Apellidos Milenarios
Familia
LEUNG
Hurdelinda Chiu con William y Karin Leung.
Don Ki Fung Leung Jhong, líder innato y padre cariñoso, forjó a pulso el futuro profesional de sus hijos y nietos. por William Leung Chiu
M
i padre nació en Cantón, China, el 12 de noviembre de 1927. Segundo hijo varón de 5 hermanos, siendo muy joven sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial y posteriormente de la Revolución Cultural China, eventos que forjaron su espíritu de lucha y su alma de ser humano dedicado a la sabiduría y el bien común. Escapó de China a nado, aproximadamente en el año 1967, huyendo del comunismo, en busca de un mejor futuro. Inicialmente realizó diversas labores en la ciudad de Macau. Posteriormente buscó suerte en distintos rubros en Hong Kong, siempre teniendo en mente que había dejado a sus dos hijas: Yam Fong, con tan sólo dos años de edad, y Yam Ken, recién nacida, en China bajo el cuidado de familiares cercanos ya que la madre de ambas había fallecido a consecuencia de una enfermedad desconocida. En 1969 conoce a Hurdelinda Chiu, hija de un comerciante chino radicado en el Perú, quien se encontraba de turismo en Hong Kong. Entre ellos surgió un amor que tuvo que luchar contra la barrera idiomática así como con la lejanía de sus residencias. En 1970 Ki Fung se muda definitivamente a Lima y contrae nupcias
En 1982, Ki Fung Leung Jhong rodeado de sus hijos Yam Fong, William, Yam Ken y las más pequeñas Karin y Katy.
con la ‘señorita Hurde’, como cariñosamente la conocían todos. De dicha unión nacieron sus tres hijos: William (1972), Karin (1973) y Katy (1976). En 1976 y luego de trabajar en el negocio familiar de la familia Chiu, la nueva familia Leung-Chiu decide independizarse e inauguran la ‘Casa Karin’ tienda especializada en la venta de ropa para niños, en el Jirón de la Unión, a pocos metros de la Plaza Mayor de Lima. En 1981 regresa a China en busca de sus hijas y ambas migran a Perú siendo recibidas como hijas propias en el seno del nuevo hogar. En el negocio familiar los esposos trabajan codo a codo hasta 1999, año en que la ‘señorita Hurde’ fallece a consecuencia de una deficiencia renal crónica. Desde ese momento mi padre se
dedicó enteramente a su familia, a sus hijos y nietos, siempre guiando con sabiduría y buenos consejos el destino familiar. Bajo su liderazgo, dos de sus cinco hijos y tres de sus ocho nietos se han desarrollado profesionalmente, alcanzando niveles de educación nunca antes logrados por anteriores generaciones familiares. Fue indudable su aporte en el progreso de cada uno de sus descendientes tanto a nivel profesional como, y por encima de todo, a nivel personal. Paralelamente ejerció por algunos años la presidencia de la colonia china en el Perú. Fallece a los 83 años (en febrero de 2011) dejando a sus hijos y nietos una historia de vida ejemplar y un significativo legado de enseñanzas que sin duda perdurará a través de las generaciones.
Con ayuda de nuestros lectores, esta sección intentará seguir las huellas de las familias chinas que a mediados del siglo XIX migraron a América y se asentaron en el Perú. Cuéntenos su historia enviándonos las fotos, recuerdos y cualquier documento testimonial que conserve de sus raíces familiares a: prensa.integracion@apch.com.pe
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