APELLIDOS MILENARIOS
FAMILIA
Chong Rodríguez Yin Yau Chong fue socio fundador de la Sociedad Chung Shan Huy Cun en Lima. ESCRIBE CARLOS CHONG
M
i padre, Yin Yau Chong, nació en 1910 en Chungshan (Cantón) y llegó de China al Perú en 1927. Su nombre en Perú fue Enrique. En Lima, mientras aprendía el idioma, trabajó en los negocios de abarrotes de sus paisanos y también incursionó en la cocina. Uno de los recuerdos maravillosos que tengo de mi padre son los platos exquisitos que nos preparaba. He leído que los chinos demuestran su amor y cariño alimentando a sus hijos pequeños dándoles de comer en la boca con los conocidos palitos. Tengo en la mente imágenes de él alimentando a mis hermanos de esa manera. Entre mis recuerdos de infancia están las celebraciones por las fiestas patrias peruanas y la alegría cuando llegaban los circos, espectáculos que a mi padre le gustaban mucho. También nos llevaba al cine y a la ópera china en el desaparecido
cine y teatro Apolo. Los paseos por el barrio chino eran mis preferidos, pues ahí podía verlo conversar con sus paisanos en su idioma tan extraño. Durante las celebraciones de las fiestas de la colonia, disfrutábamos con la danza del dragón y de los leones. Me llamaba mucho la atención ver al león comer la lechuga colgada en la puerta de los negocios. Mi padre decía que era para la buena suerte y ahuyentar a los demonios. Fechas igual de importantes eran nuestros cumpleaños. Nos reuníamos con la familia y amigos y él participaba con mucha alegría, amor y dedicación. Ni qué decir en la Navidad y el Año Nuevo. Evoco a mi padre escribiendo cartas a su mamá, mi abuela, a mis tíos y demás familia, a los que conocí a través de fotos. Me conmueve recordar que, a pesar de los treinta y tantos años que pasaron para reencontrarse con su familia, él nunca dejó de comunicarse con ellos. Su madre fue la persona más importante en
su vida y, como tal, nunca le faltó el apoyo económico y espiritual de su hijo que vivía al otro lado del mundo. Todas esas enseñanzas que nos dejó nos hicieron aprender a valorar el respeto por nuestros semejantes y las personas mayores. En Lima, conservando sus raíces, cercano a sus compatriotas, fue socio fundador de la Sociedad Chung Shan Huy Cun. En 1950 contrae matrimonio con mi madre, Luisa Rodríguez Castillo, señora trujillana, y se dedican al negocio de abarrotes en un local propio en la calle Huáscar cuadra 2 en Surquillo. El bienestar económico de la familia se consigue por el trabajo indesmayable de ambos. Los Chong Rodríguez somos seis: Aurora (Relaciones Públicas), Carlos (Artista Visual), Enrique (Administrador de Empresas), María (Contabilidad), Eduardo (Seguridad Industrial) y Humberto (Ingeniero Electrónico). Doce nietos y 15 bisnietos son descendientes de la pareja Chong Rodríguez.
Con ayuda de nuestros lectores, esta sección intentará seguir las huellas de las familias chinas que a mediados del siglo XIX migraron a América y se asentaron en el Perú. Cuéntenos su historia enviándonos las fotos, recuerdos y cualquier documento testimonial que conserve de sus raíces familiares a: prensa.integracion@apch.com.pe
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