28
速ealismo.0 1
ASTURIAS,
NUESTRO COMPROMISO
Caja Rural de Asturias y su Fundaci贸n tienen como objetivo impulsar el desarrollo de nuestra regi贸n, dar respuesta a las necesidades sociales y mantener los valores de confianza, servicio y cercan铆a.
@crasturias www.cajaruraldeasturias.com
El Club Cultura Principado de Asturias ofrece la oportunidad de formar parte de un club de ocio y cultura en el que los socios gozan de múltiples ventajas. Un proyecto que centra su actividad en el desarrollo de las experiencias culturales en Asturias y su promoción, así como en la creación de hábitos culturales estables. Para ello, ofrece a sus socios una amplia oferta de eventos culturales y de ocio de los que pueden disfrutar beneficiándose, además, de numerosas ventajas como descuentos o actividades especialmente pensadas para ellos. Además, hay numerosas empresas de la región que apuestan por el Club y por el impulso de la cultura como una vía de promoción y participan de este proyecto a través de la red de empresas colaboradoras del Club. Actualmente más de 18.000 personas forman parte de este Club en el que, sólo por ser socio, obtienen descuentos en algunos servicios de los equipamientos gestionados por Recrea como Laboral Ciudad de la Cultura, el Museo del Jurásico de Asturias, el Parque de la Prehistoria de Teverga, el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo y en el Centro de Recepción e Interpretación del Prerrománico Asturiano. Pertenecer al Club, tanto como particular como a la red de empresas colaboradoras, es totalmente gratuito. El único requisito es ser mayor de 18 años.
Las ventajas de pertenecer al Club Todos los miembros del Club disponen de una tarjeta personalizada que les abrirá la puerta a un sinfín de eventos culturales para realizar en solitario o con la familia y amigos. Arte, diseño, cine, eventos, talleres, teatro, música, arquitectura, museos, actividades infantiles, literatura, festivales… en definitiva, actividades culturales y propuestas de ocio para el tiempo libre. El Club Cultura Asturias cuenta con más de 50 partners que ofrecen diferentes descuentos y ofertas a lo largo de todo el año y que organizan eventos y actividades en las que los socios gozarán de ventajas exclusivas. Los socios cuentan con descuentos de entre el 25 y el 40% en la entrada a varios Museos y equipamientos culturales de la región como el Museo del Jurásico de Asturias, el Parque de la Prehistoria de Teverga, el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, en las visitas guiadas de Laboral Ciudad de la Cultura, Centro Niemeyer, etc. y entre un 10 y un 30%
en la entrada a otros equipamientos culturales de la región. Además, gozan de un 10 y el 20% de descuento en muchos de los espectáculos que componen la programación artística del Teatro de la Laboral y del Centro Niemeyer y en muchos de los ofertados por los centros colaboradores. Gracias a varias de estas empresas colaboradoras, los amantes de los deportes de invierno disfrutarán de tarifas ventajosas en la compra o alquiler de material y en cursillos de esquí y snow y, simplemente presentando el carnet acreditativo, el socio podrá obtener descuentos en alojamientos, restaurantes, escuelas de idiomas, empresas de servicios, decoración, centros de salud y belleza… La tarjeta de socio otorga, además, acceso a eventos exclusivos, visitas especiales y talleres infantiles en determinados equipamientos gestionados por Recrea así como la participación en sorteos y el acceso a ofertas de último minuto.
Consulta más información en www.clubculturaasturias.com
2013 28 Diseño: Dr R Construcción: JRamallo Dirección: Jesús Castellano ®ealismo.0 Gestión editorial: Luis Pascual Maquetación: Jorge Redondo Impresión: Gráficas Apel. ISSN 1138–1329 D.L.: O–1.837–86 Impreso en España Printed in Spain Noviembre 2013 Esta edición cuenta con la colaboración económica de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular de Gijón, y consta de 500 ejemplares. Esta edición cuenta con una subvención de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado de Asturias. Lunula agradece a sus anunciantes (Caja Rural de Asturias, RECREA, fundación hc energía grupo edp, Fundación la izquierda d’Asturies) el apoyo prestado para la realización de esta actividad. Copyright © de los textos e imágenes: sus autores.
Edita: Ateneo Obrero de Gijón C/ Covadonga, 7 - 1º Izda. 33201 Gijón. España
Teléfono: 985 34 03 95 lunula@ateneo–obrero.org www.ateneo-obrero.org/lunula
No culpes al cielo, tampoco a los demĂĄs, el enemigo juega en casa, no hay dios por quiĂŠn apostar
No sé ni en qué round estamos. ¿Será el último? Rubén me va a intentar liquidar ahora. Me lanzo contra él para ver si logro hacerle encajar un cabezazo… Rubén se desvía, me atenaza entre sus piernas, me tira fuera del ring… los chupones deliran…quiero lanzarme ahora… si fuese valiente iba ahora… ¡adónde!... el árbitro está contando… ir ahora… siempre hay un juez contando… automóvil, apartamento, mujeres, dinero… siempre un árbitro… golpeo la cara de Rubén a la altura de la nariz, una, dos, tres,… ahora en la boca… de nuevo en la nariz… siento el hueso quebrantado… sangre por toda la cara, de los ojos, los oídos, la piel…
10
los chupones y putas hicieron silencio, ¡griten!... la cara de Rubén es una pasta roja, ¡griten!... me duelen las manos, le pego con los codos… el árbitro se arrodilla, Rubén se desmayó, el árbitro nos separa… en el centro del ring me levanta los brazos… se encienden las luces, de pie, en las gradas, hombres y mujeres aplauden y corean mi nombre… levanto los brazos bien altos… doy saltos de alegría… aumentan los aplausos… salto… los aplausos son cada vez más fuertes… miro conmovido las gradas repletas de admiradores y me inclino mandando besos a las cuatro esquinas del estadio
11
Trópico de Morgan Nubes, blanco cielo Flores muertas en la caja del abuelo Un padre de hojalata con gafas negras Espantapájaros, dioses y cuervos: madre Leo busca Piedras olvidadas en la casa de empeño No hablo de ti, huelo a muerto. Sangría fresca de gusanos que almuerzan lento. Humo con café: Nietzsche Lolita, Tunning 13. Nabos ramplones en calzoncillos buenos Shiatsu ordenador Artrosis sin sudor Me rio, no soy nadie, nervios y silencio Palabra escrita, magullada. Poetas sin cojeras, sin pan duro ni vino, sin soga al cuello. Infancia enlatada en pretérito perfecto Soy un secreto y me llaman a voces Tremendo
12
13
(...) ¡cuántas gentes satisfechas y felices hay en realidad! Fíjense ustedes en esta vida: el descaro y la ociosidad de los fuertes, la ignorancia y bestialidad de los débiles, y por todas partes pobreza intolerable, estrechez, degeneración, embriaguez, hipocresía, falsedad... Vemos a los que van de compras al mercado, comen de día, duermen de noche, a los que dicen sandeces, se casan, envejecen, entierran amablemente a sus difuntos; pero no vemos ni oímos a los que sufren, y lo horrible de la vida transcurre entre bastidores (…) la muda estadística es la única que protesta: cuántos se han vuelto locos, cuántos barriles de vodka se han bebido, cuántos niños muertos de inanición… y, según parece, ese estado de cosas es necesario; está claro que el hombre feliz se siente a gusto sólo porque los infelices llevan su carga en silencio, y sin este silencio la felicidad sería imposible. Es una hipnosis colectiva. Sería menester que tras la puerta de cada hombre satisfecho y feliz se pusiera alguien con un pequeño martillo y, golpeando con él, le recordara sin cesar que hay infelices, que por muy feliz que sea uno, la vida le enseñará sus garras tarde o temprano, que le ocurrirá una desgracia, y que nadie le verá ni le oirá por lo mismo que él ahora no ve ni oye a otros.entierran amablemente a sus difuntos; pero no vemos ni oímos a los que sufren, y lo horrible de la vida transcurre entre bastidores. (...) la muda estadística es la única que protesta: cuántos de han vuelto locos, cuántos barriles de vodka se han bebido, cuántos niños muertos de inanición... Y, según parece, ese estado de cosas es necesario; está claro que el hombre feliz se siente a gusto sólo porque los infelices llevan su carga en silencio, y sin este silencio la felicidad sería imposible. Es una hipnosis colectiva. Sería menester que tras la puerta de cada hombre satisfecho y feliz se pusiera alguien con un pequeño martillo y, golpeando con él, le recordara sin cesar que hay infelices, que por muy feliz que sea uno, la vida le enseñará sus garras tarde o temprano, que le ocurrirá una desgracia, y que nadie le verá ni le oirá por lo mismo que él ahora no ve ni oye a otros. 14
(…) a pocos escritores les gustan las obras de otros escritores. Sólo les gustan cuando están muertos, o si llevan mucho tiempo muertos. A los escritores sólo les gusta olisquear sus propios zurullos. Yo soy uno de ésos. A mí ni siquiera me gusta hablar con escritores, mirarles, o –peor todavía- escucharles. Y lo peor es beber con ellos; se babean de arriba abajo, son realmente patéticos, parece que anden buscando el ala protectora de su madre. Prefiero pensar en la muerte que en escritores. Es mucho más agradable
15
EN NUESTRA CIUDAD una mujer ha sido agredida a martillazos por un visitante inesperado
La brutal agresión tuvo lugar en el piso primero del número 21 de la calle Serviliano, según la declaración de la víctima, Esmeralda Muro Lajusticia, de 33 años de edad, un hombre la visitó mostrándole una fotografía y le pidió un vaso de leche. Al darle la espalda para ir a buscar el líquido, el agresor arremetió contra ella, golpeándole en la cabeza con un martillo y, posteriormente, al caer al suelo, con un crucifijo del propio piso. Tras veinte horas en las que fue presuntamente torturada, la mujer herida pudo reaccionar débilmente y salir al balcón, bañada en sangre, para pedir auxilio. Cuando los agentes de la policía nacional entraron al piso hallaron “pastillas” rojas y amarillas. El agresor, identificado como D.V.A. de 49 años de edad, no opuso resistencia a la detención y pasó a disposición judicial acusado de secuestro y lesiones, además en el momento del arresto se le encontraron treinta y una mil pesetas en antiguos billetes de cinco mil. La víctima quedo ingresada en el Hospital de Infecciosos de la Santa Cruz, con graves heridas en la cabeza, sarampión e inflamación del ano.
16
17
18
Enviado por: POLI (IP registrada) 01:22
mi mujer me dejo por que perdi el trabajo. Ademas ahora sale con otro y no me deja ver a mi hija y me trata mal que hago
19
20
Enviado por: PREPO (IP registrada) 04:53
Valla problema que tienes. No es que tu mujer te alla dejado sino que; eres pesimo eligiendo pareja. Cuando uno elije una mujer tiene que ser para que este con uno en las buenas y en las malas. Y si uno sabe que no es ese tipo de mujer, no cometer el error de hacerle un hijo. Debes tener mas problemas que ese. Debes de ser tan mal esposo que tuvieron que recurrir a un hijo para afianzar la relacion. Es provable tambien de que ella tuviera un amante hacia mucho rato que estaba contigo por dinero. Se un hombre, un macho. Se machista con mesura. Las mujeres adoran el machismo a pesar de lo que digan y todas las campanas que hagan. Lo ven como algo viril y de seguridad. Con mesura por que no se puede caer en despotismo.
