cólera que devastó a la ciudad entre 1867 y 1868. En 1869 su Obispo lo destinó a Traslasierra a hacerse cargo del extenso curato de San Alberto, siendo nombrado Párroco de Villa del Tránsito. Prototipo del cura humilde y sencillo, era alegre, incansable y tozudo. Mientras realizaba una titánica labor apostólica con una mentalidad progresista, no cesaba de estudiar las obras necesarias para desarrollar la región serrana de la provincia de Córdoba que lo vio nacer: restauró y construyó iglesias, acueductos, canales y diques, y sesenta y seis caminos vecinales. Cuando se arremangaba la sotana, trabajaba con su gente de sol a sol, como en su gran obra del camino de Soto a Villa Dolores o en los comienzos del ahora magnífico de las Altas Cumbres. Murió leproso y ciego en la Villa del Tránsito (hoy Villa Cura Brochero) el 26 de enero de 1914, a los 74 años de edad. El 16 de octubre de 2016 fue declarado Santo. José Gabriel Brochero, llamado el cura gaucho, fue fiel al proyecto de Jesús poniéndose al servicio de las comunidades que habitaban la zona de Traslasierra. Se hizo uno de ellos. Vivió su vida sencilla y sufrida. Los invitó a convertirse al evangelio al mismo tiempo que mejoraba sus condiciones de desarrollo. Siendo maestro en Filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba, en sus sermones y sus cartas pastorales se expresaba de manera comprensible para sus serranos. Usaba expresiones como éstas: “Dios es como los piojos, está en todos lados, pero prefiere a los pobres”, “la gracia de Dios es como lluvia que a todos moja”, “el sacerdote que no tiene mucha lástima de los pecadores es medio sacerdote. Estos trapos benditos que llevo encima no son los que me hacen sacerdote. Si no llevo en mi pecho la caridad, ni a cristiano llego”. Un corazón como el del Cura Brochero, bien pegado a las necesidades de quienes tiene a cargo. Un compromiso como el que él asumió con Jesús y su proyecto, a la vez que lograr una mejor vida para los serranos puede movernos a nosotros hoy a vivir este mismo compromiso doble: con nuestros estudiantes y con lo que Dios sueña para cada uno de ellos, con nuestras sociedades y con el deseo de mejores mundos posibles para los que las habitamos. Una vida misericordiosa como la del cura gaucho, que esperaba siempre la conversión y no la condena de quienes no andaban por buen camino. - -
San Juan Bautista de La Salle y San Gabriel Cura Brochero Rueguen por nosotros
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Nuestra Señora del Tránsito Ruega por nosotros
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Viva Jesús en nuestros corazones Por siempre
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