III La Magdalena, 7:30 p.m.
Señora: n mi situación, ya no encuentro otro recurso que el de levantarme como Lázaro e implorar su benevolencia conmigo. Sepa usted que parezco perro de hortelano castigado por jauría. ¿No se conmueve usted? Venga, venga pronto, que me muero sin usted.
E
B ol í va r
37