El Semanario La Calle de Córdoba - Nº 302

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302 • Del 30 de mayo al 6 de junio de 2003 El Semanario La Calle de Córdoba

ACTUALIDAD

VIVIR AQUÍ LOS TOROS, LOS OTROS GRANDES PROTAGONISTAS DE LA FERIA

En la sombra y con un ‘pa Los subalternos trabajan bajo las órdenes del matador aunque su faena depende en gran medida de la labor de estos profesionales, que sueñan con convertirse en figuras El salto al ruedo no se realiza en igualdad de condiciones para todos aquellos que pisan la plaza. La figura del toreo sigue siendo el matador y esto hace que pro-

fesionales subalternos como los banderilleros estén relegados a un segundo plano y no encuentren realmente valorada su función. Óscar Reyes, un joven bande-

ba, Rafael Blancas, los banderilleros son unos de los profesionales más maltratados del mundo del toreo, en lo referente a la valoración de su trabajo. “Son toreros de plata, cuya labor no se está reconociendo actualmente. Tienen muchos conocimientos y en gran medida acon-

bor de los subalternos, banderilleros o picadores, y en eso, la Feria de Nuestra Señora de la Salud no es menos.

Óscar Reyes siempre tuvo claro que lo suyo era ser banderillero. /Foto: León.

• Olga P.B. ⁄o.perez@lacalledecordoba.com

Suelen pasar casi desapercibidos, puesto que trabajan a la sombra de la ‘figura’, del torero que lidia y mata al toro, pero su labor es fundamental a la hora de garantizarle una buena faena al matador. Los subalternos son tan toreros como los que más, pero la fama y el renombre vienen de mano de los capotazos y las espadas bien clavadas, las banderillas y picar al toro tienen un lugar secundario. Según el director de la Escuela del Círculo Taurino de Córdo-

Premio al mejor ‘par’ En la del año pasado, Óscar Reyes, un joven banderillero cordobés, recibió el premio al mejor

rillero cordobés de la cuadrilla de Javier Conde, contó a El Semanario su experiencia y cómo siempre tuvo muy claro que no quería ser matador de toros.

Y es que en la mayoría de los casos, ser banderillero o picador es un paso intermedio para convertirse en matador de toros y sólo en el caso en el que esto no se logre se continúa desarrollando esta profesión. Pocos son los chavales que se sienten atraídos por el mundo del

sueñan con llegar a convertirse en matador de toros, pero si luego no se dan las condiciones para ello, se van encajando en otros oficios que se adapten más a sus características”. Mozos de espadas, picador, banderillero, son las otras opciones a las que se pueden optar cuando no se reúnen las características suficientes para lidiar y matar al toro.

Un caso curioso El caso de Óscar Reyes es bastante singular. Este banderillero, que tomó la alternativa en 1997 en Alcalá de Guadaira, tiene muy claro que quiere llegar a lo más alto en el mundo del toro, pero sin separarse de sus banderillas “ni se me pasa por la cabeza ser matador”. A pesar de que su padre también fue banderillero y su hermano es el torero Reyes Mendoza, Óscar llegó a esto de poner banderillas sin darse cuenta. “Yo antes jugaba al fútbol, aunque el mundo de los toros siempre lo había llevado por dentro. De repente me entró el gusanillo y decidí entrar en la Escuela de Córdoba y ahí ya comencé a entrenarme en serio”. Reyes insiste en que para ser subalterno hay que seguir los mismos entrenamientos que un matador “lo que pasa es que luego cada uno tiene su función, aunque la dedicación es la misma. Lógicamente, el matador destaca más, pero es que tiene que destacar más porque el matador es el matador, es la figura”.

Una faena a medias La principal cualidad que a juicio de Óscar debe tener un buen banderillero es la eficacia a la hora de clavar las banderillas, pues de ella dependerá la faena del matador, el que tenga que dar más o menos capotazos y por lo tanto que el espectáculo gire en uno u otro sentido. Actualmente, Óscar Reyes forma parte de la cuadrilla del torero Javier Conde, que tiene más de 60 corridas previstas para esta temporada, aunque también torea junto a su hermano Reyes Mendoza, una de las figuras del toreo más admiradas por él, independientemente de los lazos familiares que les unen. Y a él precisamente di-

“Son toreros de plata cuya labor no se está reconociendo actualmente. Corren el mismo riesgo que el matador y en gran medida le aconsejan” sejan incluso al matador, corren el mismo riesgo que él, pero no están igualmente reconocidos”. A pesar de esto, cada vez más son las ferias que dedican premios concretos a reconocer la la-

par de banderillas. Un reconocimiento que le llenó de orgullo y que piensa debería potenciarse más en todas las ferias, para que la labor de este gremio se empezara a valorar debidamente.

toreo y su sueño no es ser matador sino banderillero, aunque haberlos haylos. A este respecto, Blancas señala que “esto del toreo es un sueño, como la vida misma. Todos


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