Tradición y reforma en 1810

Page 231

EL GOBIERNO NACIONAL

229

encontraba su hijo Jose Gregorio y su nuera dofia Josefa Dumont, ambos enemigos de la junta. A1 regresar, don Mateo estaba decididamente en contra de la realizaci6n del cabildo abierto y fue in6til que otro de sus hijos, don JosC Joaquin y otras personas lo convenciesen. Muy temprano, a1 dia siguiente, lleg6 don Ignacio de la Carrera y fue necesario que discurriese una hora con el anciano para dejarlo conforme con la convocatoria. "Pero a6n se temia -dice Argomedo- que algunos de palacio parientes del mismo presidente, volvieran a hablar a Cste. Con este motivo, se trat6 de hacer ver a todos los de la casa cudn necesario era el cabildo, y las ventajas que podria traer a todo el reino lo que en 61 se resolviese, y quedaron todos admirablemente concordes y gustosos que hubiese cabildo abierto." En visperas del dia IS se celebr6 una reuni6n de 10s criollos m5s distinguidos en casa de don Doming0 Toro, hijo del conde, para acordar 10s planes del dia siguiente. Nadie vacilaba alli que se formaria la junta y siguiendo las insinuaciones del cura don Vicente Larrain, acordaron designar presidente de ella a1 mismo conde de la Conquista; vicepresidente, a1 obispo don Jose Antonio Martinez de Aldunate, y vocales, a don Fernando Mh-quez de la Plata, don Juan Martinez de Rozas y don Ignacio de la Carrera. Esa misma tarde quedaron repartidas las esquelas de invitaci6n, burdamente impresas en un taller manejado por el bedel de la Universidad de San Felipe, cuiddndose mucho que 10s criollos las recibiesen oportunamente y dejando para el final el reparto de las que correspondian a 10s poquisimos espafioles invitados. El total de personas citadas pasaba de cuatrocientas, de las cuales solamente catorce eran espafioles y varios de 10s cuales estaban ausentes. La lluvia de 10s dias anteriores habia limpiado la atm6sfera y el cielo lucia un azul claro, cuando desde la cordillera 10s rayos del sol invadieron la ciudad. Las tropas estaban ya alineadas en las calles y sus uniformes y el brillo de las armas daban realce a1 ambiente. La caiiada desde la Iglesia de San Francisco hasta San Ldzaro, por espacio de cinco o seis cuadras, estaba ocupada por el Regimiento de MiIicias de Caballeria de la Princesa, uno de cuyos destacamentos resguardaba t a m b i h la plazuela de la Artilleria. El otro regimiento de milicianos a caballo, denominado del Principe, custodiaba las calles de acceso a la plazuela del Consulado, actual plazuela de 10s Tribunales de Justicia, en cuyos costados aparecian alineadas una compafiia de Dragones de Penco y otra de Infanteria del Rey. Alli se encontraba el comandante de armas don Juan de Dios Vial con dos ayudantes. En la Plaza de Armas tendia sus fuerzas el Regimiento de Infanteria del Rey, y entre Csta y la plazuela del Consulado, por la calle de la Compaiiiia, habia doble disposici6n de fuerzas: Dragones de la Reina y Milicias Disciplinadas de Infanteria. Otros destacamentos pequeiios rondaban la ciudad o descansaban sobre las armas en las plazuelas de la Merced, San Agustin y San Pablo.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.