Canarias Ahora
Reportaje
La Luz del fútbol canario
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Los marinos de los barcos ingleses empezaron a jugar con los isleños al “football” en los arenales del Puerto Premier League. La fuerza del fútbol se instaló, pues, en el Puerto, de la mano de los británicos que llegaban al primitivo Luz Port, que fue como se conoció inicialmente lo que más tarde sería el Puerto de La Luz y de Las Palmas. En las décadas de 1870/90 comienzan a jugarse encuentros de football entre los marineros ingleses, primero entre ellos en los grandes arenales y explanadas de la zona, y después invitando a los jóvenes canarios a jugar. Pepe Gonçalves regresó de Inglaterra en 1907 tras estudiar como alumno interno en Newcastle , y por esas fechas, sin precisar con exactitud, se fundaba el Sporting Club Victoria. Gonçalves incluso se trajo de Inglaterra varios equipajes del Newcastle, y esos fueron los colores del equipo del Puerto, bautizado con el nombre de la Reina Victoria de Inglaterra.
familia Swanston Miller había recalado en Las Palmas desde 1812, fue uno de los primeros comerciantes ingleses que se instalaron en la isla, llamó en 1820 a su primo Thomás Miller, y pocos años después ya representaba a muchos compatriotas suyos. Adquirió tierras y diversificó actividades, compaginando la venta de textiles y alimentos al mayor, con una oficina bancaria, y la delegación de seguros de la London Assurance, y en esa época otro inglés, Alfredo L. Jones también se dedicaba al cultivo del plátano y promocionaba la belleza de la isla y la benignidad de su clima.
Entre los productos que prestaron atención los ingleses fue la barrilla de Fuerteventura. La barrilla fue el nombre que se le dio a la planta cali, y era conocida también como almajo de jaboneros, cosco ó cofe-cofe y debido a Pero antes de la llegada de Gonçalves su alto contenido en sodio sus cenizas debe mencionarse a Thomas Miller, un se utilizaban para fabricar sosa y jabón, inglés radicado en productos en Gran Canaria de farmacia, y y que tenía una fue así como gran influencia nació en Gran entre la burguesía Canaria el jabón isleña, y también suasto, ó subasto, en Madrid. como corrupción Thomás Miller popular derivada había llegado del apellido a Las Palmas Swanston. Miller, reclamado por como otros su primo Jaime tantos ingleses, Swanston, que introdujeron ya comerciaba sus costumbres, con Inglaterra entre las que y tenía su firma estaban, cómo en la calle de no, sus juegos Triana, que poco y entre ellos el Cartografía del puerto en 1900 después sería del football. Con inicialmente sede la construcción de la firma de Miller, cuando ambos del Muelle de Santa Catalina, pionero primos separaron sus negocios y Jaime en la infraestructura futura del Puerto retornó a Inglaterra. Entre los asuntos de la Luz y de Las Palmas, la actividad comerciales que compartieron al principio comercial se traslada a finales del siglo figuraba la exportación de cochinilla. La XIX del Muelle de San Telmo, la
primitiva Caleta de San Sebastián en el Real de Las Palmas, al Port Luz, que ya iba creciendo de forma paulatina pero constante. En 1852 Bravo Murillo firma el decreto que declara los puertos francos en las islas, ratificado en 1900. A partir de entonces los ingleses pasan poco a poco de familias de comerciantes a familias de negocios. La construcción del Muelle de Santa Catalina en el último cuarto del XIX Ya dominaban entonces la navegación y el comercio, las islas estaban en sus rutas y fueron ellos, junto a miembros de la burguesía local, los que crearon las condiciones para que años después cuajaran en Madrid los esfuerzos del ministro canario Fernando de León y Castillo, uno de los hombres fuertes de la Restauración, y de su hermano, el ingeniero Juan de León y Castillo, para la construcción del Muelle de Santa Catalina, que construiría una compañía inglesa. Fue inaugurado en 1883, un año antes del comienzo de la Conferencia de Berlín en que las potencias europeas dominantes se repartieron África. Las islas estaban en el camino de las colonias inglesas y la presencia de antiguo de familias de comerciantes británicos favorecería la instalación de las compañías que contribuyeron, decisivamente, a la modernización de Las Palmas, ciudad, y de la isla con el impulso de su economía. Fueron asimismo los años del auge del vapor, que liberó a la navegación de su dependencia de los vientos. Lo que regularizó las entradas y salidas de los barcos en ruta e hizo de la isla un punto clave para el suministro de carbón, al que no prestaron menos atención los ingleses, que instalaron carboneras. Con la construcción del Muelle de Santa Catalina, en el último cuarto del XIX, se inició la infraestructura del hoy Puerto