21
22
Enviado por: metafísica (IP registrada) 22:45
Querido cyber amigo.... si te sirve de consuelo, te puedo contar que a mi mi esposa me dejo, pues dice que no me he asumido como hombre, etc....se que no he sido el esposo perfecto, pero siempre he trabajado y le he sido fiel, tengo 2 niños a los que amo con todo mi corazon y ahora hace 4 meses que no los veo, pues me fui al extranjero para buscar un trabajo mejor (y tambien para dejar “respirar” nuestra relacion un poco) y ella entretanto se enamoro de otra persona 35 años mayor que ella. Debes “elevarte” espiritualmente del problema, es decir tratarlo como algo “externo” a ti, algo que no te afecta y que lo dominas. Solo con tu conducta, con tu equilibrio entre tu mente y tu cuerpo lograras lo que te propones....por lo contrario, con el miedo, angustia, resentimientos, etc.....no llegaras a ningun destino y solo te confundiras mas...... Consejo: Lee lo que sea de metafisica, a mi me ayudo mucho.
23
24
Enviado por: griselda (IP registrada) 07:52
A juzgar por lo que cuentas lo que te paso con tu esposa pasa a segundo lugar, las mujeres van y vienen; seguro no te merecia. Lo mas importante es que te asesores legalmente para que puedas ver a tu hija, de ahora en adelante ella debe ser tu motor para salir adelante Mucha suerte.
25
26
Enviado por: claro (IP registrada) 09:53
A mi me paso algo que en verdad es como una pesadilla el amor de mi vida la mujer que mas amaba yo le di todo mi apoyo la saque adelante por ella metia las manos al fuego mas ya que logro tener un buen trabajo y ganar mas que yo me apu単alo por la espalda la encontre en su carro con su amante lo golpee claro y a ella la cachetee y me dijo que ya no me queria por eso me habia enga単ado se llevo a mi hija y me dio en toda la madre ahora no se que hacer algun consejo
27
Me pides qué cosas hemos de evitar más: y te diré, la turba. Por lo que a mí atañe, harto te confesaré mi flaqueza: nunca vuelvo de ella con el mismo temple de alma con el que a ella había acudido (…) el trato con la multitud es dañoso, pues entre ella no hay nadie que deje de recomendarnos un vicio, o que, sin que nos percatemos de ello, nos manche. Y cuanto mayor sea la muchedumbre con la cual nos mezclemos, mayor el peligro. Pero nada existe tan perjudicial a las buenas costumbres como la asistencia a espectáculos, ya que entonces, por medio del placer, los vicios entran más fácilmente en nosotros. ¿Qué imaginas que quiero decir? Que voy tornándome más avaro, más ambicioso, más sensual, y hasta más cruel y más inhumano, por haber estado entre los hombres.
28
1. m. Esencia o naturaleza. 2. m. Cosa creada, especialmente las dotadas de vida. Seres org谩nicos. Seres vivos. 3. m. ser humano. Es un ser admirable. Seres desgraciados. 4. m. Valor, precio, estimaci贸n de las cosas. 5. m. Modo de existir. Ser 29
30
Le odio. A veces siento odio pero no digo nada porque mi madre sufre. Y me da pena, y tengo miedo. He rezado muchas veces delante de Jesucristo, le he pedido que me proteja, que me ayude. Seguiré rezando… -Hijo mío, ¿quieres desayunar? -No madre, no tengo ganas. Me duele todo, creo que tengo sangre en un diente. -Tranquilo, hijito, no será nada. En la mesa queda algo de leche y un poco de pan. Mójalo bien andes de morder, te sentará… -No, madre, ¿no lo entiende? También me duele el estómago. -¿No vas a ir al colegio? -No puedo. ¿Es que no se enteró de lo que pasó ayer? ¿No escuchó nada? Agacha la cabeza. -Perdónalo, sabes que él te quiere. Silencio. El dolor es visible, mejor hablar poco. -No madre, no debería hacerlo. Mire. Aparta la libreta y las sábanas, se quita la camiseta. -¡Dios mío! Veinte kilómetros de baches y barro, herramientas se sacuden en la parte de atrás del camión, muros de piedra que esperan ser construidos. -¿Qué te pasa, hombre, estás muy callado? -Nada. Deja ver su rostro con un golpecito en la visera, empujando el sombrero hacia atrás. -Sí, bueno, será por mi mujer y mi hijo que no hacen sino darme disgustos. Cabrón mentiroso, todos sabemos que es al contrario. Si no fuera porque somos amigos desde niños… -¿Qué paso? Abre la ventana, moldea en su boca un enorme gargajo y lo escupe, babas negras. -Mi mujer es una inútil.
31
Se desvían de la carretera principal. Calle con surcos, fincas verdes alrededor. Para el camión y descargan las herramientas. Llegan tarde. Mandarrias, picos, martillos y cinceles. También el tabaco y el almuerzo. El encargado espera con gesto severo. Indicaciones en un plano doblado como un pergamino, un tramo de parcela y trabajo para hoy. -La próxima vez que lleguen tarde no aparezcan, ¿entendido? -Sí, señor… Respiración pesada, noventa y dos kilos ebrios. Le pasa una mano por el hombro, lo ayuda. Cruzan el pasillo y lo deja sentado en el retrete. Le baja los tirantes. -Déjame, puedo yo sólo, yo sss… Hipo. Arcadas y peos, un cuerpo que cae a plomo contra el suelo. Vómitos y mierda alrededor. Pregunta dónde está el niño. En el patio, dos gatas parieron a la vez, dice que él los mantendrá, les buscará la comida, dejará parte de la suya para ellos. Mano abierta en la cara, fuerte, un pitido agudo en el oído. Tarda en reaccionar y llora. -Quítese de en medio, no se lo repito más. Cuando ordena algo trata de usted. Le cuesta hablar pero consigue decir que no, que son suyos, que ya les buscará una casa. -¡Póngase fuera de aquí si no quiere que le mate! Ni rastro de madre. El niño se incorpora con dificultad y sigue a su padre. Sabe a dónde se dirige, no es la primera vez que lo hace. Un barranco cerca de casa. Balancea la bolsa, lanza, se marcha. Tres golpes en la puerta… Sangre en la cara, en los nudillos, camisa rota. -¿Qué ha pasado? -Hubo una pelea en el bar. -¿Y ahora por qué? -Pidió fiado y alguien lo quiso invitar. Se negó, les dijo que si pensaban que él era un muerto de hambre…
32
Escribe: Se lo tiene merecido. No sé como habrán quedado los demás. Mi padre es muy bruto y muy fuerte, es difícil tumbarlo. Los gatos estarán muertos. Las gatas tristes. Yo también los extraño. Mi padre se está levantando. Da un último repaso a la lista. Entra en el baño y abre el bote de cristal, orina. Luego introduce una foto de su marido y pelos que encontró en la almohada. Lo cierra y sale al patio. Busca un macetero grande y hace un agujero, lo entierra. -¡Mujer! ¡Venga aquí! -¿Qué pasa, quieres algo más? -Lávese que hoy la necesito. -No puedo, estoy con la regla. -Me da igual, no voy a utilizar ese agujero. Yo sé lo que te conviene. Ya te acostumbrarás, te gustará, me lo acabarás pidiendo. El conjuro no había funcionado. Embestidas de nalgas peludas, balanceándose, contrayéndose. El cabecero de la cama golpeando la pared a un ritmo acompasado. Arriba, Jesucristo preside la escena, los brazos extendidos, el rostro enfermizo, muda misericordia. Abre con sigilo la puerta. Se lo merece, padre, no hace falta que le explique. Cae al suelo mirando la sangre en la hoja del cuchillo. Un final que ya no podrá escribir en su libreta.
33
Marta (...) ¿Es cierto, madre, que allá la arena de las playas te hace quemaduras en los pies? La madre Ya sabes que no he estado nunca allí. Pero me han dicho que el sol lo devora todo. Marta He leído en un libro que se come hasta las almas y que los cuerpos quedan resplandecientes, pero vacíos por dentro. La madre ¿Es eso lo que tanto te ilusiona, Marta? Marta Sí, estoy harta de cargar con mi alma; tengo ganas de encontrar ese país donde el sol mata las preguntas. Mi morada no es ésta.
