TRUJILLO, 28 DE MAYO AL 03 DE JUNIO DEL 2011
Editorial
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POR LA DEMOCRACIA TÚ DECIDES
VISPERAS TRASCENDENTALES El Perú se encuentra en la víspera de la definición de un hecho de tan enorme trascendencia que, con toda seguridad, ha de determinar los acontecimientos de los siguientes años y la vida de los ciudadanos de nuestro país. Las elecciones generales que culminan el próximo domingo han fraccionado a la sociedad peruana como nunca antes hubiera podido suceder. El juego de los intereses políticos y económicos que desde hace tiempo se han abatido sobre el pueblo peruano como resultado de las expectativas de los sectores que, están encaramados en el poder desde hace poco mas de 20 años y que nos ha llevado a una situación que tenemos que mirar con profunda preocupación porque intuimos, con razón, que la discordia y la lucha generada con pocos o ningún escrúpulo en estos días finales de campaña comprendidos entre la primera y la segunda vuelta electoral ha de proyectarse sobre los meses o años subsiguientes. Y es que ocurre que se han abatido principios y se han abandonado conductas. Se ha trasgredido reglas elementales, precisamente sobre las que descansa la Democracia y que constituyen el carril por donde debe circular nuestra sociedad si es que, realmente, creemos en ellas. Lamentablemente es posible ver que los sectores que tienen la mayor responsabilidad de influenciar sobre la opinión o el criterio, forjado sana y lealmente, han desertado de su deber y han contribuido a crear la situación que afrontamos hoy motivados por intereses inconfesables. Y, lo más grave, por intereses disfrazados de pudibundos contribuyendo, de esa manera, a agrandar el caos social. Es una ley física la que señala que “a tal acción, se origina igual reacción”. Las fuerzas en pugna se han enfrascado en una lucha que no ha tenido límites. Nada se ha respetado y a nadie tampoco. Lo cual podría parecernos como lógico cuando la política llega a los mayores extremos o calores de su competencia y eso, tal vez, no debería extrañarnos y menos asustarnos porque ha sucedido, sucede siempre y también en el más cercano pasado. Pero lo grave es que, quienes desde la cumbre del gobierno debieron actuar con la imparcialidad suficiente y obligatoria que le impone su propia situación rectora, hicieron todo lo contrario, se banderizaron sin sonrojo y maniobraron, desde el poder que dan los recursos del Estado, para encender aun más la situación a fin de garantizarse su dudosa tranquilidad posterior. Y esto es más que evidente, como terrible seria el hecho de que
actos punibles originados en la desesperación de una posible derrota los lleve a intentar torcer la voluntad popular. No queremos predecir lo que sucedería si esto se consumara. Con profunda decepción la opinión pública nacional y sobre todo la internacional, ha podido comprobar la defección mayoritaria de la prensa nacional, Radio, Prensa y TV, respecto de sus responsabilidades frente a la Nación peruana. Tomando partido por intereses económicos que se han enriquecido, utilizando la propiedad y la riqueza de nuestros recursos naturales a niveles como los de las cuevas de Montecristo en los últimos años, no han sido capaces de darse cuenta de que con su conducta se han atraído la mirada asombrada y llena de indignada preocupación de los sectores mas lúcidos de la sociedad peruana, incluidos aquellos, que por su propia naturaleza están excluidos del debate político pero no del sociológico y nacional. Se ha creado un grupo de poder, que dueño de poderosísimos medios de comunicación se ha atribuido a sí mismo, el derecho o la potestad única de determinar, a como dé lugar, lo que ellos deciden sea, el rumbo del país. Pero, obviamente, a favor de sus particulares conveniencias o de quienes contribuyen a sustentarlas. Mas, si esto es de por si observable desde el interés del país, es mucho más grave el uso, por parte de ese grupo, de medios que pueden ser calificados de inmorales, propios de la calumnia, la difamación, la tergiversación y el despropósito. Todo en procura de favorecer al grupo político que defiende sus intereses económicos. Llegamos pues al final de esta singular campaña electoral de Segunda Vuelta. Las nubes que lo rodean no son desdeñables y es imposible predecir sus consecuencias si la indiferencia y el descaro que vienen caracterizando a las esferas del poder se acentúan en su audacia y censurable arrojo para torcer la voluntad popular mediante un fraude que desencadenaría la ira de la ciudadanía. Hecho que, comprensiblemente, viene siendo negado por la presunta beneficiaria del mismo. Solo cabe esperar, con fe, que la sabiduría del pueblo permita que los resultados alcanzados en las urnas alcancen tal dimensión que nada podría alterarlos o cambiarlos. En esa fe descansa, también por nuestra parte, la serenidad de los peruanos.
