OCTUBRE 2019
LA SOPA DEL MES GERARDO DELL’ORO
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LA SOPA DEL MES es parte performance, comida y entrevista. Es también una excusa para reunirnos con artistas visuales cuya obra admiramos por fuera de los típicos espacios sociales e institucionales de intercambio. Les invitamos a casa a comer una sopa, una comida poco pretenciosa, íntima, que estimula la alimentación en toda la amplitud de la palabra. Esta publicación despliega parte de los encuentros, incluyendo bocados de la conversación, fotografías y la receta de la sopa del mes, simbólicamente seleccionada en conexión con cada persona invitada.
GERARDO DELL’ORO nació en La Plata en 1966. Hijo de fotógrafo, inició su formación profesional en la adolescencia en la Escuela Municipal de Avellaneda. Frente a un plato de sopa que llamamos del impresor, inspirada en su experticia en la impresión fotográfica, compartió su recorrido por el campo del fotoperiodismo argentino en tiempos de democracia, desde la época dorada de las agencias y los premios hasta la crisis que la profesión enfrenta actualmente en todos lados. Gerardo forma parte de la generación de fotógrafos formada en los talleres de Adriana Lestido, caracterizada por búsquedas hondas y prolongadas. Un antes y un después en su trayectoria, que lo llevó a cuestionar las lógicas del fotoperiodismo y lo acercó a una producción más autoral y sensible. Es en esta instancia en la que maduró su exploración en torno a la memoria personal, familiar y colectiva a raíz de una catástrofe que lo tocó de cerca: la desaparición de su hermana mayor durante la última dictadura militar argentina.
ENTREVISTA MAR: Esta sopa está pensada en honor a tu trabajo como impresor. Es una sopa blanca y negra con cian, magenta y amarillo. CMYK. BG: Este lado es dulce y este es salado. La blanca es una crema de papa con queso y la negra, de porotos. El amarillo es cúrcuma, el magenta, remolacha, y el cian es colorante para torta. Esta ha sido la sopa más conceptual que hemos hecho. En la receta, tenemos que indicar que hacen falta ocho manos en la cocina.
MAR: ¿Cómo llegaste a la fotografía? GDO: Tengo un padre fotógrafo. Eso no es indiferente, digamos, pero la verdad es que él nunca me empujó a la fotografía ni nada. Para mi viejo, cuando yo nací, la fotografía era un hobbie. En una época, él había hecho fotografía social, casamientos y esas cosas, en La Plata. Después, la dejó; después, tuvo una recaída y compró una cámara y una ampliadora y volvió a la fotografía cuando yo tenía como ocho años. De allí vienen mis primeros recuerdos del cuarto oscuro (...). Más adelante, en la escuela secundaria en la que estaba (...), los docentes de la especialidad de Química, que era la que yo seguía, armaron el Fotoclub Berazategui —sin saber qué era un fotoclub ni aplicar mucho esa lógica competitiva, pero para muchos, ese fue el primer acercamiento a la fotografía. Funcionábamos en una biblioteca, una vez por semana. Armamos un laboratorio. Eso duró un tiempo, después dejó de
GD0 Gerardo Dell’Oro MAR María Antonia Rodríguez BG Beto Gutiérrez JPG Juan Peraza Guerrero existir, y yo empecé, en el 83, creo, en la escuela de Avellaneda mientras hacía el secundario. BG: Estudiaste fotografía. GDO: Sí, era una muy mala época en la escuela. Creo que la mayoría del grupo abandonó. JPG: ¿El programa estaba dirigido al fotoperiodismo? GDO: No, tuvimos hasta clases de desnudo, de procesos especiales, más experimentales (...). Después, empecé a colaborar con las Madres de Plaza de Mayo, que tenían un periódico, en el 87. Yo había hecho unas fotos interesantes de la salida de unos presos políticos y fui a ofrecerlas a varios lugares. Fui al periódico de Madres y caí justo en la época en la que cumplían 10 años y tenía un montón de actividades y necesitaban un fotógrafo. Hicieron una marcha muy grande, un acto en el Luna Park. Ahí me quedé varios años. (....) Luego, hice mi primer curso de reportero gráfico. No sé si terminé ese curso. Era el año 89, es decir,
PARA MI CABEZA OBSESIVA DE REPORTERO GRÁFICO, ‘PARTICULAR’ ERA UNA MALA PALABRA, COMO HACER ‘PERIODISMO EN PRIMERA PERSONA’. AHORA ESTOY FASCINADO CON LOS MUNDOS ÍNTIMOS hiperinflación radical —radical del partido radical. Era todo muy difícil.