34
24H
9 . 45, 8 MAPFRE 2, 4, SA 9 IB F OLA E R R D 20 5 IN ,700 ,05 ME T FC C 1 7 CC ER B A 4,2 98 BBVA 8,604 498 ” ee ION , A d 9 io en 45,8 ,s 75 ACERINOX coleg ec O el T u “co u sp del m pa da CIC eatro s e ra q ey ñero del patio o LIS L l u Arri g da AU O I aga S MO se a su rtin AR U a N G A A E T c 2 GP en OM a d on oto JAPÓ M sd r an OV TR 44 N El título de M O ILIS l ag ONA ola U e i t Á n t T ñ MO F e o L EM FIC mig E ÓRMULA UNO V CE espa ein anc R os urog PO O A rantes A R s l b CC DEPORTES: FÚTBOL B tera en e a la com a os vot rupo RAL IDE l arre i N T ES os c l a i D r a s c p a os d fic ió s id Diez muertos en l po ra mue tem la ayu esta El o icos l sla obre n de ECO e má e r t r o o t s y un de s re e NO e da saparecido p H e olí ra ad form ed OS as lab al l ase amá MIA: órrog ña pu TAD ue p egu r p a n o E rales y no ve u s em s L s MPR pa eq la SU E SA F ba inato tras e e Es RE a cre eda l dis AMILIAR Linde cree qu jad A d el N I z p paro T a s or ma GEN de coh e dr de Co trim etes a Ashkelón AR T T P EE o O n O R i o UU Jiméne PA AR que z-Becerril DOCTRINA AP el es TRIN C pionaje O D sería “inaceptable”
85 REP 9 E 5 3 MEDIAS 2 ,2 ER 4 INDI X 119 TE S 2 ROV GA D 6 I CS ,900 AL 13,820 718 C , CA 2 AR s M NK 3 I X A A 3 B e , 94 ta US pr 330 5 d E A MADEUS 27, do 1 e ores O PR Pra n 3 CU AD E del u O o e s E e u l M en spa de ar 3 ill tes e ña ás d 201 d W e o scénicas caen m se e p na a ae d e n h s s r á a u e r l e t r e l á a r g c S on los tres Mundia Ind es oga nid ante ura TA ia T a e“ h qu NW E 0 qu e o 0 N Ó r I a I e S C l o 0 A C C I L F A I S n p F, 0 o es e1 . ” IM VIO fin d ie 75 ijo d IRP e essi tá e n P L “ e p r e l r o d cupado con M h lis zo d UES ENC seman Más y su tos e cae AD a FR m IA M TO e r A O R AL N a n o P U C e M I A E y T j l u A a S u e C p H v M EC me n um qu Go en A rec ISTA AD 1,6 vuel Un hombre mata a s u i, b e RI e en SIA D m di co iern rgen perac L baja cas a Com RU rahi Au tin od n ote unidad de Madrid re e a s ión VIV B la e e hip lav La u I c E p N f N re u DA HIPOTECAS La firma d ris ben ivos ACIÓ ENA na d an a ión I islat g u D e l r l i a z p s E AR d a e e r r r o t a r e n os comicio n u m IA M L M A R ane hoy el do A O: SI l n o r t d e e a P la víctimas MUND s n i n añol gún t y es p ribunal va a desvirtuar la le
SO 1 9 L T H 50 8,908 O 02 NA INDRA A 12, F I R IA TUR AL 17,380 G 7,6 EL 6,92 3 S1 9 E B e ORM RO FOOD LAR ra U po nta ITT. tau 11 . P OP h r B s , 3 5 2 o U LT cien y “El E o re LO do xpolio” del Grec UR to y ia za nt o i m l A o s r cie ctual ATP :T rfe s s EAT de cine un 11 po a e ct no IS e R et” e l N a O o s A n m a E B H I L “ T B n A ti c S P U O ño priv men troniz tlé a y la t c er a to china Li acaba ter El A ESO er 1 s e ado e bie c u 2 n s D ” 5 n Vi UC s m cre s FÚTB n DRI eu la- de ele OL ATLÉTICO MA l S a o re n ct ora ol tas O gos ros p r o a i c c s l i d ys ad en Fra ia por el tem po t cin di R uri ha c GIA es nc r a R oy st na u e c m o i l eu b c u i da CH adr cia dor afae mar sfe EOR a r de INA SUCESOS S ileñ c ati n ide sto a s G o a u d inte l C , g u l T a U i n e o R r k I S n na orre MO COYUNTURA E P ue ra n P p urg Ba n b v a b o P S lm cion a inic mínim ele ers El ia s am o BANKIA RESULTADO al Pet Ac u Z p n E v a a i a s ra ita s nt l OI A DÍA a en S e S R d i n u e e s i r i f a r o c a o n n u i n a , e án y r ll AN e la c ga a AR I D o SUS a m n a s c o IRÁN NUCLE d e na de at a s ara M n u e ve m es es de cárcel p
,170 30,530 R
.E .C
L
,0 4
7
0 12 OS JAZZTEL 8, 4 G 65 OLS 29,405 IA DE EN ,8 EN K AGA do 45 S 19,515 AN A B B . S RE IN 0 ABADELL 1,800 FO 89 ou R E BO 1 5, se D L a, A L S S J A: ABERTI r de Pa sub ohn ida uske OT C d e r r a é l í e lamenta la p se sd al e e M a en sc e TE tom ecid up gole ta nario p v ez a C r e e m i r R r o r p a s a las A de ca aste sl y últim sc T a e as plazas de las M os tra a res anm un 38 rasla anso t r n ID te ie n us y vue d an lo Tia .UN El 7 pa lve a los entrenam a e l al h EL cu ,3 p s he d R de ospit a ri e O el D: al a una embarazada l az ni ECC ntas or cie dos tr DA RUP o d ap l p a ó E n I s n e , incend l ex n c ION to C a G ma nt iarse un automóvi SO pl RO cie a un rar ntie hasta s U o ica lave ES r E septie im la a M a ne q u po mbre y sigue en máx p cio ÑA tac ec r e ga SPA l 62 aelí a a d ña t ne ara e rgve E e n o a ñ r á 800 millones este a lash n r sp l fu a a o s i c g p vili lid ia tu n or nie Es eorg era las ció la a ro de U presidenciales de G avia uri se la cr U ctit a L isis nu ud ta EE clear ISRAEL PALESTINA de l K an JE os es NA CIO I U O I coltas d J e Susana Díaz ETA ES P ÑA: ESPA
35
Perfil Necesito hacerme a un lado de esta vida, entregar una carta no escrita, llamar la atención en los alrededores de las mesas que rebosan, hincar los dientes en las siestas ulteriores y si queda hueco y pólvora prenderle fuego a las digestiones caritativas, recoger las sobras que me pertenecen, migajas que caen en los suelos barnizados donde se refleja un hambre excelente, una desnutrición excelente. Y da gusto ver mi desgaste, mi reflejo, un engaño más batiéndose en retirada enfría el antro donde se defienden los miserables. Ya en la calle, escucho toses, la mía por los excesos y otra que parece acunar a sus pulmones, se saludan como si se conocieran de toda la vida, la tísica empuña un golpe de envidia sobre la excesiva, esta cree que si no se pusiera podría ser peor, pero no está segura, una duda socorrida que pasa de refilón, como buena escéptica. Una vez tosido inician una aventura migratoria, hacia el neumólogo una, a meterse la otra. Recostadas al amparo de una nube que amenaza lluvia, ambas sobreviven alimentando un tiempo que lamentan, los años cumplidos, el mal hecho, el rastro de una vida arrugada, pasiones secas, el perdón a los postres, y sin poder vomitar por no haber comido todavía. Me recogen hecho una piltrafa del pozo ciego donde paso las noches, me lavan, me entrenan para no morder, me alimentan exageradamente, me cubren con ropas incomodísimas, tiñen mis noches con su vida errada y me da la impresión que su parcela de cielo la quieren pagar a plazos, al contado habrían santificado la alpargata que me queda. En el comedor benéfico compruebo que no hay reyertas a pesar del reparto de hostias alimenticias. En la calle de nuevo, atendiendo a movimientos nerviosos de manos en bolsillos con calderilla, me entregan limosnas sin agrado, corazones generosos sin agrado, la moneda a lo mejor es falsa, a pesar de no mostrarme, observo que denuncian con gesto amargo que hasta en el infierno hay clases, y conceptos, y trajes raidos, y enorme desinterés. Saludos de parte de mi neumonía, ¿O es un catarro eterno? Ahora mismo están velando mi cadáver, no puedo responder porque no existo, no sangro, aunque en vida, que se sepa, tampoco sangraba, nunca nadie, ni los más cercados, pues el cerco definía mi comportamiento, supo de sangre, humores o risas. Aún es pronto para hablar de ello, tendré que esperar a que estén todos muertos y volver a cercarles con el genio infame de mi forma de ser, pedir perdón, mantener la palabra, ser fiel cuando recojan mis restos descompuestos, suponer que otros, más perros que yo, se rebelen en su propio calvario y santifiquen mi nombre en homilías paganas, más tarde o más temprano nunca llegarán a su destino, amasijo de absurdos es lo que queda tras la colisión.
36
Primicia Recibida la noticia de tu lenta desaparición. Recibida sin halagos la sombra de tu desgracia. Recibida la única verdad que has dicho en tu vida. Encomiéndate a un Camposanto, si te lo permite ese latido miedoso que rumia en silencio su golpe mortal.
Maldición He completado la porción de mi sueño que donaste en gracia por mi ausencia. Pero no sabes adivinar el futuro, y tampoco levitas, por lo tanto no me vengas con historias de que tardo, de que ¡ya está bien! Si estuvieras loca por mí no vendrías con estas sandeces de pasión irreflexiva. Como sigas maldiciendo tendré que ocuparme del asunto.
El asunto No establezco la forma de este infierno ni el antro adecuado a nuestros pasos, lo establece la estrecha callejuela desandada. El momento se ha perdido en un giro traicionero. He considerado el tiempo y has perdido el hilo de lo mío, no por pereza o desgana comentada, ni siquiera por la niebla que avisó de la sangre. Más bien ocultó el misterio tu espalda doblada. O mi gesto en permanente perfil, o tus quejas siempre en ruinas, como el tedio.
37
Escena Si quieres que te juzguen por tu llanto amargo, llora en un mercado de reflejo potente y se estrelle la gente en tu gesto lloroso. Nadie a engaños gana. Por mirar a quien llora solo el alma juzga quién sale victorioso.
Anuncio Ofrezco victorias de confort porque soy Dios. Paraíso de caspa barata, gargajo proletario camino del cielo. Gomina de semen fijo, manifiesto móvil. Nuevas escrituras ocurrentes, nuevos profetas, nuevos parlamentos en primicia por televisión. Y las madres acercan sus manos al pecho por lo bien planchados que van sus hijos.
38
ANUNCIACIÓN DEL ARCANGEL SAN GABRIEL
Nuria, simplifica tu vida pon algo primordial entre paréntesis recoge teorías y situaciones hipotéticas acumula mierda acumula mucha mierda hasta volverte una loca amargada tiende los plásticos de las chuletas en las cuerdas de la cocina quita los pelos muertos del cepillo quita la costra de roña de las pantuflas o mejor cuélgalas de los grifos de la bañera y hazles una foto en blanco y negro arregla la habitación arregla a golpes tu radio con orejas cósele de una vez el ojo al oso panda y aprende a poner rollos de tinta y vuélvete hábil Nuria HÁBIL para que tus pequeñas zarpas escarven furiosas y hagan brechas gigantes en tus heridas.
39
Sentado encima de la taza del váter Escribir con las tripas cuando no me quedan tripas. Se largaron, como se larga tanta gente de tu vida, un buen día, sentado encima de la taza del váter mientras pienso en cómo murió Jack Kerouac, el profeta beat, devorado por dentro, soltando sangre por detrás… Los moralistas lo pueden poner como ejemplo: esto es lo que pasa cuando te dejas dominar por los excesos, que pasan factura… Me pides un artículo que no sea reseña, ni siquiera que hable de libros pero es inevitable, mientras escribo estas líneas, que las lecturas me acompañen porque son de las escasas cosas que, transcurre el tiempo, no me han abandonado todavía. En este aspecto, le tengo auténtico terror cuando algún día me niegue a leer. Cuando un día los libros que se amontonan en mi mesa de noche, junto al flexo de color rojo, sea capaz de mirarlos con la indiferencia del moribundo. Cuando inicie mi particular y peculiar viaje al fin de la noche. Lo tengo presente mientras redacto estas líneas apresuradas. Fue, probablemente, la persona que más quise junto a ella, y él me mostró la belleza de los libros, ahogarme dentro de ellos… vivir dentro de ellos lo que la vida y sus rutinas me evitaban. El día que descubrí que el marcador no había avanzado de la página 169, supe que se acercaba lo inevitable y él también lo supo porque me observó como solo un hombre sabio es capaz de mirar a otro, con una débil sonrisa en la que averigüé resignación. No hablamos, no hacía falta. Solo nos miramos a la cara mientras el tiempo se nos iba a los dos de las manos. Fundido a negro mientras me pregunto si no resultara demasiado pretencioso este texto que, insisto, escribo porque te respeto y porque me pides que colabore cuando ya nadie pide nada a cambio. Salgo a la calle, es un domingo cualquiera en el que bajo al Rastro en busca de volúmenes que me hagan feliz pero no encuentro, salvo en un puesto que llevan dos tipos barbados, un libro de apenas hace un año que descansa entre otros libros de hace más de diez años. Regateo el precio y al final me lo llevo pero no sé, y ese no sé me acompaña desde los últimos tiempos, si tendré tiempo para leerlo porque se acumulan en esa tonga que tengo encima de la mesa de noche, ahí justo, donde
40
descansan cerrados otros títulos que también exigen su salida antes de que la Sombra me convenza que fue inútil perder el tiempo con los libros. Una amiga insiste, entre sorbo y sorbo de Apleteisser, que hay que vivir la vida y dejar de leer. O por lo menos, no leer tanto. Marea, te emborracha, te convierte en una parodia de Quijote. - ¿De qué te ha servido?, pregunta rotunda. Y no lo sé, la verdad, salvo para perder el tiempo. Es una enfermedad obsesiva, digamos que repugnante que te devora las mismas tripas que se me escapan por la taza del váter que puede ser el trono desde donde escribo este texto que surge improvisado y cuyo eco no escucho aunque sí escuche mientras los días se convierten en semanas y las semanas en meses y pronto, muy pronto, en otro año que se va, que se pierde sin que apenas me haya dado cuenta de mi existencia. Ya digo, esto es lo que pasa cuando escribo. Cuando escribo sin tripas porque se largaron, como se larga tanta gente de tu vida, un buen día, sentado encima de la taza del váter…
41
42
por: flecha 14
Me paso de estar con dos hombres, y ambos tanto en la previa a la penetracion, como durante la penetracion, me tocaban el ano, pero dentro de los pliegues, y pasaban su dedo (sin introducirlo)... A mi, personalmente no me excita, de hecho no me gusta. Y en caso de que sea una insinuacion para tener sexo anal, realmente me parece muy poco estimulante... Pero bueno, 多por que lo hacen???? los excita?
