Ingenieros Industriales de las Rozas
Ellos lucharon hasta el final, no bajaron los brazos, pero nosotros tampoco, por respeto, al contrario, por las ganas que tenemos, por lo bien que nos lo estábamos pasando y porque si te parabas podías morir congelado. Al final el resultado fue un meritorio 0-53 que no hace justicia al corazón que puso el contrario, pero sí a nuestro buen juego y ganas. Como conclusión, solo decir que salí del campo con la misma sonrisa boba con la que entré, satisfecho y contento por haber compartido estos minutos con todos estos viejos amigos y por supuesto con los habituales y no tan viejos amigos. Personalmente he vuelto a vivir la esencia de nuestros valores, la que mamé cuando era pastoreado por mis mayores del Glorioso y la que debemos transmitir a los más jóvenes: respeto, humildad, trabajo, dureza y diversión, mucha diversión. Seta
OSAMA esperando entrar tras su expulsión de 10 minutos por amarilla