Especial Para esta mujer que vive en Las Trancas desde hace 40 años, estos apoyos son buenos, pero no suficientes, pues a pesar de que cada uno o dos años se los envían, no han ayudado a la comunidad a salir del retraso en el que se encuentra. “Está bien que nos quiten los pisos de tierra, porque los niños se enferman menos, pero nosotros queremos empleo, queremos poner a producir nuestras tierras, y para eso no nos ayudan. Siempre nos mandan láminas de cartón, despensas, pero nosotros seguimos igual de pobres”, indica. A pesar de que es una de las más de 6 mil personas que sobreviven en condiciones de pobreza extrema en el municipio de Zitlala, la indígena náhuatl dice desconocer la Cruzada que ha puesto en marcha el gobierno de Enrique Peña Nieto, y asegura que tampoco tenía conocimiento de la visita que el Mandatario iba a realizar a Mártir de Cuilapan la semana pasada, para poner en marcha el programa piloto de la estrategia, que finalmente fue cancelada. Ahora, Paulina sopesa si volverá a sembrar amaranto el próximo año, pues dice que la inversión en la semilla –alrededor de 400 pesos– es mayor a las ganancias que puede obtener por la cosecha. ARTESANÍAS MAL PAGADAS Eleucadio Teyuco no entiende por qué en zonas de la capital del país, como Coyoacán o Polanco, las artesanías que él produce se venden a hasta diez veces más, de lo que a él le pagan por sus productos. Artesano de artículos de palma y hoja de maíz, señala que un portarretratos como los que venden en diversas tiendas de Polanco en 200 pesos, a él se lo pagan a 25. Eleucadio es uno de los artesanos más conocidos de esta localidad en donde todos los habitantes, incluso los niños, saben realizar artesanías de palma. Entrevistado en su casa de adobe, indica que en sus viajes a la Ciudad de México para vender sus productos se dio cuenta de que hacer y vender artesanías es una actividad redituable, pues por un fin de semana en un puesto de Coyoacán logró ganancias de hasta 2 mil pesos. Eleucadio no duda que el mercado de las artesanías podría sacar de la marginación a su comunidad; el problema, dice, es que los habitantes no cuentan con recursos para sacar
www.larazonsanluis.com sus productos, promocionarlos e incluso enviarlos a otras partes de la República. Los apoyos que llegan, señala, son materiales de construcción y programas como Oportunidades, cuyos recursos se dedican en su mayoría a la compra de alimentos, que en esta comunidad, se reducen a maíz y frijol. “La mayoría de las ganancias se la quedan los intermediarios y eso nos da en la torre, porque aquí nosotros podríamos vivir mejor, comer mejor, si nos ayudaran a sacar nuestras mercancías de la comunidad y del estado, para evitar a los que nos compran y luego revenden”, indica. Y agrega: “a nosotros una canasta de palma nos la pagan a 10 pesos la docena, a ustedes en México se las venden a 20 ó 25 pesos cada pieza. Lo que pasa es que las ganancias se las queda el que nos compra y revende”. El artesano acaba de solicitar un apoyo para la construcción de una casa, a los funcionarios que acudieron a la oficina del síndico municipal para proporcionar información sobre la Cruzada Nacional Contra el Hambre. Pero él sabe que ese tipo de apoyos no va a acabar con el hambre en su comunidad. “Si quieren acabar con la pobreza y en hambre en Guerrero, que nos apoyen y nos enseñen a hacer de nuestro oficio nuestra forma de subsistencia. Las láminas de cartón
no nos dan de comer; nos ayudan a tener nuestra casa mejor, sí, pero no nos dan de comer. Los apoyos de Oportunidades sí nos dan de comer, pero un rato, ¿y luego qué? En cambio nuestro oficio nos da de comer siempre y es ahí donde no nos ayudan”, precisa. Y finaliza: “Si de veras quieren ayudarnos, que nos ayuden a sacar nuestros productos, a vender nosotros directamente, a evitar intermediarios, así vamos a poder vivir mejor, lo demás son apoyos bienvenidos, pero nos van a durar poco”. MEZCAL, POTENCIAL DESAPROVECHADO De acuerdo con los productores
JUEVES 25 DE ABRIL DE 2013
