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Editorial/Reflexión
LA LUZ NEWS - www.laluznews.com
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LA LUZ MEDIA GROUP INC. Diana Lynch DIRECTOR OF PUBLICATIONS/ SENIOR EDITOR
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CHIEF EDITOR/BUSINESS NEWS
Jorge Fleytas
PADRE CELESTIAL
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n esta edición de La Luz Newspaper, mis queridos lectores y amigos, compartiré con ustedes una de las experiencias que han marcado mi vida.
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GRUPO METEOROLOGIA ESPACIAL DE EUROPA. FRATERNIDAD DE LA HERMANDAD BLANCA. MISIÓN RAHMA EN LA TIERRA. HERMANOS MAYORES DEL COSMO. LA LUZ NEWSPAPER.- La Luz Newspaper, no se hace responsable de los artículos firmados por sus colaboradores columnistas.
“Si vos os tranquilizáis, os sanareis”, de inmediato, dije: mamá, mamá, escuchaste?... qué… me contestó, le respondí, la voz de Dios que me habló....
Recuerdo cuando enfermé a la edad de Por: Diana Lynch siete años, estuve con Senior Editor fiebre día y noche, lo que comía lo devolvía, me sentía mal, con dolor en todo el cuerpo, los médicos no encontraban lo que tenía y aun así, recuerdo, me estaba portando mal esos días, al punto que mi madre me regaño: No te he visto nunca así, cálmate, me advirtió, sino mañana te pongo un castigo. Esa misma noche, al acostarme, estando mi madre peinándose frente al espejo, le pedí con todo fervor, a mi “papa Dios”, que me sanara, no hice otra cosa que entregarme a Él en oración y con sublime devoción, oré con todas las fuerzas de mi alma, le hablé, le solicité, Señor, sáname… y una voz profunda, inconfundible, muy calmada, más que hermosa me contestó, “Si vos os tranquilizáis, os sanareis”, de inmediato, dije: mamá, mamá, escuchaste?...qué… me contestó, le respondí, la voz de Dios que me habló. Al despertarme en la mañana siguiente,.. MILAGRO!!!, la fiebre desapareció por completo, estaba totalmente sana, al punto que deseaba desayunar abundantemente, me sentí feliz. Entonces de inmediato empecé a recordar Sus Palabras… las cuales me han acompañado desde ese día a través de mi existencia, Sus Palabras en tiempo de lluvia han sido el arcoíris que me han iluminado, esas palabras han ido adquiriendo más y más sentido a través del tiempo, Él me enseño que en la quietud está la sanidad, que el silencio es la paz que te lleva a la verdad, que es en el silencio donde escuchamos Su voz, cuando acallamos nuestras mentes nos encontramos cara a cara con El Padre que está en los cielos, que es el mismo Padre que mora dentro de cada uno de nosotros y con apenas
siete añitos comprendí que el reino de los cielos está dentro de nosotros. No tenemos que ir a la bodega, o al confesorio, está más cerca de lo que todos creemos y pensamos, más que la respiración misma. De ahí el dicho “no busquemos fuera lo que tenemos dentro”. Nuestras mentes confusas nos extravían, nos descarrilan, nuestros temores nos bloquean al punto que perdemos la conexión de nuestro propio ser con el de la esencia misma. Somos co-creadores junto al Padre que está en los cielos, ahora lo que importa es que estás leyendo estas líneas y es mi ferviente deseo de que comprendas esta realidad, tú que me lees, coloca la mano derecha en tu corazón y di: Padre te Amo, repítelo hasta que tu mente diga ya, y si tienes alguna dolencia, o necesidad pídele que te sane, pero con todo tu fervor y amor, sé que Él te escuchará, como me escucho a mí. Creamos con nuestros pensamientos nuestras realidades. Cuando acalles tu mente te encontraras a ti mismo, es en el silencio que escuchamos la voz de Dios, ahí está la magia!., llevamos el Universo dentro y no lo sabemos aprovechar, porque aún falta por descubrirlo, pero si te dijera que tan fácil es descubrirlo, que cuando permanecemos firmes en la verdad, y seguimos el farol, nuestra victoria es segura. Conozcámosle aquí, escudriñando nuestros corazones y encontrémosle allí probando nuestras mentes; inclinemos nuestros oídos y escuchémosle, y oigámosle allí, Él es quien nos dará a cada uno lo bueno y lo malo de acuerdo a nuestras acciones. En estos momentos en nuestra historia como humanidad, tenemos un reto, y es el de irradiar a la madre Tierra con todo el corazón, es hora de unidad, y de clamar a las bendiciones del Padre que está en los cielos. Las profecías han sido hechas para que no se cumplan. Dios siempre está presente en todas partes, pero a menudo los humanos lo olvidamos, o simplemente no lo sabemos, más aún, dudamos. Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que, viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos.