GDO: Yo nací en La Plata, pero por el laburo de mi viejo nos fuimos a vivir a Berazategui. Luego, regresamos a La Plata y, cuando yo estaba en quinto grado, mi hermana desaparece. De ahí, nos fuimos a vivir a Quilmes.
GDO: Yo no era un fotógrafo ni profesional ni amateur. Me interesaba la fotografía, pero no trabajaba del todo como fotógrafo. Por esa época, daba clases en una escuela de periodismo, de fotografía, también daba clases en un secundario y era ayudante de laboratorio en mi escuela secundaria (...). En 1992, me fui de viaje a México, unas vacaciones largas. Estuve en el DF, fui a Guatemala y a Estados Unidos (...). Cuando volví, comencé a buscar trabajo seriamente. Trabajé en La Maga, que era una revista de cultura. (...) Después, comencé a trabajar en Clarín, por ese verano —cosa que yo no sabía, que era solo por el verano. Me tuvieron trabajando siete días por semana y, de repente, no me dieron más trabajo o como muy esporádicamente. Al toque, comencé a trabajar en Viva, la revista. El jefe era Daniel Merle. En la revista se trabajaba a color, en diapositiva. Me acuerdo que un día
estaba mostrando a un compañero, un fotógrafo, unas fotos de danza que había hecho en blanco y negro, y pasa Merle, las ve y dice: “Ah, qué lindo. ¿Por qué no me venís a ver y me mostrás tu trabajo?”. Para llenar una raviolera, tuve que salir a sacar fotos porque no tenía. Llegar a 20 fotos, color, fue un suplicio. Merle me dio trabajo en una revista donde el color era bien importante viendo mis fotos blanco y negro. Muy diferente de otro fotógrafo, supuestamente militante, que era jefe de Sur, el diario del PC, a quien le llevé mi carpeta de reportero, entre comillas, con fotos que yo hacía para Madres. Y no sé si porque no le gustaba mi trabajo o no necesitaba fotógrafos, pero me dijo: “Imaginate que no vamos a tomar un fotógrafo exclusivamente para derechos humanos”. (...) Para mí, fue costoso salir a buscar trabajo. Yo me desempeñaba bastante bien, pero lo que me faltaba era el tupé de ir a buscar trabajo (...). En cualquier caso, el argumento
de este hombre era poco sólido. Vos ves una foto de zapatos y podés darte cuenta de si esa persona va a hacer un buen retrato o no. Siempre comparo esa respuesta con la de Merle, que en mi fotos blanco y negro vio una potencia.
GDO: Después, se armó el proyecto de La Prensa, que era un diario muy conservador que compró Amalia Lacroze de Fortabat, y en el que invirtió muchísimo (...). Allí me ofrecieron trabajo. Al año, se había perdido ese proyecto, era el 93 o 94. Me hicieron firmar un retiro voluntario y, extrañamente, volví a Clarín. Justo habían relanzado el suplemento de turismo y había muchos viajes, de tres días, cuatro, una semana. Entonces, me mandaban a mí. Después, se dieron cuenta de que me podían poner a hacer el laburo aburrido en Buenos Aires y ellos irse de viaje. Mi primera nota, en esta segunda etapa, fue en Chascomús, luego Salta, Ushuaia, Aruba.
GDO: Hubo una época genial del fotoperiodismo en la Argentina. Era una época en la que los fotógrafos ganaban el Premio Rey de España, como con la foto del falso abrazo del policía y la madre o como con la foto de Enrique Rosito del genocida Bussi con un puñal en la mano, amenazando gente, o la foto de Rafael Calviño del teniente en el auto con Aldo Rico
apuntando al fotógrafo. MAR: Una locura de fotos. GDO: Geniales. Yo me eduqué con esas fotos. Crecí viéndolas y queriendo hacer esas fotos (...). Después de esa época, el jefe de fotografía era Diego Goldberg, en Clarín, entonces había muchas ideas y se le daba mucha importancia a la fotografía (...). Ahora, Clarín tiene un jefe que no es fotógrafo y cuyo único mérito es haber achicado la sección lo más posible. JPG: ¿Cuándo te fuiste de Clarín? GDO: Hace un año y medio o dos. Todos los que trabajábamos en Clarín amábamos la fotografía, pero lo que se hacía allí ya no era fotografía ni periodismo ni nada.