Por: Elmer Zamudio Sánchez Por segunda vez en nuestro país se llevará a cabo las Elecciones Presidenciales, acontecimiento trascendente que se convertirá en un acto netamente cívico en el cual la mayoría de los peruanos tendremos que apersonarnos a las urnas y tener la oportunidad de elegir en definitiva al candidato de nuestra preferencia. Esta Convocatoria Constitucional de hecho es relevante porque así lo demanda la nación y nosotros como sufragantes tenemos que despojarnos de nuestras pasiones y fanatismos porque se trata de legitimar al dignatario que personifique a la nación y éste tienda puentes para conseguir una buena interrelación humana e invierta razonable y provechosamente los dineros del erario nacional y sobre todo defienda celosamente los intereses del Estado. Puedo apreciar que hay cierta tensión nacional especialmente en los sectores que involucra la economía y también en algunas partes de la población por los temores y dudas que es natural existe, pero a mi criterio estos miedos y los temores tanto el pueblo y los empresarios están retomando conciencia y que en el transcurso de los días éstas irán descendiendo, lo cual es bueno para la democracia, sin embargo, es bueno hacer un deslinde entre cuál de estos elementos es más preocupante y peligroso. El temor es un sentimiento subjetivo de miedo vivido en el tiempo y de retroceder al pasado es revivir y recordar heridas como fue en la década del 90: dictadura, latrocinio, corrupción, despido de trabajadores, asistencialismo, crímenes, quiebra de la institucionalidad, autoritarismo, intervención de medios, entre otras aberraciones que el pueblo del Perú ya no tolerará. Las dudas es una desconfianza imaginaria de lo que va a venir en base a suposiciones fundadas o no. En el caso del candidato Ollanta Humala Tasso que si bien es cierto por allá por los años 2005-2006 tenía un
CARTA DE UN SUICIDA
Lápiz y Papel
Lápiz y Papel
Yo estoy con Trujillo y punto, Ya Cesitar
Elecciones sin miedo ni temor
Por la estrella lo juro, soy inocente. Ya Jorge
Por: Róger Manuel Rodríguez Alfaro.
discurso confrontacional pero de allí a la fecha ha cambiado considerablemente, ahora tiene dotes de un estadística y posee una gran empatía con el pueblo y sobretodo conoce y explica con transparencia la problemática del Perú como bien manifiesta quiere ganarse la confianza del pueblo en base a un trabajo honrado y transparente. El pueblo ya se dio cuenta y votará por las causas justas y nobles. El Perú así lo exige conservemos nuestra democracia, tenemos que unirnos para hacer el gran cambio de nuestro país, sostengamos la obligación de hacerlo para el beneficio de nuestras generaciones venideras, nuestros nietos nos preguntarán, la historia nos juzgará cuáles han sido nuestras responsabilidades frente a nuestros semejantes. Sin embargo, la democracia es así incipiente, débil, se confunde libertad con libertinaje, cada cual hace lo que le parece, las clases dominantes del gran capital aprovechando del poder político hacen grandes faenones y la justicia nos llega para ellos. A pesar de hacer vendetas en desmedro del país, pero todo esto tendrá que acabar cuando el pueblo vote con conciencia y decisión, el poder brote del pueblo y éste vele por los sagrados intereses de la patria. Por todo esto, nace una pregunta, ¿Qué queremos para nuestro país?, ¿Cuál es el derrotero que nos señale bienestar para las familias peruanas? y nuestra respuesta es contundente, queremos una justa distribución de la riqueza, luchar frontalmente contra la corrupción y el narcotráfico, desterrar la delincuencia o leyes drásticas, auténtica libertad de prensa, pero sin libertinaje, rescate de los valores perdidos, respeto a la institucionalidad democrática, apoyo a la salud, agricultura, pilares para el desarrollo del país. Esta transformación social lo hará el Comandante ayacuchano Ollanta Humala Tasso, lógicamente con el apoyo del pueblo organizado y su conjunto.
FOTOSUCESOS
Manuel Cipriano Rafael, preclaro ciudadano que fuera el primer alcalde en Florencia de Mora, asesinado por sicarios de financiamiento desconocido el 14 de Mayo de 1987. Fueron dos balazos, por la espalda, los que cortaron una vida útil para la Patria que había sido dirigente sindical y político intachable del Partido Aprista. Se le recuerda con emoción.