Huellas de Tinta: Junio 2013

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Relatos | Huellas entintadas de emoción

Huellas entintadas de emoci n

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Por: Erzengel (Palabras al Viento) http://www.erzengel-palabrasalviento.com

on maestría, la pluma danzó sobre el papel.

Se arqueó sutilmente, engrosando su trazo y confiriéndole cierta emotividad sin precedentes. Semanas, meses incluso, de práctica constante, le habían permitido desplazarse así, con leves roces que simulaban besos furtivos. La hoja no era solo su sostén y suelo firme por donde podía moverse con total libertad. Aquel espacio en blanco era también el sitio donde sus sueños cobraban vida, donde su sangre de tinta se impregnaba día tras día narrando historias varias y de complejidad increíble. Siempre había alguna doncella que esperaba a su príncipe azul, algún guerrero que perseguía una quimera imposible o un ángel caído anhelando recuperar sus blancas alas. Algunas noches, la pluma se descubría envuelta en sueños de colores vivos y brillantes. Entonces, despertaba con la adrenalina impulsando su alargado cuerpo a desplazarse por la hoja y narrar aquello que había soñado respetando cada detalle con exactitud casi enfermiza. Hoy el día había contemplado a la pluma dormir con suma tranquilidad. Hacía varias semanas que cierta cuestión le preocupaba. Sentía que el papel se

estremecía ante sus pasos sin poder explicar correctamente aquella extraña sensación. Odiaba sentirse así, en una suerte de limbo que le impedía escribir ideas coherentes o interesantes. La noche anterior las musas tampoco habían visitado a la pluma y eso aumentaba su ansiedad. El viento susurró suavemente sobre la pluma, le cantó una melodía que llevaba tiempo concibiendo en su corazón de aire y anhelos, y la obligó a despertar y danzar con esa música especial suya que solo había nacido para ser escuchada por la pluma. Las letras surgieron con maestría, sí, y con celeridad también. Emotivas y sentidas palabras consiguieron vida, contando una historia nueva donde la pluma era la única protagonista y el papel hacía los coros festejando el suave deslizar de aquella bailarina que dejaba huellas entintadas sobre toda su extensión. “Llevamos dos años viviendo esta aventura de crear juntos mundos y aventuras imposibles”, murmuró el papel cuando la pluma contempló el punto final de su nueva obra, “dos años dándole al mundo la llave para adentrarse en reinos lejanos donde la fantasía, el drama o el romance son moneda corriente. Puede que no lo recordaras, pero yo llevo grabadas tus letras en mi piel y mi memoria se remonta a nuestro primer encuentro con suma facilidad. De no haber existido un primer cruce entre tú y yo, nunca habríamos generado tantas palabras y párrafos juntos, despertando la magia sin siquiera proponérnoslo. Felicidades, mi querida pluma, espero que nuestra aventura continúe muchos años más…” La pluma sonrió en silencio. Dos años eran en verdad mucho tiempo, y podía adivinar un futuro mucho más extenso. Lo mejor estaba por llegar…

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