de Chilapa de Álvarez, el mezcal artesanal que producen en este municipio podría competir con las marcas más reconocidas del mercado; sin embargo, la falta de capacidad para producirlo de manera masiva, publicitar su marca y distribuirlo, impide que puedan entrar de lleno al mercado nacional. Melquiades Tlacotempa, secretario de la organización Sanzekan, la cual aglutina a 47 productores de diferentes municipios del centro de Guerrero, entre los que se encuentran Mártir de Cuilapan, indica que a pesar de que los agricultores de maguey han aportado recursos para mejorar los procesos de producción, contratar capacitación y generar infraestructura, su mezcal aún no puede competir agresivamente en el mercado, debido a la burocratización de los apoyos gubernamentales y la escasa siembra de maguey. Actualmente Sanzekan cuenta con una cava especial para almacenar el líquido, una embotelladora, e
incluso una máquina para el grabado de las botellas, misma que han adquirido a través de apoyos de CONAFOR, SEMARNAT, SAGARPA y contribuciones de los productores; no obstante, dicha maquinaria se encuentra parada debido a que los pedidos no sobrepasan las cuatro cajas semanales, mismos que envasan de forma manual. El productor señala que después de obtener apoyos por hasta un millón de pesos para mejorar sus procesos de producción, actualmente éstos se redujeron a casi la cuarta parte. Además, agrega, cada año es más difícil obtener éstos debido a que los requisitos aumentan, al igual que el número de productores que los solicitan. Sobre la escasa producción de maguey, indica que, debido al manejo sustentable de éste, los productores tienen un límite de corte para producción de mezcal, lo que reduce sus posibilidades de generar más producto. La situación se agrava por el largo tiempo de maduración de la planta: ocho años. Para el productor, estos obstáculos reducen la capacidad de los mezcaleros de generar empleo en los municipios aledaños a la fábrica, entre los que se encuentran Zitlala, Mártir de Cuilapan y Ahuacuotzingo (que con 25 mil habitantes sí está en la lista de la Cruzada). Esto obliga a muchos habitantes a migrar al norte del país como jornaleros o quedarse en sus comunidades, en donde la pobreza afecta a un amplio sector de la sociedad. En su opinión, la producción de mezcal sería una estrategia efectiva para abatir la desnutrición y la pobreza, pues trabajar en esta industria les permitiría a los habitantes de la zona contar con un ingreso fijo para mejorar su calidad de vida. Lo anterior porque en esta región la agricultura es de temporal; es decir, sólo hay trabajo en el campo
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de julio a diciembre. Tlacotempa señala que, de acuerdo con los cálculos de Sanzekan, los 47 productores que conforman su organización contratan una fuerza laboral de aproximadamente 300 personas, pues cada productor emplea alrededor de seis peones. Actualmente en el estado existen seis organizaciones o fábricas productoras de mezcal, mismas que sobreviven con apoyos de los gobiernos federal, local y aportaciones de los productores. Tlacotempa señala que desde hace cinco años han buscado la forma de ampliar la incursión del mezcal en el mercado, pero lejos de lograrlo, han visto reducir la actividad de áreas como la de envasado, debido a la reducción de la demanda, así como de los apoyos del gobierno. SUGIEREN REPLANTEAR LA CRUZADA Catarina Illsley señala que las artesanías, la producción de alimentos y la existencia de procesos industriales como la producción de mezcal, son una muestra de que las regiones de Guerrero a donde llegará la Cruzada Contra el Hambre, tienen todo el potencial para generar sus propios alimentos y sus propias fuentes de trabajo. “Los habitantes de las comunidades son agricultores con muchos conocimientos, artesanos y productores. Debemos pensar de qué manera potenciar sus conocimientos, porque ésa es la única forma de darles herramientas de largo plazo para mejorar su calidad de vida, sus ingresos y acabar con la pobreza, la desnutrición y el rezago que los aqueja”, advierte. Reitera que hasta ahora, el potencial de esta zona ha estado desaprovechado y considera que la Cruzada no acabará con la marginación, si no está acompañada de programas generadores de empleo y de apoyo a la producción local.