EL bosque de los valores EL bosque de los valores
En un bosque brillante con luces de amanecer. Entre flores rosadas y hojas que brillaban con sereno, se ve a Lila, una conejita pequeña y esponjosa, con grandes ojos curiosos.
Lila saltaba entre las flores al amanecer. Cada gotita de rocio parecía un tesoro que el sol acababa de despertar.
Cerca de un lago, aparece Clara, una ciervita que bebía agua. Su reflejo brillaba y se reflejaba como un espejo. Lo que llamó la atención de lila.
—¡Hola! —dijo Lila con una sonrisa.
Clara le devolvió el saludo, levantó la cabeza y sonrió también. Así comenzó una dulce y nueva amistad.
Lila y Clara juegan entre mariposas y diente de león.
Lila corre veloz, mientras
Clara salta grácil y ligera.
Lila corría rápido por el pasto, pero Clara la alcanzaba con pasos suaves y largos. Ambas reían sin preocuparse por quién iba a ganar.
Hasta que animales del bosque como ardillas, erizos y pajaritos ,rodearon un sendero lleno de flores ,estos las animaban a una carrera competitiva. Lila y Clara se preparaban para esta carrera.
—¡Que gane la mejor! —dijo Lila.
—¡Que asi sea! —respondió Clara.
Ya en la carrera. Lila
tropieza con una raíz y cae. Clara se da cuenta y se detiene, mira hacia atrás y regresa corriendo.
Mientras las hojas doradas caen suavemente a su alrededor.
Clara no quiso seguir corriendo. Y la ayudó a levantarse con ternura.
—No importa quién llegue primero
—susurró clara— , importa llegar juntas.
Las dos amigas cruzan la
meta tomadas de la pata y la pezuña, mientras los animales aplauden con hojas y flores.
El bosque se comenzó a iluminar con luces mágicas que flotaban alrededor. Lila y Clara miraron el cielo, donde las luciérnagas formaron un corazón brillante.
Desde ese día, aprendieron que la amistad y empatía valen más que la competencia.
Ayudar a los demás también
es una forma de ganar.
Porque cuando somos buenos amigos y tenemos empatía, todos podemos brillar juntos.
La verdadera alegría no está en competir, sino en compartir con el corazón. -
Empatía.
