
1 minute read
“Para servirle a usted….”
El título de este artículo parece ser muy sencillo pero en la práctica, encierra una serie de estrategias puntuales, creativas, efectivas y eficaces para resolverle el problema al cliente, es decir llenar sus expectativas.
En pleno siglo XXI sorprendentemente aún existen empresas en plena era de la producción, es decir se dedican a manufacturar o a prestar servicios de acuerdo a su capacidad instalada, haciendo caso omiso a lo que el consumidor necesita. La integración debe de ir de adelante hacia atrás, o sea: consumidor, canales de distribución, ventas y producción.
Advertisement
Hay que tener presente que, sin una Dirección de Márquetin proactiva y visionaria las organizaciones están destinadas a fracasar, puesto que la tarea de la mercadotecnia es descubrir, conocer, determinar, necesidades y deseos de su grupo objetivo, el cual debe de tener bien definido. Si la oferta de la empresa no se adapta a esto, difícilmente habrá ventas rentables, por lo consiguiente los ingresos monetarios serán insuficientes y se percibirán dificultades para pagar costos fijos como por ejemplo salarios de todos los trabajadores de la empresa, alquileres, intereses bancarios y servicios propios de funcionamiento de la organización. Todas las unidades de la compañía, entiéndase, producción, finanzas, recursos humanos, logística, compras, informática, ventas y mercadeo deben de funcionar de tal manera, que cada una de sus acciones construya una experiencia agradable al consumidor final.
Para tal efecto, es obligatoria la implementación de un Sistema de Información de Márquetin –SIM- que genere datos cualitativos y cuantitativos del perfil de nuestro mercado y que permita tomar decisiones para el diseño de las estrategias idóneas que deben ser parte del plan estratégico de mercadeo.
Además se deben desarrollar sistemas de CRM (Gestión de Relación con los Clientes), para tratar hasta donde sea posible, (sin menoscabo de la rentabilidad); personalizar los productos o servicios y hacerle sentir experiencias únicas al cliente a través de inolvidables combinaciones de tangibles e intangibles; lo que seguramente desarrollará una alta fidelidad hacia nuestra marca. Ya no es suficiente satisfacer al cliente… ahora hay que fascinarlo.


