nimbus 2000, Saeta de Fuego, etc.), el sombrero seleccionador –con movimiento incluido–, y muchas cosas más. La ambientación consiste en banderines de las casas repartidos por todo el salón, gigantografías de los personajes, prefectos que guían y contestan dudas, los relojes de arena de las casas, que marcan los puntos de cada una de ellas y, aunque el techo no está hechizado como en Hogwarts ni hay velas le-