enviado a las 20:40
43
44
por: amigo 17
CONSIDERO QUE PUEDEN SER DOS COSAS: LA PRIMERA COMO HOMBRE NOS CAUSA EXCITACIÓN QUE SI BIEN ES CIERTO NO A TODOS CREO QUE A LA MAYORIA SI, LA RAZÓN DE ESA EXCITACIÓN ES PORQUE ANTROPOLOGICAMENTE LA SEXUALIDAD ENTRE HOMBRE MUJER SE VIVIÓ DE ESA MANERA ES DECIR LA RELACIÓN SEXUAL SE LEVABA A CABO CON EL PECHO DEL HOMBRE SOBRE LA ESPALDA DE LA MUJER Y LA PENETRACIÓN ERA APARENTEMENTE POR EL ANO, AUNQUE EN REALIDAD ERA EN LA VAGINA, ESTA POSICIÓN SIGUE EN NUESTROS TIEMPOS, SIN EMBARGO SE HA INCREMENTADO EL DESEO DE PENETRAR POR EL ANO SIMPLEMENETE POR LA IMAGEN, EN ESTE SENTIDO POUEDE HABEN OTROS FACTORES COMO POR EJEMPLO QUE LA PRESIÓN EN EL PENE SEA MAYOR, O QUE EL ESPACIO SEA MENOR PARA TENER LA SENSACIÓN QUIE OCUPAMOS TODO EL ESPACIO. OTRO ASPECTO PUEDE SER QUE ES BIEN SABIDO POR TODOS QUE EN AL ANO TENEMOS TERMINALES NERVIOSAS QUE AL SER ESTIMULADAS GENERAN ESCITACIÓN, DE CUALQUIER FORMA Y EN LOS DOS CASOS SI UN HOMBRE TE ACARICIA DE ALGUNA FORMA QUE NO TE AGRADE SIN TU CONSENTIMIENTO CREO QUE LA ESTA JODIENDO YA QUE A VECES COMO HOMBRES POR LA EXCITACIÓN NOS OLVIDAMOS QUE SON SERES DELICADOS Y QUE LA RELACIÓN ES DE DOS, TE SUGIERO QUE HABLES CON TU PAREJA AL RESPECTO, A VECES DAMOS POR HECHO SITUACIONES QUE NO SON CIERTAS POR EL PREJUICIO DE “ES QUE YO PENSABA” NO HAY ALGO MEJOR QUE LA COMUNICACIÓN Y OTRA SUGERENCIA MAS LA AUTO EXPLORACIÓN A VECES NOS AYUDA A DESCUBRIR NUEVAS REACCIONES EN NUESTRO CUERPO, ESTO ES YA MUY PERSONAL. CUIDATE MUCHO Y OJALA TE SIRVA DE ALGO ESTA OPINIÓN MASCULINA.
enviado a las 18:33
45
46
por: morocha
EN LO PERSONAL CREO QUE ES UNA INSINUACION, A MI ME HACEN LO MISMO Y BUENO, PRIMERO TOCAN CON SU DEDO, LUEGO LO METEN, Y LUEGO OTRO Y SI SIGO SIN DECIR NADA COMIENZAN A PENETRAR, SI NO TE GUSTA SOLO DILO Y QUE CONTINUEN CON OTRA COSA.
enviado a las 04:48
47
48
por: manolo
PRIMERO QUE NADA, BUENAS NOCHES. HAY MUCHA GENTE QUE CONSIDERA ESTAS COSAS COMO “ANORMALES”, “NO SEGURAS” . A LO QUE VOY ESQUE EL HOMBRE, COMO YO Y CUALQUIER PERSONA, CONSIDERAMOS ESAS COSAS COMO PLACERES. LO QUE DICES, QUE TE HAN TOCADO EL ANO, ES UN GESTO DE PLACER, ALGO QUE AL HOMBRE LE GUSTA, COMO LAMER ETC. TU DEBERIAS DE EXPERIMENTAR ESAS COSAS AUNQUE SIENTAS QUE NO TE GUSTAN. CAPAS QUE CUANDO LLEGO EL MOMENTO DE LAMER, ES DISTINTA LA SENSACION. Y SI, LOS EXCITA A LOS HOMBRES ESO.
enviado a las 00:13
49
50
por: conector 1
Sera por aquello de que lo prohibido nos llama y el culo tiene un agujero que fue dise単ado para expulsar los excrementos del cuerpo pero el ser humano con su infinita intriga ha ido encontrando nuevas aplicaciones. No creo para nada que el gusto por el sexo anal sea sintoma de desviacion sexual de ningun tipo. A un@s les gustan los pies, la lenceria, hacerlo en lugares publicos, vestirse como el sexo contrario y un etcetera tan largo como personas dispuestas a probar las variantes posibles. Yo creo que si la educacion sexual que nos han dado hubiera sido mas libre respecto a los prejuicios, la mayoria de la poblacion mundial seria bisexual y por supuesto habria quien no lo compartiria. A muchos nos han metido desde peque単os la idea de que el gusto por las personas del mismo sexo es de enfermos. Luego con el tiempo y los conocimientos de la vida acabas dandote cuenta que cada uno debe disfrutar con su cuerpo como le de la gana. Personalmente me encanta practicar el sexo anal con cualquier mujer pero mis prejuicios inculcados me impiden probar con ningun hombre. Al final un culo es un culo con las mismas funciones fisicas. Lo que cambia es el envoltorio.
enviado a las 21:20
51
María
Anónimos
Queen
Ramón Herar
Amédée
ealism.0
Cecita
Morgantani B Traven Séneca
z0 Jesús Castellano Albert Camus Yolanda Díaz
Valentina Hosmán A T 52
Kurtz Ofelia LC Dr R
Carlos Castaneda Gerónimo
Eduardo Rojas
Chito
Freddie Mercury
Antón Chèjov
Franz Kafka
Sombrita
Poeta Hermafrodita
Roger Wolfe
Juan Albornoz
Norma Jeane Mercedes Soler Nuria G Benito
JRamallo
G Vadecráneo
Rosa E Luján
Rubem Fonseca
Antonio Bermejo
Sibisse Rodríguez Xoxé Ramón Fandiño
Jessi Casanova Roxana Popelka Marilyn Monroe Zoo punto cero
Ángel Chinea Traven Torsvan
Charles Bukowski
Miss Delorian 53
NEUTRAL CORNER Ignacio Aldecoa Edt. Alfaguara, 1996, Madrid páginas: 101 (sin numerar)
EL CANTO DE LOS VENCIDOS COMBATE A CINCO ASALTOS ”Para mí Neutral Corner es la obra más hermosa de Ignacio, porque en sus páginas hay algo más que su literatura: en ningún otro escrito suyo está tan incorporado Ignacio hombre”. Josefina Aldecoa “El mundo mata a quienes no se doblegan. Mata con imparcialidad a los muy buenos, y a los muy justos, y a los muy suaves , y a los muy valientes”. Ernest Hemingway, Adiós a las Armas
PRIMER ASALTO. SUENA LA CAMPANA La vida es como el boxeo. Una entra en el ring cargada de sueños, de esperanzas, de toda la preparación de la que cree que dispone y está lista (o al menos eso cree) para enfrentarse al rival que tiene justo en frente. La lucha es la única manera de salir adelante, la única manera digna de conseguir la gloria. Luego la realidad viene en forma de golpes, de estrategias bien o mal traídas, de confianzas y desconfianzas, de historias que se tuercen, de minutos que duran una eternidad o años enteros que pasan sin darse cuenta. Y al final siempre hay un después. La película no termina con los títulos de crédito, después del combate quedan las marcas, las crónicas, las portadas en los periódicos, las consecuencias. Una conclusión que te dará la medida de quién eres, porque una sólo se puede medir en la lucha,
54
porque, como decía Saint Exupery “lo que mide a los individuos son los obstáculos a los que se han enfrentado”. Estás a punto de enfrentarte a un libro tan delicioso como incómodo, difícil de clasificar, lleno de golpes, de derrotas, de cambios de ritmo, con una densidad formal que raya lo barroco y unas imágenes sacadas de los peores barrios en sus peores noches. También está lleno de imágenes que no se llegan a distinguir del todo, de vacíos y silencios cortantes. Una colección de estampas, una colección de fotografías, una historia contada en secuencias. Es un libro rápido, como el boxeo, como la vida, donde todo sucede antes de lo que esperabas, donde los mejores momentos se terminan antes de que llegues a saborearlos, y será necesario volver atrás, detener la lectura, detener la imagen unos segundos, guardar silencio, escuchar el silencio, dar tiempo a todos los sentidos para que participen en el combate. Oler la sangre. Tragar el sudor del enemigo. Ver la propia cara magullada en el espejo. Morder el polvo. Escuchar la campana.
SEGUNDO ASALTO. PALABRA E IMAGEN La imagen no se limita en esta obra a una ilustración de la palabra, a un puñado de fotografías que acompañan los textos, sino que tiene entidad por sí misma. Ramón Masats presenta una propuesta visual, un proyecto de representación de la violencia y la belleza que existen en el mundo del boxeo, en el ring y en los vestuarios. En sus fotografías tiene más presencia la luz que la forma, y lo que aparece realmente representado es el contraste entre blancos y negros, el volumen del cuerpo humano en tensión contra las cuerdas. La relación entre palabra e imagen parece natural, pues el mundo se suele codificar principalmente de estas dos maneras, por sus textos y por sus imágenes, pero no es una relación que haya estado exenta de conflicto. La palabra y la imagen de Neutral Corner funcionan como dos púgiles dentro de un combate de boxeo. Ambas luchan por imponerse, por vencer —si no por K.O.— al
55
LUZ DE QUIRÓFANO. LA ESQUINA DERECHA ES LA DEL CAMPEÓN.
menos a los puntos, pero ambas tienen que ser conscientes de la fuerza, de la medida de su rival, de su destreza y sus engaños, de todo lo que ocultan, de las sombras y los silencios. Hay cierta comunicación dentro de un ring que no pueden llegar a entender los espectadores o los cronistas, que sólo se puede vivir desde dentro. Palabra y fotografía están dentro, dentro del baile violento que es el boxeo, y será necesario apreciar esta violencia, amar la sangre, encontrar la belleza dentro del conflicto, para poder leer y mirar Neutral Corner de una manera total.
Aldecoa aplica una luz de quirófano a la realidad, una luz artificial que deforma los cuerpos, una luz directa para acceder a la lucha sin mediadores. La luz de Masats es, paradójicamente, mucho más difusa. Si Aldecoa ilumina las sombras, los bajos fondos de una sociedad que lucha por hacerse un sitio en la historia, Masats apaga las luces, deja la imagen en sombra, roba al lector el placer de la visión total, fotografía espacios vacíos, crea un hueco para que la decepción del espectador se una con la de los luchadores.