GDO: Cuando empezaron las páginas web, nadie entendió qué había que poner allí. La indicación era: “Cualquier cosa, pero rápido”. Nos mandaban a la calle con un teléfono para que tomáramos una foto mala, pero que se pudiera subir rápido.
MAR: ¿En paralelo ibas haciendo un trabajo más personal? GDO: Yo tenía el trabajo que quería (...). Cuando trabajé en Clarín, tuve unos viajes maravillosos (...). Fui a Malvinas, fui a hacer tareas de desminado a Angola, como fotógrafo, hice un crucero por el Mediterráneo que me permitió, cuando el crucero terminó en Venecia, conocer el pueblo donde nació mi viejo. Hice un viaje a Bolivia, siguiendo la ruta del Che, junto con el amigo con el que él había hecho ese viaje. Fuimos al Banco Central de Bolivia y nos abrieron la bóveda donde estaba guardado el diario del Che y había un acta que decía que era la octava vez que se mostraba. Fue una época muy intensa, en la que, para mí, lo más importante eran las fotos que hacía para el trabajo. Después, fue el atentado de las Torres Gemelas, acá hubo un aumento del dólar tremendo, yo fui padre, así que los viajes se cayeron por el atentado. Dejaron de invitar porque Argentina no era un gran mercado para el turismo internacional. Además, yo era padre reciente, por lo que no me interesaba viajar demasiado. GDO: En esa época, me agarró un síndrome de falta de tema. Para mí, el tema a fotografiar siempre fue un rollo. Me había comprado una cámarita Yashika T4, esa que tiene el visor de cintura arriba, de 35, pocket. Era una de esas automáticas que funcionaban bien (...). Yo estaba mucho en casa con un bebé, y dije: “Autorretratos. Domingos 9 AM”. Un autorretrato y una
SOPA DEL IMPRESOR
foto donde sea que estuviera. Esta fórmula me decía qué fotografiar y cuándo hacerlo. Esto coincidió con la Feria de Libros de Fotografía de Autor que se hacía en Espacio Ecléctico en San Telmo. Era genial darle formato de libro a esa caja o carpeta o folder de las primeras computadoras. La Feria me permitió descubrir el formato libro, darle entidad a un cuerpo de imágenes que quizás no daba para una muestra, pero tampoco para dejar guardado.
[Para el postre, imprimimos autorretratos de Gerardo en papel de arroz que rellenamos con dulce de leche]. GDO: ¡Pero esto es un asco! [Risas]. MAR: Es totalmente cierto. GDO: Yo no puedo comer eso. JPG: Canibalismo total [Risas].
GDO: En el 99, comencé el taller de Adriana Lestido.
