Huellas de Tinta: Abril 2012

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Cine

Percy Jackson y el ladrón del rayo Por: Misa

Q

ué pasaría si un día descubres que, en realidad, eres hijo de un dios griego que debe cumplir una misión secreta? Pues eso es lo que le sucede a Percy Jackson, que a partir de ese momento se dispone a vivir los acontecimientos más emocionantes de su vida.

Expulsado de seis colegios, Percy padece dislexia y dificultades para concentrarse, o al menos ésa es la versión oficial. Objeto de burlas por inventarse historias fantásticas, ni siquiera él mismo acaba de creérselas hasta el día que los dioses del Olimpo le revelan la verdad: Percy es un semidiós, es decir, el hijo de un dios y una mortal. Y, como tal, ha de descubrir quién ha robado el rayo de Zeus y así evitar que estalle una guerra entre los dioses. Para cumplir la misión contará con la ayuda de sus amigos Grover, un joven sátiro, y Annabeth, hija de la sabia Atenea. El ladrón del rayo da comienzo a una apasionante serie de aventuras sobre un mundo secreto, el mundo que los antiguos dioses griegos han recreado a nuestro alrededor en pleno siglo XXI. Resulta que a finales del 2009 vi el tráiler de esta película en un programa de televisión. Me llamó muchísimo la atención –ya que soy fiel amante de todo lo relacionado con la mitología griega–, pero no fue hasta la mitad del 2010, fecha en la que salió el DVD, hasta que finalmente vi la película, que me gustó muchísimo. Y por eso no me lo pensé dos veces cuando compré el primer libro de la saga. 22

Cuando lo terminé me llevé una gran sorpresa, porque sencillamente la manera en que Rick Riordan adaptó la mitología griega a la actualidad es ocurrente y muy original. Siempre que me preguntan si la película de Percy Jackson es igual al libro, digo que lo único en lo que tienen semejanza, son los nombres de los protagonistas y todo lo relacionado con los dioses olímpicos.

Una de las cosas que no cuadra para nada, es que, en el campamento mestizo, Luke, hijo de Hermes, tiene su cabaña llena de aparatos tecnológicos y lo peor de todo es que ¡Percy tiene un IPhone! *sacrilegio*. Para los que no han leído los libros les quiero aclarar que si un semidiós usa un teléfono, incluso internet, todos los monstruos que estén cerca al lugar se dan cuenta de su ubicación exacta y luego seguramente se darían un rico festín de carne semidiosa. No entiendo cómo deciden llamar a esto una adaptación de Percy Jackson y los dioses del Olimpo, si en el libro pasan tantas cosas excitantes llenas de batallas, monstruos, y muchísimo humor y aquí vemos escasamente una que otra pelea como los dioses mandan.

LO MALO Las diferencias entre la película y la historia del libro son ENORMES. Por ejemplo; la edad de los protagonistas semidioses en la película es apróximadamente de diecisiete años, en cambio en el libro ellos no pasan de once años y en el último tomo terminan con dieciseises. Además hay acontecimientos que no están muy bien planteados, como el hecho de que los dioses no se puedan ver con sus hijos.

Además, en el final de la película, cuando Percy pelea con el Ladrón del Rayo, no vemos qué sucede con éste, ni siquiera un pequeño indicio de lo que le pasó, absolutamente nada. Y créanme que de este pequeño traidor, cuyo nombre no les mencionaré por si no han visto la película o leído el libro, tendremos para mucho rato. Porque detrás de él se encuentra una fuerza manipuladora de proporciones titánicas. Otra cosa que pasaron por alto y que tendrá una ENORME relevancia en Percy Jackson y el Mar de los Monstruos –que se estrenará en marzo del 2013–, fue la historia de cierto árbol que protege el campamento mestizo y creo que no les doy spoilers al decirles que se sorprenderán muchísimo con lo