/ No 08 / Marzo / 2013 /
m e n t e c o m o delincuentes) comenzaron a comunicarse de manera divertida en base al lenguaje; posiblemente fue en el centro del país donde les afloró el caliche o caló, o forma propia de expresión oral, y el doble sentido comenzó a dar sentido a las actividades. En el estado de Hidalgo, incluso, existe un concurso nacional del albur, organizado y apoyado por instancias culturales nacionales…con reglas y todo –nombre, si hay de todo en este mundo-. Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el albur es, simple y llanamente, “un juego de palabras en doble sentido”. La definición excluye todas las connotaciones sexuales, toda la agresividad y picardía que precisa el juego, aunque de acuerdo a los grandes atletas orales del siglo XX, ya saben, tipo Alfonso Zayas, el Caballo Rojas, Rafael Inclán o Carlos Salinas de Gortari…wait… sí, Salinas, quien si bien no los decía, literalmente sí que los aplicaba en su mandato, el albur es más que eso, es un estilo de vida, al cual se integran por supuesto, otras cartas de la lotería como El Negrito –me da risa esta-, La Araña y El Melón, con quien hace
LOTERÍA
Así la cosa con la carta de esta ocasión, El Pajaro, le paro hasta aquí para recordarles que esta chaqueta y muchas otras más puede aprenderlas usted, estimado lector en la revista cultural que Gobernación jamás monitoreará en los medios, Lotería: Cultura Popular los lunes y los viernes al medio día, para que se integre a la jugarreta no nomás con el pájaro, sino con todas las cartas en donde se mimetiza nuestro glorioso pasado, presente y que seguramente define al futuro…ok, no. una maravillosa mancuerna a través de la oda al pajarito, del eminente filósofo Anónimo: Entre Melón y Melames mataron un pajarito; Melón se comió las alas y Melames… El Pajarito. Resumiendo y ampliando el panorama con el toque musical y folclórico, el gran cronista chilango, Chava Flores rinde un tributo a tan noble y popular usanza en su himno “La Tienda de Mi Pueblo”, donde la mención honorífica de tubérculos, joyas, vegetales, leche y la más diversa variedad de artículos le dan a uno la idea de cómo prácticamente cualquier cosa sirve para disfrazar nuestros más bajos instintos y expresarlos así como dice la chaviza “sin pedos”, sacando la creatividad y desarrollando un nivel intelectual sin comparaciones a los de otras culturas cuyas prácticas semánticas son bien conocidas alrededor del mundo cuyas versiones albureras, pues no son tan naturales y ricas como acá.
*De salir chingado: uno sale chingado cuando, con alevosía y ventaja, o sin la intención de aprovecharse, resulta perjudicado en este caso, cuando queda comprometido ante una situación sexual que no es de su consentimiento, de manera oral.