Nos reunimos todos en círculo. Oster se presta a dar algunos consejos, llegar a Magdalena es más fácil, es de bajada, así que no preocuparse, y con todo eso tomamos un suculento desayuno, donde señoritas colaboradoras coloradas, mas el gobernador, nos sirven, todos contentos, les tomo fotos, y estamos listos para embarcarnos, nos concentramos en la plaza y se nos hace entrega de unas vinchas, azules muy motivante para iniciar nuestra expedición de aventura.