TERCER ASALTO. CONTAR LA ACCIÓN. CANTAR LA ACCIÓN. Hay para quienes el deporte es casi un antónimo de la literatura, para quien hay que elegir entre darle patadas a un balón o ver un partido del Real Madrid y leer un libro. Como si el deporte no fuera también una metáfora o como si la literatura no se tratase, como el deporte, de un juego de guerra con unas reglas, unos árbitros y un público, del cual se puede salir vencedor o vencido. Existe acción en los poemas de Homero y hay poesía en las piernas de Cristiano Ronaldo. No son dos universos tan dispares. El deporte crea una nueva mitología, unos nuevos héroes, una nueva épica. Las gestas no se desarrollan ya en el campo de batalla, sino el campo de juego o dentro de un cuadrilátero. Hubo un tiempo en el que el boxeo se convirtió en todo un símbolo para la literatura. Hubo cuentos, historias, pasajes de Hemingway o de Cortázar (por citar un par de nombres) que hacían del boxeador uno de los héroes literarios modernos. Un perdedor que ya no tiene nada que perder y eso lo hace más fuerte que nadie; un tipo que nace entre la basura y los deshechos de la sociedad para dar una lección de estilo; un luchador acabado. El mundo estaba en guerra, y en la guerra el único héroe posible es el perdedor. Quien gana no es un héroe sino un verdugo, es la historia de aquel que pierde la que es necesario contar. La nueva épica está en la lucha cuerpo a cuerpo
56
entre dos hombres pobres, al margen de la sociedad, que buscan a través de sus puños la única oportunidad que el mundo les ha dejado de alcanzar la gloria. El boxeo no parece un deporte demasiado elegante. Al fin y al cabo se trata de dos tipos en calzoncillos curtiéndose hasta la sangre, el desmayo, la debilidad y la caída. No tiene demasiadas reglas. No es un deporte —en principio— difícil de aprender. Cualquiera puede pegarse con cualquier otro en un bar y eso no resulta, al espectador poco entendido, demasiado diferente de lo que ocurre en un cuadrilátero. Sin embargo, en pocos deportes es tan importante la estrategia como en el pugilismo, y en casi ninguno la lucha psicológica cobra más importancia que la lucha física, pues entender al contrario, saber jugar con él, saber proteger tus puntos flacos, puede decidir, no sólo ese combate, sino tu propia vida. Puede que dentro del ring no suceda nada esencialmente distinto de lo que ocurre en la vida, pero ocurre de otra forma. Y la forma, amigos, lo cambia todo. El boxeo es un deporte de caballeros, donde las pocas reglas que existen son reglas sagradas, y donde se ponen en juego, más que la potencia de dos cuerpos, la fuerza de dos convicciones. Son dos visiones del mundo las que entran en tela de juicio. Cada elección cuenta, cada segundo es importante, cada defensa o cada ataque. En el momento de ejecutar una acción están ya presentes todas sus consecuencias. No se diferencia demasiado el boxeo de la literatura. En literatura, en la buena y verdadera literatura, nada sucede demasiado distinto de lo que sucede en la vida. Lo que ocurre es que sucede de otra forma, y la forma, una vez más, lo cambia todo En las hojas de un libro se ponen en juego la fuerza de las convicciones, se mide la potencia de las posiciones vitales y estéticas, cada decisión cuenta para el éxito o el el fracaso de la obra, para que consiga desencajarle la mandíbula al lector o al menos, para romperle una vena encima de los ojos, cambiarle su visión, su medida del mundo y de sí mismo, darle una idea aproximada de las consecuencias que entrañan las acciones o la ausencia de las misma. No siempre es un juego bonito, no siempre la literatura es agradable. A veces hay sangre y dientes rotos y un hacerse consciente de que el libro que tienes entre las manos —para bien o parar mal— puede contigo. Pero siempre se acaba, siempre hay una campana final y una última página, siempre existe la huella que un buen combate deja en la cara o la huella que un buen libro deja detrás de los ojos. Aldecoa pega fuerte. Es un pugilista rápido y directo, con una técnica impecable y con unas dosis de lirismo (en alguna de sus escenas, como El pensador, abundan las aliteraciones y los endecasílabos), de densidad formal que hacen su lectura intensa y dolorosa. Está contando la historia de los vencidos, la lucha de quien sólo tiene sus puños para alcanzar la dignidad humana, la frustración de los sueños, el poder o la derrota de los seres humanos, y lo hace de una manera impecable, a medio camino entre la crónica y el poema, entre el relato y la fotografía, en un lenguaje que no se limita a la prosa poética sino que es toda una narración poética de la acción.
57
Se inscribe a sí mismo en la tradición de los escritores de acción, en esa literatura que no se encierra en la pasividad y corre riesgos, en el lado de la historia literaria donde están Saint Exupery, Jack London (su cuento Un buen bistec será una de las fuentes de inspiración del autor), Julio Cortázar o Ernest Hemingway. Pero aún más se inscribe a sí mismo en una tradición mucho más antigua, en los griegos Píndaro o Simónides o incluso en versos bíblicos. El boxeo no es sólo una metáfora de la modernidad, sino un tema clásico al que han cantado grandes poetas de la antigüedad. Neutral Corner comienza cada escena con una cita, y esa cita funciona como marco perfecto para conceder una dimensión heroica al pobre tipo que lucha, que entra en el combate, que vive la pelea como única forma de vida, de dignidad y de belleza humanas.
CUARTO ASALTO. EL BOXEO, UN ARTE DE POSGUERRA El boxeo es un deporte de gente pobre, de tipos que no tienen otra salida, de supervivientes. En la España de posguerra todos eran un poco supervivientes, todos habían sobrevivido a esa lucha entre hermanos que es la Guerra Civil y que es también un poco el boxeo, y les habían quedado heridas, marcas imborrables, les había arrastrado hacia el cruel y eterno significado de la palabra “consecuencias”. Un combate tiene consecuencias individuales. Una guerra tiene consecuencias en todo un pueblo, y es por las consecuencias, por lo magullado que queda el rostro de un hombre o de una nación, por lo que se puede medir la dureza y la falta de compasión de un combate o de una guerra, el sentido que ha tenido sobre los cuerpos y los espíritus de cuantos han participado en ellos. Para los vencidos quedan pocas salidas. Los vencidos no tienen gloria, los vencidos tienen ahora que jurar una bandera que los ha aplastado. El boxeo es un oficio de pobres, pero de pobres que luchan por salir de la pobreza, por alcanzar un puesto dentro de la eternidad. Aldecoa canta, con un lirismo agrio, cortante, crudo y directo a los vencidos. Neutral Corner es el gran poema de la modernidad Española, donde la modernidad comienza en la posguerra y tiene que salir de la pobreza y de la vulgaridad a base de golpes. Es un poema roto, como estaba España rota, con voces que suenan más fuertes que otras, donde se entrecruzan los sonidos y los olores bajo una luz cegadora. Las cuatro cuerdas eran la metáfora de las aspiraciones de los vencidos. Neutral Corner es la metáfora de la lucha heroica y fracasada de una nación por recuperarse a sí misma, el canto a una nación que estaba aprendiendo a vivir en los muelles y en los gimnasios. Su personaje principal es único: el boxeador, el héroe. Sin embargo está fragmentado, roto, separado en sus distintos aspectos y el verdadero sentido de su historia se desprende de la ambigüedad final que surge al juntar los fragmentos. Se podría decir que es un inmenso poema compuesto por partes líricas, crónicas, escenas y diálogos directos. Es el triste, fragmentario y
58
prosaico en ocasiones, poema de una España recuperándose apenas de una guerra, luchando por salir de la pobreza y alcanzar, si no una parcela de gloria, al menos sí una porción de dignidad.
QUINTO ASALTO. LA ESQUINA NEUTRAL Existe un observador. El observador se sienta en la esquina neutral, en la esquina que no es ni del entrenador, ni del manager, ni del boxeador, ni de la chica rubia del público, ni tan siquiera de los cronistas. El observador (puede llamarse también “narrador”, “lector”) reconstruye las distintas fases de la vida de un boxeador desde el entrenamiento (en barcos o en gimnasios) hasta las consecuencias del combate, pasando por los distintos momentos del combate en sí: el momento de agarrarse al contrario, el minuto de descanso entre los asaltos, los pensamientos del campeón o las estrategias de quien conoce el juego mejor que nadie. Esta obra fragmentaria, hecha de jirones y puñetazos líricos es, paradójicamente, una obra circular, que comienza por un combate y termina con su crónica. El lirismo aleja de la escena, la interpreta, la metaforiza. El diálogo y los pensamientos vuelven a acercarse a lo que les está sucediendo a los hombres. Es la distancia de quien se implica, pero sin participar en el combate. La historia del boxeador, la historia del hombre, no es una historia narrada, sino casi fotografiada en instantáneas, en diálogos registrados al vuelo. El tiempo se desprende del silencio entre cada uno de los —por llamarlos de alguna manera— “relatos”, porque estos “relatos” están a medio camino entre la crónica y el poema, dos géneros aparentemente irreconciliables. Sólo a través de esta densidad normal el poeta disfrazado de narrador crea microcosmos independientes, que sin embargo forman un conjunto cargado de sentido. Cada historia se lee en poco más de un minuto. Sin embargo este minuto se dilata si el observador acepta su papel. El relato Un minuto de paz resulta una gran guía de lectura para todo el libro. 38 líneas. Un minuto. Pero el minuto es un minuto que cuenta sus propios segundos, que se centra en su propia forma, que aprecia la naturaleza de sus divisiones. Así el observador, que se ha colado de periodista con los que escriben crónicas o epitafios, tendrá que centrarse en la forma de cada relato, en su división en palabras, en calcular lo que tarda un hombre o un país en recuperar el aliento. El observador está, por una vez, dentro del combate, en la esquina neutral.
—Sigue y no seas cobarde. —No. —Sigue y no seas cobarde. —No. —Sigue y no seas cobarde. —No. 59
JOYCE CAROL OATES, ON BOXING
1987
(DEL BOXEO , PUNTO DE LECTURA, 2012) Fotografía en blanco y negro de John Ranard
No es el objeto de este libro la descripción técnica o el análisis histórico del boxeo, sino la búsqueda de su esencia. Anécdotas, combates de altura y vidas de boxeadores, todo sirve a la indagación que la autora realiza, desde una perspectiva autobiográfica, para explicar el acto de identificación espiritual entre el público y la ceremonia trágica que tiene lugar en el ring, que se resuelve sin catarsis. Los combates son demenciales para una mirada no ejercitada, pero la autora se habituó a ellos desde niña, de la mano de su padre. Lo que hace Oates en On Boxing es trasladar su propia mirada a quienes no conciben que un deporte muestre su autenticidad cuando la sangre aparece. Oates proyecta una visión romántica sobre la conmoción que el boxeo produce en el público. Aunque el libro aporte información sobre sus protagonistas, su historia, y su relación con el cine y la literatura; donde realmente brilla es en los aspectos emocionales que la autora trata de describir, en esa búsqueda de la magia que surge al otro lado del ring. El boxeo es así, como ella misma expresa, una historia sin palabras y no un deporte ni un juego. No se parece a la vida (aunque sí la vida al boxeo); y aún más: no es una metáfora de nada. El boxeo conmueve profundamente, habitando un espacio depredador de la civilización; el tiempo queda suspendido, las leyes de una nación quedan suspendidas. Los dos cuerpos viven una experiencia absoluta, mientras que, para los espectadores, asistir a un buen combate es como oír una música exquisita. No solo se trata de un espectáculo de destreza física, sino de una experiencia emocional imposible de comunicar con palabras. Es una forma de arte primitiva, “del mismo modo en que pueden considerarse primitivos el nacimiento, la muerte y el amor erótico, e impone nuestro reticente conocimiento de que las experiencias más profundas de nuestra vida son acontecimientos físicos, a pesar de que nos consideramos, y seguramente somos, seres esencialmente espirituales”.
