terror en la pantalla
Por: Melu
H
ace tiempo que la televisión nos espanta. Claro que no son solo los líos mediáticos y los bailes al desnudo (esos dan más miedo si puede caber); no, las películas de terror son unas de las Ladys de la pantalla grande. Piensen, siempre fue una ayuda romántica, en el sentido macabro de la palabra; los chicos aprovechan para llevar unas lindas jóvenes al cine y ver algo tan tenebroso, que al final ellas, si no quieren tapaste los oídos y mecerse en la butaca con la vista clavada al suelo repitiéndose “no es real, no es real, no es real”, (cosa que quedaría espantosa) , toman la mano de ese gallardo caballero que se muestra valeroso y la estrujan hasta que llegue el Happy Ending y entonces ambos ya han compartido algo íntimo, además de que “don” valiente queda bien parado por mostrarse tan estoico. Y esto viene sucediendo desde 1931 con las primeras versiones de Frankenstein y Drácula, sus abuelos se deben de acordar, que fueron mejoradas muchos años después. Luego, en 1973 salió la primera pelícu-
terios asustan, pero Cementerio de Animales aterra. Los payasos son otros que no quedaron afuera y gracias a IT dan más miedo que gracia. Y si los alienígenas te daban ternura con ET, después de la saga Aliens y películas como Señales o La Guerra de los Mundos, eso se acabó. Luego tenemos a los tipos con máscaras y motosierras como don Viernes 13, mejor conocido como Jason; pero otro que también se destaca es el pequeño Leatherface, de La Masacre de Texas (historia que fue basada en la vida de Ed Gein, un asesino serial de Wisconsin). Por otra parte, jugar a ‘1, 2, 3, 4 toca la pared’ ya no es tan divertido como en un principio, luego de convertirse en el entretenimiento favorito de los niños de El Internado. Y pregunto ¿Quién no gastó la broma del llamado telefónico mientras un amigo veía La Llamada (o El Aro) y éste al contestar solo escuchó un “seven days” como respuesta? También tenemos las películas al estilo ‘video casero’, donde entran Proyecto Blair Witch y Actividad Paranormal, entre otras tantas.
la de El Exorcista, que causó una verdadera impresión en el público (sí, es horriblemente traumática) y cuya repercusión se trasladó al siglo XXI, donde se retomó ese hilo y se publicaron secuelas y una precuela, además de que salieron al mercado muchas otras filmografías sobre posesiones como la épica El Exorcismo de Emilie Rose (nadie, luego de ver esa película, puede despertarse a las tres de la mañana y decir que no espera paralizado a sentir el olor a azufre o a que algo invisible de repente le aprese en su cama). Pero no nos salteemos a la primera de la saga Pesadilla en la Calle Elm, donde hace su aparición dentro de los sueños de los niños el señor Fredereick C. Krueger o, como todos lo conocemos: Freddy Krueger. Claro que el cine de terror incursionó en todos los aspectos que pudo para atormentar a los niños y entonces apareció Chucky el Muñeco Diabólico, y los bebotes fueron a parar arriba del armario. Los cemen38
Algo en común en la mayoría de las películas de terror son las casas donde suceden los hechos y que suelen tener algo escalofriante, pero sin duda la que se lleva el Nobel es la pequeña mansión de Terror en Amityville. La muerte parece perseguir a todos en este género, pero literalmente va tras los protagonistas de Destino Final. Podemos pasarnos una semana entera hablando sobre este tema, pero voy a destacar una saga más y daré por terminada la lista de películas; así que por último, pero no menos escalofriante cómo olvidarnos de los macabros juegos de las múltiples pelis de El Juego del Miedo, que incluso fueroin parodiadas junto a otras tantas ya mencionadas en Scary Movie 3.