Me sorprendió y para bien. Creí que iba a tratarse de los inicios de CRUEL, que íbamos a ver como Teresa y Thomas planeaban las pruebas, el laberinto y cosas por el estilo. Fue una sorpresota encontrarme con una historia que parece aislada y con personajes totalmente nuevos. Personajes con los que uno se encariña casi al instante y llega a amar tanto como a Newt, Minho, Thomas, Chuck, Sarten y compañía. No responde todos los interrogantes que nos deja el último libro, pero sí uno de los más importantes: La llamarada, el virus, nada tiene que ver con las llamaradas solares, fue algo plantado y nos explican el quién, el cómo y el por qué. También, aunque no resuelve todas aquellas lagunas mentales de Thomas, el libro responde más preguntas de que las que creemos en un principio sobre la historia en general. Por ejemplo, es obvio dónde están Thomas, Brenda y los demás, cuál es ese lugar al que los envían al final de La cura mortal. También me pareció bastante evidente quién era la pequeña Deedee. Más tarde, me enteré que la edición de Barnes & Nobles, y solo esa edición lo que es un asco para el resto de los fans, trae material extra y un capitulo que confirma mi sospecha
(y la de muchos de ustedes, por supuesto). Así que el libro nos cuenta también la historia de un personaje muy importante durante la historia entera. Por consiguiente también nos revela quiénes están detrás de CRUEL y los inicios de este. Estoy realmente conforme con toda la información que brinda. Me gustó mucho. Una historia conmovedora, dura, que juega con tu cabeza y tus nervios, y te da una perspectiva diferente: la de un infectado. También me pareció sumamente interesante y desgarrador ver los inicios del virus y los primeros cranks. Fue muy feo, muy duro, pero increíble. Creo que este, junto con Prueba de fuego, fue mi libro favorito de la saga. Y si tengo que ir más lejos, esta saga es la mejor que he leído del genero hasta el momento. Hay muchas que me encantan, pero sentida, cruda, inteligente y maravillosamente desesperante como esta, ninguna.