60
La prosa de Oates se muestra más intensa y persuasiva cuando su mirada se centra en el ring. Pero no se detiene ahí. Se embarca en la búsqueda de otros momentos históricos en los que la lucha ha estado al servicio del entretenimiento de masas: la contienda como espectáculo entre los romanos (los combates de gladiadores también se hicieron entre aristócratas y mujeres), dejando en el aire la pregunta de si esta afición será una muestra de la decadencia del mundo o la búsqueda humana de un ser inocente, ancestral. El recorrido histórico del boxeo nos lleva desde el prize ring inglés hasta los 80, y se centra en el dominio norteamericano de este deporte, cuya historia es la historia de los negros de Norteamérica. El tercer hombre, el árbitro, tiene también su función en el drama del cuadrilátero, es el intermediario, la autoridad, la conciencia, aunque en otras épocas, hasta finales de los 50, apenas intervenía y había más flexibilidad para el juego sucio. Por muchos aspectos, el boxeo “representa la quintaesencia del liberalismo capitalista”: lo que sucede en el cuadrilátero es el triunfo o el fracaso de la voluntad del boxeador, y el castigo por su negligencia lo enviará a la lona de los marginados. Uno de los capítulos refleja el interés literario por el boxeo. La relación de obras literarias y cinematográficas es breve, aunque crítica, si bien le interesa más el símil del boxeador y el artista: “La fanática subordinación del ser a un destino deseado”. La atracción de muchos escritores como Hemingway o Norman Mailer por el boxeo se debe precisamente al “cultivo del dolor en aras de un proyecto vital”. Dado que el libro fue escrito en los años 80, apenas hay referencias al boxeo femenino, existente desde los orígenes del deporte, pero condicionado por una legislación restrictiva. Oates describe el boxeo como una actividad puramente masculina, de una masculinidad jerárquica: “dos hombres no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo”. Cuando Oates se aleja de la belleza de los buenos combates, llega el momento de exponer una visión menos nostálgica: la cumbre es pequeña y la base amplia, pero los boxeadores –en un alto porcentaje, negros e hispanos- pueden conseguir más dinero que un trabajador no especializado. La lucha clandestina ha acompañado al boxeo desde sus orígenes, la regulación solo se da para las estrellas. El boxeo mueve millones de dólares, y esto hace que muchos boxeadores no se retiren a tiempo, olvidando que en el boxeo se envejece rápido. La gran cantidad de dinero de las apuestas relaciona a este deporte con el crimen organizado. Por otra parte, el boxeo propicia lo que la mayoría de las personas evita: el 87 por ciento de los boxeadores padece lesiones cerebrales a lo largo de su vida. La abolición del boxeo, dice Oates, tal como solicitó en su momento la Asociación Médica de EEUU, lo convertiría en clandestino, y sin embargo no es un deporte más peligroso que otros, como el fútbol americano o el automovilismo. Tras constatar su relación con la pobreza, Oates observa que “nadie sugiere la abolición de la pobreza como medio de abolir el boxeo”. En realidad, dice Oates, el boxeo resulta repulsivo para muchos, quizá, porque en una sociedad tecnológica con medios refinados para el exterminio en masa, lo explícito no se tolera.
61
62
Daniel y las concentraciones mods Metro: Línea 5 Hora: Siete y media de la mañana Nombre: Daniel Profesión: Profesor de Enseñanza Secundaria (interino a tiempo parcial). Instituto Silvia Paf. Sueldo mensual: 900 euros Trayecto diario: Aluche/Opañel
Daniel, el nuevo de filosofía, llega con un jersey de lana azul. Parece un suéter tejido con cariño. En el metro mantiene el equilibrio sin sujetarse al agarrador a la vez que hojea un periódico gratuito que reparten al entrar. Suele empezar a leer por el final, eso le proporciona tranquilidad. Al bajar del vagón deja la prensa en un banco y guarda cola, como los demás, para subir por la escalera mecánica. Podría optar por la escalera fija pero con toda probabilidad piensa que a esa hora de la mañana el ejercicio no es sano. Adormilado, se coloca detrás de una adolescente uniformada con una minifalda de cuadros que le dice a su amiga: hoy no llegamos. Daniel es de Pedraza, Segovia. Lleva tres meses en el instituto. Antes trabajó en Toledo, Ávila y Valladolid. Quería acercarse a Madrid, por su novia, que le reprochaba la distancia y los gastos del autobús y que en primavera, sobre el 20 de abril, se encerrara a preparar las oposiciones para ser fijo. Eso le molestaba y que no pudiera ir al Euro ye-yé, o al Purple Weekend a escuchar a tantas bandas tocar: The Teenagers, The Attacks, ni tampoco a los mercadillos y así poder comprar vestidos baby-dolls en un intento desmedido por acumular el ajuar propio de las concentraciones mods. Fiestas, las de Gijón o León, con mucho ritmo y alcohol. Su novia deseaba que Daniel consiguiera de una vez una plaza en propiedad para pensar con tranquilidad en los gastos del temido alquiler. Replantearse el futuro y dejar de ser dos almas sin rumbo en la vida.
63
Pero ocurrió que dejó a Daniel por uno que conoció en el festival The Beat goes on. Desde entonces Daniel vive solo en Madrid, en un estudio cerca de la estación de metro Carabanchel. Es una casa de protección con un patio rectangular. En verano sus vecinos salen a jugar a las cartas o a la petanca, son todos viejos menos dos que son de Chequia. Vinieron a trabajar en la construcción, ahora con la crisis les da por pensar que mejor volvían a su ciudad. Buena parte de los habitantes de Madrid tienen sueños idénticos; aparecen en playas de arena fina lejos de la ciudad, donde no hay volumen, ni decibelios. Tumbados, esperan a la misma ola llegar. Y mientras aguardan a que suceda el milagro, llenan los balcones a reventar de chismes inservibles que luego nunca utilizarán. A otros les da por el cerramiento; quieren aprovechar espacio para colocar el ordenador portátil del chaval. Daniel evita la cafetería del instituto. No busca mezclarse con el director del departamento ni agradar al jefe de estudios: es un interino con mucha dignidad. Los martes de once a doce tiene permanencia en la biblioteca. Aprovecha el silencio sepulcral y busca en la estantería, letra f, una novela de Richard Ford El periodista deportivo. Va por la página 50, no usa separador, y del libro de Ford salta a Pecados sin cuento del mismo autor. Los martes está claro que toca monográfico de Richard Ford. Daniel está sentado con el abrigo puesto. En la biblioteca nunca encienden la calefacción. Lo justifican por la escasa afluencia de alumnos, dice la secretaria, así que no hace falta gastar en el radiador, por eso Daniel los martes, cuando tiene permanencia, lleva una placa eléctrica; la arrastra desde la sala de profesores. Va rodando con ella por el pasillo y el abrigo puesto; esa parka verde en plan mod. Es una historia extraña, probablemente no vuelvan a ver a Daniel. Lo mandarán a otro destino, otro instituto diferente donde tampoco habrá calefacción en la biblioteca, y Daniel arrastrará una placa hasta allí los martes, o los miércoles. Con esa parka verde que le queda de maravilla. Escuchando a Los Elegantes en horas de permanencia y quién sabe si pensando en Quadrophenia:
[Quadrophenia, año 1979, ópera prima de Franc Roddam con Phil Daniels, Leslie Ash, Toya Willcox y música de The Who. Por ahí van los mods con sus temibles scooters persiguiendo a los rockers y un sagrado final a lo Telma y Louise. Telma y Louise: Road movie del año 1991, de Ridley Scott. Con Geena Davis, Susan Sarandon y Brad Pitt. Dos mujeres y un Thunderbird descapotable consiguen amilanar a unos cuantos policías uniformados patrullando las carreteras de Oklahoma y otros estados del suroeste americano. La excursión acaba en el Gran Cañón del Colorado con un apoteósico final que festeja su recién estrenada libertad].
64
Daniel: maquillaje Aquéllas dos alumnas, las que están sentadas en la fila de atrás, me dan pavor. Se percibe tanta agresividad en su mirada. No parecen felices y sólo tienen 16. Sus rostros embadurnados de maquillaje. Madrugan, se arreglan con esmero aunque no es necesario ocultar nada a los 16. Por eso llevan un top y se visten con minifalda. Debajo usan unos Legs de color negro. Son mis alumnas desaventajadas, son Marta y Susana. Ahora toca reír sin motivo aparente. Agachan la cabeza entre los libros forrados llenos de fotos de actores, de cantantes de moda; cuadernos garabateados a rotulador con nombres de los chicos guapos del instituto, números de móviles, nics. No sienten vergüenza a los 16. Me alegra tanto potingue deliplús. Días -como hoyen que se levantan continuamente a tajar el lápiz mientras hacemos los ejercicios, o a tirar un papel, a pedirme permiso para ir al baño. Saben que no está permitido, tampoco a los 16. Deben esperar a que suene el timbre del descanso para ir a mear, a mirarse el flequillo. Con sus cuerpos esbeltos delante del espejo del baño, desafiantes a los 16.
65
Son mis favoritas, son mis chicas extraídas de la película Fucking Amal, de Lukas Moddisson; esas adolescentes complejas que aparecen en la página 54 de los libros de psicología; rubias teñidas que habitan un barrio periférico, gastado, sin posibilidades, muerto si no fuera por el cine de verano. De familias desestructuradas, sin esperanza. No hay tiempo que perder a los 16. Siento que les debería de ofrecer algo más que el temario del curso, se me hace difícil encontrar un por qué. ¿Quién necesita enseñanza reglada a los 16?
[Fucking Amal del director sueco Lukas Moddisson, es una película estrenada en 1.999 donde se narra la relación homosexual entre dos adolescentes suecas que viven en un pequeño y aburrido pueblo (Amal). Moraleja: el Bienestar Social no lo es todo, o, como dicen mis vecinos de Oranien platz: “el capitalismo ha fracasado porque no supo conectar lo tangible con el sentimiento”].
66
Me he rasurado el coño veinte veces
Todo esto he pensado
He cortado cada germen de vida
con la rabia que se siente
de mis piernas, pezones y vientre,
al perder por un puto número
recordando tu nombre
el premio gordo de la lotería,
en cada pasada de cuchilla,
y así he vuelto a mi casa,
lacerándome la piel.
me he quitado las bragas,
He quitado mis barbas del lavabo
me he masturbado otra vez
con un trozo de papel higiénico
y he recordado la bola de pelos
y hecho un reguño.
que tiré al servicio.
Lo he tirado al váter, me he puesto las braguitas de putilla
Dentro de cuatro años
y así he bajado hasta la calle,
sentiré por ti lo mismo
con esa alegría
que siento por esa bola
Estúpida de las adolescentes.
y serás tú el que espere cada día un gesto cariñoso o un saludo,
Te he esperado y no has aparecido.
momento idóneo para tirar
Entonces me ha dado por pensar
de la cadena.
que te dejo insatisfecho porque no sé chuparla; que soy prescindible por un bote de tomate; que estoy harta de que no estés cuando más te necesito; y también que eres medio gilipollas por dejar pasar los días mejores.
