La Avispa 51 - Otoño 2011

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Teatro

ADRIÁN FERNÁNDEZ

ACTOR, DIRECTOR DE TEATRO Y DRAMATURGO

Adrián Fernández nació en Mar del Plata hace cuarenta y seis años y ha realizado prácticamente toda su carrera en diversos escenarios de la ciudad y el país. En realidad aparenta ser un hombre mucho más joven y confunde con su don de gente. Amable, educado y dueño de una gran experiencia en lo teatral (casi treinta años), confunde con su humildad. Comenzó en la Escuela de Arte Dramático con maestros de la talla de Antonio Mónaco, Roberto Moss y Enrique Baigol con quienes acarició textos de Moliere, Shakespeare y diversos clásicos argentinos. Luego transitó con algunos de los más importantes teatreros de la ciudad como Horacio “pucho” Medrano, Jorge Lauretti y Jorge Ahamendaburu. No conforme, se incorporó al Centro Cultural San Martín de Buenos Aires en busca de nuevas vetas y participó de diversos seminarios de Expresión Corporal, Interpretación, Juegos Teatrales, Improvisación y Dramaturgia. Su debut como actor fue en el clásico “Jettatore” y de ahí en más ha desarrollado una actividad ininterrumpida interpretando a Macbeth, El sostén de la Familia y otras obras que fueron conformando su crecimiento. En el año 2000 da un quiebre a su actividad y junto al actor y director José Luis Baute conforman al primer y único taller de comedia teatral, lo que luego con el tiempo se convierte en el grupo teatral independiente llamado “Comedia Teatral de Mar del Plata”. A partir de ahí también comienza a ejercer su labor docente y su carrera como director. Especializado ya en la comedia dirige y co-dirige en estos últimos diez años una cantidad interesante de espectáculos entre los que se destacan algunos títulos como “No hay que llorar” de Roberto Cossa, “Los ojos llenos de Amor” de Abel Santa Cruz, “El Escándalo del Alma desnuda” de Álvaro de la Iglesia, “De profesión materna” de Griselda Gambaro, “Entre Nos” de Santiago Serrano y tantas otras. Un gran lector y un perfeccionista al momento de montar sus obras, se destaca por la convicción que se debe respetar lo escrito por el dramaturgo en la búsqueda incansable de desarrollar el texto simplemente de la manera correcta. “El actor es una herramienta que participa sobre el escenario completando una obra escrita por otra persona y dirigida por una tercera, pero solo puede poner su visión sin cambiar el contenido” Gran trabajador de la cultura ha llegado a dirigir siete obras al mismo tiempo, mientras ensayaba como actor dos obras más. Siempre ha La Avispa 51 104


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