olvidado, solo requirió escuchar la canción que le encantaba de niño desde su radio vieja para poder cerrar sus ojos y volver a sentirse joven, volver a sentir el sudor cayendo por su frente y cómo se sentía estar feliz. No obstante, está sumergido en otra realidad muy lejana a aquella que habita en otras tierras. Por el momento su única diversión son las reuniones diarias lubricadas por alcohol y conversaciones mundanas.
Al escuchar la canción de su infancia, Carlitos cierra los ojos y empieza a delirar, moviendo su bate de un lado a otro sin importar a quien casi le pega más de una vez. Empieza a caminar hasta San José en un impulso de adrenalina. Esto no lo acerca más a su sueño. Acción: Ámbito profesional: Guachiman del restaurante Machu Pichu Ámbito personal: Tiene un grupo de amigos, entre 3 y 6 que lo visitan diariamente para tomar alchohol desde el medio día hasta altas horas de la noche. Con ellos se comporta de manera jocosa con un tono amargo en el fondo. Ámbito privado: Uno de sus grandes placeres es escuchar música de la radio que le dio su padre cuando era niño. El otro, su gran placer, es pretender que juega béisbol cuando está solo, meneando el bate hacia un árbol de limones que está frente a su silla.