«Pero lejos de tirar la toalla, la generación necaxista del ascenso...[ ]..., piensa en seguir apoyando, si se consiguió el regreso se puede mantener la categoría en esta ocasión.» El desenlace todos lo conocemos, la desesperación se apoderó de todos los aficionados que pidieron en que los jugadores sintieran la camiseta, que salvarán al equipo, que fueran profesionales, al final las suplicas no sirvieron de nada y el llanto ese día en el Azteca dejó ver el coraje, la tristeza y la frustración. La situación que vive la afición es distinta, ahora mucha gente cree que Necaxa puede volver a descender, mal trabajo de la Directiva y el Apertura 2010 colmado de malos resultados y refuerzos que en su mayoría no hicieron su trabajo hacen hasta tomar las cosas con sentido del humor para este Clausura. «Empiezo a verme en el mar de Veracruz el próximo año» diría algún aficionado que prevé lo que podría venir en caso de descenso. Pero lejos de tirar la toalla, la generación necaxista del ascenso (los necaxistas que no abandonaron), piensa en seguir apoyando, si se consiguió el regreso se puede mantener la categoría en esta ocasión. La Directiva ha quitado apoyo a aficionados, como la guerra emprendida contra clubnecaxa.com, además
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de la falta de boletos para las barras y hasta amenazas a algunos integrantes de no permitirles el acceso por las críticas y no sólo a los barristas, si no a los aficionados comunes que se manifiestan, pero pese a esto los aficionados saben que el amor que se demostró en la Liga de Ascenso debe de mantenerse en este torneo y pese a reclamos y prohibiciones la afición verá como ir al estadio, con o sin apoyo. Por un lado la Sobredosis ha hecho un llamado a comprar los boletos en taquilla y no esperar alguno de la directiva, para que se vea que el amor al equipo está con o sin ellos, por otro lado el Comando ha lanzado el llamado «Tour Rayos no se va 2.0» en el cual como lo ha hecho ya por varios años, visitará todas las canchas que pise el Necaxa y buscará entrar al estadio que sea con o sin apoyo. Así la misión de la afición sigue siendo la misma, apoyar en las buenas y en las malas, esperando que los jugadores cumplan con la suya, mantener al equipo en Primera División.
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