salud
Primero, es súper importante mantener a tu hijo bien hidratado; es esencial, es tan claro que la Asociación Mexicana de Pediatría lo menciona constantemente. Evita los líquidos endulzados: refrescos (incluso de jengibre o de manzana, que muchos recomiendan para aliviar el malestar), bebidas deportivas, agua envasada de sabores o jugos de fruta. ¿Por qué? Porque todos contienen azúcar y esto empeora los síntomas de la diarrea. Lo mejor es darle sólo agua y, en caso de que un médico te lo indique, buscar en la farmacia una solución de rehidratación oral.
tu casa se van volviendo rutinarios, por lo que te das a la ingeniosa tarea de ir creando platillos para lograr nuevas propuestas alimenticias. Estas, en ocasiones, son nuevas para los pequeños y pueden causarles alteraciones, por esto es importante que siempre estés alerta a cambios sin llegar a estresarte. Si empiezan a aparecer síntomas de diarrea, fatiga, boca seca, deshidratación y vómito en tus hijos, al grado de hacerse una situación frecuente y en ciertos casos con una duración prolongada, no te apures, evita todo este problema con las siguientes indicaciones.
Si eres mamá principiante, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) indica que los bebés que toman pecho o fórmula deben seguir alimentándose igual combinando con agua o con los sueros recomendados por el médico. En caso de que tu pequeño ya lleve una dieta sólida, la APP indica que se debe optar por la dieta que en inglés se conoce como BRAT: “bananas, rice, apples and toast”, o sea, plátano, arroz, papillas de manzana y pan tostado. Ahora, respecto a la alimentación que debes darle a tu hijo durante este episodio difícil, la Organización Mundial de Gastroenterología recomienda que en lugar de tres comidas completas se opte por comidas pequeñas durante todo el día. Como consejo universal debes tomar en cuenta que cada cuatro horas los niños deben ingerir alimento. 13