SOPA NEGRA INGREDIENTES
3/4 kilo de porotos negros SOPA mediana NEGRA cortada en dos de este hombre era poco sólido.1 cebolla Vos ves una foto de apuntando al fotógrafo. kilo derojo, porotos negros 1/23/4 pimiento sin venas y sin semillas zapatos y podés darte cuenta de si esa persona va MAR: Una locura de fotos. 1 cebolla mediana cortada en dos 250 gramos de azucar mascabo a hacer un buen retrato o no. Siempre comparo esa GDO: Geniales. Yo me eduqué 1/2cdtas pimiento 3 1/4 de sal rojo, sin venas y sin semillas con molida esas fotos. Crecí viéndolas respuesta con la de Merle, que 1/2 en mi fotos blanco y mascabo cdta de pimienta negra, recién 250 gramos de azucar y queriendo hacer esas fotos (...). negro vio una potencia. 6 a3 81/4 tazas de agua cdtas de sal 1/31/2 decdta taza de aceite Después de esa de pimienta negra, recién molida época, el jefe de 1 taza cebolla 6 a 8detazas derallada agua fotografía era Diego Goldberg, en 3 dientes dePrensa, ajo 1/3de de La taza demachacados aceite GDO: Después, se armó el proyecto que Clarín, entonces había muchas
1 tazacompró de cebolla rallada ideas y se le daba mucha importanera un diario muy conservador que Amalia - En una ollade se ponen al fuego los porotos (previamente remojados duran3invirtió dientes ajo machacados cia a la fotografía (...). Ahora, Clarín Lacroze de Fortabat, y en el que muchísimo te la noche) con 10 tazas de agua, la cebolla cortada en dos y el pimiento. Se un jefeyque no es hasta fotógrafo y (...). Allí me ofrecieron trabajo. llevan Al año, se había perun hervor, se baja untiene poco el fuego se cocinan que ablan- En auna olla se ponen al fuego los porotos (previamente remocuyo único mérito es haber achicadido ese proyecto, era el 93 o 94. Me hicieron firmar den, unos 60 minutos aproximadamente. jados durante la noche) con 10 tazas de agua, la cebolla cortada - Se retiravolví la ollaadel fuego, se do eliminan el pimiento y laposible. cebolla y en la misla sección lo más un retiro voluntario y, extrañamente, Clarín. en dos y el pimiento. Se llevan a un hervor, se baja un poco ma olla, sede agregan el azúcar, la sal,¿Cuándo la pimientatey fuiste unas 6 tazas de agua. Se JPG: Justo habían relanzado el suplemento turismo y el fuego y se cocinan hasta que ablanden, unosde60Clarín? minutos llevacuatro, a un hervor y semase cocinanGDO: hasta que estén blandos pero firmes, cuidanHace un año y medio o dos. había muchos viajes, de tres días, una aproximadamente. do de quitarle la espuma que pueda formarse. Todos los que trabajábamos en na. Entonces, me mandaban a mí. Después, se die- Se retira la olla del fuego, se eliminan el pimiento y la cebolla - Aparte, se sofríen la cebolla rallada y el ajo machacado hasta que doren Clarín amábamos la fotografía, ron cuenta de que me podían poner a hacer el laburo y en la misma olla, seEste agregan pimienta bien, unos 7 a 10 minutos. sofritoelseazúcar, agrega alalasal, ollala que contiene ylos unas 6que tazas de llevalo a aun hervor y seallí cocinan 20 pero que semediano hacía yaque nopor aburrido en Buenos Aires y ellos irse de viaje. Miagua. pri- Se porotos, se continúan cocinando fuego hasta elera caldo minutos o hasta que estén blandas pero firmes, cuidando de fotografía ni periodismo ni nada. mera nota, en esta segunda etapa, fue en Chascomús, espese, unos 30 minutos más. quitarle la espuma pueda formarse. - Luego, cuando no estéque demasiado caliente, se procesa hasta convertirlo luego Salta, Ushuaia, Aruba. Aparte, seconsistente. sofríen la cebolla rallada y el ajo machacado hasta en- una crema
que doren bien unos 7 a 10 minutos. Luego se agrega a la olla GDO: Cuando empezaron las págique contiene los porotos, que se continúan cocinando a fuego GDO: Hubo una época genial del fotoperiodismo en nas web, nadie entendió qué había mediano hasta que el caldo espese, unos 30 minutos más. la Argentina. Era una época en la que los fotógrafos que poner allí. La indicación era: - Luego, cuando no esté demasiado caliente se procesa hasta “Cualquier cosa, pero rápido”. Nos ganaban el Premio Rey de España, como con foto convertirlo en la una crema consistente.
del falso abrazo del policía y la madre o como con la foto de Enrique Rosito del genocida Bussi con un puñal en la mano, amenazando gente, o la foto de Rafael Calviño del teniente en el auto con Aldo Rico
mandaban a la calle con un teléfono para que tomáramos una foto mala, pero que se pudiera subir rápido.
