Historia de la Campaña de Tarapacá

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112 Esa artillería, sobre ser completamente inútil para un buque de hierro como el Rimac que solo podía defenderse con ciertas esperanzas de éxito con piezas rifladas de largo alcance, estaban en un estado que daba pena. Aparte de hallarse todas sucias, su montaje era de lo más chabacano. Basta decir que las que las cureñas estaban aseguradas a los pilares de hierro con cables o correas....”

IV. Lo único que a la verdad era digno de respeto en aquella barahúnda del negocio y de la imprevisión, era la bizarra tropa que amontonada conducía a su bordo en número de 240 hombres, de comandante a corneta. “Los carabineros de Yungay, dice un testigo de su partida, toda gente escogida, se hallaban casi en su totalidad charlando sobre la cubierta del buque. Nuestros bravos creían que si la suerte les era adversa, caerían como buenos en el campo de batalla luchando por la honra de la patria, sin sospechar siquiera que el destino les deparara el terrible trance de caer sin poder defenderse en manos peruanas.” (Relación citada de Los Tiempos.)

V. Iba por lo demás el buque a las órdenes de un comandante experimentado, el antiguo y popular capitán Lautrup, alemán al parecer de nacimiento, y nominalmente a las del desgraciado capitán de fragata de la marina de Chile, don Ignacio Luis Gana, quien ¡caso inverosímil! debía tomar su mando solo cuando entrara en combatir, es decir, cuando estuviera yéndose a pique, porque otro género de defensa honrosa aquel barco no tenía.

VI. Andando el primer día 9 millas con mar llana, y más rápidamente los dos subsiguientes el Rimac cumplió su itinerario acostumbrado poniéndose a las puertas de Antofagasta en cincuenta y seis horas. Pero, como antes dijimos, pudiendo entrar sin un solo peligro verdadero, tuvo recelo el capitán Lautrup de encontrarse con enemigos y se aguantó sobre su máquina para esperar la luz del día. Un traidor no lo habría hecho mejor para entregar tan valiosa presa al enemigo, y sin embargo en el capitán Lautrup no fue aquel sino un falso concepto de la cautela y del patriotismo.

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