67
68
Vida soy de tus dos direcciones De algún modo permaneciendo colgada hacia abajo casi siempre pero fuerte como una telaraña al viento -existo más con la escarcha fría resplandeciente Pero mis rayos con abalorios son del color que he visto en un cuadro -ah vida te han engañado
Socorro, socorro. Socorro. Siento que la vida se me acerca cuando lo único que quiero es morir.
69
70
Una fuente escupe agua y un pan come gusanos Hay palomas cagando, desde el cielo SemĂĄforo en rojo, en verde, luz de frenos, de farolas Habla hombre por telĂŠfono, sobre un puente Y se rĂe, se llora, y se tira
71
Ternura 72
Ternera 73
-Te importa demasiado querer a los otros y que te quieran a ti. Un hombre de conocimiento quiere, eso es todo. Quiere lo que se le antoja o a quien se le antoja (...) Que los otros lo quieran a uno no es todo lo que se puede hacer como hombre.
74
La moral no me ayuda. Soy de ésos que están hechos para las excepciones, no para las leyes. La religión no me ayuda. La fe que otros ponen en lo que no se ve, yo la pongo en lo que se puede tocar y mirar. Mis dioses moran en templos hechos con las manos. Una cara de piedra es cosa excelente para mostrar al mundo, pero cuando estés solo y sin público, tendrás que quitarte la máscara para respirar. Porque si no, te asfixiarías.
75
VENANCEO, POETA DE SANTA PUS Ayer fui a ver a Sita al Hotel donde se aloja. Habló de lo difícil que es hacer crítica literaria. --Los conoces a todos. Tienes que quedar bien. Bueno, no siempre. Ella misma no quiere el respeto. El respeto es deprimente. Busca que le toquen el alma, o alguna parte sensible. Los amigos que le quedan son los que tienen sensibilidad y delicadeza. A los otros los va perdiendo por el camino, salvo a Anghel Morales. Es su editor. Hace poco tiempo también yo iluminaba al público mis escritos, pero ya dejé de escribir. Sentí el agobio de las palabras y las aparté. Mándense a mudar. Camino bien con los colores, los sonidos me dan miedo. Sólo acepto correcciones de obras ajenas. Es lo único que soporto. A la habitación de Sita, al rato llegó su amiga Argelia. Negocios. La conozco de pasajeras ocasiones. Sita le habla de mis pinturas y Argelia me habla de sus diseños. Sita le enseñó fotos de algunos cuadros. Argelia me preguntó si podía hacerle un retrato. Por supuesto, quién no querría hacerle un retrato a Argelia. Tiene belleza, tiene misterio, tiene sexo. Los requisitos imprescindibles en un retrato. Pero no le dije ni sí ni no. Hace tiempo que perdí la inocencia salvaje. Ahora estoy instalado en la civilización corrupta. La sonrisa de Argelia no me deja instalarme. Pienso cómo pintarla. --Tengo ahora tres encargos –mentí. La invito a acompañarme en la noche a buscar una luz apropiada. Se disculpa. La están esperando en la cafetería del hotel.
Me alejo del hotel. Abordo el tranvía en la plaza Secundino Delgado. Traquetea el gusano metálico. Cuesta arriba. Estación La Paz, Puente Zurita, Cruz del Señor, Conservatorio, Chimisay, Príncipes
76
de Asturias, Hospital La Candelaria, Taco, Gladiolos, Hospital Universitario, Las Mantecas, Facultades, Museo de la Ciencia, Gracia, Cruz de Piedra… Andén central… Estaciones mugrientas de un periódico de ayer.
Subo a La Laguna, patrimonio decrépito de la humanidad, a Orfeo La Paz. La paz no me interesa, Orfeo sí. Recuerdo: su cabeza la arrojaron a un río. Eso no lo sabe la autora que presenta el libro. Sé de lo que va, lo corregí. El libro. La autora sabe otras cosas. Es de la Rioja. --Es la mujer del director de Negro II –dijo Anghel antier noche, en el pub Vida Mala, calle El Clavel, Santa Pus--. Gente a la que un fracasado como tú no conocerá nunca. Para esa gente, tú no existes. Más tarde, en una cena desnuda, muerdo pan alemán. Mientras mastico, pienso. Pienso, luego existo. La voz de Anghel no importa.
Entretanto, sigo en el salón de actos. Tarima en alto. La autora en el centro. No me gustan las presentaciones de libros. Flores artificiales. La Laguna no es tampoco mi territorio. Subí porque quiero saber quién es la mujer que nunca querrá conocerme. Alejandro, el poeta rap, sí me conoce. Está que no pierde detalle junto a una mesa, pegada a una columna, donde vende libros. --Los ricos son los peores. Por eso son ricos –gruñe Alejandro, ojo avizor a las manos que hojean. --¿Sabes de qué va esta novela? –Se acercó Domingo. --De un pobre padre que tiene que sacrificar su conciencia para salvar a su familia.
77
Al poeta sólo le importa su obra en verso. --Si me hubieses visto como recité… Me siento donde pueda ver bien, con Domingo.
--Disculpen que no hable con acento canario. Tengo mal oído –dice la autora. Estoy sentado en primera fila con el poeta Domingo. El poeta me habla de la excelsitud de su poesía. No me lo creo. --¿Te estoy cansado? --No, en absoluto. No recuerdo un solo verso del poeta. --¿Qué tal Ignacio el otro día? –pregunto, para hacerlo hablar de algo que no sea su poesía excelsa. Ignacio es novelista, del Sur, como Sita. Ahora quiere ser poeta. O poeta novelista. Presentó su último libro y yo no fui. Era en La Laguna. No me agrada subir a La Laguna. Me pierdo. --Muy mal. No sabe recitar sus poemas complicados. Está creando ahora un partido político. --¿Cómo Mario Conde? En esto sale una a cantar. Envuelta en telas de flores. A la izquierda del público, a la derecha del escenario. El sonido está tocado. Apenas se oye la primera canción. El maestro de ceremonia intenta arreglarlo y lo que hace es subir la música enlatada. La cuestión lírica no funciona ni con el micrófono cuando lo arreglan. El arreglo es que estaba apagado. Era cuestión de encenderlo. La cantante, buena estampa de mujer, repite la primera canción y se larga otra. Tuvo la cortesía de no cantar una tercera.
78
El maestro de ceremonia, un señor gordito con barba, dijo que le iba a pasar la palabra al mantenedor. El mantenedor no sé cómo se llamaba. Lo hizo bien. Habló bien de las carnes con papas y el conejo en salmorejo. Y más comida que hay en la novela de la autora. Y entre comida y comida un mapa. En esta no se sabe todavía bien de qué va el mapa. En la siguiente, en fase de corrección, sí se sabe. Las dos novelas, la publicada-presentada y la otra, la inédita, sí se sabe desde el principio quién es el héroe. El capitán Marlou Diésel, de la Guardia Civil. --El capitán está inspirado en una persona real, amigo mío, que está en esta sala pero no quiere él que yo diga quién es… y mi agradecimiento a mi sobrina que me ha corregido los guiones de diálogo. ¿Corrigió los guiones de diálogo? Bueno, vamos a decir que sí. El caso fue que vi por allí a un antiguo conocido de cuando cumplí condena en Negro II. Quién era la persona real que inspiró al capitán Marlou Diesel, de la Guardia Civil, no lo sé. Sí reconocí al administrador de Negro II. Cuando estuve allí, condenado a trabajos forzados, sufrí un desarreglo con él y me despidió de la condena. --¡Usted ya no trabaja aquí! Hubo denuncia, yo también hice denuncia. El caso quedó archivado en el Palacio de Justicia de Santa Pus. A este señor lo acompañaba una mujer de cuento. Bella de justicia. En fin, no supe más porque me fui con Alejandro, arrastrando él la maleta de los libros. Destino Intercambiador, Santa Pus, hacia la costa, y dejé atrás sementeras baturras. Orfeo La Paz. La Laguna. Mucho gusto de conocerlo. A quien sí conozco, y me conoce, es a Juan Royo. Me lo encuentro en calle El Clavel. Donde está Vida Mala. Hace varias semanas le pasé Vertical blues para que hiciera con ese inédito lo que yo mismo he hecho con otros. Corregirlos como si fuese el autor.
79
Me dice que la atmósfera y los personajes están bien conseguidos. --De novela negra. --No me importa lo que está bien, sino lo que está mal. --Repites… --Yo no, el narrador. --… cuarenta veces en una página la palabra “edificio”. Le coge uno manía al estilo descuidado, y no va a ser un beséler, no hay interrogantes.
Cierto. No hay interrogantes. Al narrador le apuñalan al padre, que queda seriamente moribundo, y lo único que le preocupa es que se recupere. --No respira hasta que muere. --Y la devoción a Cucarachas con Chanel está muy bien, pero no pega ni con cola en esa novela.
Alejandro bajó en la plaza Weyler, general militar con buena o mala fama, según quién cuente la historia. Yo me bajé en Guimerá, el músico de los ojos brillantes. Caminé a la calle El Clavel. Vi a Juan. Hablamos y tomamos un par de copas. Cuando subí a La Maldad, Nally estaba abierta. Un circuito de medialuna creciente el barrio de La Maldad, donde lo mejor que puedes esperarte es lo peor de lo peor.
--¿Se lo pillaste a Ayoze? ¡Epa, epa!
80
No sé qué quiere decir Patricia con eso. Epa, epa. ¿A quién se lo voy a pillar? El dominicano que había traído a la madre, ya hace tiempo que no está en el bar de Nally. Y además, lo vendía a más y menos calidad que el de Ayoze, y me cae bien. Es curioso, al principio de conocerlo lo veía como un tipo legañoso, desganado de ánimo. Hoy no. Hoy lo veo, no como a un paisano, pero si como a un pibe que conoce y sabe dónde pisa. Me cae bien, no sé por qué. Esta noche besaba a una chica, joven como él, de muy bella estampa. ¿Habrá cortado con la novia?, me pregunté. Y a mí qué me importa. --¿Qué tal, viejito? –me saluda con esta letanía--. ¿Qué tal, viejito? Jesús, mi tocayo que siempre bebe vino tinto, setenta y largos, como siempre, en la parte del mostrador más cerca de la puerta. Recordó al poeta Venanceo. El gran olvidado entre tanto mamarracho que se ha metido a poeta. Pescadera, pescadera, te voy a dar un consejo: con las manos del pescado no te rasques el conejo.
--La gente lo paraba para que le dijera un par de poesías. Conocí a Venanceo en la década de los setenta, mientras descubría el teorema de Pitágoras con la señorita Mercedes en el Tinerfeño Balear, colegio de un canario don Jesús y de un mallorquín adonde pude ir, entre tanto niño de clase media, porque mi padre era el guardián del colegio donde el canario don Jesús, profesor de latín en el Tinerfeño Balear, era el director. El latín no me
81
interesaba, me sonaba a chino. Mi enamoramiento era con las matemáticas y con la profesora de francés. Descubrí el teorema de Pitágoras. Doña Mercedes me llamó genio de tal modo que se me quitaron las ganas de descubrir ningún otro teorema. A la profesora de francés, no recuerdo su nombre, le gustaban los peces de colores. Era bellísima. Su marido la llevaba por la mañana al colegio en un mini. Cuando fuimos a su casa el compañero Vargas y yo, con peces de colores que habíamos cazado en un charco del barranco, a la altura de lo que hoy es el TEA, nos recibió con camisón trasparente. No estaba el marido.