SOPA BLANCA PREPARACIÓN 55 gramos de manteca 425 gramos de papas, peladas y cortadas en cubitos MAR: ¿En paralelo ibas haciendo un trabajo más per- foto donde sea que estuviera. Esta 110 gramos de cebolla, cortada en cubitos sonal? fórmula me decía qué fotografiar 900ml de caldo de pollo casero o caldo de verduras GDO: Yo tenía trabajo que quería (...). Cuando tra- y cuándo hacerlo. Esto coincidió 120ml leche enterael o crema bajé en Clarín, tuve unos viajes maravillosos (...). Fui a con la Feria de Libros de Fotografía Sal y pimienta negra recién molida 150 gramos de algún quesotareas blanco de (cheddar blanco, queso cremoso,de Autor que se hacía en Espacio Malvinas, fui a hacer desminado a Angola, queso comollanero...) fotógrafo, hice un crucero por el Mediterráneo Ecléctico en San Telmo. Era genial
que me permitió, cuando el crucero terminó en Vene- darle formato de libro a esa caja - Se derrite la manteca en una cacerola pesada. Cuando hace espuma, se cia, conocer el pueblo donde nació mi viejo. Hice un o carpeta o folder de las primeras agregan las papas y las cebollas y se revuelven en la manteca hasta que viaje a Bolivia, siguiendo la ruta del Che, junto con computadoras. La Feria me perestén bien cubiertas. concon el que hecho eseSe viaje. -elSeamigo espolvorea sal yél unhabía poco de pimienta. cubreFuimos la cacerola mitió con un descubrir el formato libro, al Banco Central de Bolivia y nos abrieron bóveda darle10entidad a un cuerpo de imápapel y la tapa para que sude a fuego suave durantela aproximadamente minutos. donde estaba guardado el diario del Che y había un genes que quizás no daba para una -acta Mientras lleva el caldo a un hervor y sese agrega a la cacerola cuanque tanto, decíaseque era la octava vez que mostraba. muestra, pero tampoco para dejar do las verduras estén cocidas pero no coloreadas, se sigue cocinando duFue una época muy intensa, en la que, para mí, lo más guardado. rante unos 10-15 minutos o hasta que las verduras estén suaves y el líquido importante eran las fotos que hacía para el trabajo. se haya reducido lo necesario. Después, fue el atentado de las Torres acá - Se agrega la leche/crema y el queso rallado, y seGemelas, ajusta la sazón. un aumento delladólar tremendo, yo deseada. fui padre, [Para el postre, imprimimos au-hubo Se procesa hasta obtener consistencia cremosa así que los viajes se cayeron por el atentado. Dejaron torretratos de Gerardo en papel de MAGENTAno era un granCYAN deAMARILLO invitar porque Argentina mercado arroz que rellenamos con dulce de Mezclar Remolacha cocida unas gotas para el cúrcuma turismo internacional. Además, yoMezclar era padre leche]. en polvo con 1 cda muyme procesada con 1 viajar de colorante reciente, por lo queyno interesaba dema-comestible de queso crema cda de queso crema azul con 1 cda de queso siado. GDO: ¡Pero esto es un asco! [Risas]. crema GDO: En esa época, me agarró un síndrome de falta MAR: Es totalmente cierto. de tema. Para el temaque a fotografiar siempre fue un GDO: ATENCIÓN: Es muymí, importante las dos sopas tenga consistencias similares paraYo no puedo comer eso. poder efecto mitad y mitad. Para se deben servir simultáneamente rollo.lograr Me elhabía comprado unaemplatar cámarita Yashika T4, JPG: Canibalismo total [Risas]. las dos sopas, cuidando de empezar por el centro del plato hacia afuera. esa que tiene el visor de cintura arriba, de 35, pocket. Era una de esas automáticas que funcionaban bien (...). Yo estaba mucho en casa con un bebé, y dije: “Au- GDO: En el 99, comencé el taller de torretratos. Domingos 9 AM”. Un autorretrato y una Adriana Lestido.
de este hombre era poco sólido. Vos ves una foto de zapatos y podés darte cuenta de si esa persona va a hacer un buen retrato o no. Siempre comparo esa respuesta con la de Merle, que en mi fotos blanco y negro vio una potencia.