JUNIO 15, 2013
Quiero que mis hijos sean felices
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Juan 9: 1-3
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odos queremos que nuestros hijos sean felices, que no se aflijan por nada, disfruten de la vida, no se preocupen por el peso, ni por el novio, ni por el trabajo. Que para ellos la vida sea alegría, felicidad y no tengan problemas en sus mentes. Dios antes de tratar con nuestros hijos, primero lo hará con nosotras, antes que ellos reciban sanidad, nos sanará a nosotras. Al acercarte a Jesús te contactará con vos misma para que te ocupes, empieces a poner límites y conquistes tus sueños, haciendo lo que hay en tu corazón y lleves de esa manera, como resultado, la sanidad a los que te rodean. Hay una fórmula antigua que hemos desterrado de este ministerio y que seguiremos haciéndolo, decía: “Ocuparse de los hijos es la principal función en la vida, porque somos la extensión de ellos y, de alguna manera, vivimos sus vidas.” ¡Mentira! Son madres que se olvidan de sí mismas para empezar a ver por los ojos de sus hijos, vivir sus sueños y prepararlos para que “ellos” vivan. Cuando Jesús se acerca a la vida de una mujer, le dice: “Primero ocupate de vos y tendrán sanidad los tuyos.” Jesús no está hablando de alguien sino al origen de algo. Cuando te acercas a Él no sos extensión de tus hijos, ni de tu marido, ¡sos origen y no extensión! Madre es ser algo más, no la extensión de lo que nació de vos sino el origen. Cuando comiences a mirarte empezarás a sanarte y, como consecuencia, traerá la sanidad de los tuyos. Para atender bien a tu hijo, primero tienes que atenderte tu. Cuando se viaja en avión siempre dan una explicación: en el caso de producirse algún inconveniente en el vuelo, bajarán unas máscaras de oxígeno para colocarse. Lo interesante es que dicen que, en el caso de viajar con niños, primero las máscaras deben colocársela los padres y después atender a sus hijos. También lo explican con respecto al cinturón de seguridad, que primero debe colocarlo el adulto y, si viaja con un bebé, debe llevarlo en sus brazos sin cinturón. Las mujeres hemos dado vuelta las cosas y las iglesias nos ayudaron a hacerlo, dijeron que en primer lugar estaban los hijos y en el último (si quedaban ganas y tenías fuerzas aun) la mamá. ¡Mentira! Debo pensar en mí y no es egoísmo. Igual ocurre con respecto a la felicidad, si querés que tus hijos sean felices aprendé a buscar la felicidad que parece estar muy lejos de tu vida. Tus hijos te observan todo el tiempo y miran tus reacciones y actitudes. Muchos hijos están hartos de ver a sus madres tristes, con vidas sin sentido, sin rumbo, deprimidas, que no saben divertirse, que están cansadas de la vida. Ellos piensan que la vida es de esa manera y que ser grande implica tener preocupaciones, tristeza, depresión, angustia.
“...Ahora sois luz en el Señor, andad como hijos de luz” Ef.5:8
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