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Grover Coronado Puchuli
LA HISTORIA DE LA PAPA
Grover Coronado Puchuli∗
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1.- Introducción
La papa o patata llamada por los europeos, fue cultivada por primera vez entre los años 8001 y 5000 a.C. en el sur de Perú y el noroeste del altiplano boliviano. Por la colonización española se ha extendido por todo el mundo y se ha convertido en un alimento básico en el mundo. Actualmente es considerado un alimento para la seguridad alimentaria y para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), agenda 2015-2030.
Los pueblos oriundos de los Andes cultivaron muchas variedades de papas durante siglos. El calendario Cayambi culminaba con el tiempo de recogida de este tubérculo. El cultivo de las diferentes clases de papa estaba tan altamente desarrollado, que los distintos tipos y sus propiedades diferían mucho de los de la planta original evolucionada naturalmente. Para estos pueblos la papa era el principal sustento. En Ecuador las papas se cultivaban hasta una altitud de 4000 metros, mientras que, en las regiones más favorables, no afectadas por las heladas, se podía cosechar maíz.
Los europeos las encontraron sabrosas y sirvieron como provisiones para sus viajes de vuelta. Al volver a su origen, al principio se la consideró una rareza botánica, que los clérigos y los poderosos españoles cultivaban en macetas; porque era considerada un ornamento por sus hermosas flores primaverales. El consumo de los frutos de la planta (no de su raíz) terminaba a menudo en un dolor de estómago e incluso al envenenamiento, por lo cual surgió muchos prejuicios contra esta planta ultramarina.
La papa ayudó y ayuda en gran medida a la alimentación europea y del mundo. 2.- Desarrollo
La historia de la papa comienza hace unos 8000 años, cerca del lago Titicaca, que está a 3.800 m.s.n.m, en la cordillera de los Andes, América del Sur, en la frontera de Bolivia y Perú. Ahí, según revela la investigación, las comunidades de cazadores y recolectores que habían poblado el sur del continente por lo menos unos 7000 años antes, comenzaron a domesticar las plantas silvestres de la papa que se daban en abundancia alrededor del lago.
En el continente americano hay unas 200 especies de papas silvestres, pero fue en los Andes centrales donde los agricultores lograron seleccionar y mejorar el primero de lo que habría de convertirse en los milenios siguientes, una asombrosa variedad de cultivos del tubérculo. En realidad, lo que hoy se conoce como papa (Solanum especie tuberosum) contiene apenas un fragmento de la diversidad genética de las siete especies reconocidas de papa en Europa; porque sólo en Bolivia existe 1500 variedades y en Perú 2500 variedades de papa (CIP, 2017)
Si bien los agricultores andinos cultivaron muchas hortalizas y cereales, como el tomate, los frijoles y el maíz, sus variedades de papa eran particularmente adecuadas a la zona del valle quechua, que se extiende a alturas de 3100 a 3500 m.s.n.m. a lo largo de las vertientes de los Andes centrales. Pero los agricultores también produjeron una especie de papa resistente a las heladas, que sobrevive en la tundra alpina de la región de la Puna a 4300 metros de altura.
La seguridad alimentaria que ofrecía el maíz y la papa, consolidada a través de la irrigación y la construcción de terrazas, permitió que surgiera alrededor del año 500 dC, la
∗ Licenciado en Ciencias de la Educación, Licenciado Normalista em Ciencias Sociales, Técnico Gestor Comunitario. Correo electrónico: coronadogrover420@gmail.com
civilización Huari en las tierras altas de la cuenca de Ayacucho. Por esa misma época, la ciudad Estado de Tiahuanaco se formó cerca del lago Titicaca, gracias a su avanzada tecnología de campos alzados, que son parcelas elevadas bordeadas de canales de riego, cuya productividad se ha estimado en unas 10 toneladas por hectárea. Se considera que, en su apogeo, alrededor del año 800 dC, Tiahuanaco y los valles circundantes tenían una población de medio millón de habitantes o más.
La caída de Huari y Tiahuanaco entre los años 1000 y 1200 dio lugar a un período de desorden que terminó con el ascenso meteórico de los Incas, en el valle de Cusco, alrededor del año 1400. En menos de 100 años crearon el Estado más grande de la América precolombina, que se extendía desde lo que es hoy Argentina hasta Colombia.
Los incas adoptaron y mejoraron los adelantos agrícolas de las culturas anteriores de las montañas, y dieron especial importancia a la producción de maíz. Pero la papa fue decisiva para la seguridad alimentaria de su imperio. En la vasta red de almacenes del Estado Inca, la papa -sobre todo un producto elaborado con la papa desecada y congelada, llamado chuño- fue uno de los principales artículos alimentarios, usado para alimentar a los oficiales, soldados y esclavos, así como reserva para casos de emergencia cuando se malograban las cosechas.