GDO: Después, se armó el proyecto de La Prensa, que era un diario muy conservador que compró Amalia Lacroze de Fortabat, y en el que invirtió muchísimo (...). Allí me ofrecieron trabajo. Al año, se había perdido ese proyecto, era el 93 o 94. Me hicieron firmar un retiro voluntario y, extrañamente, volví a Clarín. Justo habían relanzado el suplemento de turismo y había muchos viajes, de tres días, cuatro, una semana. Entonces, me mandaban a mí. Después, se dieron cuenta de que me podían poner a hacer el laburo aburrido en Buenos Aires y ellos irse de viaje. Mi primera nota, en esta segunda etapa, fue en Chascomús, luego Salta, Ushuaia, Aruba.
GDO: Hubo una época genial del fotoperiodismo en la Argentina. Era una época en la que los fotógrafos ganaban el Premio Rey de España, como con la foto del falso abrazo del policía y la madre o como con la foto de Enrique Rosito del genocida Bussi con un puñal en la mano, amenazando gente, o la foto de Rafael Calviño del teniente en el auto con Aldo Rico
apuntando al fotógrafo. MAR: Una locura de fotos. GDO: Geniales. Yo me eduqué con esas fotos. Crecí viéndolas y queriendo hacer esas fotos (...). Después de esa época, el jefe de fotografía era Diego Goldberg, en Clarín, entonces había muchas ideas y se le daba mucha importancia a la fotografía (...). Ahora, Clarín tiene un jefe que no es fotógrafo y cuyo único mérito es haber achicado la sección lo más posible. JPG: ¿Cuándo te fuiste de Clarín? GDO: Hace un año y medio o dos. Todos los que trabajábamos en Clarín amábamos la fotografía, pero lo que se hacía allí ya no era fotografía ni periodismo ni nada.
GDO: Cuando empezaron las páginas web, nadie entendió qué había que poner allí. La indicación era: “Cualquier cosa, pero rápido”. Nos mandaban a la calle con un teléfono para que tomáramos una foto mala, pero que se pudiera subir rápido.
MAR: ¿En paralelo ibas haciendo un trabajo más personal? GDO: Yo tenía el trabajo que quería (...). Cuando trabajé en Clarín, tuve unos viajes maravillosos (...). Fui a Malvinas, fui a hacer tareas de desminado a Angola, como fotógrafo, hice un crucero por el Mediterráneo que me permitió, cuando el crucero terminó en Venecia, conocer el pueblo donde nació mi viejo. Hice un viaje a Bolivia, siguiendo la ruta del Che, junto con el amigo con el que él había hecho ese viaje. Fuimos al Banco Central de Bolivia y nos abrieron la bóveda donde estaba guardado el diario del Che y había un acta que decía que era la octava vez que se mostraba. Fue una época muy intensa, en la que, para mí, lo más importante eran las fotos que hacía para el trabajo. Después, fue el atentado de las Torres Gemelas, acá hubo un aumento del dólar tremendo, yo fui padre, así que los viajes se cayeron por el atentado. Dejaron de invitar porque Argentina no era un gran mercado para el turismo internacional. Además, yo era padre reciente, por lo que no me interesaba viajar demasiado. GDO: En esa época, me agarró un síndrome de falta de tema. Para mí, el tema a fotografiar siempre fue un rollo. Me había comprado una cámarita Yashica T4, esa que tiene el visor de cintura arriba, de 35, pocket. Era una de esas automáticas que funcionaban bien (...). Yo estaba mucho en casa con un bebé, y dije: “Autorretratos. Domingos 9 AM”. Un autorretrato y una
foto donde sea que estuviera. Esta fórmula me decía qué fotografiar y cuándo hacerlo. Esto coincidió con la Feria de Libros de Fotografía de Autor que se hacía en Espacio Ecléctico en San Telmo. Era genial darle formato de libro a esa caja o carpeta o folder de las primeras computadoras. La Feria me permitió descubrir el formato libro, darle entidad a un cuerpo de imágenes que quizás no daba para una muestra, pero tampoco para dejar guardado.
[Para el postre, imprimimos autorretratos de Gerardo en papel de arroz que rellenamos con dulce de leche].
GDO: ¡Pero esto es un asco! [Risas]. MAR: Es totalmente cierto. GDO: Yo no puedo comer eso. JPG: Canibalismo total [Risas].
