Una nueva perspectiva en el manejo de la diabetes mellitus
ALOGLIPTINA: UN NUEVO INHIBIDOR DE DPP-4 En el manejo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se han utilizado diversas estrategias farmacológicas que, asociadas a dieta y ejercicio, pueden conducir a un adecuado control de la glucemia. Algunas de estas opciones incluyen a medicamentos que inducen directamente la secreción de insulina (secretagogos), como las sulfonilureas; a sensibilizadores que incrementan la respuesta a la insulina, como la metformina y las tiazolidinedionas; a agentes que disminuyen la absorción de carbohidratos, como los inhibidores de la alfa-glucosidasa, miglitol y acarbosa; y a la insulina misma, en versiones transformadas que modifican su vida media.
Una reciente adición al arsenal farmacológico lo constituyen moléculas que aprovechan la actividad moduladora de las incretinas, específicamente del péptido tipo-glucagon 1 (GLP-1): este péptido incrementa la respuesta de las células beta pancreáticas a la presencia aumentada de glucosa, además de afectar también a las células alfa (productoras de glucagon) y de generar una sensación de saciedad. Hay dos estrategias farmacológicas para aprovechar este sistema modulador: (a) la administración de análogos del GLP-1, como la exenatida y la liraglutida; y (b) el uso de inhibidores de la dipeptidil-peptidasa 4 (DPP-4, que es la enzima que degrada al GLP-1), con lo que la vida media del GLP-1 endógeno se prolonga, lo mismo que su efecto fisiológico. En esta última categoría existen ya la vildagliptina, la sitagliptina y la saxagliptina; la alogliptina y la linagliptina son dos recién llegados, mientras que se trabaja con la dutogliptina y la gemigliptina. Con la excepción de la vildagliptina y la saxagliptina, el resto de los IDPP-4 no tienen relación estructural. Los IDPP-4 en perspectiva, ¿qué esperar de ellos? Tomando a la hemoglobina glucosilada como indicador de eficacia, los
IDPP-4 tienen una eficacia modesta, cuando se usan como monoterapia: una disminución de hasta un punto porcentual en ese indicador. Sin embargo, como su efecto es sobre un mecanismo de regulación fina endógeno, en vez de inducir directamente la liberación de insulina, tienen un menor potencial para propiciar hipoglucemia y se les considera neutros en términos de su efecto sobre el peso corporal. Por otro lado, se ha demostrado que incrementan la masa de células beta, en estudios en animales, y mejoran su funcionamiento, en estudios en humanos. Carecen de interacciones medicamentosas, con la excepción de la saxagliptina, que es un pro-fármaco que requiere metabolismo hepático, de modo que inhibidores de la CYP3A4/5 pueden disminuir la exposición al metabolito activo. Los efectos adversos más comunes son cefalea, nasofaringitis y otras infecciones respiratorias superiores, y otros que son más específicos para cada IDPP-4, como hipersensibilidad a sitagliptina, artralgia e infecciones urinarias para saxagliptina, etc. El uso de IDPP-4 es mayoritariamente en combinación con otro fármaco, usualmente un potenciador de la respuesta a la insulina, como la metformina o la pioglitazona. Alogliptina La alogliptina se distingue de entre los demás IDPP-4 ya comercializados, por su larga vida media: 12.5 a 21.1 horas.
Eso contrasta con la t1/2 de alrededor de 3 horas de la saxagliptina y la vildagliptina, y se empalma con la vida media promedio de 12.4 horas de la sitagliptina. Administrándola una vez al día, se obtuvieron disminuciones promedio de 0.56% en la hemoglobina glucosilada, a las 26 semanas, con una dosis de 12.5 mg, y de 0.59% con 25 mg. Pero cuando se le asoció con pioglitazona, el descenso fue de 1.56% y 1.7% para las mismas dosis de alogliptina, respectivamente. Esta asociación condujo igualmente a un descenso promedio de 50 mg/dL en la glucemia en ayuno. La combinación induce incremento de peso, de entre 2.5 y 3.1 kg, en promedio para las dosis alta y baja de alogliptina, respectivamente. Uno de los grandes problemas del manejo farmacológico de la DM2, es el apego de los pacientes al tratamiento. Fármacos orales que requieran una sola dosis diaria son la mejor opción para mejorar ese apego. La mayor vida media de la alogliptina la hace una opción importante de entre los IDPP-4, junto con su eficacia clínica y su perfil de seguridad. Carlos F. Amábile Cuevas. Fundación Lusara, Ciudad de México