Oh dolor mío, mantente tranquilo. ¿Reclamabas la noche? Aquí la tienes.
Versos de Baudelaire que luego conocería en el instituto, con el profesor Vives. Qué buen profesor. ¿Habrá muerto? ¿Habrá muerto la señorita de francés?
--Este es mi sitio. De aquí no me quita ni el rey –sentencia Jesús mi tocayo en el bar de Nally, y rememora más versos de Venanceo:
Si tus manos son pintura y tus dedos son pinceles,
82
pinta el conejo a tu hermana y no pintes las paredes. --Rimador malo. --Estos versos cantan a Santa Pus. --Yo soy muy guapa, pero no puedo sonreír, por culpa de los dientes. Epa, epa –dice Patricia. --No me quites el canuto, porque me jodes la noche –uno que no conozco. Enfrente una plaza donde por las mañanas los viejos juegan al envite. Arboles que conozco sus sombras pero no sé sus nombres. Recuerdo otros versos.
Con el hacha de mi padre he derribado el árbol. con ella vivo con mi mujer, mis hijos y el fantasma de un hombre al que maté con el hacha y que era mi padre.
FIN
83
Lucky 84
Punch 85
(...) Pero todo se olvida hasta que llega el momento de la reacción. Entonces se arruga el entrecejo y se estruja el alma; pero de ahí nada sale porque nada puede salir. Y en el tormento de ser sincero, porque tampoco eso es aprendido de súbito, se llega a conclusiones que nos deshonran en nuestra condición de hombres. Yo quisiera que alguien me dijera cuál es la definición escueta y profunda de lo que el ser hombre significa. Uno tiene una vaga idea desvaída que no atañe al heroísmo, ni a la santidad, ni a la rectitud. Es algo que está más allá, en la región de lo difuso. Le he dado muchas vueltas a este concepto y, de tanto buscarlo, he llegado a la conclusión de que ser hombre es la cosa más extraña y difícil que se puede ser en este mundo. Tú, aunque te lo crees, tampoco llegas, pero te acercas más que yo. He aquí otra de las causas por lo que te escribo.
86
Es posible que aquel hombre tuviera razón. Tal vez no fuera la bestia que parecía ser. ¿Por qué los hombres han de ser bestias? Yo más bien creo que la bestia es el Estado. El Estado que les arrebata los hijos a sus madres para arrojárselos a los ídolos. Este hombre es un servidor de la bestia, igual que el verdugo. Todo lo que aquel hombre me había dicho, se lo sabía de memoria. Seguro que había tenido que aprenderlo cuando hizo el examen para convertirse en cónsul. Las palabras le salían automáticamente. Tenía la respuesta apropiada para todo lo que iba a plantearle y me tapaba la boca inmediatamente. En cambio, cuando preguntó: “¿Tiene usted hambre? ¿Ha comido ya?”, se convirtió de repente en un ser humano y dejó de estar al servicio de la bestia. Tener hambre es algo humano. Tener papeles es algo inhumano, algo antinatural. He ahí la diferencia. Y ésa es la razón por la que los hombres son cada vez menos humanos y se parecen cada vez más a figuras de papel maché. A la bestia no le sirven los hombres, dan demasiado trabajo; las figuras de papel maché son más fáciles de manejar, se las puede poner en fila, guardan una uniformidad y facilitan mucho la vida de quienes sirven a la bestia. Yes, sir.
87
88
89
Día intenso de emociones y tristezas Será la regla, cuando te fuiste tú vino ella
Había un buitre, picándome los pies. Ya había desgarrado las botas y los calcetines, ahora picaba ya la carne de los pies. Siempre picaba, volaba luego inquieto varias veces a mí alrededor y proseguía su trabajo. Pasó un señor por mi lado, miró un rato y preguntó por qué toleraba al buitre. -Estoy indefenso -le dije-, llegó y comenzó a picar, entonces quise, naturalmente, espantarle, incluso intenté ahogarlo, pero un animal así tiene mucha fuerza; como quería saltarme a la cara, decidí sacrificar mis pies. Ya están prácticamente destrozados. -No entiendo que se deje atormentar de ese modo, un tiro y el buitre está listo. -¿Así de fácil? -dije yo-. ¿Podría hacerlo usted? -Encantado -dijo el señor-, sólo tengo que ir a casa y traer mi escopeta. ¿Puede esperar una media hora? -No lo sé -dije, y me puse rígido por el dolor-. Pero por favor, inténtelo por todos los medios. -Bien -dijo el señor-, me daré prisa.
El buitre nos había escuchado durante la conversación, mirándonos sucesivamente a uno y a otro. Entonces me di cuenta de que lo había entendido todo, salió volando, se paró a cierta distancia y se inclinó para tomar impulso, luego introdujo el pico en mi boca como un lancero y me atravesó. Mientras caía hacia atrás, sentí, liberado, cómo se ahogaba sin salvación en mis entrañas, inundado en la sangre que se derramaba a torrentes.
90
-Dígame, doc, ¿ha escrito usted alguna vez un libro? -¿Yo?... ¿Un libro?... ¿Acerca de qué? -Bien, pues, un libro acerca de lo que usted ha visto, experimentado, y pensado aquí, sobre lo que la vasta selva le ha dicho y sobre sus impresiones acerca de esta vida solitaria y recluida. -Sí, he escrito un libro. De hecho he escrito varios libros. -¿Y publicado? -No, jamás ofrecí alguno a los editores. ¿Por qué había de hacerlo? No me importa lo que digan o piensen las gentes que se dicen bibliófilas. ¿Por qué he de poner mis libros en sus manos? Ellos tienen libros magníficos que nunca han leído, ¿para qué darles más? -Usted podría publicar sus libros simplemente para ganar dinero. -¿Dinero? ¿Dinero por mis libros? ¡No! Además, yo tengo suficiente dinero para vivir del modo que vivo. ¿Para qué he de querer más? ¡Para qué, dígame! -Está bien. Comprendo que en su forma de vida no necesite dinero. Pero podría hacerse famoso. -¿Famoso, dijo usted? No sea ingenuo, Gales. ¿Fama? ¿Y qué es la fama después de todo? ¡Una molestia! ¡Sí! Del cielo al infierno. Como lo oye. Hoy soy famoso. Mi nombre aparece en todos los periódicos del mundo, en primera plana. Mañana, quizás ni cincuenta personas sabrán escribir mi nombre correctamente. Ya pasado mañana, puedo morirme de hambre y a nadie le interesa. Eso es lo que llaman fama. Usted no debería usar esa palabra, Gales. ¡Usted, no! Claro, existe otra clase de fama –gloria-, la que llega después de muerto, ya cuando nadie sabe en dónde se están blanqueando sus huesos. Y ésa ya ¿de qué le sirve? No, Gales, fama es una palabra que a mí no me gusta. Es sinónimo de basura. -¿Y qué ha hecho usted con los libros que ha escrito? -Después de leerlos varias veces cada uno, de revisarlos y corregirlos hasta comprobar su perfección, los he destruido.
91
92
-¿Qué? ¿Pero qué cosa ha hecho usted? ¿Ha destruido obras que consideraba perfectas? -Eso es exactamente lo que he hecho. Suponga usted que algún día, después de mi muerte, alguien encontrara los manuscritos y los publicara. Entonces yo regresaría a este mundo, pues estaría viviendo en las palabras de mis obras. Pero el caso es que una vez que haya partido de esta tierra no deseo regresar ni en envoltura humana o animal, ni bajo la apariencia de un fantasma, ni en ninguna otra forma. -¡Qué lástima que haya usted destruido esos libros! Si por lo menos a mí me hubiera sido dada la gran oportunidad de leerlos antes de que usted los destruyera? -Si los tuviera todavía, no dejaría que usted los leyera. No me habría gustado. Los he devuelto a la eternidad de donde vinieron. Mi querido Gales, usted no sabe la felicidad que un hombre experimenta cuando destruye algo que considera perfecto. La dicha de destruir mis libros es sólo comparable a la de escribirlos y leerlos. Precisamente el mal de los humanos consiste en que no destruyen lo bastante, dando con este acto cabida a cosas y sistemas absolutamente nuevos y quizás infinitamente superiores a los destruidos. Al final de cada guerra catastrófica, surgen nuevos inventos y nuevas ideas se ponen en práctica, cosas ambas que tal vez quedarían ignoradas para la raza humana durante periodos larguísimos, si la guerra destructora no abriera nuevos espacios para ellas. Frecuentemente me doy a pensar cuán diferentes serían nuestras artes, nuestras técnicas, nuestros pensamientos, si todo lo hecho por el hombre, digamos hasta el siglo XVII, hubiera sido destruido por una gran catástrofe; destruido en forma tan absoluta que ningún humano pudiera recordar el aspecto que tenía una rueda de carreta o si la Venus de Milo había sido una pintura, un poema o la quilla de un barco, y si las democracias o las monarquías habían sido nombres de comestibles o campanas de algún templo. Si quiere saber mi opinión, le diré que tengo el convencimiento de que el mundo sería un lugar cien veces mejor si los hombres, de vez en cuando, tuvieran oportunidad de apartarse de la historia y de las tradiciones y perder la memoria de cuanto se relaciona con el pasado.
93
Is this the real life? Is this just fantasy? Caught in a landslide, No escape from reality. Open your eyes, Look up to the skies and see, I’m just a poor boy, I need no sympathy, Because I’m easy come, easy go, Little high, little low, Any way the wind blows doesn’t really matter to me, to me. Mama, just killed a man, Put a gun against his head, pulled my trigger, now he’s dead. Mama, life had just begun, But now I’ve gone and thrown it all away. Mama, ooh, Didn’t mean to make you cry, If I’m not back again this time tomorrow, Carry on, carry on as if nothing really matters.
94
Too late, my time has come, Sends shivers down my spine, body’s aching all the time. Goodbye, everybody, I’ve got to go, Gotta leave you all behind and face the truth. Mama, ooh, I don’t want to die, I sometimes wish I’d never been born at all. So you think you can stone me and spit in my eye. So you think you can love me and leave me to die. Oh, baby, can’t do this to me, baby, Just gotta get out, just gotta get right outta here. Nothing really matters, Anyone can see, Nothing really matters, Nothing really matters to me. Any way the wind blows.
¿Es ésta la vida real o es pura fantasía? Atrapado en un derrumbamiento, no hay escape de la realidad. Abre tus ojos, mira a los cielos y ve: Sólo soy un pobre chico, Que no necesita compasión Porque, Fácil vine, fácil me voy, Un poco alegre, un poco triste. De cualquier manera que sople el viento, Realmente no me importa. Mamá, acabo de matar a un hombre Puse un arma contra su cabeza Apreté el gatillo y ahora está muerto. Mamá, la vida acaba de comenzar, Pero lo eché todo a perder. Mamá, No quise hacerte llorar, Si no vuelvo mañana a esta hora, Sigue, sigue, como si no importara nada.
Demasiado tarde, Mi hora ha llegado. Siento escalofríos en mi espina dorsal. El cuerpo me duele todo el tiempo. Adiós a todos, me tengo que ir. Tengo que dejarlos y enfrentar la verdad. Mamá, (de cualquier manera que sople el viento) No quiero morir. A veces desearía no haber nacido ¿Crees que puedes detenerme y escupirme en el ojo? ¿Crees que puedes amarme y dejarme para morir? No puedes hacerme esto Simplemente tengo que salir, Sólo tengo que largarme de aquí. Nada importa Cualquiera lo puede ver. Nada realmente importa, Para mí.
95