GDO: En el 99, comencé el taller de Adriana Lestido. JPG: ¿Dirías que es tu maestra? GDO: Yo creo que sí. Fue la que me sacó un montón de taras que yo tenía. Yo tenía mucho la cabeza del fotorreportero y de la foto única. Todo tenía que estar en una foto (...). Mi cerebro de técnico químico no podía entender que me hablaran del inconsciente, y con Adriana me pasaba eso. MAR: Un cambio de paradigma, porque todas las fotos que mencionaste antes estaban muy cargadas de información en tres o cuatro gestos, y esas eran las fotos que querías hacer.
GDO: Cuando empecé el taller de Adriana, esa pregunta, qué voy a fotografiar, tenía que ser respondida rápidamente (...). Yo estaba coqueteando con el tema de los desaparecidos. No es casual que antes me hubiera acercado al periódico de las Madres de Plaza de Mayo. Entonces, dije: “Ese es mi tema. Voy a fotografiar hijos de desaparecidos”. (...) En algún momento, me di cuenta que ‘mientras más particular más universal’, una frase parecida a la que Lisette Model le había enseñado a Diane Arbus. Para mi cabeza obsesiva de reportero gráfico, ‘particular’ era una mala palabra, como hacer ‘periodismo en primera persona’. Ahora estoy fascinado con los mundos íntimos. Me parece que cada
mundo íntimo cuenta el mundo entero (...). Entonces, para el taller de Adriana, comencé a fotografiar a mi sobrina, que había alcanzado la edad que su madre tenía cuando desapareció. Se da como una repetición. Ella comienza a vivir la vida que su madre no había vivido (...). Mi hermana desaparecida tenía 11 años más que yo y su hija tiene 10 años menos que yo. Si bien soy su tío, soy más cercano en edad a ella que su madre. (...) Después comencé con el trabajo de los árboles. Lo acompañaba una frase de Miguel Ángel Asturias que decía, no me acuerdo exactamente, pero como que ‘existe la creencia’ de que los árboles respiran el aliento de las personas enterradas. Algo así, ¿no?
GDO: En 2006, en La Plata, se lo condena a Etchecolatz a perpetua. Se lo condena en el marco de un genocidio (...). Pero, perversidad mediante, antes de que
se dicte la condena, a [Julio] López, quien fue testigo de la muerte de mi hermana, lo desaparecen (...). Esto es lo que, desde lo personal, permitió que yo atara un montón de hilos sueltos, y terminé con este trabajo, que une cosas sueltas personales, de la historia familiar y de mis seudo-ensayos fotográficos, porque las fotos que yo hacía de mi sobrina y que habían quedado guardadas no tenían nombre. Yo no sabía si ese laburo era sobre ella o sobre mi hermana, es decir, mi posición no estaba clara, por eso ese proyecto nunca se había cerrado. Pero el famoso reclamo de Memoria, Verdad y Justicia cerraba todo, le daba unidad al proyecto.
BG: Casi no hablamos de tu trabajo como impresor. GDO: La formación de técnico y el ser obsesivo me ha ayudado mucho con la impresión. Yo hacía buen laboratorio blanco y negro. Nunca lo hice muy seriamente, pero a veces hacía copias para otros y funcionaba muy bien. MAR: ¿Sigues teniendo tu laboratorio analógico? ¿Tienes cuarto oscuro en casa?
GDO: Está dentro de un baúl (...). Cuando yo tenía el laboratorio en casa, en el 90, encontré unos papeles que habían sido de mi viejo. Todavía tengo algo de eso. MAR: ¡Wao! Deben tener fotos por generación espontánea.
GERARDO DELL’ORO, DOMINGOS 9 AM, 2002
GERARDO DELL’ORO, IMÁGENES DE LA MEMORIA, 2007
LA ONG BUENOS AIRES
es un proyecto colaborativo conformado por Beto Gutiérrez, María Antonia Rodríguez y Juan Peraza Guerrero en 2014, cuyo trabajo se enfoca en la práctica y reflexión sobre fotografía. Defiende las prácticas de libertad (estéticas y de pensamiento), la docencia como experiencia compartida que se alimenta de las diferencias y el error, el proceso como fin en sí mismo y la investigación visual sobre la identidad y los márgenes.
www.laongbuenosaires.com