Atrapado Otra vez asfixiado y con el coraz贸n en la mano aspirando el veneno que fluye dentro de mi. De los cabellos a los pies, pasando por cada nervio, en cada neurona me tortura la piel. Me tortura con el explosivo dolor que envuelve, que mata, que asesina lentamente con la brutalidad candente de la vista insolente. En cada segundo me atrapa el ardor que entra por los ojos hasta el coraz贸n. De nuevo y otra vez yace mi alma torturada y asesinada y se ve entre las llagas de este cuerpo herido, herido de amor.