16 CAMBIO DE LUCES CUANDO DE TERMINACIÓN SE TRATA, DETERMINACIÓN HACE FALTA
¿S o m o s a v e c e s c o m o e s t e centauro, mitad sí y mitad no? ¿Estamos viviendo a medias? E s p a r a p e n s a r l o... N u n c a se oye u n comenta r io como éste: «Él es un hombre medio sencillo». Se es sencillo o no se es sencillo. Acá no hay términos medios. Así mismo, se es una persona con determinación o se es una indecisa. No existen personas «medio decididas». En realidad cuando alguien decide a medias, está decidiendo por la no determinación. En pa labras de Jesús ser ía: «Digan sí cuando es sí, y no cuando es no» (Mateo 5, 37). Me llama la atención que la frase «se es o no se es» es un pa línd romo, es decir, se lee igual hacia adelante que hacia atrás: S E E S O N O S E E S. Esto se llama ser coherente: que los demás, cuando «lean» nuestra vida desde cualquier ángulo, no encuentren incoherencias en ella. Para eso es necesaria la determinación.
Eutico... sentado en la ventana!
!
Se es o no se es.
En la Biblia aparece un caso q ue nos puede ser v ir de referencia, en Hechos 20, 7-12. Se trata de un joven llamado Eutico, que tuvo la ocurrencia de sentarse en una ventana del tercer piso, para escuchar una charla a la medianoche. Una persona sentada en una ventana, ¿está adentro o está afuera? En realidad ni uno ni lo otro. Estaba en el medio: una parte de él estaba afuera (con la oscuridad de la noche), la otra mitad estaba adentro (con la luz de las lámparas). Es la descripción de una persona
sin determinación: voluntad t ibia, cora zón d iv id ido. (En la misma iglesia puede haber personas así: quieren estar con Cristo, pero al mismo tiempo coquetean con la mentalidad c o m p e t i t i v a d e l m u n d o). Sig u iendo el r el ato bí bl ico, podemos a rg u menta r q ue tres cosas le suceden a quien se «sienta en una ventana»: se «duerme», se «cae» y se «muere». Y curiosamente, cuando esta persona se cae, no lo hace para adentro, sino afuera. La buena noticia es que Eutico volvió a la vida. Me imagino que aprendió la lección, y a partir de ahí se esforzó en fortalecer su determinación. De hecho, «Eutico» significa «afortunado». Si queremos ser afortunados, v iva mos más deter m i nados.
Para ir determinando.
La juventud es la etapa en donde se presentan muchas decisiones importantes: «¿Con quién formaré familia? ¿Qué voy a estudiar? ¿Cuál será mi profesión? ¿Dónde será mi primer trabajo?». Que seamos jóvenes afortunados y decididos, que podamos ver la terminación de nuestros proyectos. Y «cuando de terminación se trata, determinación hace falta». No seamos de las personas cuya única decisión es no tomar decisiones para ser «indeterminados» y, por tanto, no «terminados». Determino concluir el artículo con un microrrelato. Es sobre una persona sin determinación. Lo escribí en un día de mucho buen humor, con palabras que inician con la letra p (la misma de poder, «¡sí que podemos!»).
Pensamientos presentidos. «Piensa primero para parlar porque palabra poco pensada porta pena». Proyectaba predicar mi pasión por su perfil. Plan precisaba pulcritud de palabras. ¿Panegírico de su porte, preámbulo del paraíso? ¿Pasmosa parrafada con portentosa paciencia? ¿Pláceme y parabienes por su parnaso? ¿Presenciar pacto de promesa? ¿Presumir perla de pedida? ¡Perfecta previsión! ¿Podría princesa podarme su pachorra? (Pretéritas pericias perecieron en la pobreza). Pisadas presurosas percibí en la plaza. ¡Precisamente mi primor! ¡Presiento protuberancias pronunciadas! Prisa y pánico pretendían perderme el premio. Preparé parlamento propio de un prócer. Más pudo mi pérfida poquedad: cual parodia pusilánime, proferí con permanente pena: «Precioso pelo». Prescindió de mi presencia. Yuan Fuei Liao Determinado a vivir con una balsa, una retajila, una recua, un viaje de cómplices en muchas partes