Greene robert maestria

Page 245

La intuición, primitiva o de alto nivel, es movida en esencia por la memoria. Cuando tomamos información de cualquier tipo, la almacenamos en redes de recuerdos en el cerebro. La estabilidad y durabilidad de esas redes depende de la repetición, la intensidad de la experiencia y nuestro grado de atención. Si escuchamos a medias una lección de vocabulario de una lengua extranjera es probable que no la retengamos en absoluto. Pero si estamos en el país donde se habla esa lengua, oiremos esas mismas palabras repetidas en un contexto específico; tenderemos a prestar más atención porque lo necesitamos, y la huella en nuestra memoria será más estable. De acuerdo con el modelo desarrollado por el psicólogo Kenneth Bowers, cada vez que nos topamos con un problema –un rostro por reconocer, una palabra o frase por recordar–, las redes de recuerdos del cerebro se activan en busca de la respuesta, la cual sigue ciertas vías. Todo esto sucede por debajo del nivel de la conciencia. Cuando una red particular se activa lo suficiente, somos conscientes de pronto del posible nombre correspondiente a ese rostro, o de la frase tal vez apropiada. Éstas son formas de intuición de bajo nivel propias de la vida diaria; no podemos reconstruir los pasos que seguimos para reconocer el rostro de una persona y recordar su nombre. La personas que pasan años estudiando cierto tema o campo desarrollan tantas de esas redes y vías de la memoria que su cerebro busca y descubre sin cesar conexiones entre varias piezas de información. Cuando enfrentamos un problema de alto nivel, la búsqueda sigue un centenar de direcciones por debajo del estado consciente, guiada por una sensación intuitiva de la posible ubicación de la respuesta. Se activan así todo tipo de redes, e ideas y soluciones salen de repente a la superficie. Las que parecen particularmente fructíferas y apropiadas se fijan en la memoria y se ponen en práctica. En vez de tener que razonar una respuesta mediante un proceso paso a paso, la respuesta llega a la conciencia con una sensación de inmediatez. El muy alto número de experiencias y redes de la memoria en fijarse de este modo permite al cerebro de los maestros explorar una área tan amplia que posee las dimensiones y apariencia de la realidad misma, de la dinámica. Para alguien como el maestro ajedrecista Bobby Fischer, el número de veces que experimentó conjuntos similares de circunstancias y atestiguó los diversos movimientos y reacciones de diferentes adversarios creó hondas huellas en la memoria. Él interiorizó una increíble cantidad de patrones. En algún momento de su desarrollo, todos esos recuerdos se fundieron en una sensibilidad para la dinámica general del juego. Fischer ya no veía simples movimientos en el tablero ni recordaba jugadas defensivas que hubiera hecho en el pasado, sino que era capaz de ver y recordar largas secuencias de movimientos posibles que se presentaban como campos de fuerza, barriendo el tablero en su totalidad. Con esa sensibilidad para el juego, podía atrapar a sus adversarios mucho antes de que supieran lo que pasaba y terminar con ellos tan rápida y precisamente como la amófila clava su aguijón. En campos como los deportes o la guerra, o en cualquier otro empeño competitivo en el que el tiempo es lo esencial, las decisiones de los maestros basadas en la intuición serán mucho más eficaces que si ellos trataran de analizar todos los componentes y deducir la mejor respuesta. Hay demasiada información por considerar en muy poco tiempo. Aunque el poder de la intuición se desarrolló originalmente por la rapidez que brindaba se ha vuelto algo que puede aplicarse a las ciencias o las artes, o a cualquier otro campo en el que haya elementos complejos y el tiempo no sea necesariamente el factor crucial. Como cualquier otra habilidad, esta intuición de alto nivel requiere práctica y experiencia. Al principio, nuestra intuición podría ser tan tenue que no le prestemos atención ni confiemos en ella. Todos los maestros hablan de este fenómeno. Pero con el tiempo, ellos aprenden a percibir esas rápidas ideas que se les ocurren. Aprenden a ponerlas en práctica y a verificar su


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.