La invasión española en 1532, puso fin a la civilización Inca, pero no a la papa; porque a lo largo de toda la historia andina, la papa, en todas sus formas ha sido profundamente un alimento del pueblo y ha desempeñado un papel central en la perspectiva andina del mundo (el tiempo, por ejemplo, se medía por el que era necesario para cocinar las papas).
Los campesinos de algunas partes de los altos de los Andes siguen midiendo la tierra en topos, la superficie necesaria para que una familia cultive las papas que necesita, y los topos son más extensos a mayor altura, donde necesitan dejarse en barbecho por más tiempo. Clasifican las papas no sólo por su especie y variedad, sino también por el nicho ecológico donde se producen mejor y no es raro encontrar cuatro o cinco especies cultivadas en una misma parcela pequeña.
El cultivo de los tubérculos sigue siendo la actividad más importante de la temporada agrícola cerca del lago Titicaca, donde la papa es denominada Mamá Jatha, o madre del crecimiento. La papa sigue siendo la semilla de la sociedad andina.
Actualmente, durante la conferencia bienal de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de 2005, dirigieron la atención mundial hacia la papa como una opción para la seguridad alimentaria y reducir la pobreza; asimismo la Organización de las Naciones Unidas declaró oficialmente el 2008, Año Internacional de la Papa, sobre todo por las cualidades de relativa facilidad en su producción en diferentes pisos ecológicos, aportes nutritivos y biológicos en carbohidratos, proteínas, vitamina C, potasio y fibra, lo cual varía según el tipo de papa (FAO, 2011).
En cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), agenda 2015–2030, consta de 17 objetivos. El objetivo principal de la ODS es la erradicación de la pobreza; es decir, que la papa como producto ideal para lograr la seguridad alimentaria cumpliría dicha misión porque se encuentra dentro de las líneas de desarrollo como ser: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, garantizar la sustentabilidad del medio ambiente, fomentar una asociación mundial para el desarrollo, también se debe considerar que la producción de la papa es un elemento del sector agrícola en crecimiento muy importante, promueve empleo a 800 millones de personas en países en desarrollo (UNESCO, 2015).
En Bolivia para rendir homenaje a este tubérculo se promulgó la Ley No 476, que eleva el rango de Ley al Decreto Supremo No 21562 del 3 de abril de 1987, declara sede social del Festival Nacional de la Papa a la localidad de Betanzos, capital de la Provincia Cornelio Saavedra del Departamento de Potosí, esta festividad se realiza cada año (GAM Betanzos, 2018).
3.- Conclusiones
Históricamente la papa es un regalo que dio Bolivia y Perú al mundo, fue llevada por los españoles a Europa y con ello se extendió por todo el mundo, cultivada en los años 8001 y 5000 a.C, conocida por los españoles en 1532, gracias a la papa nació el Estado más grande de la América precolombina, se extendía desde norte de Argentina hasta Colombia.
La papa es el pan de cada día de los bolivianos, un alimento apto para la seguridad alimentaria por ser inocuo, nutritivo, es accesible al cultivo en todos los pisos ecológicos, en Bolivia se produce en ocho departamentos, excepto Pando. Asimismo, la papa se encuentra arraigada a un componente cultural, el cual tiene una significancia histórica para el boliviano, otro punto muy importante son sus derivados como es el chuño, la tunta, harina de papa, vino de papa, mermelada y otros.
Considero como investigador que es esencial que las universidades investiguen este producto para su industrialización y para conocer otros beneficios en la salud; con ello fortalecemos la seguridad alimentaria, productividad económica, empleo, emprendimiento, exportación y otros beneficios para el bien común.
La papa, dio vida a los Andes, provee vida a la humanidad.
Referencias bibliográficas
Centro de Investigación de la Papa (CIP). (2017). Variedades de papa en Bolivia. En: Folleto informativo, La Paz, Nro. 09
Gobierno Autónomo Municipal de Betanzos. (2018). Festival Nacional de la papa. En: Folleto informativo, Betanzos – Potosí.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2015) Educación para la paz. En: Folleto educativo Nro. 05.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2011). Construyendo una cultura de paz y de prevención desde la metodología de laboratorios creativos. En: Cuaderno de trabajo de sensibilización y capacitación. Quito.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) (9 de marzo de 2011). Seguridad Alimentaria. Archivo de noticias 2011. Recuperado de: www.fao.org hr. 18:00
Recepción: 12 de diciembre de 2020 Aprobación: 12 de enero de 2021 Publicación: febrero 2021