El Silmarillion

Page 173

errantes sin pensar en la guerra, decidió poner a prueba la fortaleza y la vigilancia del enemigo. Una vez más, sin advertencia previa, recurrió a sus poderes, y de pronto hubo terremotos en el norte, y salió fuego de fisuras abiertas en la tierra, y las Montañas de Hierro vomitaron llamaradas; y los Orcos pulularon en la llanura de Ardgalen. Desde allí descendieron por el Paso del Sirion al oeste, y al este irrumpieron en la tierra de Maglor, por la hondonada que corre entre las colinas de Maedhros y los macizos de las Montañas Azules. Pero Fingolfin y Maedhros no dormían, y mientras otros perseguían a los Orcos dispersos que erraban por Beleriand haciendo gran daño, ellos se precipitaron desde ambos flancos sobre el ejército principal que atacaba entonces a Dorthonion; y derrotaron a los siervos de Morgoth, y yendo tras ellos por Ard-galen los destruyeron por completo, hasta el último y el menor, a la vista de los portales de Angband. Esa fue la tercera gran batalla de las Guerras de Beleriand, y se la llamó Dagor Aglareb, la Batalla Gloriosa. Fue una victoria, pero también una advertencia; y los príncipes la tuvieron en cuenta, y fortalecieron la alianza y pusieron más centinelas, e iniciaron el Sitio de Angband, que duró casi cuatrocientos años del Sol. Por largo tiempo, después de la Dagor Aglareb, ninguno de los siervos de Morgoth se aventuró fuera de los portales, pues temían a los señores de los Noldor; y Fingolfin se jactó de que si no mediaba traición entre ellos mismos, Morgoth nunca quebrantaría otra vez la alianza de los Eldar ni los sorprendería inadvertidos.

168


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.